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Trabajo Final

Empleando una de las sentencias utilizadas durante el transcurso del curso u


otra a su elección, corrija dos errores detectados en dicha sentencia utilizando
los textos de todo el curso. En caso de no encontrar errores, indique dos
formas en que la sentencia puede ser mejorada.
Para la elaboración de esta asignación he tomado la sentencia núm. 136-031-
2020-SSEN-00025 de fecha 21 del mes de octubre del año 2020, emitida por
el Segundo Tribunal Colegiado de la Cámara Penal del Juzgado de Primera
Instancia del Distrito Judicial de Duarte.
En la realización del análisis de dicha sentencia pude localizar varios errores en
cuanto a la valoración de las pruebas, el valor probatorio de los medios de
prueba y la motivación y justificación de las mismas, los cuales serán
detallados a continuación.
En primer lugar está la valoración de las pruebas, cosa que en dicha sentencia
no se establece de manera clara y precisa por qué se le da veracidad a las
declaraciones de la victima de este proceso, si no hay ningún elemento de
prueba que corrobore esas declaraciones, dando como resultado que las
pruebas resulten insuficientes para sustentar esa decisión condenatoria en
contra del imputado, en razón de que como prueba de los hechos, solo existe
la identificación por parte de la víctima y sus declaraciones, por lo que entiendo
que el tribunal ha valorado de forma errónea los elementos de prueba,
violando preceptos fundamentales y básicos de la lógica, lo que se puede
derivar de las pruebas aportadas, las cuales se pueden localizar en la página 8
de la sentencia, donde se puede observar que las pruebas se basan tan solo
en el testimonio de la víctima, mas no existe algún elemento de prueba que
corrobore esa situación, aunado todo esto a que es deber del juez en su
motivación la eliminación de toda duda razonable sobre la forma en que
ocurrieron los hechos, ya que las pruebas aportadas provienen de la parte
interesada, no justificando el juez en su decisión las razones específicas que lo
llevaron a condenar al imputado, violando el artículo 172 del C.P.D., en cuanto
a la valoración de la prueba, el cual establece; El juez o tribunal valora cada
uno de los elementos de prueba, conforme a las reglas de la lógica, los
conocimientos científicos y las máximas de experiencia y está en la obligación
de explicar las razones por las cuales se les otorga determinado valor, con
base a la apreciación conjunta y armónica de todas las pruebas. Tema este
que se puede ver con claridad en el texto Error Judicial. La Formación de los
Jueces, de Ezquianga, el cual en la página 21, párrafo 4, establece: “ desde el
punto de vista formal, el juez se equivoca si no expresa adecuadamente el
razonamiento por el cual dado los hechos probados existentes en la causa
hace presumir que otros están también probados por el nexo existente entre
ellos”, en el mismo texto Ezquianga, numeral 7, página 23, se establece:
“Además, se producen errores en la apreciación de la prueba, cuando se
aplican estándares de pruebas inadecuados. Los estándares de prueba son
los criterios o pautas que se utilizan para determinar si una hipótesis probatoria
ha recibido o no suficiente apoyo como para ser corroborada”, por lo que
entiendo que la valoración realizada por el tribunal entorno a lo que fueron las
pruebas testimoniales antes citadas fue incompleta y contradictoria a las reglas
de valoración y por demás contraria a los criterios de valoración fijados por
nuestra sala Penal de la Suprema Corte de Justicia.
El error en la norma aplicable de esta sentencia se puede visualizar en la
variación de la calificación jurídica, otorgada por el juez al caso en cuestión, en
razón de que el mismo fue calificado por el juez en base al artículo 386.2 del
C.P.P.D; el cual agrava el robo en la siguiente circunstancia “Cuando los
culpables o algunos de ellos llevaban armas visibles u ocultas, aunque el delito
se ejecute de día y no esté habitado el lugar en que se cometa el robo, y
aunque el robo haya sido cometido por una sola persona”, agravante que a mi
entender no pudo comprobarse en razón de que la única prueba del arma que
se alega se utilizó en el robo, no fue presentada por el Ministerio Publico y solo
se hace alusión a ella en la declaración de la víctima, aunado esto a la poca
justificación por parte del juez. De igual modo se puede ver un error de norma
aplicable en la valoración que da el juez en al reconocimiento de persona, en
la página 14, párrafo II de la decisión, donde justifica su incorporación al juicio
mediante el artículo 2018 del C.P.P., pero es claro que dicho Código, no tiene
ese artículo, pues el mismo solo llega hasta el artículo 449, lo que se podría
entender como un error material y no de fondo, pero tomando en cuenta lo que
se encuentra plasmado en el material El razonamiento en las Decisiones
Judiciales de Igartua, en su página 15, párrafo II, “La obligatoriedad de motivar,
en tanto que precepto constitucional, representa un principio jurídico-político de
controlabilidad; pero no se trata solo de un control institucional (apelación y
casación), sino de un control generalizado y difuso. Ni las partes, ni sus
abogados, ni los jueces que examinan los recursos agotan el universo de los
destinatarios de la motivación; pues esta va dirigida también al público”. Texto
este que refleja que el deber de motivar de manera adecuada vas más allá de
la comprensión de los actores del sistema con conocimiento de derecho y por
lo tanto a la hora de motivar se debe ser claro y preciso, pues dichas
decisiones van dirigido a un público general, que puede dar como válida una
norma inexistente por desconocimiento, es por esto que tal como establece
dicho texto la motivación debe ser autosuficiente y bastarse por sí misma, ya
que los ciudadanos nada saben de la controversia más allá de lo que se dice
en la sentencia.
En cuanto a la motivación de la decisión en la presente sentencia se apartan
de la exigencia de la motivación a las que están obligados los juzgadores al
momento de emitir una decisión, en razón de que no se da respuesta a la
solicitud realizada por la defensa del imputado, la cual en la página 7 de la
referida sentencia, establece las conclusiones, entre otras la siguiente: “que
sea rechazada la acusación del Ministerio Publico y conjuntamente con ella las
conclusiones, por no haber demostrado la responsabilidad del ciudadano José
Antonio Duran, por la insuficiencia probatoria que hay en el proceso y en
consecuencia de eso, este tribunal emita una decisión absolutoria a favor del
mismo, ordenando el cese de la medida de coerción y reservando las cosas
por estar asistido de la defensa publica” y el tribunal no da respuesta a dicha
solicitud, ya que no motiva cual fue la razón porque no fueron acogida dicha
conclusiones y dejando esa solicitud sin respuesta alguna. De igual modo el
tribunal no establece en base a qué criterio da veracidad a las declaraciones de
la víctima, siendo esto de gran importancia ya que el mismo tomo como base
para declarar la culpabilidad esta declaración que no está reforzada o
corroborada con ningún medio de prueba distinto, más aun cuando el mismo no
establece que ninguno de los testigos pudo visualizar el arma de fuego con que
supuestamente el imputado apunto a la víctima y en ese sentido no basta que
los juzgadores plasmen en la sentencia los aspectos que incriminan al
imputado y deje pasar por alto aquellas cuestiones fácticas relevantes que
puedan conducir a aplicar un razonamiento diferente al que llego, teniendo que
explicar de manera clara, detallada y precisa todos los aspecto facticos del
hecho que incriminan o favorezcan al imputado, para evitar que su
fundamentación sea insuficiente y su sentencia pueda ser entendida por todas
las partes del proceso y por el público en general. Siendo que en el texto
Igartua, pag.26, se establecen las características se la motivación, siendo
estas: a) la motivación ha de ser congruente: b) la motivación ha de ser
completa; c) la motivación ha de ser suficiente.

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