Estas tienden a evitar la infección y a reducir la difusión del patógeno.
Una medida es el control sanitario del material vegetal propagativo mediante programas de saneamiento, cuarentena y certificación acorde a normativa oficial de cada país. En México, la Norma Oficial NOM-079-FITO-2002 rige la movilidad y producción del material propagativo libre de VTC.
MONITOREO.
Dado que no existe un umbral de acción, se recomienda comenzar el
control del vector tan pronto se identifique en el cultivo. Para conocer si existe presencia del vector y el nivel de infestación, es necesario emplear trampas para su monitoreo. También los muestreos dirigidos, principalmente a brotes nuevos y en la mitad de la copa del árbol, permiten identificar los daños al follaje, lo cual sirve como indicador para la detección tanto del vector como de la enfermedad.
CONTROL CULTURAL.
El control de malezas con el rastreo ayuda a reducir plantas
hospederas del áfido. La aspersión de agua sobre el follaje con un volumen de agua de 1000 a 1200 litros/hectárea, reduce significativamente la densidad del áfido hasta por siete días. Otras medidas de control cultural son la erradicación de plantas infectadas por el VTC, así como el uso de variedades y porta injertos resistentes a VTC. CONTROL BIOLÓGICO.
A nivel mundial, existen al menos 113 especies antagonistas de T.
citricida. Algunos organismos utilizados para el control biológico de esta plaga son Harmonía axyridis (parasitoide), así como los hongos Beauveria bassiana, Metarhizium anisopliae y Paecilomyces fumosoroseus. Dentro de los hongos entomopatógenos P. fumosoroseus alcanza niveles de mortalidad superiores al 90 % en campo, por lo que resulta en una buena alternativa. Otro depredador importante es la crisopa (Chrysoperla carnea), la cual provee un control efectivo cuando se realiza una liberación de 12,000 a 61,000 crisopas por hectárea.
CONTROL QUÍMICO.
El control químico va dirigido más que nada al vector, debido a que no
hay productos que eliminen el VTC dentro de la planta. Para el control de los áfidos existen insecticidas, lo cuales pueden ser específicos o de amplio espectro para el control de otras plagas. Es necesario que al momento de elegir el ingrediente activo se contemple el grupo toxicológico al que pertenecen para su rotación y evitar generar resistencia en la plaga