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El legado colonial:
MEXICO:
La ciudad más grande del nuevo mundo (más población, la más rica, grandes
casas privadas y palacios públicos y la más significativa para la economía
europea). La clase alta son los señores de la plata y grandes comerciantes
predominantemente peninsulares (existe un conflicto entre ambos luego del
crecimiento económico mexicano) y los demás estaban inmersos en una miseria
popular. El 95 por 100 de la producción de plata toma el camino hacia Europa.
España impone grandes restricciones referido a la prohibición de comerciar con
otras naciones. México se configura como una figura privilegiada para el
imperio español donde la riqueza monetaria por habitante era mayor a la de la
metrópoli, pero estaba concentrada en muy pocas manos y era generada gracias
a la acumulación de una parte mínima del producto de la minería mexicana.
Los indios eran el 60% de la población, mientras que los criollos eran el 17 % y
los españoles el 0,2% los nacidos en España ocupaban los cargos más
importantes mientras que los criollos eran limitados por su lugar de origen.
América Central:
El Salvador, en tierras más bajas y cálidas, tiene una población más densa de
indios y mestizos y una propiedad más dividida. Los comerciantes son los que
dominan la zona y controlan la producción y exportación del principal producto
con el que Centroamérica participa en la economía internacional: el Índigo
Alto Perú: sigue estando el núcleo demográfico y económico del virreinato del
Rio de la Plata y en sus minas (Potosí y Oruro). En torno a las minas se expande
la agricultura altoperuana, en las zonas más abrigadas del altiplano y una
actividad textil artesanal, ya sea doméstica, ya organizada en obrajes colectivos
que utilizan el trabajo obligatorio de la población indígena. El Alto Perú ha sido
lo bastante rico como para crear una ciudad de puro consumo: Chuquisaca,
donde hallan estancias más gratas los mineros más ricos, además sede de una
Audiencia y una universidad. La minería consume buena parte de la mano de
obra indígena.
PACTO COLONIAL:
Cabe destacar que lo que logro Iturbide fue darle algo a todos los sectores
sociales, en especial, a los criollos, quienes nunca apoyaron las anteriores
revueltas porque no había nada que les pudieran ofrecer. Al año siguiente
Iturbide se declara emperador
Brasil:
El comercial:
El administrativo:
No había duda de que los efectos del sistema administrativo eran graves y
evidentes: las atribuciones de las distintas magistraturas se superponían y las
dificultades que esto provocaba se acentuaban cuando los conflictos de
jurisdicción se daban muy lejos de quienes podían resolverlos generando que el
conflicto perdure y se agrave.
- Disgregación política
- Conflictos institucionales
- Desarrollo de una política contra la corrupción de la administración
colonial
Se abrirá entonces una guerra civil que surge en los sectores privilegiados
(criollos versus peninsulares): cada uno de los bandos buscará, para ganar,
conseguir adhesiones en el resto de la población. La participación de las masas
en la revolución será muy variable según las regiones.
Tipos de préstamos:
Caso de Inglaterra:
A principios del siglo XIX, Hispanoamérica entra en contacto con una
Inglaterra que sólo podía cubrir con dificultad los requerimientos de capital de
la primera edad ferroviaria en el continente y en Estados Unidos. No hay deseos
por parte de la potencia de arriesgar mucho ya que, por un lado, el peligro es
grande y, por el otro, buscan cosas muy precisas en esta nueva relación que
estaban llevando a cabo, es decir, no es la agricultura lo que le interesa ni la
minería, aunque resulte una inversión muchos más llamativa, son los
desemboques a la exportación metropolitana lo que Inglaterra estaba
desesperadamente buscando en esta nueva relación para así obtener un dominio
de los circuitos mercantiles locales que acentúan la situación favorable para la
metrópoli.
● Desorden y militarización
Económico:
El único país que pudo escapar de los embates de las crisis fue Brasil, cuyo
comercio exterior no disminuyó. Las exportaciones de Inglaterra a Brasil no
disminuyeron. El motivo de la declinación global del comercio latinoamericano
no fue únicamente el problema de las exportaciones sino también la crisis en los
centros financieros del Viejo Mundo.
La recomposición social, que desde findes del siglo XVIII estaba en curso y que
se detuvo con las guerras de la Independencia, y la emergencia del caudillismo,
al nivel político-ideológico se expresó en la pugna entre “Conservadores” y
“liberales”. Esta lucha fue tanto más intensa cuanto mayor la fragmentación de
la sociedad como resultado de la destrucción del aparato español y la ausencia
de un escenario liberal y burgués.
Una vez obtenida la independencia de España, México sufrió una enorme crisis
en la producción de los minerales, ya que, gracias a las luchas por la
independencia, los mineros fueron reclutados para los ejércitos nacionales, las
minas fueron abandonadas y por ende empezaron a ser dejadas de lado y fueron
decayendo. Además, la alta tasa impositiva que había aplicado el estado para
mantener a los ejércitos generó una presión tremenda sobre los mexicanos.
Alrededor de medio millón de personas murieron gracias al conflicto.
Además, esta crisis generó un debilitamiento en la iglesia ya que, gracias a la
caída de las rentas, y los préstamos forzosos al gobierno perdió una gran parte
del capital que poseía.
Por ello, las haciendas vendían para los centros urbanos, pero era una estructura
la cual estaba destinada más que nada para ser autosuficiente. La actividad
económica en la hacienda se realizaba más que nada de forma de trueque.
De monarquía a la república:
Las fuerzas que habían expulsado a los españoles eran alrededor de 50 mil, las
cuales habían estado luchando entre las distintas facciones que conforman este
gran ejército hace alrededor de 10 años.
Las finanzas habían ido de mal en peor, el préstamo que Inglaterra le dio en
1824, se había agotado y México en 1827 no pude hacerle frente a la deuda
externa, ya que la recaudación del gobierno había empezado a bajar y la
creciente corrupción en la administración estaba generando grandes pérdidas en
los ingresos de régimen.
Gracias a la gran crisis del régimen federal, se lanzó una revolución de índole
centralista, en la cual Santana puso a Guerrero como el nuevo presidente, este
golpe tuvo el sostén de la elite mexicana, ya que el gobierno centralista
favorecía a sus intereses.
Emigraciones:
La era de Santana:
Los federalistas puros que estaban bajo la tutela intelectual de Santa Ana
después de haber sido oprimidos por la dictadura pro clerical de Bustamante
habían desarrollado convicciones liberales y estaban dispuestos en contra de los
privilegios de la Iglesia. Este grupo, bajo el gobierno de Gomes Farias,
controlaron el Congreso (1833) y promulgaron todas las leyes que eran acordes
a su lucha, principalmente aquellas dirigidas a reducir el poder en manos de la
iglesia. También los fabricantes perdieron las tarifas de protección, el
monopolio de tabaco fue suprimido y se redujo el tamaño del ejército (en 1834
pensaron en eliminarlo totalmente)
Santa Anna fue tomado prisionero en 1836, en plena campaña contra las
revueltas, y obligado a firmar un tratado que reconocía la independencia de
Texas, pero tras volver a Veracruz en 1837 denunció el pacto. Para ese
momento, Bustamante había vuelto a la presidencia bajo la constitución
centralista aprobada en 1836 en ausencia de Santa Ana, los Estados pasaron a
tener gobernadores designados directamente por el presidente de la República.
Para este entonces México ya había sido reconocido por España y el papado
mientras que Francia reclamaba indemnizaciones a los ciudadanos franceses en
México por las pérdidas que se dieron gracias a la incapacidad del gobierno de
mantener la ley y el orden. En 1838, Santa Ana atacó a los franceses en
Veracruz y en 1840 apoyó a Bustamante cuando Farías volvió del exilio e
intentó un golpe federalista en la capital.
Santa Ana fue derrocado en 1844 por el general José Joaquín Herrera
(moderado federalista) y en 1845 fue nombrado presidente por el Congreso
según la constitución de 1843 (presidente con poderes ilimitados). El general
creía que la restauración de México vendría de la mano con la formación de un
gobierno responsable a escala nacional y la eliminación del anticlericalismo que
enfrentaba a la población y defendían los federalistas puros. En 1845 Estados
Unidos anexó Texas y esto le valió la queja de Herrera que ya planeaba
negociar la cuestión con el gobierno norteamericano; antes de que México
reconociera la anexión debían delimitarse las fronteras. Estados Unidos también
pedía que se le fuera vendido el territorio de California, desatando para ello una
invasión sobre el territorio que terminó en la deposición de Herrera en manos de
Paredes que asumió la presidencia en 1846 pero frente a su incapacidad de
defender la nación fue derrocado por un levantamiento popular (en el mismo
año) dirigido por Gomes Farías.
En 1847 Yucatán fue invadida por los mayas, asolando las plantaciones de sisal
(principal actividad económica del estado hasta entonces independiente y
neutral). Ante la negativa estadounidense de ayudarlos debieron recurrir a
México quien los aceptó nuevamente como parte del estado federal, Hera envió
tropas a la península que consiguieron liberar las plantaciones de sisal y
confinar a los mayas en las regiones del este de la nación. Este fue el primer
triunfo del moderador Herrara quien en 1848 fue elegido presidente por dos
años. Al no poder echar al presidente mediante un golpe encabezado por
Paredes, los conservadores se organizaron formalmente como partido político
con el objetivo de competir más eficazmente en los procesos electorales.
Ganaron en las elecciones de 1849 aunque los federalistas moderados retuvieron
el control de la mayoría de los parlamentos estatales. El moderador Mariano
Arista fue elegido para la presidencia que debía desarrollarse desde 1850 a 1854
aunque no pudo terminar su legislatura porque el partido conservador,
dominado intelectualmente por Lucas Alamán trabajó para evitarlo y preparar la
restauración de la monarquía en México.
Arista fue derrocado en 1853 por un golpe militar sucedido tras su intento de
recortar el presupuesto bélico y reducir el tamaño del ejército. Lucas Alaman
propuso a Santa Ana como soberano de la nación hasta que los conservadores
encontrarán un rey europeo. Con la muerte de Alamán el gobierno de facto viró
hacia el despotismo. Como los conservadores apoyaban a Santa Ana debieron
seguir su suerte cuando en 1854 los moderados y puros se levantaron en armas
contra el dictador que en medio del escándalo vende Mesilla a Estados Unidos,
la ganancia de ellos sirvió para resistir un poco más el levantamiento aunque en
1855 abandonó el país exiliado en Colombia. Tres meses más tarde los
conservadores entregaron el poder a los moderados y puros que iniciaron una
reforma liberal: La Reforma.
A finales del siglo XVIII, Portugal era un país pequeño, atrasado económica y
culturalmente aislado, en el extremo occidental de Europa, con escasos recursos
naturales y con una modesta fuerza naval y militar, pero con una gran ventaja:
un imperio mundial incluyendo la colonia de Brasil. Los territorios de ultramar
de Portugal constituían una fuente importante de rentas para la corona. Los
impuestos sobre la producción, el consumo y el comercio doméstico, los
monopolios del reino, las donaciones voluntarias y los derechos de importación
y exportación, proporcionaban ingresos superiores a los que se necesitaban para
administrar y sostener el imperio. Las reexportaciones brasileñas en particular
eran esenciales para la balanza comercial de Portugal. Inglaterra proveía a
Portugal e indirectamente a Brasil de bienes manufacturados a cambio de vinos,
aceite de oliva y algodón brasileño. Inglaterra era además el garante de la
independencia de Portugal y de la integridad territorial del imperio portugués,
de acuerdo con unos tratados que se remontaban a finales del siglo XIV.
Si bien los lazos entre la corona y la élite brasileña se habían fortalecido desde
la llegada de la Corte a Brasil, dom Joao hacía lo que podía para proteger los
intereses de los comerciantes portugueses y los brasileños sabían en el fondo
que todavía existía la posibilidad de que se restaurara su condición colonial y se
perdieran todos los logros posteriores a 1808.
Aunque Gran Bretaña no había hecho nada para promoverla, estaba ansiosa de
reconocer la independencia de Brasil. Portugal se encontraba demasiado débil
para reimponer su dominio y Brasil era independiente de facto. Además, UK ya
había establecido relaciones con Brasil quien era ahora el tercer mayor mercado
extranjero de UK. Gran Bretaña consolidaba su ascendencia económica y
política sobre Brasil, que también había conservado el régimen monárquico.
Cualquier retraso innecesario en el reconocimiento del imperio brasileño podría
poner en peligro sus instituciones políticas y minar su precaria unidad. Por
último, la declaración de independencia de Brasil ofrecía a Gran Bretaña una
oportunidad única para solucionar el problema de los esclavos. Canning no
tardó en darse cuenta de la ansiedad brasileña por el inmediato reconocimiento
británico y pidió a cambio la inmediata abolición del comercio de esclavos. Sin
embargo, el gobierno brasileño no se atrevía a enajenar a los grandes
terratenientes que no contaban con una mano de obra alternativa. Los peligros
políticos de una abolición prematura eran mayores que los beneficios del
reconocimiento inmediato. A cambio de esto ofrecieron la abolición gradual.
El objetivo de las elites gobernantes era obtener capital extranjero para así
lograr la modernización del país, por lo cual volvieron a renegociar la deuda
para poder impulsar la fase inicial de desarrollo capitalista
Sin embargo, el auge de la fiebre del oro comenzó a decaer, a la vez que estalló
la guerra civil en EE. UU hacia 1860. A lo que le siguió un incremento de
intercambios entre las naciones industriales del norte (EE. UU) y el centro de
Europa, en menor medida Brasil, Perú, entre otros, en busca de materias primas,
sumado a un nuevo mercado de productos tropicales principalmente hacia las
burguesías europeas y demás regiones.
En cuanto a Chile, fue donde se arraigaron, por primera vez, las formas de
producción y finanzas capitalistas. Esto, gracias a el tráfico comercial generado
por la fiebre del oro, lo cual incrementó las exportaciones chilenas, siendo
fuerte la actividad naviera hacia el comercio costero y californiano, sumado a la
exportación de trigo. Otro gran triunfo fue la explotación de minas, siendo el
primero en desarrollar exportaciones de dicho mineral entre 1840/73. Este auge
de las exportaciones chilenas, generar “efectos multiplicadores”, como
empresas que negociaban con grandes financistas extranjeros, como lo fueron el
banco de Valparaíso y el Banco Nacional de Chile vinculados con firmas
británicas. Desarrollando así emprendimientos en esta fase de desarrollo
capitalista, tanto los comerciantes extranjeros como terratenientes y
comerciantes locales, siendo estos últimos los dueños de la mayoría del capital.
Sin embargo, los europeos establecieron lazos con la elite nativa, como en el
resto de A.L.
En parte, los empréstitos tanto en Argentina como en Brasil, eran obtenidos por
reinversiones gracias a las ganancias y otra parte por créditos. Sumado a que la
mayor fuente de ingresos en este periodo, para ambos, provenían de impuestos a
la importación, durante la década de 1850, limitándose las negociaciones con
las bancas extranjeras en temas de renegociación de deuda. Sin embargo, en el
año 1865 - 1870 estalló la guerra con Paraguay, afectando a los gobiernos
argentino y brasilero, provocando un enorme índice de gastos. Siendo los
ingresos públicos más relevantes que los fondos extranjeros en torno a financiar
la contienda.