Patricia Sadovsky ‘*, Carmen Sessa ‘**)
yel grupo de docentes del postitulo'
"1 SEGCBA. patsadov@mail.retina.ar
‘*) Facultad de Cs. Exactas y Naturales, UBA
CEPA, SEGCBA. pirata@dm.uba.ar
La conformacion de una
comunidad matematica
en un proceso de formacién
de maestros: un ejemplo
privilegiado para conocer
complejidades acerca
de la clase de matematica®
Resumen
Enestearticulo nos proponemos precisar aspectos del funcionamiento de un trayecto deformacion
enla quele actividad matematica en tanto actividad de produceién seconcibe comoasunto central.
Nuestro estudiose basa en el analisis del desarrollo de un postftulo de especializacion en ensefian-
za de la matematica para el nivel primario, dirigido a maestros de la Ciudad de Buenos Aires. Estu-
ddiamos algunos episodivs que intentan dar cuenta de la complejidad que supone construir una
cultura matematica al tiempo que se participa en ella. Para lograr comunicar estas ideas hemos
necesitado deseribir en primer lugar las opciones centrales que realizamos al disefiar el postitulo.
Abstract
In this onticle we propose to specify functional aspects of 2 for-
mation’ coursein which the mathematical activity while activity
of production is conceivedas a central matter. Ourstudlyis based
cn the analysis of the development of a post grade of specia-
ization on teaching of the mathematics for the primary level
directed to teachers of the city of Buenos Aires. We study some
episodes that tryte show the complexity that supposes construc
ting a mathematical culture at the time that one takes part in
it, To communicate these ideas, we meet needed of describing
{firstthe central options that we adopt to design the post grade.
Yupana (02. 05) 1a}Empecemos por el final
Una sensacién gratificante nos recorria a todos
~alumnos y docentes- el dia que finatizamos las
clases de la primera cohorte del postitulo Espe-
cializacién en Ensefianza de la Matematica para
el Nivel Primario®. Tenfamos la convicci6n de ha-
ber participado en un proceso rico ycomplejo de
produccién de conocimientos sobre la matemd-
tica y su ensefianza. Poco a poco e invirtiendo
mucho costo de aprendizaje nuestros alumnos
“se le fueron animando” a la matematica.
Desde esta condicién privilegiada, la de alum-
nos involucrados y entusiasmados con el apren-
dizaje que transitaban, la de un equip docente
can espacios de trabajo colectivo para discutiry
pensar las clases, es posible contornear mejor
la complejidad de los procesos inherentes a la
construccién de conocimiento matematico en
une clase.
Puntos de partida para pensar
un trayecto de formacién‘®
Quienes pensamos el postitulo tenemos un re-
corrido de trabajo en el campo de la didactica de
la matematice tanto a través de tareas de inves-
tigacion como de capacitacidn docente y desa-
rrollo curricular. Referencias tedricas y conoci-
mientos producidos a través de nuestras practi-
cas profesionales configuran un marco desde el
cual concebimos esta carrera de especializacién,
Necesitamos explicitar aspects esenciales de
este marco como parte del andlisis que queremos
comunicar—compartir~a través deeste articulo.
- Constituye para nosotros una referencia cen-
tral la Teoria de situaciones didacticas de Brou-
sseau (1986) que propone un modelo teorico del
proceso de produccién de conocimientos mate-
méticos en una clase. Se trata de una construc~
cidn tecrica que problematiza la actividad mate-
mética que se despliega en un aula a partir dela
interacci6n con una problemética (matematica)
pie
queabordan desde sus respectivas pasiciones so-
cialesalumnosy docente. De dicha construccién
se deriva una concepcién segin la cual la activi-
dad matemética misma es constitutiva de los
objetos que se estudian en la clase y porlo tanto
pierde sentido la distincién -tradicional~ entre
qué se onsefia y cémo se ensefia
~ Consideramos también la perspective de Ba-
uersfeld y Cobb (1995) seguin la cuala partir de
las interacciones entre los alumnos y con el do-
cente se constituye una cultura matematica en
la clase. Esta cultura se nutre del trabajo de cada
estudiante y del trabajo colectivo y a le vez las
practicas matematicas de la clase hacen posible
y también condicionan ls activided matematica
de cade estudiante,
-Numerosos trabajos de investigacidn que com-
parten estos principios més generales se han ocu-
pado de estudiar procesos de produccian de co-
nocimientos mateméticos especificos en el mar-
co de una clase o han analizado la complejidad
que supone la adquisicién ce ciertos conceptos
matemsticos. Otros trabajos han establecido re-
laciones entre grupos de conceptos y han proble-
matizado de diferentes maneras la actividad ma-
tematica, Hemos considerado los resultados de
estas investigaciones al delinear la trayectoria
de formacién en el postitulo.
- Un soporte importante -y de ninguna manera
independiente de las referencias que ya se han
mencionado- esté constituido por nuestra con-
cepcién de la matematica en tanto producto so-
Gal y cultural y nuestra experiencia de trabajo
en esta disciplina’,
- Nuestra concepcién de matematica y nuestros
conocimientos didécticos nos llevan @ configu-
raruna cierta imagen de lo que deseariamos que
fuera una clase de maternatica en la escuela (ima-
gen que se ha corporizado en numerosas expe-
riencias que hemos orientado). Esa esa clase de
matematica y al estudio en el que es posible em-
barcar a un alumno a partir de ella, que le otor-
Yupano [n2.05)gamos un valor formativo fundamental en el tre~
yecto escolar de los estudiantes.
Nuestra préctica cotidiana en diferentes instan-
cias del sistema educativo nos ha permitido acu-
mular conocimiento acerca de la distancia entre
las préctices que nos proponemosyla escena real
de muchas de las aulas de la escuela primaria.
Entre las multiples razones que permitirian ex-
plicar esta distancia hemos considerado especial
mente para este trayecto de formacién, la con~
copcién de matemética que se sostiene usual-
mente en muchas instituciones y, consecuente~
mente, el sentido que se le atribuye a la ense-
fanza de esta disciplina.
+ El disefio curricular para la Educacién Primaria
~en cuya elaboracién muchos de nosotros hemos
participado- y el conocimiento acerca de las di-
ficultades que muchos docentes plantean para
abordar este material, han sido asuntos que for-
maron parte de nuestro horizonte inicial para
pensar el postitulo.
Aspectos esenciales del disefio
e implementaci6n del postitulo
La matematica y la didéctica como
asuntos de ensefianza en el postitulo
Desde un inicio y, apoyados en nuestra concep-
n de la matemética y la didactica, pensamos
en una formaci6n en la que estas dos dimensio-
nes aparecfan entramadas.
Nuestra idea fue -y sigue siendo— ofrecer un tra-
yecto de trabajo a lo largo de un afio y medio don-
de la matemstica, su enserianza y su aprendizaje
fueran abjeto de reflexién cruzado. Ydecimoscru-
zado porque vemos allf un flujo a doble via:
- por un lado, en la medida en que sostenemos
una concepcion de la didactica que problematiza
los objetos matematicos, la reflexién diddctica
constituye una fuente de profundizacién en el
conocimiento matematico;
~ por otro, dado que pensdbamos desplegar con
Potricta Sadorsky, otras - Laconjosmacién de una comunidad,
nuestros alumnos un trabajo de produccién ma-
tematica, el mismo se podria constituir en una
referencia relevante para la reflexién didactica
tanto sobre la naturaleza de la actividad mate-
matica® como sobre los modos de aprender.
En este articulo nos detendremosaanalizar cier-
tos aspectos dal trabajo matemstico llevado a
cabo que permiten avanzer en le caracterizacién
dela referencia cruzada senalada
En cuanto al trabajo mas especificamente diddc-
tico podemos decir brevemente que abarcé tan-
to un estudio de los contenidos matematicos que
se ensefian en la escuela primaria como la re-
flexion sobre teor‘a didéctica. El primer aspecto
se desplegé a partir del andlisis de:
- secuencias de ensefianza (algunas propuestas
or nosotros y otras pensadas o aportadas por
los alumnos);
- libros de texto y
= diseio curricular.
Rasgos esenciales de la interaccién
entre alumnos y docentes
Los alumnos se distribuyeron en cinco comisio-
nes que se sostuvieron durante todo el transcur-
so del postitulo. La modalidad de taller con in-
tercambios entre los alumnos y devoluctones de
los docentes fue la dinamica principalde trabajo
en las clases. De una clase para otra, los alum-
nos debian realizar tareas de lectura o de escri-
tura (en general de sintesis deo trabajado) ané-
Lists de propuestas didécticaso resolucién de pro-
blemas mateméaticos. Algunas de estas tareas
eran retomadas colectivamente y otras fueron
analizadas por los docentes y dewueltas @ cada
“autor”. En cada semninario hubo algunas instan-
cias plenarias que adquirieron le modalidad de
clase magistral, que cumplieron una funcién de
sintesis y devolucién de cuestiones que fueron
emergiendo en Los distintos grupos de trabajo.
Al contar con tres docentes por comisién fue po-
Bysible conocer de cerca las producciones y generar
con cada alumno un intercambio a propésito de
las mismas. En estos intercambios los docentes
comentaban cuestiones que estaban pendientes,
aspectos acerca de los cuales se constataban evo-
luciones, puntos mas fuertes de cada produccién...
Para la preparacién de las clases se procedié de
la siguiente manera: sobre la base de una plani-
ficacién global de cada seminario elaborada por
lz coordinacion (problemas a tratar, lecturas a
discutir, tareas, modalidades, etc.), en las re~
uniones quincenales del equipo docente se dis-
cutia y precisaba cada jornada de clase; 2 partir
de estas elaboraciones cada terna de docentes
planificaba mas concretamente el trabajo de su
comisién. Lo sucedido en las clases también fue
objeto de trabajo en les reuniones de equipo do-
cente que tuvieron lugar quincenalmente. EL
postitulo fue reajusténdose a partir de las ela~
boraciones realizadas en estas reuniones. Esa
dindmica permitié ir caracterizando la posicisn
de nuestros alumnos y de alguna manera revisar
los supuestos bajo los cuales tbamos planteando
las diferentes actividades. Nos ocuparemos de
estas cuestiones a rafz de la formacion tanto di-
déctica como matematica que propusimos.
Primer ejemplo:
la necesidad de modificar
las concepciones de evaluacién
Fue “novedoso” para los maestros que se les so-
licitara la reescritura de trabajos -sobre todo en
el caso de trabajos matematicos~ que en princi-
pio “estaban bien”. Ellos ten‘an asociado “rees-
critura” con “trabajo insuficiente” y no entendian
ni aceptaban facilmente que se pudiera profun-
dizar sobre algo “aprobado”. Interpretamos que
esta sensacién de malestar frente a la tarea de
reescribir”lo ya aprobado” se explica desde una
concepcién de evaluacién centrada en la acredi-
taci6n, segiin la cual se retrabaja solamente so-
bre” lo insuficiente”. (Sime piden que reescriba,
16
aunque me hayon oprobado es porque no esti del
todo bien lo que hice; equé querrd que escrtba si
elproblema esté bien?).
Detengdmonos en elcasode una alumna que plan-
te6 que cuando ella entregaba un trabajo lo hacia
de la mejor manera posible y quele resultaba muy
exigente y en alguna medida desmoralizador te-
ner que profundizar sobre aquello acercadelo que
habia pensado al maximo de sus posibilidades.
La explicitacién de esta alumna nos hizo tomar
conciencia de que las devoluciones de los docen-
tes eran interpretadas en términos de “correc-
ciones”, que medirfan la distancia entre la pro-
duccién del alurmno y una cierta produccién 6p-
tima que estaria “en posesion cel docente”. La-
jos de esta idea, nuestras devoluciones eran pro-
ducto de habernos "intemado” en el trabajo per-
sonal propuesto por cada alumnoy permitian in-
augurar nuevas zonas de reflexién que dificil-
mente podrian haber estado habilitadas desde
las consignas iniciales del trabajo.
Le modalidad adoptada constituys para nosotros
una manera de comunicar nuestra posicién fren-
tea la evaluacién, basada en el intercambio de
‘ideas sobre una cierta produccién y dejando en
tun segundo plano las cuestiones vineuladas con
el control la acreditacion. Esto fue explicitado
en distintos momentos del desarrollo de la ca~
rrera y, el modo de trasmitir ideas en “acto” a
partir de nuestras propias decisiones didacticas
atravesé eltrabajo del postituloy fue un aspecto
reconocido por los alumnos a rafz de varias otras
cuestiones.
La formacion matematica:
uno de los ejes sobre los cuales
se apoya esta formacién
Nos proponemos ahora identificar distintas di-
mensiones que caracterizan el trabajo matemiti-
co que tuvo lugar en el trayecto de formacién que
estamos analizando: el recortede contenidos ma-
Yopana (02. 05)tematicos seleccionado, eltipo de practica desple-
gado en las clasesy et posicionamiento delos alum
nos frente a la matematica al que apuntabamos.
{Qué trabajo matemstico seleccionar?
Es una premisa compartida por todos’ que saber
“mas” matematica resulta valiosoa te hora de pla-
neary Uevara cabo un trayecto de ensefianza. Al
mismo tiempo, muchos de nosotros sostenemos
que “mayores conocimientos” mateméticos no
son garantia de mejores ensefianzas. Y al soste-
ner esto estamos oponiéndongs a las posiciones
tradicionales que separan un “qué” deun “como”
yentienden desde esta separacién que es posi-
ble “apilar” algunos conocimientos diddcticos en-
cima de una sélida formacién matematica.
Desde esta posicién encaramos la tarea deselec-
cian de los contenidos y las practicas que pre-
sentariamos a los maestros en el trayecto de for-
macién*. Hay aqui varios aspectos a considerer.
Por un lado ta manera de pensar el trabajo en el
aula del postitulo tendria como marco de refe-
rencia la manera en que concebimos la clase de
matemética en general sus caracteristicas esen-
ciales serén desarrolladas en elsiguiente punto.
Por otro, habia que seleccionar sectores dela ma-
temitica: objetos, propiedades, tareas, técnicas,
etc. Sobre ese asunto queremos detenernos en
este punto.
Fundamentamos nuestra oposici6n a la separa-
cin entre el “qué” yel“cémo” sosteniendo que,
bajo el mismo nombre, se pueden desplegar préc-
ticas muy distintas en relacién con los objetos
mateméticos, que dan lugar a aprendizajes esen-
cialmente diferentes.