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I.- Las Escrituras hacen referencia a otras normas que debes cumplir como
discípulos del Señor y como hijo de Dios. La palabra discípulo, que es el
aspecto que veremos, apunta a un seguidor comprometido, y no aun
espectador y menos a alguien indiferente. Los discípulos en las Sagradas
Escrituras eran personas “militantes”. Participantes activos de todo el acontecer
de la Iglesia. Disfrutaban de las bendiciones, pero también de los trabajos y
sufrimientos originados de su fe. Y aunque a los cristianos se les llamó
“creyentes” (Hechos 16:1); y también “cristianos” (Hechos 1:26); Y “los del
Camino” (Hechos 9:2).La palabra que más se usa en el Nuevo Testamento
para distinguir a un seguidor de Jesucristo es “discípulo”: (Hechos 6:1,7; 9:1;
13:52; 16:1 ; 6:2-3; 11:19; 11:29).
II.- El estado de ser discípulo, también nos lleva al estado de ser hijo de Dios.
Por lo que debemos decir: estas son las únicas condiciones para podamos
crecer y sea cumplido el propósito eterno de Dios en nosotros.
En reino de Dios y ser parte de él necesitas ser discípulo. En la familia de Dios
y ser parte de ella necesitas ser hijo. Por lo que todo discípulo es hijo de Dios y
todo hijo de Dios debe ser discípulo.
Estos dos estados caminan juntos siempre, ere discípulo e hijo de Dios, por lo
que eres parte del reino de Dios y parte de la familia de Dios.
PREGUNTAS: