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La literatura gótica será el enfoque general de la investigación que quiero realizar, así que
desglosaré algunos de sus subtemas a continuación:
La literatura gótica se originó a finales del siglo XVIII, dentro de los límites de la literatura
romántica. Fue una especie de mutación, o evolución del mismo romanticismo en la que
algunas de sus características crecieron y se transformaron hasta convertirse en una co-
rriente original dentro de los mismos parámetros románticos. Algunas de sus característi-
cas más sobresalientes son aquellas por las que se le identifica coloquialmente: castillos
sombríos, bosques tenebrosos, diablos, vampiros, brujas… Todas aquellas cosas que ins-
piran temor, y junto con él, curiosidad, como el placer que da rebuscar entre lo prohibido,
lo oscuro, lo impronunciable.
Y esto, precisamente, es lo que hizo que el gótico tuviera el efecto y éxito que
tuvo, gracias a su habilidad para indagar en aquellos temas insondables, que quizá nadie
se había atrevido a tocar o investigar, e invitar al lector a zambullirse en estos temas os-
curos y misteriosos, rodeados de magia y tintes medievales.
Dentro de los relatos, las ruinas, los paisajes descuidados, salvajes, destruidos…
son una parte muy especial del toque gótico, de la ambientación, y contribuyen a estable-
cer un contexto en el que todos los temas tabúes, sobrenaturales y espirituales tienen un
mayor impacto sobre el lector, y generan de manera más fuerte esa sensación de terror y
gusto por el mismo miedo: permiten que se saboreé el temor, y que el rastro que deja en
el cerebro de quien lee la historia genere insatisfacción, y ganas de buscar más, saber
más, indagar más en aquello que es prohibido, silencioso, imposible y sobrehumano.
El romanticismo gótico a su vez se desplegó en distintas ramas, las cuales Solaz (2003)
identifica como siete: La alta novela gótica, como El Monje de Matthew Lewis (1796); las
novelas por entregas, el gótico polémico, en donde Emily Brontë hizo aparición con Cum-
bres Borrascosas (1847); el drama gótico, que involucraba piezas teatrales, la parodia o
sátira gótica, a la que pertenece La abadía de Northanger de Jane Austen (1818); la nove-
la gótica francesa, y la alemana, a la que pertenece Los elixires del Diablo de E.T.A. Ho-
ffmann (1815). Todas estas ramas fueron las distintas connotaciones que el gótico pudo
llegar a tener: unas más “suaves”, y otras más tormentosas y perturbadoras.
Dado que el gótico literario nace del romanticismo, las condiciones políticas y sociales de
la época, y las que causaron el nacimiento de estos movimientos, pueden considerarse
prácticamente las mismas: la manera en que la ilustración construyó la idealización del
saber, y el rechazo a todo aquello no explicable por la ciencia, causó que estas caracterís-
ticas “prohibidas” se volvieran después, los temas más buscados por la sociedad. En el
gótico, se maximiza el enfoque en lo subjetivo, los mitos y leyendas, todos los temas so-
brenaturales, espirituales, tenebrosos.
Dado que el gótico literario difumina la línea entre el bien y el mal, y pone sobre la
mesa todos aquellos temas a los que en el pasado se les había rehuido. Las dudas teoló-
gicas nacían, pues los temas tocados las fomentaban, y los demonios del propio interior
del individuo, salían a través de las historias leídas, y la teología, que explica todos los te-
mas espirituales y sobrenaturales que se tocaban, era necesaria para aclarar las dudas
surgidas en el individuo.
C.S. Lewis, en su libro Cartas del diablo a su sobrino (1942), explica desde el pun-
to de vista de los demonios, cómo favorece el poco pensamiento y análisis de las cosas:
La literatura siempre evoluciona, pero todas las corrientes dejan pequeños fragmentos de
sí mismas que podemos encontrarnos siglos después, aún presentes en la literatura. La
magia, la afición por lo sobrenatural podemos encontrarlo incrustado en todas las novelas
de fantasía. Castillos abandonados, tintes medievales, pasadizos oscuros, mitos, leyen-
das, brujas, magos… podemos encontrar todos estos rasgos heredados del gótico en las
historias actuales más famosas (Pérez, s.f.)… Harry Potter, Narnia, El Señor de los Ani-
llos, Percy Jackson… incluso las películas de superhéroes… Los Vengadores… ¡Batman!
¿Cómo olvidarnos de Ciudad Gótica?
Estas son las maravillas de la literatura gótica y su poder tan grande de atraer al lector, y
hacerle zambullirse en un océano de metáforas que invitan a explorar sus propios pasadi-
zos oscuros, aquellos que yacen dentro de su mente y su alma, metafórica y estratégica-
mente situados dentro de las historias sombrías y misteriosas desde el siglo XVIII.
BIBLIOGRAFÍA