Axolotl

A partir de la lectura de el cuento “Axolotl”, un cuento

fantástico escrito por Julio Cortázar, analizaremos los conceptos
propios de este género. Tomaremos los siguientes como guía: el
marco realista, la vacilación, el extrañamiento y el pasaje.

El cuento comienza narrando un día en la vida de un hombre que

luego de visitar el acuario del Jardín Des Plantes, queda
obsesionado con los axolotles: una especie muy extraña de
anfibios. Al salir de allí se da cuenta que no puede dejar de
pensar en estos seres y comienza a visitar el acuario más seguido
para verlos. Acá podemos identificar el marco realista, un
hombre normal, en un contexto real. Pero este marco se va a
romper generando un paréntesis en la realidad cuando el lector
descubre que realmente el que está relatando es el ajolote, como
si fuera el hombre o como si estuviera en su cabeza, algo que
tampoco llegamos a resolver ya que es la incógnita del cuento.
Lo que nos lleva al siguiente punto.

Como es recurrente en las obras de Cortázar, hay siempre una

vacilación que lleva al lector a preguntarse muchas cosas,
generando muchas hipótesis sobre qué fue lo que Cortázar quiso
redactar. En “Axolotl”, la incógnita se presenta cuando está el
cambio de narrador, hay también como un pasaje entre el animal
y el hombre. Nos hace dudar sobre quien es realmente el
narrador, si son la misma mente en dos seres, entre otras
posibles hipótesis que el lector pueda generar.

En cuanto al extrañamiento yo creo que este se genera en el

momento en el que el hombre se obsesiona con los ajolotes y se
distrae de la realidad. Su único pensamiento en el acuario son
estos extraños anfibios, su forma física, de vivir, etc. Los
describe como seres tan inteligentes como el humano pero
encarcelado en el cuerpo de un animal. Tiene pensamientos no
comunes sobre un animal.

El pasaje podría ser el acuario, cada vez que el hombre lo visita

es como si tomara el rol del ajolote, como si se convirtiera en
este y supiera lo que piensa y siente.

En conclusión, podemos afirmar que este cuento es fantástico ya

que cumple con los conceptos que, tanto Cortázar como
Todorov, proponían para identificar este género.