Los derechos de la tercera generación también conocidos como derechos de las
personas, derechos de cooperación, derechos de solidaridad, derechos tridimensionales, derechos colectivos… surgen desde la década de 1970 y tratan de abordar nuevos retos a los que se enfrenta la comunidad internacional, como las consecuencias de la globalización. La lista de derechos humanos reconocidos internacionalmente no ha permanecido invariable. Aunque el contenido de la Declaración Universal no ha sido cuestionado seriamente durante sus más de 60 años de existencia, nuevos tratados y documentos han aclarado y refinado aún más algunos de los conceptos básicos definidos en este documento. Estas combinaciones son el resultado de varios factores en si responden parcialmente a los cambios en la idea de la dignidad humana, en parte debido a nuevas amenazas y oportunidades. Para la nueva categoría de tercera generación, este es el resultado de una comprensión más profunda de los diferentes tipos de obstáculos para ejercer derechos de primera y segunda generación. La tercera generación se basa en la solidaridad y la idea de que estos derechos incluyen a otros grupos sociales y pueblos, como el derecho al desarrollo sostenible, el derecho a la paz o el derecho a un medio ambiente sano. En la mayor parte del mundo, las condiciones de extrema pobreza, la guerra, la ecología y los desastres naturales significan que solo se ha logrado un progreso muy limitado en el respeto de los derechos humanos. Por ello, muchos consideran necesario reconocer una nueva categoría: este derecho brinda condiciones suficientes para que las sociedades, especialmente en los países en desarrollo, aseguren las ya reconocidas primeras y segundas generaciones. Los derechos especiales incluidos con mayor frecuencia en la categoría de la tercera generación son el derecho al desarrollo, el derecho a la paz, el derecho a un medio ambiente sano, el derecho a participar en el desarrollo del patrimonio común de la humanidad, el derecho a la comunicación y el derecho a participar en el desarrollo del patrimonio común de la humanidad, para la ayuda humanitaria.