Para formar lectores y escritores competentes tengo que…
Lo primero que necesito es ser yo una lectora y escritora competente para darles los medios a mis alumnos de lo que realmente es el gusto por estas dos actividades.
Concebir a la escritura y la lectura como un medio de creación, supone prestar mayor
atención a la capacidad de invención del alumnado, y para desarrollar esta capacidad de invención a la hora de escribir, es imprescindible fomentar la creatividad en el aula, pero si en mí no ha despertado ese gusto, no alcanzare a fomentar en el grupo esa competencia.
Se deben de buscar un conjunto de recursos y técnicas que ayudan al escritor a poner en
orden sus ideas para poder expresarse de forma escrita gracias a un elemento muy importante: la creatividad, que mucha falta les hace a nuestros alumnos debido a la gama de medios que los encasilla en repetir y perder esa falta de creatividad, podemos mencionar hasta la falta de interés.
Entonces para formar lectores tengo que:
Tener yo esa competencia desarrollada. Contribuimos a que los estudiantes se formen como lectores mostrándoles nuestro propio amor por la lectura cuando leemos para ellos y con ellos. Al compartir con nuestros estudiantes la emoción que nos produce leer y al conversar sobre aquello que leemos, hacemos perder a la lectura su sentido de ejercicio escolar, para mostrar lo que verdaderamente es: un ejercicio de vida. La motivación es fundamental y si yo me expresa emocionada de estas dos actividades, el grupo se contagiara de ello. Un lector o escritor debe residir en una motivación intrínseca, en una intencionalidad auto dirigida. Conocer los gustos del grupo que tengo, apoyamos en esa motivación pero es el alumno el que decide qué tipo de lectura le agrada y lo que escribe. Conocer los estilos de aprendizaje. Esto nos lleva a un conocimiento de su contexto y los tipos de texto que les gustaría leer. Adecuar mobiliario y espacios, para tener un lugar agradable. Trabajar estrategias motivadoras y tener conocimiento de ellas por si existe un momento, en el que creemos que debemos modificar. La formación de un lector y escritor libre nos lleva a que el alumno escoja sus libros y autores.