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IT essentials

CTP de Orosi

¿Qué es un RAID?
Tras el acrónimo RAID se esconde Redundant Array of Independent Disks, es decir,
“conjunto redundante de discos independientes”. Aunque nos pueda sonar al
nombre de un “partido político”, tras estas siglas lo que se esconde es un sistema
que nos permite implementar un volumen de almacenamiento de datos que, a su
vez, está formado por múltiples discos duros con el objetivo de conseguir más
espacio o bien proteger la información y conseguir mayor tolerancia a fallos de disco
(evitando pérdida de información si el disco duro sufre una avería).
Lo interesante del RAID es que la combinación de discos duros, a efectos prácticos
del usuario, se traduce en un “único almacén” mucho más robusto que un disco duro
por sí solo; por tanto, usar un RAID siempre puede ser interesante en aplicaciones
de alta disponibilidad o para proteger información que consideremos crítica.
¿Qué tipos de RAID existen?
Partiendo de la base que un RAID es un conjunto de discos duros que funcionan de
“manera coordinada”, vamos a repasar los modos de RAID más habituales que
podemos encontrar:
RAID 0 no es, precisamente, una configuración RAID orientada a la redundancia y
la tolerancia a fallos; conocido como striping, en esta configuración lo que se hace
es distribuir de manera equitativa los datos entre dos discos duros. Dicho de otra
forma, el sistema irá repartiendo los datos entre dos discos duros para aumentar la
velocidad de acceso a los datos. Obviamente, al no existir redundancia, si uno de
los discos se avería tendremos que recurrir a una copia de seguridad externa.
RAID 1 es una de las mejores configuraciones en cuanto a redundancia y tolerancia
a fallos. También conocida como “espejo” o “mirroring“, en esta configuración RAID
lo que se hace es duplicar la información en dos discos; es decir, nuestro sistema
verá un único volumen de almacenamiento que, en realidad, está formado por dos
discos iguales en los que se escriben los mismos datos. De esta forma, si un disco
se estropea, el sistema seguirá funcionando y trabajando con el disco que aún
funciona. Además, el rendimiento en lectura también aumenta porque, por ejemplo,
es posible leer 2 datos a la vez (uno de cada disco).
RAID 5 es una configuración bastante usual, por ejemplo, en un NAS; conocido
como distribuido con paridad, en esta configuración se realiza una división por
bloques de información y se distribuyen entre los discos que forman el conjunto.
Además, se genera un bloque de paridad que, a modo de redundancia, nos permite
reconstruir la información de volumen completo si, por ejemplo, uno de los discos
se averiase. En este tipo de configuraciones, como mínimo debemos contar con 3
discos duros y, como nos podemos imaginar, solamente se tolera el fallo en uno de
los discos.

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