Recuerdo perfectamente el día en que Olga me contó por teléfono que
había conocido a César…era verano, estaban los dos en la playa, me acuerdo que me dijo que habían estado hablando mucho rato, tenían cosas en común y habían conectado… “un amigo de mi primo”, me dijo…y yo pensé en ese momento “ojalá él sea bueno para ella…”….ojalá sea bueno como ella…porque no se merece menos…y es que nos conocemos desde parvulitos y no puedo decir más que cosas positivas de ella…es alguien que siempre está ahí, compartiendo los momentos alegres y apoyándote en los no tan alegres…Ella ha sido siempre el nexo de unión entre todas nosotras, la que más llamaba, la que más se preocupaba por saber de ti, de los demás, por quedar…yo creo que si algo la define por encima de todo es lo buena amiga que es…y ahora estoy muy feliz de que mi amiga del alma haya encontrado a alguien especial con quien compartir su vida: César. Os deseo que la sonrisa que tenéis cuando estáis juntos no se os borre jamás de la cara…que aunque vengan momentos duros sepáis resolverlos con paciencia y comunicación…que la felicidad que transmitís os dure para siempre…y yo pueda estar a vuestro lado para verlo.
Que el fin del mundo te pille bailando,
que el escenario me tiña las canas, que nunca sepas ni cómo, ni cuándo, ni ciento volando, ni ayer ni mañana
Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel, que cada noche sea noche de bodas, que no se ponga la luna de miel.