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Programas de reforzamiento
Skinner señaló que en la vida diaria, fuera del laboratorio de psicología, rara vez se
refuerza la conducta siempre que se presenta. La madre no carga y arrulla al bebé
cada vez que llora. Los superestrellas del béisbol no conectan un jonrón en todos
sus turnos al bat. Los niños que guardan las compras en un supermercado no reciben
una propina por cada bolsa que empacan. Nuestro grupo preferido de rock tampoco
gana un Grammy por todos los álbumes que saca al mercado. El lector seguramente
podrá pensar en más ejemplos de conductas que persisten a pesar de que sólo sean
reforzadas de forma esporádica.
Así, tras observar que las ratas seguían presionando la palanca a una tasa bas-
tante uniforme a pesar de que no se reforzaba cada respuesta, Skinner decidió in-
programas de vestigar varios programas de reforzamiento a efecto de determinar su efectividad
reforzamiento para controlar la conducta. Estos son los programas de reforzamiento que probó en
Patrones o tasas con que el laboratorio.
se proporcionan o se
retienen los reforzadores. ■ Intervalo fijo
■ Razón fija
■ Intervalo variable
■ Razón variable
Un programa de reforzamiento de intervalo fijo proporciona el reforzador a conti-
nuación de la primera respuesta que se presenta después de transcurrido un intervalo
fijo. Éste puede ser de un minuto, tres minutos o de otro periodo fijo cualquiera. El
momento del reforzamiento no tiene nada que ver con la cantidad de respuestas. In-
dependientemente de que la rata las emita tres o 20 veces por minuto durante el
intervalo fijo, el reforzador sólo se proporcionará cuando haya transcurrido un plazo
determinado y se haya emitido la respuesta correcta.
Muchas situaciones de la vida real operan de acuerdo con este tipo de programa.
Lo utiliza el profesor que hace un examen semestral y otro final, y la empresa que
paga un sueldo semanal o quincenal. El sueldo no se percibe en razón de la cantidad
de productos ni del volumen de ventas (el número de respuestas), sino de la canti-
dad de horas, días o semanas que transcurran.
Las investigaciones de Skinner demostraron que cuanto más breve era el inter-
valo entre las entregas del reforzador, tanto mayor era la frecuencia de las respuestas.
La tasa de éstas disminuía a medida que se iba alargando el intervalo entre refor-
zamientos. La frecuencia con la que éstos se proporcionaban también influía en el
tiempo para que se extinguiera una respuesta. Ésta desaparecía antes si la rata había
recibido reforzamiento continuo y después se le suspendía, que cuando había reci-
bido un reforzamiento intermitente.
Con un programa de reforzamiento de razón fija los reforzadores sólo se pro-
porcionan después de que el organismo ha emitido una cantidad específica de res-
puestas. Por ejemplo, el experimentador podría proporcionarlos después de cada 10
o 20 respuestas. Con este programa, a diferencia del anterior, la entrega de los re-
forzadores depende de la frecuencia de las respuestas del sujeto. La rata no recibirá
una bolita de alimento mientras no emita la cantidad requerida de respuestas. Es un
esquema que produce una tasa de respuesta más veloz que el programa de interva-
lo fijo.
Lo anterior también se observa en las actividades de las personas. En un traba-
jo que se paga por la cantidad de productos, el ingreso dependerá del volumen que
382 PARTE SIETE La teoría conductista
Una sonrisa de
aprobación de los
padres puede reforzar
el comportamiento de
sus hijos.
© Brand X Pictures/Jupiterimages
Conducta supersticiosa
Sabemos que la vida no siempre sigue un orden ni está tan controlada como en un
laboratorio de psicología. A veces somos reforzados accidentalmente después de ha-
ber mostrado cierta conducta. Así, la repetiremos a pesar de que no sea la causa o el
motivo del reforzamiento.
Tomemos un ejemplo del futbol americano. Un delantero ofensivo de los Buca-
neros de Tampa Bay había tenido una pésima temporada al inicio de su carrera. Le
pidió a su compañero de cuarto que cambiaran de camas de modo que él durmiera
más cerca del baño. Justo después del cambio mejoró su rendimiento. A lo largo de
su carrera siempre pidió la cama más próxima a la puerta del baño en los hoteles
donde se hospedaba el equipo. ¿Qué decir del pateador que antes de los juegos abra-
zaba los postes de la meta? Lo había hecho antes de marcar un gol de campo y, como
conducta supersticiosa
Comportamiento entonces le había dado resultado, seguía haciéndolo. Le comentó a un reportero que
persistente que presenta lo hacía porque quería que los postes supieran que los amaba y les imploraba que no
una relación coincidente, se movieran cuando pateaba el ovoide.
y no funcional, con el Skinner llamó conducta supersticiosa a este fenómeno y lo demostró en el la-
reforzamiento recibido. boratorio. Metió a una paloma hambrienta en un aparato de condicionamiento ope-
CAPÍTULO 12 B. F. Skinner: teoría del reforzamiento 385
El autocontrol de la conducta
Según Skinner, variables que están fuera del organismo controlan y modifican la con-
ducta. En nuestro interior no existe nada –procesos, impulsos u otra actividad– que
la determinen. No obstante, aun cuando los estímulos y reforzadores externos la mol-
autocontrol dean y regulan, somos capaces de emplear el autocontrol, como lo llamó Skinner, el
Capacidad para regular cual describió como actuar para modificar la influencia de los sucesos externos. No
las variables que se refería a actuar bajo el control de un misterioso “yo”, sino a que en cierta medida
determinan la conducta. podemos controlar las variables externas que determinan la conducta.
Propuso varias técnicas de autocontrol. Por ejemplo, con la técnica de evitar el
estímulo. Si la música del estéreo de un compañero de cuarto le molesta y le impide
estudiar, usted puede salir del cuarto y acudir a la biblioteca, eliminando así una
variable externa que incide en su actividad. Si evita el contacto con una situación o
persona que le molestan, disminuirá el control que ejercen sobre usted. Por lo mis-
mo, los alcohólicos no tienen nunca licor en casa para evitar el estímulo que domina
su conducta.
Asimismo, con la técnica de la saciedad autoadministrada exageramos alguna
conducta a efecto de controlarnos para liberarnos de malos hábitos. Si un fumador
quiere dejar el hábito, fuma como máquina durante algún tiempo, inhalando has-
ta que siente tal aversión, malestar o mareo, que deja de fumar. Esta técnica ha dado
buenos resultados en programas terapéuticos formales diseñados para eliminar el
tabaquismo. La técnica de la estimulación aversiva incluye las consecuencias desa-
gradables o repugnantes. Alguien obeso que desea adelgazar expresa su intención
a los amigos. Si no mantiene su decisión, sufrirá las molestas consecuencias del
fracaso personal. En el caso del autorreforzamiento, nos recompensamos por reali-
zar conductas buenas o aconsejables. Si un adolescente acepta esforzarse para ob-
tener una calificación promedio determinada o por cuidar a su hermano o hermana
386 PARTE SIETE La teoría conductista
CONÉCTESE
Classroom Interventions for Children with Attention Deficit Disorder
Descripción pormenorizada de una intervención con economía de fichas en el con-
texto de un aula de niños con trastorno por déficit de atención.
Para obtener un vínculo directo con el sitio anterior, conéctese al sitio destinado a los
lectores del libro en http://www.academic.cengage.com/psychology/Schultz, y selec-
cione Chapter 12.