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La Colacion en el Libro de Sucesiones del nuevo Codigo Civil Peruano Augusto Ferrero Costa L TITULG CORRESPONDIENTE a la colacién, ubicado en la Sec- on Cuarta del Libro TV, det Derecho de Sucesiones, ha sido objeto de modificaciones fundamentales en el nuevo Codigo Civil, Las diferencias mis importantes en relacién al antiguo ordenamiento son las siguientes: 1— La colacion se aplica a las donaciones recibidas por los herederos forzosos (ascendientes, descendientes y cényuge), en lugar de referirse solamente a descendientes, 2—Se permite la colacién ad conpus, ademas de la colacién ad waloren, 3.—En vez de la expresion “regalos", sc utiliza la voz “gastos” como conceptos no colacionables cuando estin de acuerdo con la condicién de quien los hace y con Ja costumbre, 4.—No se colacionan las primas pagadas por seguro de vida si guardan relacian con fa situacién econémica del causante y con la costumbre. § Se enfatiza que la colacién no aprovecha los Iegatarios ni a los acreedores de la sucesioOn. 6.—La colacién del bien se efectita ul valor que tenga éste al momen- to de la muerte del causante, y en este instante se apreci si hay dispen- sa, sila donacién esta dentro de la porcién disponible. er] Con esta introduccién al tema, pasamos a desarrollar los conceptos de los que se nutre este instituto. i, MASA HEREDITARIA La berencia es el patrimonio objeto de la trasmisién por causa de muerte, mientras qué la sucesion es la trasmisién misma, Diferencidndolas. ésta cs un proceso; aquella esta representada por un elemento fisico y tangible. cual es el activo y el pasivo de los cuales era titular el difunto. Este concepto, expresado asi en forma lata, constituye Ja masa hereditaria total; mientras que la masa hereditaria neta o herencia propia- mente dicha es aquélla que resulta una vez deducidas las deudas de la sociedad conyugal, los gananciales del conyuge supérstite, las deudas propias del difunto y las cargas de la herencia, EI resultado estard representado dnicamente por el activo patrimo- nial, vale decir, por el conjumto de bienes que son objeto de trasmision. 2. COLACION La colacién implica agregar a la hesencia propiamente dicha, tal como ha sido definida, todas las liberalidades otorgadas por el causante en vida a sus herederos forzosos. Se da solamente cuando concurren varios de éstos, pues si es uno solo éste recoge toda la herencia La inelusién es ideal. Por ello, cl acervo imaginario resulta la suma de la herencia objeto de particion mas los anticipos de legitima otorgados por el cuusante a los herederos mencionados. Cada uno, deberi “contar en su parte”, como expresan los juristas espaiioles; lo que el causante le dio en vida, incorporando idealmente Ia donacién a la mpsa. Este aporte de bienes “tantum minus accipiendo”, es decir, restando lo recibido por donacién, implica una colacién por imputacién, a diferencia del aporte “in medio adducendo”, que significa una colacion in natura, real. Nuestro ordenamiento acepta ambas formas. La colacién tiene un fundamento doble. Por un lado, sc presume que el causante que dispone gratuitaniente de bienes a favor de un here- dere forzose Io hace come anticipo de lo que le correspondera en heren- cia, Por otro, se presenta la voluntad del legislador que quiere que todas a0 los herederos forzosos tengan las mismas expectativas sobre el patrimonio familiar. 3. DISPENSA La regla general de la colaciém es que ésta procede siempre que el causante hubiera dispuesta de bienes a titulo gratuite a favor de sus here- deros forzosos. La excepcién a esta regla es que la colacién no se Hevard a cabo si existe dispensa por parte del causante. La dispensa significa la declaracion del causante de que los bienes que amicipa no sean colacionados. y puede otergarse dentro de la cuota de libre disposicién. Quiere decir que, conferida dentro de estos términos, es necesario caleular hasta dénde alcanza este beneficio para determinar si el valor de Jos bienes anticipados esta dentro de él. 4 TITULO La dispensa debe ser expresa, siendo su titulo, por disposicién del articulo 832, el testamento u otra instrumento piblico, Si bien la donacion de inmuebles debe hacerse por escritura publica {articulo 1625), la de cosas muebles puede verificarse verbalmente cuando verse sobre objetos de pequefio valor, que el Cédigo fija hasta en treinta veces el suelda minimo vital mensual y vigente en el momento y lugar en que se celebre el contrato (articule 1623). Si excede este limite hasta un maximo de ciento cincuenta veces el sueldo minimo vital mensual, ta donacién se hard por escrito de fecha cierta, bajo pena de nulidad (articu- lo 1624). El Cédigo expresa que, en este caso, en el instrumento deben especificiarse y valorizarse los bienes que se donan. Solamente cuando exceda este limite deberd hacerse por cscritura publica, con indicacién individual de los bienes donados, de su valor y el de las curgas que ha de satisfacer cl donatario, también bajo pena de nulidad (articulo 1425), Lo expuesto indica que si el acto de Wberalidad comprende una cosa mueble cuya donacién no requiere instrumento piblica, éste tendrd que otorgars? obligadamente en el acto de la donacién o con posterioridad para que opere la dispensa. Fsts exigencia no tiene sentido si comproba- 41 mos, por otro lado, que la dispensa puede otorgarse sigiplemente por testamento: vale decir, no sélo por el de escritura piblica sino también por el cerrado ¢, inclusive. por ef olégrafo, En conclusién; pensamos que si puede dispensarse la col; nm me diante un testamento olégrafo, igualmente deberia poder hacerse en el documento en que se otorga la liberalidad sin necesidad de que constituya instrumento pablico. Asi lo establecid acertadamente Romulo Lanatta —en su Anteproyecto— al expresar el articulo 173 del mismo que la dis pensa debia establecerla quien hace la kiberalidad, en el titulo de ésia o en su testamento; texto que ratified el Proyecto de la Com madora, en su articulo 879. Este fundado criteria fue modificado por la Comision Revisora. estableciendo en su Proyecto la misma exigencia del Cédigo derogado {articulo 832), siendo recogida asi erroneamente por el Codigo vigente fariiculo 832). 3, APLICACION: Siguiendo la corriente que amplante el derecho romano, y que es seguida por los cédigos italiano, alemdn, portugués y brasilefio, el Codigo derogado circunscribié la colacién a los hijos y demas descendientes, ‘Otros cédigos como el espatol, el argentino y el uruguayo, siguen la tendencia implantada por el Cadigo Napoleén, extendiendo la colacion a todos los herederos legitimarios. A esta Ultima corriente se afilié el nueva Codigo, siguiendo la formulacién de Lanatta en su Anteproyecto y reco- giendo |a tesis de Echecopar, al establecer cn su articulo 831 que “las donaciones u otras liberalidades que, por cualquier titulo, hayan recibido del causante sus herederos forzasos, se considerarin como anticipo de herencia para el efecto de colacionarse, salvo dispensa de aquél”. Echecopar y Lanatta se refieren a la donacién recibids por un here- dero forosa y su cényuge, caso que esta planteado por las lepislaciones. espafiola, italiana y portuguesa; coincidiendo en que la parte que le corresponde al cOnyuge no es colacionable por no tener la condicién de heredero legitimario. Lama Ia stencién que el nuevo Cédigo remita la colacién a las dona ciones w otras liberalidades al igual que el derogado ¢articulo 775); pues 82 Echecopar hizo wna certera ¢ inteligente tritica a dicha formula. En efecto, u los diez afos de vigencia del Codigo anterior. ¢! ilustre profesor de la Universidad Catélica resaltaba que ef referirse a las donaciones y a las liberalidades era una invitacion a pensar que debia colacionarse tanto lo que se habia recibido en vida del causante como aquello recabide en virtud de un testamenta por razén distinta de la herencia, como los Jega- dos. Siendo Ia liberalidad el gémero y la donacién y el legado las especies. la utilizacién del término liberalidad es equivoca. Ya se ha dejado estable- cido que los actos de liberalidad son imtervivos: las donaciones, y mortis causa: los legades. La colacion se refiere a las primeras, los segundos. como bien sefisla Lanalta, estin sujetos a reduccién, La tinica justifica- cién que encontrames al término liberalidad es la de incluir a la donact otros actos de disposicion distintos; como pueden ser algunos o titulo oneraso que llevan encubierta alguna gratuidad, De todas formas, el articulo comentado se reficre a los bienes que se hayan - diéndose que la utilizacién del verbo en pasado se refiere a los actos reali- vados antes del fallecimiento. La colacién es aplicable a los actos de liberalidad otorgados en vida del causante, los cuales son denominados anticipos de legitima o de herencia, Echecopar sostuvo que los legados no estaban sujctos a colacion porque se supone que el testador dispenso al beneficiario de colacionar tales bienes: opinando que sdlo se colacionan em caso que asi lo ordene cl testador o en la parte en que éste se haya excedido de su cuota de libre disposicién. En realidad, como hemos anotado. aquellos actos que tienen efecto por la muerte del causante, como los legados. estin sujetos en fade caso a reduecion y no a colacion Este capitulo del Derecho Sucesorio esta (ntimamente vinculado con el contrato de donacion, estableciendo al respecto el Codigo, en la parte correspondiente a este Contrato, lo siguiente: “Articulo 1622.— La donacién que ha de producir sus efec- ios por muerte del donante, se rige por las reglas establecidas para la sucesién Lestamentaria, cin, mis Articula 1629.— Nadie puede dar, por vie de do de lo que pucde disponer por testamento. La donacién es invdlida en todo lo que exceda de esta medida Elbexceso se regula por el valor que tengan o debian tener los bienes al momento de la muerte del donante™ aa @ Ultimo articulo indica claramente que siendo la colacién splica- ble en muestra ordenamiento a los herederos forzasos. los actos de libera- lidad otorgados a favor de otros herederos o no herederos deberin reali- yarse dentro de los mites de la cuota de libre disposicion y de la hijuela hereditania. en el primer caso: y dentro de los limites de ia porcion dispo- le, en el segundo. Todo exceso, como lo sefiala cl citado articulo, sera invilido. Es lo que se denomina donacién inoficiosa, 6. VALORIZACION DE LOS BIENES Al igual que el Cédigo brasilefia y que el antigua texto del articulo 1045 det Codigo espafiol, el Codigo derogado indicaba, en su articulo 777. que lu colacién debia realizarse por cl valor que los bienes tenian al tiempo en que los recibié el heredero. Concordante con esta disposicién, al tratar la donacion inoficiosa, el articulo 1469 senalaba que vl exceso se regularia por el valor de los bienes que tuvo el donante al tiempo de la donacién. En cierta forma. la formula era congruente con el sistema nominalista que informaba todo el Cédizo. Siguiendo la doctrina y la legisiacion mas modernas, asi como la tesis que sostuvo José Leon Barandiarin en sus Comentarios al Cédigo Civil, expresando que “mds acertada cs la solucion de que x¢ tome en cuenta el patrimonio tal cual es cn su importe, en el momento de la muerte del de cujus, considerando los aumentos, el enriquecimiento que se haya producido, pues es en ese Momento que se determina quignes son los herederos y cudles deben ser sus proporciones legitimas™, el nucve Cédigo sefala en su articulo $33 que “la colacién de los bienes se hace a eleccién de quien colaciona, devalviendo el bien a la masa heredituria o reintegrando a ésta su valor’, agregando que “si cl bien hubiese sido enajenado o hipotecado, la colacion se hard también por su valor”: y que, “en anibos casos, el valor del bien cs el que tenga en el momento de la apertura de la sucesibn”. Asimismo, el articulo 1629 citado, en la seccion del contrato de donacién, expres que cuando ésta sobrepasa el limite que sefiala. el exceso se regula por el valor que tengan o debian tener bos biencs al momento de fa muerte del donante. La solucion in |plantada resulta mds justa y de acuerdo al sistema valorista que rige en las le eiones mis modernas. Fl sistema adoptado por nuestro Codigo significa que la evaluacion se fealiza hoy tal como se recibid el bien o los bienes entonces. El primer tiempo esta@ definide como cl momento de apertura de la sucesin: el segunidu, como el instante en que se produjo ta donacion. No deben tener- se en cuenta los cambios experimentados “1 por accién del hombre © la naturaleza, como las nuevas construcciones o los efectos de un terre- moto, José Luis Lacruz y Francisco Sancho ensefAan que “las variaciones del valor que no se tienen en cuenta al valorar ahora la cosa son, pues, las ocasionadas por accidentes fisicos: no las diferencias de precio o cotiza- cién debidas al entorno o al! cambio de las circunstancias economicas”. Ponen, como ejemplo. que si un campo donado se convierte en un solar, por causa de Ja ampliacion del recinto urbano, debe valorizarse como: tal, segin su valor actual. Concordante con lo expuesto, cl articulo 834 de nuestro Codigo expresa que “el que colaciona en especie dedueird en su favor el valor de las mejoras que hubiese hecho, y resarcird a la masa here- ditaria of valor de los deteriorgs que el bien haya sufrido por culpa suya”, Si por heches no imputables al donatario el bien sufriera menascabo, aquél estard obligado a reintegrar a la masa su valor menos fa disminucion sufrida, $i por los mismos hechos se perdiera el bien, el donatario no estara obligado a reintegrar a la masa concepte alguno. A este respecte, la nueva redaccién del articulo 1045 espafio! expresa lo contrario, cuando determina que el aumento o deteriora fisico posterior a la donacién uun su pérdida total, casual o culpable, serd a cargo y riesgo o beneficio del donatario. En cuanto a la pérdida total, consecuente con las normas sobre caso fortuito o fuerza mayor legisladas en el titulo sobre inejecucion de obligaciones, nuestro Codigo dispone en su articulo 836 que no son cola~ cionables los bienes que por causas no imputables al heredero hubieren perecido antes de la apertura de la sucesiOn, La solucion de nuestro ordenamiento parece razonable, pues si la valorizacién para estos efectos se efectiia al momento del fallecimiento del causante, todo hace suponer que la extincién del bien se hubiera producido igualmente en poder de En cuanto a los bienes anticipados y transferidos por cl donatario, pensamos que el legislador debié optar por una solucién distinta, En efecto, creemos que la solucién del Codigo de valorizar el bien enajenado al valor que tenga en el momento de la apertura de li sucesion, resulta on este caso injusta, Ya sea cuando el acte de disposicion se haga a titulo gratuita © a titulo oneroso, lo ldgica es que lo colacionable sea el valor del bien al momento de la transferencia: actualizado, en todo caso, por el indice de inflacion. De otra forma, como to ha formulado el Iegislador. el anticipada que enajena el bien puede verse beneficiado o perjudicado en forma inicua. Por ejemplo, podria tratarse de un immueble que tenga 85 un gran valor por su ubicac al momento en que el anticipade lo enaje- na, dismunuyendo considerablemente al momento de ta apertura de la sucesion por no tener el lugar donde esta situado la misma considera clon, en cuyo caso el anticipado saldria beneficiade De producirse cl caso ala inversa. se veria perjudicado Otra innovacion importante del Codigo actual es que mientras el anterior normaba solo la colaciGn ad valorem, al hacer referencia al valor. el actual permite optar por la formula ad corpus. permitiendo la devolu- cidn del bien como lo establece el articilo 833 trascrito. Fl nuevo Cédigo trata de una importante stuacion que silenciaba el Codigo derogado, cual es la valoracion de las liberalidades otorgadas en dinero, créditos o titulosvelores. al determinar en su articulo 835 que en estos casos “se hard un equitativo reajuste, segim las cireuns- tancias del caso, para determinar el valor colacionable al tiempo de la apertura de la sucesion’”; fijdndolo cl juez si hay discrepancia entre los herederos. La norma cs importante vista la inflacion, pues lo que se desva- loriza no es la cantidad sino ro monetario cuando la donacién es en dinero. También ecurre con las acciones de sociedades que pueden ser mucho mds a la apertura de Ja sucesion como consecuencia de la revalori- zacién del patrimonio, siendo cl mismo su valor absolute. Este puede huber aumentado o disminuido segim si se ha producida uno u otro fenomeno con el patrimonio. El deterioro fisico implica “contar la pér- dida de precio. de cotizacién, producida por hechos externos, de modo que si cl padre regald al hijo mayor wna maquina que ha quedado obso- feta y por la que nadie se interesa, sera su valor como chatarra cl que se colacione, porque un hecho técnica ha determinado ese descenso en el mercado; y lo mismo si las acciones de tal sociedad se cotizan a la quinta Parte del precio que alcamzaban al tiempo de la donacion, y, ademas en Pesetas de hoy; lo cual es un hecho econdmico que obedece a la pérdida de activo o de perspectivas de ganancia de la empresa, a que los negocios valen menos, y puede asimismo equipararse con los hechos fisicos™, apuntan Lacruz y Sancho. En sintesis; fa colacion implica las siguientes operaciones 1 - Sumar a li masa hereditaria el valor de los bienes donados a los os foreosos, Repartir la masa en hipdtesis. 3. Adjudicar en vac anticipado 4- Repartir entre los demas herederos bienes equivalemtes a los onados. 3. al colacin ante, imputindole en su parte lo cola ty Repartir los demas bienes existentes en la masa entre todos los herederos, incluyende al colicionante, 7% CONCEPTOS COLACIONALES Deben considerarse come bienes sujctos a la colacién, los siguientes: 1.- Los recibidos por los herederos forzosos sin haber sido dispen- sados de ser colacionados. 2.- La donacién inoficiosa que resulte del exceso de lo que una persona puede disponer sin afectar a los herederos legitimarios. Puede darse tanto en donaciones a herederos forzosos con dispensa de colacion como a terceros. Como podra observarse, el exceso perjudica a los herederos forzosos, cucstiondndose desde qué momento podrim éstos accionar para invalidar el acto de gratuidad. Leon Barandiarin se planted el problema a la luz del Codigo derogado, en el cual, come se ha sefalado, el exceso se deter- minaba de acuerdo al valor de los bienes al momento de la donacion y no al momento del fallecimiento, come en el Codigo actual, El ilustre maestro sanmarquing expresaba que el criterio de] Codigo derogado sc apartaba radiealmente del preferido por la gran mayoria de Jas legislaciones; las cuales, consagrando la misma causal de inoficiosidad de la donacién, establecen que la computuciOn respectiva, para apreciar si ha habido exeeso (estimanda el monto del patrimonio del donante, Jas porciones de los legitimarios y cl mento de la donacién), se hard a lo muerte del donante. Consideraba que, dentro del sistema adoptado en eb ‘Cédigo anterior, cra una cuestién dificil de decidir en qué momento cabia demandar la inoficiosidad de la donacién, Citaba a Bevilacqua y a Car valho de Santos, los cuales, en interpretaciém del derecho brasilefio. que consagraba la misma formula que el Codigo de 1936, sostentan que los herederos necesarios del donante podrian demandar la nulidad de la donacién, en cuanto cra imoficiosa, desde cl momento en que se producia ly donacién, sin esperar que se produjera la muerte del donante. Asimis- mo, glasaba la opinién disidente de Joao Franzen de Lima, quien, en su Curso de Derecho Brasiletio, apuntaba que a nulidad solo puede ser pedida por los herederos necesarios que fueran perjudicados con ta dona- cién exces y. en nuestro entender, solamente después de la muerte del donante porque, como dice Joao Luis Alves, antes de la det donante no estén investidos de derecho alguno y tienen ape expectativa de derecho", El jurista brasileio agregaba que “otros Ifos entienden. sin embargo. que la accion de nulidad puede ser propuests tambien aun en vida del donante, mas no parece que eso se deba entender porque, por lo demas, las mismas razones que impiden que sca objeto de contrato de herencia de persona viva, permanecen para que s¢ discuta la herencia de persona viva”. Leon Barandiaran agregaba que. en relacion a nuestro Cédigo de 1936, sc planteaba la divergencia anotada: y que, en interpretacion del Codigo de 1852. que consagraba una norma aniloga a la de} 1936 en su articulo 593, ya Pacheco habia cxpresado que no hay reduceién posible durante la vida del donante; y asi debe ser, puesto que solo cl donante tendria derecho para intentar la accion de reduccién, y no es presumible que lo haga aunque no fuese sino por no aparecer censurando su propia conducta. Finalmente, nucstro egregio jurista, nombrado primeramente, concluis que le parecian decisivas las razones expuestas en favor del criterio de que sdlo a la muerte del donante cabia interponerse fa respectiva accion de mulidad Fn realidad, toda esta duda ha quedado despejada con ¢l nuevo Cédigo, siendo indiscutible que “la accién de inoficiocidad de 1a doma- cién silo puede ser planteada, como es obvio. por los herederos; pues antes del fallecimiento del donante simple y lanamente nio existe ¥ sdlo se trata de personas con derechos expectaticios™. tal como apunta ef ponente del contrato de donacwin, Max Anas Schreiber Pezet. en su Exposicién de Motives y Comentarios La accién para plantear la inoficiocidad de la donacidn prescribe 4 los die? aftes por tratatie de una accién personal, de acuerdo a bo dis: pucsto en ef articulo 2001, inciso 1, computandose el plazo desde el dia en que puede ejercitarse tarticulo 1993), 0 sea, desde la muerte del causante. Pero, puede ocurrir que entire este momento y cl acto de la donacién haya transcurrido cl tiempo necessrio para que el donatario o un fercero adquiriente de éste haya podido usucapir resultando ilusoria la reduceion de la donacidn, En efecto, transcurridos dics afos de pose- sién continuz, pacifica y publica, se adquiere la propiedad inmueble por prescripcién extraordinaria de dominio, y después de cinco afos cuando dian justo titulo y buena fe, por preseripeién ordinaria (articulo 950), ratdndose de biencs mucbles, los plazos son de cuatro y dos afos, respec: tivamente, exigiéndose para la prescripcién ordinaria sdlo la buena fe, no asi el justo titulo (articulo 951). En el caso del donatario, solo funciona ka usucapion extraordinaria tratindose de inmucbles, pues no podra invocar ef justo titulo. Para ef tercero adquiriente si funciona la ordinaria siempre que tenga buena fe aa El urticulo 1645, que debié estar a continuacion del 1629, regula é] éaso de las donaciones inoficiosas —en plural—, determinando que se suprimen o reducen en cuanto al exceso las de fecha mas reciente, o a prorrata si fueran de la misma fecha. Esta disposicién, que es andloga ala contenida en el arifculo 1488 del Codigo derogado. adquicre total signi- ficado con la norma que dispone que la donacién se califica de inoficiosa ala muerte del donante ¥ con relacion al valor del patrimonio del causante en cl momento dé su muerte. Porque es en este instante que se deter minurd la custa de libre disposicién y¥ Jas hijuelas hereditarias; pudiendo determinarse fos excesos donados que resultan invalidos, Asi, deberd agregarse a la masa hereditaria ef valor de todas las donaciones, y si éste excede la porcién disponible deberdn reducise © suprimirse los excesos de acuerdo al mds reciente otorgamiento del acto de liberalidad. En el Codigo de 1936, esta disposicion carecia de objeto y, como bien lo dejo anotade Leén Barandiarin, resultaba de dificil aplicucién adecuada: teniendo en cuenta que el articulo 1469 disponia que ¢l exeeso se regu- laba por el valor de los bienes que tuvo ef donante al tiempo de Ia dona- clon 3.- Las liberatidades indirectas como la renuncia de una herencia. el perdén de una dewda o el pago de la misma, reulizadas en beneficio de un heredero forzoso. Echecopar pone entre estos casos el pago de un crédito extinguide, opinién con la que discrepames. En efecto, habiendo preserite Ia accién mas no el derecho, ¢l pago de la deuda implica el reconocimients dé una obligacion que subsiste como natural, a pesar de la extingion de la accion. 4. Todos aquellos conceptos que por su monto o circunstancias excedan a los bienes no colacionables que se comentan a continuacién, CONCEPTOS NO COLACIONABLES Tios conceptos, que son los La ley exceptia de la colacién a siguientes: L.- Los gastos incurrides en alimentacién, o en la casefanza de alguna profesién, arte u officio (articulo 837, primera parte). De no existir esta norma, podria sostenerse vilidamente que vl mayor gasto incurride en un hijo en alimentos y on estudios seria colacionable en raz6n del mayor Uiempo trascurrido. Ello podria ocurrir, ao por cjemplo, en el caso que el causante al fallecer tenga un hijo mayor de edad al cual le ha facilitado inclusive educaciém en e lerior, y otro hijo menor de edad sin estudios superiores. En este caso, lo gastado en alimentos ¥ ¢n educacion en el hijo mayor puede ser superior a la totali- dad de ta herencia. Sin embargo, ta intencidn del legislador cs que ese valor no se reste de la parte que le corresponde al heredero beneficiado: Jo cual e5 justo, come destaca Echecopar, siempre que se trate del cumpli- miento de una obligacién natural y legal y no de gastos excesivos que vayan en detrimento de los demds coherederos que no han recibido beneficio igual 2.- Los gastos hechos en favor del heredero que estén de acuerdo con la condicién de quien los hace y con la costumbre (articula 837, segunda purte), El nueva Codigo ha reemplatado la voz “regulos” por la de “wastos”, distinguiéndose una de otra en que la primera se refiere tante a bienes que pucden ser constuumibles como no consumibles, mientras la scgunda es en referencia solo a estos dltimes. Este cambio sustancial, que no ha sido explicado por el ponente en la Exposicién de Motivos, nos Hevaria a pensar que los objetos como. por ejemplo, las joyas, que conforme a! ordenamiento derogado podian no colacionarse, ahora debe- ran lomarse en cuenta para estos efectos Este concepto se comprende, come decia Echecopar, por razones afectivas, siempre que se puarde una justa proporcion 3 El importe del seguro de vida contratado en favor del heredero, ni las primas pagadas al asegurador, si su monto estd de acuerdo con la condicion de quien las paga y con la costumbre (articulo 834). El articulo guarda concerdancia con Ia naturaleza del seguro, cl cual no constituye parte de la herencta. Tampoco incluye las primas Pagadas cuando su monte es razonable, a diferencia del Codigo derogado que las inchuia siempre 4 El) Cédigo actual agrega un concepto mas que no contenia el de 1936, al declarar, en su articulo 839, que “no son colacionables las utilidades obtenidas por el heredero como consecucncia de contratos eelebrados con el causante, siempre que éstos, al tiempo de su celebracién. no afecten el derecho de Jos demas herederos” oy En) aussiro concepta, esta inclusion era innecesaria, pues rompe ef esquema de la colacién referida a actes a titulo gratuito otorgudos por el cawsante antes de su fallecimiento, El ténming “utilidade: parecernos impropio (no se sabe si se refiere a la contraprestacion patri- monial o al beneficio que excede ésta), denuncia un contrata u titulo onerosa. Y de este slo deberd colacionarse fa parie que tenga la calidad de liberalidad otorgada por el de cujus. La intencian de ta nerma es expresar que los. beneficios serin colacionables en la medida en que un contrato celebrado por el heredero con el causante perjudique a los demas herederos. Es decir. la excesiva onerosidad del causante en beneficio de un heredero afectande a los demas se considera come una liberalidad a favor de aquel. Se ha recogido en cierta forma el concepto de donacién remunerativa: fa cual, como eaplicaba Echecopar, debia ser materia de colacién on la reserva de tener en cuenta, en favor def donatario, el monto de la remuneracién que corresponda a sus servicios. 5. Flarticulo 840 indica que “los intereses legales y los frutos que produzcan el dinero y dems bienes colacionables integran la masa hieredi- taria desde la apertura de la sucesién”, es decir, desde Ia muerte det causante. Como el bien donado constituye el objeto principal, siendo los frutos los accesorios, es importante determinar desde qué momento estos Gltimos aumentan la masa hereditaria. La respuesta la da el articu- lo en comentario. Al haberse referido cl Cédigo a los frutos, no debid remitirse a los intereses legales, pues el interés es fruto, Em todo caso, fa referencia debera ser dnicamente a los intereses, por cuanto fa parte de los mismos que éxceda la tasa legal también debe incrementar la herencia desde el fallecimiento del actor. 9 BENEFICIARIOS: (El urticulo 843 determina que la colaciém es sdlo em favor de los herederos y que ne aprovecha a los legatarios ni a los ucreedores de ta eacesion. Estos diltimos podrin interponer la accion revocatoria dentro de Jos doy aftiog de efectuada Ia liberalidad, plazo de preseripcién que senala Ul urticulo 2001, inciso 4, cuando la donacion ponga en peligro el cumpti- miento de la obligacion 91 10, CASO DE REPRESENTACION El principio de la representacién es que la muerte, renuncia, indigni dad o desheredacién del representado no debe perjudicar al representante, pero tampoco debe beneficiarlo. Por ella, el legislador ha establecida que en los casos de representacion ¢l heredero colacionard lo recihido por su representado (articulo 841). Enfatizando que la posicion del representante es exactamente la misma que la de su representado, el Cédigo derogado expresaba que este enunciado se aplicaba aun cuando el representante no hubiera heredado nada del representado. Quiere decir que si éste dispuso del bien donado o anticipado por el causante y consumié su producto, y no teniendo otro haber, cl representante (su heredero) no hereda a su fallecimiento, igual- mente se colacionara dicho bien a la muerte del causante, disminuyendo la cuota hereditaria del representante. Este Gltimo enunciado fue ser verdaderamente innecesario. minado del nuevo ordenamiento por Hi, CASO DE RENUNCIA Como bien dice Lanatt, se puede aceptar una y renun siendo la herencia diferente a la donacién, a la otra, o viceversa, El articulo 842 determina que “la renuncia de la legitima no exime al heredero de devolver Jo recibido, en cuanto exceda de la porcién disponible del causante”, El objeto de la norma es que. independiente- mente de la renuncia, el heredero estd obligado a reintegrar el exceso a Ja masa hereditaria. Por otra parte, si no hubiera habide dispensa de colaciém, y el dona- i renuncia a la herencia, tendrd que reintegrar el anticipo a ta masa; pues la aceptacién y la renuncia mo pueden ser parciales, conforme al articulo 677, 2

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