Se requiere, por tanto, identificar la causa – raíz del problema, es decir, aquella
causa que incide en mayor proporción en la aparición del problema.
La alternativa es consultar al personal de la empresa (supervisores, técnicos) que conocen el proceso en el que se genera el problema. Su opinión es importante. A cada trabajador se le explica el objetivo del estudio y se le entrega una ficha con el listado de las causas del problema. Se les solicita que asignen a cada causa un puntaje, respecto a los que ellos consideran es la frecuencia (cantidad de veces) con la que dicha causa origina el problema. Se toma como referencia la siguiente escala de valoración. Sí un trabajador considera que una “causa X “es “siempre” la que origina la aparición del problema, le asigna entonces a esa causa el valor de “4”.