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tr,liosPll'zL-,R
Y ESTRUCTLiRA
ESTITLO
, EN LA
ESPAÑOLA
LITERATTIRA
EDITORIALCRITICA
1. DESARROLLO
DE UN METODO
-
* Textode la confe¡enciapronunciada
en I¿ Facultadde I¡ras dc la
tlnivcrsidadde Roma,el 23 de mayode 1960,y pubücada con el título
cSviluppo di ur metodo>,en CaN,XX (1960),pp. 109-128. (Traducció¡
cnstcüan¡de Slvia !'urió,)
.r,- spÍtz¡R
)r Islll(¡ Y I i ( IRUCT URA EN L A L IT ERAIURA E S P ^ñOLA DESARRoLLo
DEuN MÉToDo 35
',(r l()r,/(!s;Inculc
dife¡entes
porqucsu experiencia vital es necesa- dc tequisito generalpara cualquie¡tipo de trabajo, incluso el li-
(listinlu.Esteelementode la dife¡enciaradicalent¡eun
u.rlr¡clrÍc ¡cÍ4t10.
.ct lrunrrrnoy otro explicael hechoextrao¡dina¡iode los nuevos Al igual que todo gran científico, Meyer-Lübke podía i¡ más
,ltscrrlui¡nicntos cn obrassumamente conocidas desdchacesiglos, aflá de aquello que sabía realizat de modo sobe¡bio en su propio
tlcserrbrioricntos ¡eaüzados a menudopor crlticosjóvenes,que c mpo: me sentí aliviado el dla cn que, durante su clase, a6rmó
.rp(,n.rnur)anuevasensibiUdad propia,su singularidad como in- <1uchubiera sido importante para la historia del italiano antiguo,
(lr\,rdu(,s,iI texroa¡tiguo.Naturalmente, cllo no excluveel hecho cstablecet las fo¡mas ve¡bales utilizadas en las ¡imas de Dante:
ik (luc, movidospor su propio temperamento, ao.atun plo, nñadió, <(Dante es quizá demasiado hermoso para esto>, Se
rlc intcrprctación. "raora,
cosaque no pocasveceshe tenidoque admirir r[ost¡ó sumamente magnánime al aceptar mi tesis sob¡e un tema
cn mis t¡abaíos. tlcl que él nunca hubie¡a hablado y que para mí era un compromiso
Nncí_yme eduquéen la Viena de antesde la guerrade 1915,y cntrc inteteses lingüísticos e intereses lite¡arios: <La formación
asistíal llamado<Humanistisches Gymnasium>,que me enseñóla ,lc ncologismos como medio estilístico ejemplificada a tavés de
existenciade lo que llamaría una poésispetennis,es decir, una l{rbcl¿ris>.
poesíaclásicaantiguacomo modeloo medidaválida siemprepara Ihy en día, es una verdad evidente que un poeta, especial-
rodala poesía.En aquellaépocade paz,períodoque,nuy pó.o, r¡lcntc un humorista, puede lograr efectos estilísticos ext¡ao¡dina-
de vosotroshabréistenido ocasiónde conocer,los valoresparecían
habersefijado para siempre:Horacio y Sófocles,Tácito y Demós-
tios con neologismos; pero en 1910 este era un pensamiento to-
t.rlrneutc nuevo, por lo menos en el ámbito de la filologla. En
I
tenesconstitulanmodelossin par de pcrfecciónartlstica.La edu_ cfc(lo, en aquella época, en Viena, un homb¡e que se hallaba al
cación-moderna es muy distinta de la que yo recibl, puesto que, trr,rtgendel campo de la úlología, es más, al margen del mundo
al ser los valo¡esmásvolubles,el estudiantese ve oblisadoa mn- rurrtldnrico,había inruido ya la ímportancia de los neolcgismos que
quistarpor sí mismo aquelJoque se convertirápara él en el mode- ¡c rl¡¡n a nivel inconscienteen los sueños, enlos lapsas linguae y en
lo másalto de poesía;es decir, no coni¿n74gs¡ la exoe¡ienciadc for¡urrs conscientes de autolibe¡ación psicológica, como son los
un mundoesréticoya constituidomásalláde su alcanie. r'lrirtcs y ks salidas ingeniosas. No es necesario que mencione el
Sin embargo,a parrir de mi contactocon Ia poeslaclásicaadoo- r¡r¡¡rlrrc dc Sigmund Freud, quien, en todas las desviaciones hu-
té Ia ideade la inteligibilidadde todo texro,aún después de miles rr¡r¡¡rs tlc Ia norma indicó, no tanto el elemento abenante, sino
de cños,v la opiniónde que una sola explicación je un párrafo I'r ncccsitlacldel mismo y su lado productivo. El elemento fantás-
cs siempreIa mejor: cn orraspalabras, cstabainmunizadocontra tirrr cn ¡na ¡ralabra improvisada le da una cualidad irreal, pero,
Ia modernaanarquía de Ia multip)icidad
de significadosp¡opuesros. nl rrrisnroticn'rpo, dicha palabra adopta una realidad ficticia: si se
Pero,a mi €ntradaen la unive¡sidad,me vi cruelrnintt exoul_ lr¡rll¡rl)crfcctxnente fo¡mada, tep¡oduce determinados paradigmas
sadode estemundo de formasestéricaspuras y univalentes.Á[í, lltt¡¡iifsticos.
cl gran lingüistaMeyer-Lübketntaba la lenguacomo un erudito, llrrltclris, cuyo arte grotesco me había impresionado sobrema-
como si fue¡a una secuencia histó¡icade desarrolloscondicionados rrcr'r¡Llri<l¡ríl sr¡ constantedetene¡seentre la ¡ealídady la irrea-
únicamentepor factoresiotraüngüísticos,y no como u¡ producto lirlrr,l o ¡ro-r'c¡licl¡d,me pareció el más idóneo para un análisis
cstitico.Su enseñanza sobriay positivame familiarizócán el ha- ..¡'tfllill(rfrlc hs ncologismos.En una frase famosaque camctetiza
hl¡ común,fenómenobien limitado y definido. y me aportó una ¡r h,¡ lrr,¡fcsolt.srlc lrr Sorbona como sopbistes sotbillars sorbona-
túcnicaexactaque me capacitópara distinguir lo ve¡daderode la Irtt rrllxtrtit', tt,s sr¡rboxicolassorbonilornzessorboniqucsnibor-
Irilrittsiscon un rigor y una precisióntales,que podríansenir tl¡,tlt ttnlxuti¡ttttr srnibotsans,podía reconocerno sólo un obvio
I|S]'II-O Y I'STRUCTURAEN LA LITERATURA ESPAÑOLA
DESARROLLODE UN MÉTODO
rnrcnr()r,rttí¡.ico, '7
sino tambiénu¡ deseode c¡ea¡ nuevasbalabtas Prct¿ste¿ olti saggidi lettelat rd lrarc¿se, aunqueyo, por mi pa¡-
(irlrir(-c\(l(. producir, por asl decirlo, una nueva
realidad.i¿ basc te, lo considerehoy inmaduro. No obstante,el edito¡ Citati no
¡f,' t,¡r.rs csl¡s formaciones,la palabra Sorbona, rcpresentaaleo j
careclade ¡azónal buscarnuevamentelos primerospasostodavla
rr',rl ,¡rrc llabclais y los distintos suÉjosevocana su rá
^t^cabai dubitativosde estemétodo,el carácterexperimentale insegurode
rrrr:r.cicr.ta rcalidcd, puestoque los encontramos en otrasmuchas mis categorlasen aquellaépoca. 1
¡ttrltrltr'.ts(sor box iI orme formado como mal t i I orme, aniI orme)i stn Gramáticoscomo B¡unot en su histo¡ia de la lenguafrancesa
cnrl)irge, ¡q sólo las palabrasfantásticascomottiboriisats,'sani
y literatos como André Bane hablan enconmadoalgunasrépli-
borsars,sino la serieentera,terminacon el caos,un caosde mons_
casacercade las innovacionessintáctico-estilísticas de aouellaes-
truos dotados_ de vida, caosque nos divierte sólo despuésde ha_ cuelapoéticaen nombrede la t¡adiciónlingüística, de in sorbo-
bcnroscausadomiedo (la combinacióntlpica de estossentimien_
nicole que hoy en día pareceilainc¡elble.B¡unot, por eiemplo,a
tos es producto del arte grotesco).l,os neologismosde Rabelais
propósitodel uso de preposicionespo¡ pa¡te de algunossimbo.
sacana relucir las innumerablesformas que el monstruoSo¡bona
listas,se expresaba del siguientemodo: <(Dene peu pas remplacer
provoca,?or asl decirlo, ante nuestrosojos. Rabelaisnos libeta,
.taeccommele voudrait: fla tourl 'deuient plus gtdue et soflore
a modo freudiano,de Ia obsesiónque él y otros muchoshuma-
des beares'; en ¡estitué pour dans, vivra-t-il?: 'Et la clocbed,u
nistas deben habe¡ sentido personificadaen aquel instituto me-
soir appelleen le uallon'>.Ésta es la vieia teorla de sustituciónde
dieval. y nosotros,lectoresmodernos,podemossentir con él ya
los tetóricos:¿rec sustituidopot de, dans/e sustituido por ef le,
seaestemismo temor, ya la libe¡acióndel mismo.
cuando,en rcahdad,grale et sonoredes beues para el poeta no
. .Só.lo.veinte añosmás ta¡depude descubrirque el arte grotesco significabarla torte se hacecadavez más solemney sonoracoz el
dc Rabelaisestácaracterizado generalnentepor el bechottraor- t¡anscurrirde las horas',sino 'por /as horas,por el tañido de la
dincrio de confe¡ir ¡ealidad ¿ Ia no-realidai: como en el mito
campanaque anuncialas horas'(pero támbiénesta traducción¡e-
elegórico de Anti-Gsiaque camina al revés, con la cabezaabaio v
sultademasiadoforzada,ya que sugieremásbien una vagarelación
los.pies arriba, segrinla analoglamedievalestablecidacon los ár_
cnt¡e la tone y el sonarde las horas).Evidentemente,en le tallot
boles,cuyasralces(que correspondena los cabcllos)se hallan en
cs todavlamásvago,menosci¡cunscritoen el espacio,queel dans
el suelo;.o en el mito de las palabrasheladasde Ia región ártica,
nr¡teri¡lista y sólido. Recotdemosque la incertidumbre,la oscu-
que puedendescongelarse y ser lanzadascomo obietos-sóüdosso_ riclady la falta de contour constitulanla basedel programade la
bre el puentede la emba¡cación de Pantagruel.No obstante,cuan. cscuelasimbolista.El crítico puedeno esta¡ de acuerdocon esta
tlo yo sostenla mi tesis, catalogrié de modo pedaite Ios
_todavla_ tcndencia,pero antesde condena¡laha de identificarla(y en este
neologismos de Rabelais, clasiÉcríndolossegrin ciena-s desabori-
comportamiento<<apologéticor> no veo ningún peligro del <divís-
das categotíaslite¡arias como la farsa, lo 6urlesco,lo grotesco;
mo> tcmido por Devoto).
pero, por lo menos,mencionéuna caractedsticaüngülsiica,im-
Así pues,ordenélas mencionadas innovacionessintácticasen
po¡tante en Rabelais,como motivadapor una necesiáadcreativa
rtn amplio catálogosegúnlas categoríasgramaticales:preposicio-
del autor que encuentta an norota*, lectotesmodemos.
"ao de Rabelais, trcs,conjunciones,adverbios,verbos.Como cjemplo de Ia nueva
Despuésdcl_trabaioacerca en 191g, apareció,en frrcrznprestadaa los verbosexistenciales de la poesíasimbclísta.
un volumendedicadoa cuestionessintácticas,un .rtrrjio mlo er-
cit<llor pngmasenumerativos o anafóricos en los quc cl n¡osaicó
tilístico cuyo título disimulabasu caráctet: <fnnovacionessin-
il y a(qnc Racinesin dudahubiemevitadoa caus,rdel iii:rro¡re
t¿fcticas de los simbolistasf¡anceses>. Este estudioha vuelto a pu- rcpctf cnfáticc$cnte. En Jammes, por eiemplo:
Irlicnrsc¡ecientemente en un volumeneditado por Einaudr,Maicel
L,_
Dsrrr-o y ESTRUCTIÍRA
EN LA LTTERATURA
ESpañoLA DESARROLLO DE I]N MÉTODO 39
"18
Il y a une armoire i peine luisante finalmente,las propias opiniones. Examinandoel reciente y esplén-
qui a entendules voix de mes grand'tantes, dido diccionarioetimológicoespañolde Corominas,hallamospot
qui a entendula voix de mon grand'pére, cjemplo que, bajo la palabta trcbar, <encontrxr>, el autor describe
qui a enrendula voix de mon pére... la opinión de ScLucha¡dt, quien extrañamente vio una relación
Il y a aussiun coucouen bois.,, cntre estay otra palabrateferentea la pesca,el hecho de entut-
ü y a aussiun vieux buffet... biar (tuúare) el aguaal intentar pescar,capturar,encontrarides"
,
La última estrofa llega ¿ lo que par¿ nosotos, actualmente, 1ruésexponela opinión de G. Patis, que rechazóest¿ etimologfa
rclativa a la ¡atutaleza y pensó en el gr.Jat. tropos: el ptinet
puedeconsiderarseuna conclusiónpoéticamenteno necesaria: signiúcadoserlael de <<modular> en música,después<,<componer
poesla>y, por consiguiente,<<inventar, enconttat>;a continuación
Il est venu cheznous bien des honmes et des femmes
qui n'ont pascru á cespetitesámes. siguela opinión que modifca la de G. Patis y que, a su vez, es
Et je sourisque I'on me penseseulvivant modificadapor la de Corominas.
quandun visiteur me dit en entrarrt: Ahora bien, en lo que ¡espectaal gusto, evidentementeno
-Co¡¡ment allez-vous,Monsieut Jammes ? fesulta tan sencillocomo en etimologlael determinarcuál es la
rfnica opinión posible (de gt¿stibas..-)tde todos modos, incluso
En cadauno de estosl/ ! a, vi un acercamiento a la sencillez cn el campo estéticoel cottsensasonnium es siempte el ideal,
desprovistade adornosde la vida cotidiana,un descubrimientode Aquella interpretaciónde una poeslaque tenga en cuenta todas
la existenciade obietoshumíldesy familiaresque, normalmente, las o$eciones posibles y explique todas las patticularidades del
solemos olvidat en nuesÚa actitud convencional respecto a los modo más satisfactotio,será la que más se acerquea la verdad,
mismos.En aquellaépoca,no resultabafácil adivinarque esatosca nl igual que una etimología corecta debe tener p¡esentes todas
lista de cosas,tanto poéticascomo prosaicas,sin infundi¡ en ellas lns formas y todos 1os significadospostuladosante¡iormente.Si
vida simbólica,constitulauna innovaciónque anunciabaya ciertas todos los etimólogos hubieran procedido del mismo modo que
orientacionesde nuestro tiempo, y que la vaga etiqueta de sin- tantos crlticos litetatios, escribiendo únicamente los propios mo-
bolismo áesignaba catactedsdcas contadictotias, nólogos,evitandoaquelloque en griego se denominaoup9r,)to)'o-
Como ya he dicho, este artlculo sobre e1 estilo de los simbo- ye¡v, esto es, hacet filologla todos iuntos, sin üalogar con los co-
listas fue concebidocomo polémicacontra las opinionesde otros legas,no hubiera sido posiblerealizaruna tecopilaciónc{ttica tan
oíticos; desdeentonces,he permanecidosiemprefie1 a esta cos. gigantesca como la de Co¡ominas.Pot supuesto,todavíaestamos
lumbre, que quizá ptovoca la hostilidad de aquellosc¡lticos que lcjos del dla en que por frn apatecerá,publicadopor un crítico
son el blancode los disparosy confundea los autoresde ensayos ruperhombre,un diccionarioque contengatodos los distintos co-
que desuiben sus pfopias opinionessin considerarpara nada las mcntatiosde que han sido objeto las grandesobtas de la litera-
de sus compañeros-cíticos. En mi caso,l¿ costumbrede discuti¡ turn occidental.
acercade cuestionesde cdtica literaría no es, y asl lo espefo,una En los añosque siguieron a L920, existla quizá una necesidad
tnánifestaciónde tempetamentomaligno,sino una consecuenci¿ de muchomayorde polémicade la que existehoy en día, potque en-
mi preparaciónlingülstica: efectivamente,se trata cle un proce- toncesla escuelapositivista,úrme en suscimientossin vetse ame-
dimicnto tlpico d€ los lingüistas el presentarprimero las opi- nczndaen absolutopor antipositivistacomo Croce y Vossler,se-
nioncsde sus predecesores respectoa una determinadacuestión, gul¡rdominandoel escenarioacadémico alemán.Tal era su apogeo
por¡r clcmostrardespuésque éstas son insosteniblesy ofrecer, qrc cn rrn artículo,publicadopor un filólogo de la vieja escuela,
'lo rrl]¡ (, \ tis¡ItJcTul{^ EN LA LITERATURAEspAñoLA Ii R O I,I,O D E U N MÉ TOD O
I) I.;S A 41
rkl l.rl (lc lir (.ottsolalion i M. Du Périer de Malherbe, tan só1osc r' r¡¡.f' l ,l rl l r:r toul i l i o s¡ e quaf t af i ¿e 1aobr a de ar t e. Pelo t am -
r',rrrtr',liril¡ llezacstéticaa los dos versosfamosos: l,t, rr y, ;rl,rir(li ,lt ól: en sus estudiossobre el clasicismoalemán
l,.rril,' )ivrr,lxrt cjcnr¡.rlo, habla desarollado la categoúade la
Iit rose,elle a vécu ce que vivent les roses, '1,
" l ,l r,,i ¡1r,. l )i i rnp[trn¡¡> cetegor
, í ¿que yo apliqué al est udio del
I'espace
d'un matin. ,.rrl,r,l, l ,l,ir;i.o liaciuc, acercade1 cual, entonces,se sabía ver-
,l,r,l,Lrr , |llr' rr(|y ]loco. Es ¡ealmentecierto que los poetas más
Pcro incluso en estosdos vesos el crítico enconttó algo que ¡,,n,ur,1,",,rrlr cslr¡cliadosen la escuelapor millones de niños
rltrir',porqrrcen ellosaparecen recuerdos y cvocaciones de-po.irt l r,rrr,r" r' :,:rrt,l rtcci sl mente,pof est a f azón, los m enos conocidos
¡r.rtiguosque hablan eurpleadola similitud rosa-muchacha: v una lu,r ,,rr.,irrr,,vrtciotres estilísticasPermitidme que os oftezca, con
vcz lrcllcdaunc luen¡e.segúnIa lógicaposirivista.la originálidacl rfr lf l liirr lorrlrlo <lcPhédrc,un ejemplo de Ia <KlassischeDámp-
del párrafo quedadestruida.Esta es la falacr'ade la búsquedade I' r' l t. r.r,i r' i ,rn.¡: J' ¡scrbu!l osde l- lipólit o se lsust an ant e el m or ls-
las fuentesoriginales,a tavés de la cual Ia poesíaquedareducida ttl | ,rrrvi rrrLrl )or N cptuno:
solamentea su contenido,mienfuasqlle la forma se descuidapor
completo,Entonces,demostré que los dos versos citados, uno ( )r (fit (lrrbn a vu méme,en ce désotdrcaffrcux,
más largo y otro más breve, corresponden, por asl decirlo, a una llrr l)icrr c¡ri d'aiguillons pressait leurs flancs poudreux
diástoley a una sístole,a la irrupción de un dolor seguidode una
contraccióndel ser: módulo rltmico que expresael procesodel es- lil r,,r'ilrlc sucesoque provoca 1a muerte de Hipólito es visto
toíco dominio de uno mismo. Por primera vez, me encontlaba l l1rrrlir(lrrpoéticalrente:on a au el dios que affemete contra los
frente a Ia estnrcturade una poeslaque, por medio de sonidos, , , r,,trr,l,r<lL:los cabalios; pero el hemistiquio en ce tlésordre allreux
traduceel ritmo de la existencia-en estecasode la existenciafi- Iortir'r( un.r sentencia,un diagnóstico racional. Calificando Ia si
1osófica-: la frlosofíaestoicaencontrabaaqul su equivalentepoé- Irrr, irl¡r rlr homible desorden, se añade un cierto elemento refe-
tico. Denominé a mi procedimiento<<inmanente>, en oposició¡ \rv,r () I)rosaicoclue disminuye 1a fuerza emot.iva;es como si el
a los mélodosqúe <(trascienden,> el ál¡bito de la poesía:búsqueda luu'r'rrt'hubic¡a separadode la empatíaque debe a su
personaje
de frrentc;,indiciosbiográficos, etc. y 1,, r,l*crvase desde fuera. Se trata, pues, de una interpolación
Estos estudiosínteresarona un notable cultivador de la lite- .lr¡.(.1 lx)ctn clásicoquería introclucir en una desc¡ipciónde situa-
ratura alemana,Oskar \)íalzel, de la Universidadde Bonn, donde , i,rr, r intúticas. un elemento de racíonalidad o normalidad, desde
me había trasladadodespuésde la primera guerra mundial. En ,l r rr'rllxrclíajuzgatseaquel sucesoo situación.
aquellaépoca,é1era el único germanistaalemáninteresadoen la lll hccl.rode habet tomado prestados términos, como <<Klassi-
forma artísticade la poesía,mient¡asque en Alemaniala literatura ',,lr, l)iinrpfungr>,de otros crlticos me lla expuesto a la a menudo
alemanase estudiabasolamentedesdeel punto de vista oositivista r,,¡u.ti,lurcusaciónde eclecticismo.A ello quisiera respondet que
o por el lado úlosófico.Como c. de toáos sabido,en Alemania l,r ririco r¡uc importa es si la categoríaempleadapor el ctítico es
reina sobe¡anala fiIosofía,no el sentidoestético,y Walzel, vienés, r,.rrlnrcntc adecuada a1 fenómeno descrito, y no quién la usa o
constituíauna loableexcepción.Por aquelentonces,el citado autor ,1,'rr,l, lrt siclo desculrierta.Resultarla ridículo si un {ísico, al
estabaescribiendoprccisamenteun libro en torno a los métodos ¡rrr;rlii:,rt hs fuetzas que actúan soble un objeto determinado,hi-
literarios, tirvlado Geh.tlt un¿l Gestalt (Contenidov forma), en ¡ i, i: r'ino omiso de la 1ey cle la gravedad, sólo por el hccl.rode no
ei que hacíahincapiéen la forma, y estabadispuestoa aprender lr,rlx,rlrrdcscubiertoé1, sino Nevton. En el mundo de la cítica
del colegadel campode las románicas,para el cual la forma es- lir(rrl'ix cxistcr.r.en efecto, no demasiadas,sino demasia<lo pocas
.l.l tjsr'tr,()y LSt,nucTURA
EN LA LTTERATURA 43
ESPAñoLA D|ri^lllt()r.r.o l)l'l uN MúToDO
rl I
.IO IIS'I'ILO Y ESTRUCTUIIAEN LA LITERATURA ESPAÑOLA DESARRoLLo
ot ur.ruÉtooo 47
$(rnsd(. procheen proche.A quartre heurestoutes s'áraientsoa_ crftico freudianono siemptepodla aplicarsea pedodosliterarios
/.rtr't'r" (a propósiro personasque abandonanun grupo pasados,en Losque al autor no se le permitla abandoname
-de-unas a su
(rc c¡lsas]r trcntea páIlalos comoéstos,ya no €sloy segutode si FfoFia idíosincfasiani a sus fobiasI entoncesno existla siquiera
lrrs rnctÍforas,con su carácterfísico y mecánico,lógrai.*presar c1culto por el genio <,original>,como más tarde existió, a partir
cstéticamente el fenómenode la solidaridadde grupo; y qo. ionrt" dcl siglo xvrrr, y las obras poselancomo hucho un carácte;im-
que ahora pienso asl, no porque las metáforÁ i.an'de caráct"r pcrsonaly objetivo. Un alumno mlo que estabatrabaiandoen
poco.apetitoso,sino porquc una vez se ha utiüzado una de estas Les tragiques de Agripa d'Aubigné, se sorp¡endió al hal1ar en
metáloras,las otras parecenseguir automáticamente:entonces. nquellapoesla lo que un cítico amedcanode inspiraciónfreu-
¿qué mérito tiene el mltico al observar aquello que el autor há dia¡a hablz definido como enotional clttsters, rucimos de expre-
expuestoen l¿ vitrina de modo tan conspicuo,tán indiscreto y ¡iones emorivas,como <,leche>opuestaa <veneno>)<madrel' a
tan reite.ativo? Por esta razón,un *serpiente>,<<lobo>a <<cordefo>:
iuicio acetcade Ia excelencia parejas antitéticasque tepre-
literaria de la obta analizada (la respuestaa la eternapreguntacro- rcntaban(para d'Aubigné) la actitud natural de los hugonótes
crana:_ ¿poeía o no poesfa?)deberlaprecedersiempie ál an,ílisis ftnncesesdel siglo xvr contra el partido ca¡ólicode Catalinade
del-c¡ítico.En las obrasde arte, 1aspeculiaridades o-osiempreson lvlCdicis.Mi alumno, que apenashabla leldo a Joyce, creyó
cualidades estéticas. qr.rcpodíaencont¡aralgunostipos asociativos a la manerade Joyce
Mi último,ensayoa la manerafreudiana,segúnla cual el crl_ en cl poeta del siglo xvr; entoncestuve que decide que todas
.
tico busc¿detallesestillsticosque abundannármáhente en los es_ nquellaspareiasanritéticashablan sido sugeridaspor la aadición
üttos de u¡ autor, motivadospor un impulso inrerior compara- tle lrrsSagradas Escriruras.Probablemente d'Aubiené debió haber
ble, aunqueno siemprejdéntico, a los complejosfreudianos,fue rcvivido los modelosbíblicos,pues tal es la fuerza expresivade
el de Dderot en Linguisticsand Literarl Hisrár"¡: Essaysin'Sn_ Írs sentimientos,que los católicosson para él eI lobo venenoso,
Iistics(1948J,donde traté de probar qul .n rn,l.ho, t.áb"io, dál m¡cotrasque los hugonotessimbolizanal cordero bondadoso:
autor se halla un ímpulso,de fondo erótico, de trascenderde sl rln crnbargo,contrar¡amente a Joyce.en estasimágenesno ra ar-
mismoy de fundirsecon otro ser; conductailpica de Diderot oue condcnin$in complejopersonaldel autor.
se encuentraen su aforísmo:<L'a¡t d,écrircn'.rt qu. l'art d,aüán_ El profesorFubini, en una crltica al volumen de mis escritos
ger les bras>>. prrlrlicadospor Latetza,ha mostado con gran exactitud las dos
Cuando Diderot escribe,en un ar¡ículo de la Enciclopedia. dktlntnsinspiraciones de mis trabajos,la freudíanay Ia estuctu-
acc¡cade la jouissancede uno de los seresque participanen un rnl, de las que parecepreferir la segunda.En pafte estoyde acuer-
enlaceamoroso;<L'étre qui penseet sent commevous. qui a les do con él y, efectivamente,y^ me habl^ dado cuenta de que el
mémesidées,qui éprouvela mémechaleur,Ies mémesirri,rportr. métrxlode describirun autor segúnla Erlebnis ha de jimitarse a
qui porte ses b¡as tendreset délicats vers les vórres, qui vous peffodosy a génerosüterarios en los que Ia E ebnis es teal-
enlace,et dont les caresses sefont suiviesd. 1'"rirtuo." dln norr_ mcltc el obietivodel autor. Este descubrimiento tuvo ba¡á ml dos
vel éfte ...>,_sesiente,en el ritmo de Ia fraseentera,aumentarel con¡ccr¡encias: por una parte me sentí mucho rnás aftaído por la
sentimientodel propio autor, extenderse,dilatarseen el ¡ecuerdo poc a pre-E ebnis,es decir la poesíadel Medioevo,del denaci
lcuz de la étreifite. Este es un rasgo caracte¡ístjcodel estilo de tnlento,de la épocabatrocao de un poetamode¡nocomo Claudel
Diderot, que se encuenüaen mucha, otfas obras ,uyur, yu aa*
{uc hnbla para la humanidad,no para el propio ego. Pot otra
diddcticasy a nartativas, p[rtc, con el análísisde la esttuctüa, me ocupéen mayor grado
Enretanto, me habla d¿do cuenta de que el procedimiento d¡f clcmcntoGestalt en el producto poétíco,ya sea antiguo; re-
H
I
'l,r(. r¡istr'.'l¡njveLsosea compleroy perfecto.Olro eiemolo: Í)ldliones de Pluta¡co y Séneca,fuentes originalesde Malherbe.
t¡ ,l ('.,uttt,¡tdellc crea!trede San Francisco, los crítico; ir;Ii;. llxrrcfnrnente lo mismo sucediócon el famoso Soxnet de I'idée
n,\, rJ(s(lcC¿sell¡hasta.Getto,no lran capradoIo qu. yo rlc Du Bellay; hace teinta años descubd un dtmo que, al leer
iluÁo
i.f.c(rnr)l¡Jclol de LrnAllel.aidcon u¡ Djes irac, de ctt voz alta, obliga a levaniarla voz continuamentehastael final
la alabanzaa
Lrr(rsI¡)r ntcdlode la alabanza a sus crictu¡ashermosas y útiles ,.r¡,rnrlola idea platónica,I'idée de la beauté,apatececomo en la
c,,n r¡!)asevcraadvertencja moral al hombrepara que imite a ,,¡rif.rníade una diosa; este diseñovocal me pareciócaractedstico
(.risrrry_evireel pecado,hacíéndose
digno de su Cr..¿or. ¡r, rlc h idca platónica,que nos elevapor encimade la tíera, a una
c'studiode todosestoscasosmedievales, e1c¡ftico debe.r,", Jo,u- "l eir¡rade ado¡aciónno terrenal.Al exaurina¡las fuentesdel soneto.
clode sentidode exactirudlógicaen la explicación¿.1 ,Lboio l{c¡¡urdinoDaniello,Perarca,Boecioy Plarón,dcscubríque nin-
rrrlr-
terioso; ha de.ser capazde captar el símbolo.on todu ¡¡rrrrode ellos habíaencontradoaquel diseñoacústícoespecialque
r., fu.ir"
ltTtagLnattva e tmportanciaestructural,asl como de seguirloen los llrcc que el poema de Du Bellay resulte tan convincente.Evi-
detallesdel poemaestructuradoen torno a dichosí-bo"lo. rL rrtcncnte,no se trata de dilui¡ una poesíaen sus fuentes,como
Arl p*r.
noshallamos en e[ procedimienro ci¡cularde Dilthey, lrizollajna con el O and,oFarioso,en suslopol comohaceCurtius
c:¡do a la comprensiónde una unidad poética concreta, "unor.'aoli- ,rr su famosoiibro, en el que todos los poemasque tfatan un
única-
menteel lector que permanecedenúo dei poema,., d..ir, /o¡,,o.r'
determinadose alineany emergesolamenteuna continuidad
J!*
considerael poemade modo ínmanente,.rcloy.n.lo ad";i; l¡isttjricaindistinta, El examende las fuentes no perjudica a la
il-
mentos externos a la obra, puede percibir la cohesión ¡itrrrrpoeslasiempreque se realícedespuésde haberleldo y com-
estruc.
tutal,
¡rlcrdido la obra en su bellezainmanente;pues, si yo hubiera
Iltimamente me he ido convencíendo de que no resulta fácil crrrlrczado por lasfuentesdelSanftetde l'ü|.ée,nuncahabríallegado
paraun,literatoel excluitcompletamentetoáasias ¡r cirl)tafsu caractedsticodiseñovocal, El mencionadoexamende
fu.nr.r,
ra €scueta de losNew C¡iticsamericanos, en su dogmatismo, "onqu; lrts ltretrtestiene su propio Iugat en un cietto tnornentodel aná-
trate
de hacerlo. Cuando defino el Cantico'd. S"¡. f;;.i;'.;;; /lrls del poema.Respectoa eso me separodel programade los
A.llelujamás.un Dies irae, apunroya haciados fr."r., Nt:w Critics amedcanos,con los que más de una vez he estado
o l"*ir*
clones: resulta evidenteque Ia afabanzade he¡mano Sol l(rtitllnente de acuerdo.
v her_
manaTier¡a no podía concebirsemás que al modo de Quizá ya sepáisque en los últimos años,en oposicióna1po-
i* ím""
de David y del libro de Daniel, donde la creación ir; riitivismointegral que domina las universidadesaraericanas, se ha
r ;ri;;;;
oe uros son a.labadas, por ígual; así como una Virgen de Ra{ael li¡tnu<lo una escuelade críticos, la mayorla de los cualese¡an
p1.9. fuera del tipo de pinrurasde ia Virgen a la
l" Kalael :":.",?Tr,. I'r'ulcsorcsde enseiranza media, que, al darsecuenta de que sus
que añadióla propiacreacrr.ru. rrlrrnruos, pésimamenteformadospor sus maestros)no sabíanleer
Quizá por ello debía realizarseuna revisión de mi anterior ¡xrcsías, clivulgaron(y vencieron)en libros de cítica y antologías
rrctilLrd,.
demasiado radícaly anrilúsróricn,en conrruJ"f .r"r., tkr r¡socscolaruna campañaen defensade la poesía.Así pues,
de las tuentes.Lsta idea vino refo¡zadapor orra rr t¡xvúsde una reforma escolar,de un movimientopropagadode
consideración;
es decir, que una ob¡a literaria realmente-grandese hará rrlrlj,ratriba (al contrario de la re{ormacrocianaen ltalia), se re-
;;jr"f,
mzísgrande.-sila comparamoscon sus modelos.Me rr,rví¡toclala enseñanza universitariade la literatura (v no só1oen
habla dado
cuentade ello al examinarla Consolationd. l¡dh..b., cl (ruufo in{[és,del que habícpartido)jnsraufándose una nueva
áooJ" .i
discñorítmico_queexpresala filosofíaestoica*"..n lrtr,r'rrLr.rt¿
crltica.
f_ráfüir"i.i
ilutor; pues, efectivamente, no se encuentfaen las antiguas- Soydc ]¿ opinión de que ios New Critics ha¡ prestadoun ex-
C;_
¡"¡&l
IIS'ÍII,O Y trSTRUCTURAEN LA LITERATURA ESPAÑOLA
DESARROLLODE UN MÉTODO 5)
ü"
I I S ¡ ' ¡ I O \ ' I I S]' IIUCT URA EN L A L IT ERAT URA
' {) E S P A Ñ OLA DESARROLLODE UN METODO
!' lrr l)rii(i,r (lc ¡mantessensualesque puedeconveftirlosen escl¿_ rlc As¡rrsia,la amorosaidea de la mujer ideal y su sórdido ser
vos rle rrJr:¡rhL¡ctas como Celestinay dJ siervoscínicos.Sin embar- r,rrr¡rírico,
lto, l)rr:r Lrnioven literato de Harvard, StephenGílman, la Celes.
//r,/ cs r¡n drama existencial Quisieratambién expresaruna cierta reservaa la expresión
revela al hombre sú posición ., ríricrr csrilÍstica>
con la que se dc6ne,en cl rírrrlodel válumen
( r)ro¡rc¿(le suspensión -que
en el elemento extremo,el espacio(efecti_ lrrtr:r'ziano,
mi tipo de cdtica;es cierto que a menudoanalizolos
v.¡rcntc,_cl joven e imprudenteprotagonistaCalistJ cae ie
una rrrtrliosestilísticos,pero no creo que la crltica estéticapuedaago-
csc¡lcrade rnano a la que se habá encaramado pnru ,.urrirr. .ái trrrst:con Ia consideracióndel estilo; también hay estéticaen la
Mc-libca; asl pues,esacaldaes sin dudauna."Au.n rfrna, €n la fabulaciónde una obra poética.Por lo tanto, siem-
sin simpatíapor el bombre que se precipita en él). "n.rpJo
I'r'c hc cvitado, y más con el tanscur¡ir del tiempo, el llamar a
fris cstudiosStilstudiefi (tltulo del primer volumen,hace treinta
Quizá me he extendidodemasiadoal habla¡ cle mi oposición rrrrrrs): nrástarde otro trabajo mlo se llamó RatnanischeStil- und
¿ ia a,ctualtendenciaamericana,no tan inte¡esantepara v'osotros; Lil craturshrdien,y el último, del año pasado,lleva por título Ro-
por ello, me apresuroa te¡minaLcon la definiciónde mi actitud ttt¿uiscbe Literaturstudien.Como habéisvisto, el elementoestruc-
f¡e¡tc a la.crí¡icaíraüanadel períodopostcrocjano. Cornof" lr_ trrrrrl,la arquitecturadel pensamientoreflejadoen 1ospoemas,han
Dfe¡spoLltdonofát pot mjs antcrioresobservaciones, para mi. i,kr ¡rbsorbiendo caáavez másmi atención.Si es un buen ejercicio
como críúco. la cuestiónprincipalya no.s lu propuert" por
l,.rt¡rh lecru¡aeslética,lá estilística puedeser únicamente una de
Croce: <¿.eseste poemapoesíao no poesía? o -pi.egunta quá el I'rr ,ioncellasde Ia percepciónartlstica.Lo que sl oeo poder reco-
crítico debehebe¡decididopor sí solo cuandoinicii un trcbaio lrtnclrt con plena convicción-y estoy convencidode habedo
c¡itico- sino la esftucturalista: <¿formapartedel todo estede_ siempre- es la obsemacióndirectade una obra litera-
¡rlrrr:ticado
telminadofragmentodel poemao no?r>. lirr concteta,observacióndirecta que hace referenciaa la unidad
Hay ctsos en que la pregunracrocianay la <<mía,, entran cn rh.l ¡roemay no excluyelos detallesdel contexto.He tenido oca-
conllicro:en un Festscbriltpara Helmuth Hatzfeld publicaréun ,,i,irrdc comprobarque la observacióndirccta de obfas concretas
estudiosobrela Aspasiade Leopardi,afín en cuantoil método a ¡ryr¡,|¿a descubrir caractedsticasde un poeta que pefmanecen
un estudiomagístralde Monteverdi sobtepasserosolitario; os áe- irrv¡r'j¿rblemente ignoradascuandose estudianlas obras de modo
most¡arécómo algunoscrlticos italianos seguidoresde Croce.(no
¡¡ lclal y sumario.Seacual fuere el caminopor el que uno se acer-
eI maestroque es*ibió una maravillosay decisivafrase acerca'de lr r una obra)ya seael de la historia de las ideas,el de la estilís-
esc poemt <<dramátíco>r), al no tener en cuentala <<esrtuctura>r. ticrr,de la estructufamética, psicología,sociología(esta última
han.-condenado párrafos de aquel incomparabl. po.rn", parrnio, cjc:rrr¡rlificadaen la Mimesis de Auerbachque, evidentemente,no
tus(rhcadcs no por la sensualidad, ni por el ¡esentimiento, ni por ci . -colno ha visto a la perfecciónRoncaglia- una <<crítica esti-
el jndómitoespíritupolémico,etc.(senrirnientos
||os oesdenosos
p.; i;, q;" ;ñ;_
critlcosmuestranmuy pocasÍmparía),sino por
lfrtica>),se llega siemprea nuevosresultadosa condicíónde que
rl r'titico no se alejedemasiadodel texto y lea, tal como deberían
I
cousidc¡rciones esLructurales, corresponácncia I
y'p"rrlalo, lt\tcr to¿oslos lectores,dicho texto con sumaatencióx,Mis estu-
Ios distintos <{¡omances)>. ",irr"
urcrlc_bell¡ cortesarl3
La vision-superltainíciil.le la divina-
o duplicidaden cl carácLer
¡lirs sol.¡reMalivaux o sobre las Lettres partugd¡sesno tienen I
de Aspasiai rrrr,lut¡rc ver con el estilo, a nlenosque se quiera denominat<<es-
c\t( clcntcnro2 es cl que conformalos 4 (2 X 2¡ oromanceso
trrri.l¡11q5
s5¡¡L¡q1¡¡.ales
clclpoemaque describe Jos/os añosduran_
rc l,,scrrrlcscl pocrafuc incapazde distinguirlls /os natu¡alezas
ó till:,ticlr>a la atenciónconceclida a la repeticiónde morivos en la
tfrut)rr,lo que los fo¡malistascalificande <<tautología
¡rn, rli"tingui'nclola de Ia <<tautología
arquitectóni-
verbal>(repeticiónde pala-
l
I]S'I'II,() Y IISTRUCTURA EN LA LITERATUM
ESPAÑOLA DESARROLLODÉ UN MÉTODO
'9
lrlrr; o soni<los),gue es al mismo tiempo estillsticay lingülstica:
lrrstificarla expedición-, pienso que también los cíticos, para
lr l)r'¡rn(fir pcxlúafilmarseen una pellculamuda,la selundáno.
trrtrquistarlas numerosase incógnitastierras de la poesla,hemos
IiD trn artículo que no tardaráen aparecer)trata;é de demos- rlc nrovilizarnuestrasfuerzasperceptivas(los soldadosde nuestras
rlrrl r¡rc krs dos protagonisras áe El príncipe constafltede Calde_ cx¡rccliciones) y dejar a los filósofosia tareade justificar,o ta1vez
ltírr, l)on Fernando,el héroeoistiano, y Fórix, la hija melancólíca rlcsrrprobar, post Íactunt, desdesu punto de vista univercal,los
rk'l rcy moro, no son,como se ha insinuadou .*oáo, p.;r-*;;
lroviml'entosprácticosde los cdticos.
sln nclio que encarnanrespectivamente Ia .<constanciar>
y la ..be- (loncluirédiciendoa mi público italiano aqul presenteque, en
llczr,r,5i¡¡e quese amanel uno a la otra y, en el momená en que cl tlancursode los años, se ha produciclouna evoluciónen el
son conscientes de e1lo,se ven árrastradosen direccionesdisti¡ltas conrcnidode mis estudios:inicié mi explicatior d.etexte con auto-
tcl uno haciala muerte,la o:ra haclaun mat¡imonio
banal)ooi rcr franceses, convencidode poder observaren ellos, mejor que
cl cspíritude sacrifciode Don Fernandoy po, t" nu,o.A.ru .eoirt"
ctr otlos,desviaciones estillsticas(conoclala lenguafrancesadesde
de Fénix. Lo que permite al crltico llevar a .ubo ,.rn.;rrt" á..1r_
lni inlanciaaustíaca); más tatde, especialmente en América, me
tación no es precisamenteIa crítica estilística(aunqueCalderón
rtrflnsquéen textos españoles principalmentepor razonesque po-
utilice dístintos e intefesantesmedios estillsticos¡:ei autor con_
rl|f¡rnoscalif,car<<decontenido>;su contenidoreligioso,durante
fiaba que el público reconocerlalo que es iÁport^na. y q""
-en trn ciclto tiempo,fascinóa una menteno indiferentea 1osvalo¡es
constituye simplementee1 tono y el coÁportamiáto pricoiógico
IcliBbsos,hastael punto de hacerleconfundir la sensibilidad¡e-
de ambosprotagonistas,la consmucciónd. lu, dlf.r.nt", escáas
ll¡¡iosacon la ve¡daderareligión. Despuésde descubriresta con-
que unasvecestienden a acercarlosy otras a alejarlosel uno
de fruitln, me entreguéa la poeslaitaliana, o mejor dicho, volvl a
la ot¡a, y la arquitecturade 7a tama. Esto, rerultados,
cfln, ya que en mi juventud había tatado ya la poesla tan evi-
acertados, no me pareceque reprcsenren "unqrr.
ningúnmétodo.n purti.u_ (lcritccn las cattasde los prisionerosde guerraitalianos dufante
¡ar, srno más bien una simple lecturabasadaen el buen sentido
In ¡rlimeraguerfamundial; aquelloque másaprecio,especialmente
que deberíaesrarpresenteen todo lector. De este modo
llego a cn ln poesíaitalianade 1¿EcladMedia, asl como en las humildes
l¿. conclusión_ de que no existe ningrin método rrnZ"r. cnfl¡rsde los prisionerositalianos,es lo que en oiemánllamaría
spitzeriano.El buen sentidoes Ia írnica gtia válida"rp".fn
d-e1oltico. El ollancn \í/eltsinn, la disposiciónal amor por la vida, el carácter
buen sentidoes el que indica al c¡ítico -eImétodo d. l..toru q*
holcl¡rcloso que la gobierna,el prudenteevitar 1osexhemosya sea
la obra ¡uismasugierey a cuyo dictado debe obedecerul" i*oo-
cn cl egolsmoo en el altruismo,la espiritualidadmoderadapor un
ner al texto catego¡íasexternasal mismo: es ínútil buscarsiili-
rcntido clerealidad,todas ellas cosasque resultanatractivasa mi
litudesinteresantes en las Lettresportugaisesdonáeno tas huy, o, erl¡rrl.llste cambiopersonalde intereses,tan distinto al de Voss-
si hallamos.similitudes grandiosasen El príncipe constawe,íá es lcl, quc empezócon la poeslaitaliana,pasóa la francesay termi-
lícito descuidarsu valor funcional en el^conjuntode la tiagedia.
nó con la española;o al de Curtius, que comenzócon 1a poesla
Este etrpirismo, por el cual todo texto poético es consid"erado
ffnrrccsa, para volca¡semás tarde ala española,sin llegar nunca a
como una experienciaúnica e irrepetible,podrla excusarquízá la
l¡rlccirt verdaderamente la poeslaitaliana (a excepciónde Dante
rusencia cn mi obra,maDifestsda por muchoscríricos,de una filo, ll e¡rrctansformó en un StefánGeorge); o al de Auerbachque
s,¡li:resréricccapazde s.istematizar mis disrinrasexperiencias. Al pnr/r tlc la italiana a la francesa,sin ttatar nunca la poeslaespa-
i¡¡unlgue un rey extremadamente clnico dijo que para conquistar lrrln, r cxcepciónde un capltuloocasiona.l acercade7Quiiote, pero
un p¿lísextr.anjero primero hay que enviar a los generalescon sus
rrol)ls ,,sus filósofose historiadoresse encargaránmás tarde de ¿r¡réLicncque ver estecambiocon los métodosde cltica literaria,
tlttlcoobjetode estaconferencia? Nada: sirve tan sólo pata recor-
60 ris'nr.o y lisrRucruRAEN LA LTTERATURA
EspAñoLA
cl;rtrrosc¡Lrcningún método puede sustituir la simpatlaelemental
(fr'. si(.nr'ccl crítícopor el campode susestudiosjla filologíaes
ct {ti¡lor .J obrxs escritasen una lenguaparticular. y si bien
los
rnútoclos<Ieun c¡ltico deben ser ,ffi.uLl.. u obru,
.,
to,{'r.laslenguas. es preciso,p"ru qu" l" crítícaresulre"r"ritr.
p.rr""rl*,
(lrfc,por lo menosett el monetlo en que
está comentando un
pocmaJ,ame aquella-lengaa y aquel poema más que
cualquier
cosadcl mundo. A tin de cuentas,el critico. bajo su frío racioci.
nio de profesional,no es un avtómatao uo ,ábot,.ino on
sensible,con susconhadicciones
..,
--- 2, SOBREEL CARACTEB HISTÓRICO
y susimpulsosmomentríneos. DE L" CA NT A RDE M IO C ID ""