Estudiantes y pos-estudiantes de la Secundaria Popular “Felipe Carrillo Puerto”.
Es un gusto poder saludarles en este IVVI Aniversario, que es signo de la lucha,
persistencia y resistencia de compañeros y compañeras que han permanecido en todos estos años y que han dado vida a este proyecto de educación popular en Morelia. Quiero compartir mi reflexión como alumno, exalumno, docente y promotor en la Educación popular. Ingresé en 1980, Dejaba mi niñez y empezaba mi adolescencia, ahí, encontré un espacio no solamente para estudiar, sino una familia y segunda casa, para construir, crear, compartir y organizarnos en un proyecto que compartimos varios compañeros que hasta el día de hoy nos seguimos encontrando y construimos lazos de amistad inquebrantables. Diríamos hoy, que no hay nada de extraordinario tomar las clases de español, matemáticas, ciencias naturales, ciencias sociales, biología, inglés, física, etc. entonces, ¿cuál era la diferencia con otras secundarias? Primero, que no existe ningún cobro, cuotas para ingresar, no se pedía uniformes o libros de asignatura. Solo eran requisito haber terminando la primaria, una cooperación mínima, simbólica, para gastos de papelería o enseres del aseo y un libro que se incorporaba a la biblioteca. Por ello, solo ingresaban los hijos de trabajadores, de familias de escasos recursos, hijos de campesinos, de madres jefas de familia, de las colonias más pobres de la ciudad de Morelia o de las comunidades cercanas a la ciudad. La escuela para pobres no era atractiva para las clases medias o altas, solo había niños pobres, o reprobados, repetidores y rechazados de otras escuelas, o “niños problema”, algunos que no habían podido continuar sus estudios y lo retomaban después, eran entonces los excluidos de la educación. La “popular” nació como un proyecto educativo alternativo a una educación excluyente y elitista, el sentido de “popular” sonaría para algunos algo menor, marginal, es para darle un lugar a los pobres, en un sentido profundo, un total sentido político, desde el pensamiento revolucionario, transformador, como un modelo de crítica al sistema capitalista imperante. La educación del proletariado, de clase, científica y revolucionaria como lo trazan los objetivos que se establecieron en los estatutos. Cuando ingresé, desde nuestro primer año, fuimos integrándonos a la vida organizativa de la escuela, participábamos en las comisiones de aseo, vigilancia, prensa y propaganda, finanzas, biblioteca, etc. En la semana cultural de aniversario, en los eventos del 2 y 8 de octubre, veíamos la participación de grupos de música, poesía, teatro, que nos alentaba a participar y conformarnos en grupos cultural – artísticos para ser parte de estas actividades. Habrá que resaltar que en este proceso está inserta la Educación Popular, si bien los compañeros y compañeras que estaban el la dirección coordinadora no eran pedagogos, o educadores formados en la educación y la didáctica, comenzaron a darle forma a una práctica político - pedagógica, el objetivo de generar una educación diferente, los llevaron a buscar modelos educativos Alternativos, ahí comenzaron a aparecer obras de Antón Makarenko o sujomlisky (pedagogos soviéticos) pero sobre todo, Paulo Freire. ¿En que consistía este proyecto de educación popular? En primero lugar, los primeros maestros se propusieron en dar un seminario político, filosófico – económico. Se adicionaron a la curricula obligatoria, las materias de Lógica, Ética, Principios de Filosofía, Economía Política en los 3 años. La base ideológica eran el pensamiento marxista de los manuales publicados por la extinta URSS y de la Cuba socialista, entonces conocimos a autores como Afanasiev, P. Nikitin, y Martha Harnecker. La esencia de la educación popular en la secundaria, fueron: la organización, la autogestión, la participación, el trabajo comunitario, las acción social y solidaria, la relación horizontal maestro - estudiante, educación dialógica y conciencia social de la realidad. Voy a comentar brevemente cada uno de estos aspectos. La organización. Por la misma historia de la secundaria la organización de los padres de familia, los estudiantes, la dirección coordinadora era necesaria, desde que la escuela estaba en la calle (frente al Colegio de San Nicolas, hoy reparatoria 1) había que bloquear la calle, poner las sillas, y cuando se tuvo el edificio, los grupos se organizaron en brigadas, rotando las funciones cada uno le tocaba cada dos meses quizás, el aseo, la vigilancia, la cooperativa, en fin, además de tareas colectivas de arreglo general de la escuela que se hacía eventualmente llamados sábados rojos. La autogestión. La popular no recibe ningún subsidio público o privado, así que el trabajo de todos los participantes es voluntario, no existe pago alguno de directivos, maestros, así que aporte de cada uno de ellos, al igual de los estudiantes es el sostén fundamental. Cuando es el aniversario se gestionaba apoyo del Ayuntamiento como cadenas de hojas, algún material que sea para mejoramiento como pintura, material de aseo, balastras para la luz, a veces era otorgado, otras los mismos estudiantes salíamos a botear (pedir dinero en la calle con botes sellados). También el aporte de exalumnos ha sido importante, algunos que ocupan lugares como funcionarios otorgaron mobiliario, libros de texto, arreglos importantes de espacios como baños, ventanas, entre otras cosas. La participación. Podríamos pensar que a los alumnos los obligaban con tal de obtener calificaciones, o que los docentes por liberar el servicio social, pero no, la obtención de notas eran responsabilidad de cada maestro son tener que ver con participar en las comisiones y estar en algún grupo cultural de teatro, poesía, danza o música, todo era extra curricular, se de pocos casos de estudiantes se escaparan para irse de “pinta” o que evadieran participar, las sanciones que se dictaban las ponían los propios estudiantes en las asambleas de grupo, aquel que no cumpliera sus funciones en las comisiones o el trabajo colectivo, se sancionaba con trabajo adicional. El trabajo comunitario. Una de las acciones que aparecen en los estatutos es que los estudiantes de tercer grado alfabeticen por lo menos a una persona para entregarles su certificado, en los años que estuve como estudiante, después activista y maestro, no ha sucedido, pero si tuvimos acciones importantes como salir a las colonias populares a limpiar lotes baldíos, áreas verdes abandonadas y llenas de basura y calles, al terminar se hacía un acto cultural con teatro, poesía y música. También en algún momento fuimos a comunidades cercanas intentando hacer trabajo comunitario, sin embargo, no logramos gran cosa, pero eso nos acercaba a la problemática del mundo rural y las comunidades campesinas. Estos actos eran recibidos con beneplácito por la gente, entonces se integraban a el mejoramiento de se propia colonia o comunidad, mostraba la capacidad de organización y participación de todos los estudiantes y maestros por ayudar a la población sin ningún interés más que su bienestar social. La acción social y solidaria. La escuela era un espacio de puertas abiertas a los movimientos sociales, no pocas veces se llevaban a cabo reuniones de organizaciones como la Unión de Comuneros “Emiliano Zapata” (UCEZ), la entonces incipiente coordinadora de maestros, uniones de comerciantes, albergar grupos de solidaridad con Cuba, el movimiento revolucionario de El Salvador (FMLN), de simpatizantes con el movimiento zapatista en 1994, también de grupos artísticos como los pintores que exponían en el jardín de la rosas y grupos de música latinoamericana que necieron con maestros y estudiantes como “Huandak Pari”, “Ikarati” y “Juchari Pireni” (Nuestro Canto). La relación horizontal maestro – estudiante. Dentro de la Educación popular, Freire señala que la transformación educativa comienza con cambiar la relación entre el educador y educando, uno y otro tienen saberes y conocimientos, desde que ingresábamos, los maestros, eran nombrados por su nombre, no existían títulos o pedestales en que estuviera más alto el docente, así que los llamábamos por su nombre: el compañero Juan Luna, Favio Meza, Esteban y Caballero Coría, Landa, “El socio”, Lola, y muchos más que dieron su tiempo para darnos clases y se volvían amigos y compañeros queridos, nunca ví que alguien le faltara el respeto o agresiones, tampoco que existiera una agresión de ningún tipo a los estudiantes. Educación dialógica y conciencia social de la realidad. La construcción del conocimiento estaba dentro de las aulas y fuera de ellas, todos estos elementos son factores educativos, el fomento de trabajo colectivo traspasaba los muros, muchos de nosotros, formamos grupos de estudio en las materias que algunos compañeros eran más estudiosos o avezados en ello, la biblioteca tenía libros que permitían consultar más allá de libro de texto, fomentaba el estudio y la lectura, teníamos el acceso a libros que no teníamos en nuestra casas o que ampliaba nuestra visión. Los eventos político-culturales eran lecciones de conocimiento de la realidad social y política de México y América Latina, el teatro que se representaba, estaba tomado del Brasileño Augusto Boal y de colectivo CLETA que su propuesta era que en el escenario se problematizara la realidad (la lucha social, la pobreza, la explotación, las contradicciones del capitalismo) y desarrollar propuesta de lucha para mejorar la vida de los y las trabajador@s. Hacerle homenaje a la lucha de los pueblos, la masacre estudiantil del 2 de octubre, 10 de junio, el homenaje al el “Che” Guevara, participar en las marchas nos convirtió en sujetos políticos activos que nos dio otra perspectiva de la vida. El periódico mural es no solo un lugar para poner imágenes y artículos de interés académico, sino es un espacio que fomenta la búsqueda de información, es una propuesta de investigación en temas que fomentan el pensamiento crítico y de la lucha social, de la cultura y los hechos histórico-sociales de las resistencias populares. Podría relatar muchas anécdotas de mi paso por la escuela, los paseos grupales en que caminábamos a las cascadas de Ichaqueo, algún viaje que hicimos en tren a Huingo, Zinapecuaro para ver la extracción del azufre como práctica de ciencias naturales pero que terminábamos en las albercas de agua termal, a comunidades de la meseta para tocar en los eventos o hacer representaciones teatrales y que nos dieron amores de secundaria, pero sobre todo, la escuela se convertía en una segunda casa, en una familia que para muchos era el refugio maravilloso en que nos salvaba momentáneamente de la violencia social y familiar, la vagancia, las drogas. Reflexiones críticas y propuestas para el futuro. A 46 años de la fundación de la Secundaria Popular es no solo un logro enorme su permanencia, admirable labor de muchos compañeros y compañeras el mantener el proyecto con el mismo espíritu como en los primeros años. El ataque de algunos funcionarios de la Universidad Michoacana por quitarle el edificio otorgado hace muchos años difamando el proyecto es absurdo e inadmisible. La práctica de proyecto político pedagógico es una reafirmación de que las utopías pueden ser posibles, antes de las marchas masivas de los estudiantes de secundaria en Chile por una educación digna, se ha dado permanente y cotidianamente en la Secundaria Popular como un grano de maíz que siembra y recoge cosechas con cada generación que egresa. El valorar al joven adolescente como un sujeto político y rompiendo la lógica adultocéntrica de capitalismo que excluye las juventudes se han vivido en la práctica en la Secundaria Popular. En edificio en que está la escuela es lamentable, puertas cayéndose, butacas en mal estado, salones y techos deteriorados, en fin, creo que es necesario tomar acciones más allá de las que es han hecho, la reparación es buena, pero es necesario restaurar y cambiar lo que ya está en muy mal estado. ¿Porque no soñar en que las generaciones presentes y venideras tengan un edificio en condiciones óptimas, con mobiliario digno, computadoras, cañón, pizarrones electrónicos?, ¿porqué no darle dignidad a la educación de los hijos de los trabajadores?. ¿Estoy soñando?¿es factible? Creo que es tan posible como el amanecer, pero para ello es necesario repensar nuestros paradigmas y dar un salto cualitativo. He escuchado a varios compañeros que tuvieron que irse para buscar trabajo y una forma de mantener a su familia y les es imposible seguir dando clase y activos en el proyecto. ¿porque no buscar que el cuerpo directivo y docente tenga una plaza o sueldo para estar a tiempo completo y sin preocupación de darle una vida digna a su familia?. Quizás algunos compañeros podrían decirme que se pervertirá el espíritu de político pedagógico de la escuela, pero he visto que muchos otros proyectos educativos que trabajan en comunidades de la selva de Chiapas con los zapatistas, el centro comunitario del IMDEC en Guadalajara fundada en 1963, o la Universidad del Pueblo en Chiapas, que tiene financiamiento, espacios educativos y su impacto es importante para los movimientos sociales, políticos y de resistencias de nuestro país. Es importante tejer redes más allá de nuestras fronteras, hay proyectos latinoamericanos como el CEAAL, La red Alforja, la fundación Paula Freire, el DEI de Costa Rica que trabajan con la Educación Popular, son espacios de intercambio de experiencias, sistematización, formación de equipos y de apoyo en distintas formas. La caída del socialismo real en Europa de Este, la URSS, la crisis política y económica de Cuba no se deben solo a ataque capitalismo neoliberal, el bloqueo económico a la Isla de José Martí, ha sido claro que la descomposición del Estado socialista fue por convertir a los dirigentes de los partidos comunistas en una clase elitista, ciega de poder y corrupta, dejando al pueblo sumido en más miseria y perder las ventajas que el socialismo había conquistado. Es doloroso ver como las revolución Nicaragüense terminó en llevar al poder a un dictador reprimiendo al pueblo y encarcelando o exiliando a sus compañeros de lucha en el FSLN. En mundo ha cambiado, se ha presentado nuevos paradigmas en la lucha por la dignidad humana, el camino del socialismo se ha construido por otros caminos que eran impensables en los 60´s; la figura de Allende es más grande, su legado ha llevado a América por la democracia: Uruguay con Pepe Múgica, Lula en Brasil, de Xiomara Castro en Honduras, Gabriel Boric en el mismo Chile, Evo Morales en Bolivia y en últimas fechas a Gustavo Petro en Colombia. Pero no todo es miel sobre hojuelas, la Izquierda también ha caído en las trampas de totalitarismo, del populismo, del poder absoluto perdiendo la mira de que la trasformación social radical y revolucionario, de terminar con las asimetrías e inequidades sociales y sobre todo la pobreza de los pueblos que deambulan miles de migrantes buscando mejores condiciones de vida y huyendo de la violencia. Hoy se presenta una coyuntura importante, si bien para algunos de nosotros faltan cosas para una real trasformación social, hay actores que están empujado procesos, en caso de la SEP, la nueva Ley de Educación Superior reconoce instituciones educativas de sostenimiento social y comunitarias y que ello les da otro sentido político e ideológico a proyectos educativos como la Secundaria Popular desde su filosofía se les da la libertad administrativa, curricular y dejan el carácter de privadas. Existen temas fundamentales, desde el recorrido de la pedagogía de Paulo Freire por Abya Yala (América Latina) en su pedagogía de la esperanza dice: “El acto de educar y de educarse sigue siendo en estricto sentido un acto político ... y no sólo pedagógico.” Reconoce el fracaso del socialismo real afirma optimista que es justamente la oportunidad de "continuar soñando y luchando por el sueño socialista, depurándose de sus distorsiones autoritarias, de sus actos totalitarios, de su ceguera dogmática". Es necesario incorporar la experiencia de los cientos de proyectos de Educación Popular, su didáctica, su práctica, que le de nuevos aires al equipo de coordinación y enfrentemos las nuevas realidades de la formación a los jóvenes, incorporar los saberes ancestrales como la comunalidad, la lucha por el territorio – cuerpo, el feminismo, la perspectiva de género, el pensamiento crítico de la descolonialidad, el proyecto de vida frente a estos signos de muerte para nuestros pueblos. Muchos compañeros y compañeras, se han quedado en los 60´s, siguen levantando dogmáticamente la bandera de Marx como letanía dogmática, sin analizarse a la luz de estos tiempos, lo digo no porque Marx y Engels no deban de seguirse leyendo, sino el método del análisis de coyuntura que el mismo Marx desarrolló para conocer la realidad. Quizás a algunos compañeros se incomoden estas palabras, pero desde la secundaria he aprendido a no callar, pero más que su incomodidad, me interesa, me importa el futuro de esta querida escuela, refrendo mi compromiso con ella, pero no solo, sin desde los principios que aprendí en ella, desde la organización, de la solidaridad, de la participan, del trabajo comunitario, pero más que nada por el amor, porque ese es el primer motor de un revolucionario. “No hay nada mas bello que mirar el horizonte y aunque en camino tenga cardos, piedras afiladas, obstáculos, saber que llegará en nuevo día, las heridas sanan.”