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Había una vez, en una pequeña ciudad de Entre Ríos, un grupo de alumnos que iban a la
escuela. Esos alumnos muchas veces no se trataban bien y se iban a sus casas llorando. Lo
que pasa es que Joaquín, el rey de los apodos, se la pasaba poniendo sobrenombres feos a
sus compañeros. Hasta él mismo se había apodado “caballo rápido”, pero claro, ese
sobrenombre significaba que era fuerte y muy veloz, ya que él era muy presumido. A
Susana la llamaba “pata moquienta” porque dice que era lo más parecido a ese animal y
además siempre andaba resfriada y a Enrique “conejo bobo”, porque, según él, cuando
hablaba torcía la boca y tenía cara rara.
Todos los compañeros estaban cansados de Joaquín, de sus apodos, de las trampas que
hacía cuando jugaban y de lo mal que los trataba a todos.
Un día decidieron que no iban a dejar que él los asuste como siempre, para que lo dejen
ganar.
Era jueves, y lo invitaron a jugar una carrera por una copa en la placita. Susana y Enrique
fueron a la línea de largada y esperaban a “caballo rápido” ansiosos. Mientras tanto el
resto de los compañeros hacían hinchada por ellos.
Llegó la hora. Comenzó la carrera. Hicieron cuatro pasos y Joaquín le pegó un empujó a
Susana, dejándola fuera de carrera. Por allá, cuando estaban por llegar a la meta lo quiso
hacer tropezar a Enrique, pero éste, muy astuto pegó un salto para esquivar sus pies
malvados, haciendo que suceda lo contrario. El que se cayó fue Joaquín, y se pegó tan
fuerte que lloró por una hora. Aunque sus compañeros no sabían si lloraba por el golpe o
porque había perdido, porque él nunca perdía. Claro, había perdido y por primera vez
Enrique era el ganador.
El llamado “conejo bobo” se compadeció de “caballo rápido” al verlo tan mal y que seguía
llorando, y decidió regalarle la copa, pero antes le hizo ver lo feo que él los trataba.
Joaquín entendió que estaba mal todo lo que hacía y prometió a todos que nunca más les
diría apodos feos, les haría trampa, se reiría de ellos, ni nada por el estilo.
Así, los alumnos de 2° grado pudieron terminar el año en paz, todos felices y contentos.

FIN

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