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a Tia «a \/ \A > ANA. ae a La Recuperacién de la Memoria Histérica de Exposiciones de Arte Mexicana (1930 - 1950) es posible gracias a la Beca Bancomer de Apoyo a las Artes y al Posgrado en Historia del Arte de la Universidad Nacional Auténoma de México. Dafne Cruz Porchini, Claudia Garay Molina, Mireida Velézquez Torres Coordinacién editorial Luis Miguel Leon Disefio Mireida Velézquez, Daniel Garza Usabiaga, Rachel Kaplan, Claudia Garay Molina, Diego Flores Olmedo, Itzel Rodriguez, Deborah Dorotinsky, Dafne Cruz Porchini, Adriana Ortega, Ana Torres, Ernesto Leyva, Cuauhtémoc Medina Textos Karla Richterich Correcién de estilo Primera edicién: Marzo 2016 DR. © 2016 de los textos D.R. © 2016 de los autores D.R. © 2016. Universidad Nacional Auténoma de México Ciudad Universitaria, Delegacién Coyoacan, C.P 04510. ‘México, Distrito Federal. ISBN: 978-607-02-7671-2 Prohibida la reproduccion total © parcial por cualquier medio sin la autorizacién escrita del titular de los derechos patrimoniales, ‘Impreso y hecho en México Indice 33 47 65 81 F Presentacién: Dr. Juan Pedro Loclete Dra. Deborah Dorotinsky Introduccién |. La construccién de un modelo de exhibicién: ‘Mexican Arts en el Metropolitan Museum of Art (1930) Mireida Velazquez 2. La Exposicién Internacional del Surrealismo en México como fracaso (1940). Una reconsideracién Daniel Gorzo Usabiogo 3. Mexican Art ‘loday: Una redefinicién del arte moderno mexicano en Filadelfia y los Estados Unidos (1943) Rachel Kaplan 4. Who is Posada? Exposicién retraspectiva del grabador mexicano en el Art Institute of Chicago (1944) ‘Claudia Garay Molina 5. Mdscaras mexicanas: el arte pi rseripsprsorriy nearer peg Diego Flores Olmedo 6. Un arte intacto: el arte nativo norteamericano como paradigma cultural americano (1945) Iizel Rodriguez Morellaro 127 143 157 175 19) 205 au 7. Alegorias para la exhibicién. Héroes y museos en la construccién neorrealista de David Alfaro Siqueiros (1945-1952) Natalia de la Rosa 8. El asedio de los rostros. La Exposicidn Etnogréfica México indégena (1946) Deborah Dorotinsky Alpersiein 9. Homenaje y demagogia. La exposicién de José ‘Clemente Orozco en el Palacio de Bellas Artes (1947) Dafne Cruz Porchini 10. La “primera victoria” del arte mexicano en Europa: La XxV Bienal de Venecia en 1950. ‘Adriana Onega 11. Memorias colectivas y escaparates artisticos en tiempos de confrontacién (1952) ‘Ana Torres 12, Presencia y ausencia. La participacién mexicana en las ediciones de la Bienal de Sdéo Paulo en la década de los afios cincuenta Emesto lewa Relatoria Cuauhtemoc Medina Bibliografia Recuperacién de la Memoria Histérica de Exposiciones de Arte Mexicano (1930 - 1950) El asedio d Koll =f ofek tial México Ind En octubre de 1946 UNAM inauguré lam el Palacio de Bellas Ai indigenista “a muro al que se habia casi una década en € refio y cuya formacié década de los treinta Agustin Jiménez~ v su cdmara las fisonom ra solo 0 en cor Rojas Gonz: fundamentalmente ‘de tipo american de la vestim chadas de casas y tech recinto reservado a las grupos indigenas y para coadyuvar El asedio de los rostros. La Exposicién Etnogrdfica México Indigena (1946) 128 | El avedio de los ross Uno de sus recursos mas importantes fue la ampliacién fotogréfica a tamafio mural, estrategia que en el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York ya habia desarrollado con éxito Edward Steichen en exposiciones de propaganda politica como Road to Vietory (1942, con el disefio de instalacién de Herbert Bayer) y Power in the Pucific (1945, con el disefio de montaje del teniente George Kidner Smith). Greadas para promover el entusiasmo y la esperanza entre los visi- tantes norteamericanos, estas exposiciones se valieron de miles de imagenes documentales (de los archivos del Farm Securities Adminis- tration, por ejemplo) que fueron después reencuadradas e impresas paredes y creaban recorridos con narrativas lineales, estas imagenes permitieron a la fotografia un protagonismo que no habia adquirido en los mercados de arte. Sin duda, el museégrafo Fernando Gamboa estaba familiarizado con el poder de la retérica de este tipo de muestras. Para realizar el mon- taje de México Indigena, Gamboa, y el esctitor Enrique Othén Diaz examinaron alrededor de 20,000 negativos tomados de 15 archivos distintos, y asi seleccionaron las 1,000 fotografias exhibidas, junto a 43 trajes originales de la coleccién del fotégrafo Luis Marquez Ro- may, algunos otros objetos pertenecientes a 46 grupos lingiiisticos y varios cuadros sindpticos.’ La muestra se mantuvo abierta al publico por espacio de 20 dias. El cometido de la exposicién era “fijar la atencién piiblica sobre uno de nuestros grandes problemas sociales en cuya solucién urgente y adecuada descansa en buena parte, el desarrollo integral y la grandeza del pais”.” Este estudio es un acercamiento a la estructura y contenidos de esta exposicién etnografica y analiza el papel central de la fotografia de retrato como un dispositive de construccién de sentidos sobre la di- versidad étnica, de aproximacién al desarrollismo desde la perspec- tiva indigenista y de intervencién de las diversidades culturales en la vida nacional al inicio de la posguerra. Algunos ejemplos de recep- cién de la muestra en la prensa servirdn para tratar de explicar tanto 1. Mary Anne Stoniszewski, The Power of Display. History of Exhiba tions ot the Museum of Modem Art Combidge. Mawachusems y londies: Massa husets Insliule of Techonology Press, 2001), 200-259 2. Tiempo, nim, 234 locnibre, 19:46), 3-5 33. la nen de jorge Juan Crespo dele Sema, anise, ctico de arte y amigo de Joss ‘Clemente Groza, apavecio en et peniédico Excdisior al 2] de ocubve de 1946, empresa postericrmanta y ttvlads “Presencia del México indigena’, en eu libro (0 clepsicke y los dios IMésica: Revista Balios Antes, 1956), 157 16d. Jn retdrica india una exposicion de retratos fotograficas. la Exposicién Seguin el periodista la descripcién mas estobildod pelinane Ares Grialba, ™ con éxito Edward Steichen en ica como Road to Victory (1942, Herbert Bayer) y Power in the Pacific ‘del teniente George Kidner Smith). archivos del Farm Securities Adminis- después reencuadradas ¢ impresas las vistieron con nuevos signi- Gamboa estaba familiarizado con de muestras. Para realizar el mon- y el escritor Enrique Othén Diaz negatives tomados de 15 archivos 1,000 fotografias exhibidas, junto a del fotégrafo Luis Marquez Ro- a 46 grupos lingiiisticos y se mantuvo abierta al puiblico de la exposicién era “fijar la grandes problemas sociales a la estructura y contenidos de esta el papel central de la fotografia de ién de sentidos sobre la di- al desarrollismo desde la perspec- de las diversidades culturales en la Algunos ejemplos de recep- servirdn para tratar de explicar tanto la retorica indigenista de los afios cuarenta como la efectividad de una exposicién de tema indigenista basada casi exclusivamente en retratos fotograficos. ta Exposicion Segiin el periodista Jorge Juan Crespo de la Serna, a quien debemos la descripcién mas detallada de la muestra, ésta exponia: los prolegmenos de una labor encaminada a dejar sentados los lineamientos sgenerales de la solucién de un problema en que todos tenemos que colaborat, en esta etapa que deberia ser de reetificaciones, de dedicacién desinteresada, de verdadero espiritu progresista y constructivo. Nunca seria tarde, ponque un conocimiento objetivo. justo, despojado de sensibilerias [sic] o falsos mistcis mos, de lo que es y Io que representa y ha representade la raza indigena en nuestra historia, ha de conducir, condueird ~a acicatear las mejores fibras de nuestro verdadero patriotisma, para entender y sentir en si, toda la trascen dencia que tiene- después de mas de cuatrocientos afios- que la raza mexica nna aun no se halle fisica y espiritualmente integrada.* Habia pues que despertar las conciencias patriéticas de los mexicanos de la capital para hacerlos mas sensibles a los indigenas y promover de este modo su colaboracién en los esfuerzos de integracién, pero sobre todo de desarrollo. En la atmésfera del inicio de la posguerra, regresaba a primer plano el tema de la integracién de los indige- nas a la vida nacional. La exposicidn era, para 1946, un espectculo presentado a un publico urbano demasiado acostumbrado ya a los ‘estereotipos del cine mexicano, como asegura Carlos Monsivais, y ‘desensibilizado frente a la miseria y la pobreza. La muestra inclufa tres dreas principales. (> 22) El recorrido iniciaba desde 1a entrada al Palacio de Bellas Artes, con una gran fotografia mural de una pareja de indios otomies a manera de cartel. ig 23) En ‘el descanso de la escalera que Ilevaba a las salas se apreciaba, del lado izquierdo, lo que Crespo de la Serna llamé “un prélogo plastico”, ‘con fotografias murales y de menor formato, en espacios llamados Fig. 23. “La grandeza indigena” vista en sus monumentas prehispdnicos, la estatuaria y lo rescatado por la arqueologia en general. Con estos dos prélogos visuales se reafirmaban el mito de origen de la nacién mexicana, identificado en sus culturas prehispanicas, y el valor “de uso” nacionalista de la arqueologia mexicana. Bajo el subtitulo de “El indio como base econémica del sistema colonial” se ofrecia, con reproducciones fotograficas de los murales de Diego Rivera en Cuer- navaca y la escalera del Palacio Nacional (fotomurales ampliados por Estrada Discua), un asomo a la vida productiva de los indios en el periodo de la colonia, representada con fotografias de acueductos, iglesias y residencias, ejecutadas por ellos. En un segundo espacio, a la derecha, se encontraban fotografias del paisaje, la arquitectura y estatuaria de Espafia. Bajo el cartel “El indio, factor de progreso” se presentaban una serie de fotografias de tipos populares, facsimiles de papeles y libros antiguas, para dar cuenta de lo que Crespo de la Serna llama “las fases de evolucién de la masa indigena”.’ Esta seccién ilustraba las ideas evolucionistas sobre la raza indigena como una sola masa indiferenciada, Ambas corrientes, indi. gena y espafiola, de “sangre, culturas y realizaciones” se conjugaban en un pafio central con el titulo “El mestizaje, simbolo de nacionali- dad”. Estas tres regiones, el pasado indigena, el pasado espafiol y la mezcla de éstos en lo mestizo, sentaban las bases de introduccién a las salas que contenian los materiales sobre los indios contemporaneos. Crespo de la Serna reflexes consignas del Institute de & muestra: Hay que sentir Ia tema mulgar con Ia belleza después de visiada cou ame sencia de gran beliens, et i fisica con su exposicitien tip to de Investigaciones apetecido. Pues, sim duudin alga lleza, despierta em of sllmmn dim de compenctracién. Macon indio que ni siquiers Sopa estéticos y morales. Se trataba pues de — frente a la tematica & bilizar, sobre todo par y de valores estéticns comm | muestra, realizado coberemmm nada, segin el escritor, mesa grupos étnicos, espacio all quam de la raza”. Este es un suced ca “toma larga de establectas mostraban geografia, recurs se enfatizaban, por ejemplo, & salubridad para acentuar las resueltas, propiciarian el dess y sumidas en el abandono. La gran sala presentaba = be xico, sus rasgos ¥ expresion condiciones de vida, media tamaiios, objetos, trajes y cm fotografias ofrecian suficienss lizar: “en cada familia Genie y eso estd reflejado Clarammens trato andnimo se afirma eam senta a toda la etnia 2 lege los retratos fotograficas mmm monumentos prehispanicos, la fa en general. Con estos el mito de origen de la nacién prehispénicas, y el valor “de mexicana. Bajo el subtitulo de sistema colonial” se ofrecia, con de Diego Rivera en Cuer- (fotomurales ampliados por productiva de los indios en el con fotografias de acueductos, or ellos. Be swontraben foingraten a Espafia. Bajo el carte \ ay serie de fotografias de tipos antiguos, para dar cuenta de de evolucién de la masa ideas evolucionistas sobre la raza . Ambas corrientes, indi- gas y realizaciones” se conjugaban EI mestizaje, simbolo de nacionali- indigena, el pasado espaol y la aban las bases de introduccién a las sobre los indios contempordneos. Crespo de la Serna reflexioné sobre lo que eran “a su parecer” las consignas del Instituto de Investigaciones Sociales para hacer esta muestra’ ‘Hay que sentir la ternura y la potencia vital de nuestros indios. Hay que co- mulgar con la belleza y la dignidad legendarias que le(s) son propias. Si, después de visitada esta exposicion, logramos descubrir reafirmar la pre- sencia de gran belleza, del indio: asi como de lo coherente de esta belleza fisica con su exposicién tipo, y con sus creaciones y vivencias, el propésito del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad habré tenido el éxito apetecido. Pues, sin duda alguna, todo aquello que nos conmueve por su be- leza, despierta en el alma deseos miiltiples de acercamiento, de indagacién, de compenetracién, Muchos de nuestros compatriotas estén tan alejados del indio que ni siquiera sospechan su innegable superiaridad en muchos aspectos estéticos y morales. Se trataba pues de sacudir un tanto la apatia del mexicano capitalino frente a la temdtica indigena; conmover, llamar la atencién, sensi- bilizar, sobre todo por medio de un sentimiento de nobleza moral y de valores estéticos como la belleza. El contenido medular de la muestra, realizado coherentemente, con una secuencia légica y orde- nada, segiin el escritor, mostraba primero la ubicacién espacial de los grupos étnicos, espacio al que Crespo de la Serna denomina “habitat de la raza”. Este es un suceddneo museografico a la cinematografi- ca “toma larga de establecimiento” (estublishing long shot) donde se mostraban geografia, recursos naturales y medios de subsistencia y se enfatizaban, por ejemplo, las carencias de agua y los problemas de salubridad para acentuar las necesidades apremiantes que una vez resueltas, propiciarian el desarrollo de las zonas indigenas rezagadas y sumidas en el abandono. La gran sala presentaba a las diferentes culturas indigenas de Mé- xico, sus rasgos y expresiones fisicas, sus productos artesanales y condiciones de vida, mediante un juego de fotografias de diversos tamafios, objetos, trajes y cuadros explicativos. Seguin el autor, las fotografias ofrecian suficientes caracteristicas para poder individua- lizar: “en cada familia étnica son los rasgos raciales, inconfundibles, y eso esta reflejado claramente en los retratos anénimos”. Asi, el re- ‘trato anénimo se afirma como modelo ejemplar, un signo que repre- senta a toda la etnia a la que pertenece. Crespo de la Serna ve en Jos retratos fotograficos una gran nobleza y dignidad, incluso entre 940 5 E 3 1.32 | El asedio de los wostos, buscado, Sin embargo, Gamboa no jugé con los angulos de disposi. cidn de las fotografias respecto a los muros, como hizo Bayer para Road to Victory. Las fotografias se presentaron en las salas, pegadas al muro y sin crear juegos dindmicos de superposicién que rompie- ran con la vertical de paredes y mamparas. 's 4) Las imagenes que documentan el interior del recinto permiten apreciar, por ejemplo, a estudiantes tomando notas durante su recorride. Ademas de los 8. Esta fologratic dela tehuana podiia ser la que aparece en Etnagratia de Mé: ico. Siniesis Monagréticas (México: Universidad Nacional Auidnoma de Miixi= Coinsiivio de Investigaciones Sociales, 1957), 47. Segin la catalogacién del equipo det Cento de Estudios sobre la Universidad (cisu, hoy sesut} formade por Leticio: Medina, Paulina Michel y Martha Ochoo, habric que sefaiar que bos etnias de las que se hizo mayor documentacién fotogrdlien fueron la zapoteca de Oaxaca {815 nagotivos en total ka torasca, de Michoansn (353 negatives, 283 son de los oios cvorenia y fetograiados por Esroda Discov; los resizes 70 son de 1962 y-estin en peliculo de 35mm.) la ctomi, de Hidolgo y Tlaxcala [422 nagotivas de fos cuales 358 son de los aftos cummntc y de fios 344 son fologrofias de Esrada Discua: los restartes 64 soa de los avice savarta y estin fen pelicula de 35mm}, | hecho de que exisian mayor nimero de Imégenes para estos res grupos se debe « que al is les dedicé estudios monagrétices exienscs, véase por ejemplo lucio Mendieta y Nitiez, los tarascos: monogralo histérica cemmogrélice y econémica |México: Imprento Universitaria, 1940); Universidad No clonal Autbroma de Mibxico-nsinto de Investigaciones Soles, los zapoieccr: ‘manogratia histérica, ¥ scontmica, (México: Universidad Nacional onal Avibnama de MiKico, 1961). Tengo para imi que @! hecho de encontrar tegistos mucho més omplos y vortadcs de medics Se Prodicién, paces y crcl ene es simon que ince, pot ear plo, méquinas de lavado de goons produccién de ollareria en serie-sugiere ue se les consideraba més cfines a los procesos de medemizacién y quizts més sensibles o unc posible y eventual induswiclizacion de svt productos. Pesto de otto mado, pareciera que el regisito fosogeitice privilagié los instancias donde se percibe un potencl pora lo incorporaciéa y mademigacién mayor ete estos grupos, més olin las ideas imegracionisias del Estado. ds atrasados”. Su apreciacién de jo: las mujeres “arrogantes y en- enas de gracia y vitalidad”, las fortisimas”, los nifios en general le fotografias de Oaxaca, en par epec con jicara de flores sobre la 9”, con una expresién “desafiante, arrogancia, sin afeites, ni efectis- as imagenes consabidas de pudor de la muestra es la vision fotogra- . pero vital, orgulloso y leno de as de las fotografias, que seguian fica, surtian el efecto enaltecedor ) jugd con los angulos de disposi- jos muros, como hizo Bayer para presentaron en las salas, pegadas cos de superposicién que rompie~ amparas. |< 24) Las imagenes que » permiten apreciar, por ejemplo, ente su recorrido. Ademds de los textos explicativos que los alumnos podian copiar de las cédulas, el lis-UNAM organiz6 un ciclo de conferencias que acompafé la muestra Los fotégrafos que cedieron sus imagenes al Instituto de Investiga- ciones Sociales para la exposicidn, ademés de las imagenes de los fotégrafos oficiales de dicho instituto, Ratil Estrada Discua y Enrique Hernandez Morones, fueron: Manuel Alvarez Bravo, Dolores Alvarez Bravo, Antonio Carrillo, Henri Cartier-Bresson, Donald Cordry, Ger- trude Duby, Juan Guzman, Doris Hayden, José Hernandez, Evelyn Hoffer, los hermanos Mayo (Francisco, Céndido y Faustino), Luis Marquez y Ricardo Razetti. ° La muestra cerraba con un biombo en forma convexa, donde se ofrecian los apuntes de un programa minimo de medidas y acciones necesarias para lograr resolver el problema indigena, que requeria, segiin Crespo de la Serna, “urgentemente, ansiosamente, ser defi- nido y atacado resueltamente por todos nosotros, si queremos al- gin dia, construir el verdadero y tinico México”.'' La nota de Crespo de la Serna permite seguir él recorrido entre las diferentes partes y salas de la exposicién. Por su parte, el director del ts-UNAM, Lucio Mendieta y Ntifiez, consideraba que esta muestra era necesaria para dar a conocer al habitante capitalino ese “México desconocido” que era el México indio.'? La idea de organizar y presentar un resumen ema indigen crsideraciones sobre jorez Brove durante su estanc: de Femando G icin Manica indigena, 1946) mo alkededor de 40 negatives indigena {1946} Expasiein Bmagetlicn Mane fotogréfico de la realidad indigena de nuestro pais y de las acciones indigenistas del presidente Lazaro Cardenas- formaba parte de los proyectos de Mendieta y Nuifiez desde la creacién de la Revista Mexi- cana de Sociologia en 1939: EI conocimienta preciso y extenso de los diversos grupos aborigenes de la Repiblica es indispensable, no s6lo por lo que importa a la sociologia y a la ciencia en general, sino como base de una politica de wansformacién social ‘que México requiere con urgencia inaplazable [...] ‘La Exposicién Emogréfica tendré las caracteristicas marcadas por su fi: nalidad, es decir, convergeré en todos sus detalles resultados practicos, de utilidad inmediata; pero sin desdefar su valor cientifica intrinseco. ‘Asi, la Exposicién. consistiré en una serie de lotes de fotografias sobre tipo fisico, habitacién, indumentaria, pequefias industrias, instrumentos de produccién y objetas producidos de todas las razas indigenas que habitan en el territorio mexicano [...] El lote de fotografias correspondientes a cada raza, quedard complemen tado con una fase econémica de gran trascendencia: el relativo a las pequefias industrias aborigenes cuyos productos y formas de produceién, serdn exhibi dos en nutrida serie de muestras. Asi serd posible apreciar, en su totalidad, el valor actual del esfuerzo industrioso del indio, su aportacidn en este aspecto a la economia nacional, las posibilidades que ofrece cada una de las industrias exhibidas, para un fururo desarrollo, La muestra se realizé seis afios después de lo planeado pero guiada por esta visién que procuraba poner de relieve la aportacién -o el potencial de los grupos étnicos~ de contribuir positivamente desde sus universos particulares al desarrollo del pais. El problema indio quedaria entonces expresado, no como factor de retraso, sino de pro- greso. Se trata de una retérica que prolonga la fase del “desarrollo estabilizador” permeado en los regimenes posteriores a 1946. la recepcidn Sobre la exposicién de 1946 y en el expediente de la misma, en el archivo de! musedgrafo Fernando Gamboa se conservan varias notas aparecidas en la prensa de la época. Algunas permiten ampliar nues- tra impresién sobre qué contenia, cémo estaba distribuida, y qué sor- prenderia al espectador al entrar por los pasillos del México indégena. Fig. 24, Real E ales, UNA, En la revista Nosocrer di con la nota titulada "Mea la consideracién del pais de mayor importancia pa Instituto de Investigacton vigoroso poder de sugesti co” pata poder presentar y mejor orientado esfuers Para presentar en forma « rogeneidad social y culltun dentro de las premisas de interpreta la imagen foto poder sugestivo, la exposi miatico llamado a la macid genas, para que los conam apremio y de exhortacide la necesidad de reconooss blacién urbana frente all m la construccién de wm Mie tegrado, ‘ gena de nuestro pais- y de las acciones zaro Cardenas- formaba parte de los ez desde la creacién de la Revista Mexi- tnso de los diversos grupos abori js8o por Io que importa a la sociologia y a la base de una politica de transformacién social Gia inaplazable [...] tendrd las caracteristicas marcadas por su ff m todos sus detalles resultados préeticas, de wiefar Bien una serie de lotes de fotogra earls, pequefias industrias, instrumentos de su: valot cientifico intrinseco. jas sobre g de vodas las razas indigenas que habitan en pon fgran trascendencia: el relative a las pequefias iisctos y formas de produccién, serdn exhibi 5 a cada raza, quedaré complemen Asi serd posible apreciar, en su totalidad, el Beso del indio, su aportacién en este aspecto a BBitades que ofrece cada una de io 5 industrias después de lo planeado pero guiada poner de relieve la aportacién -o el de contribuir positivamente desde rrallo del pais. El problema indi come factor de retraso, sino de pro- que prolonga la fase del “desarrollo egimenes posteriores a 1946. en el expediente de la misma, en el Gamboa se conservan varias notas Algunas permiten ampliar nues edmo estaba distribuida, y qué sor. por los pasillos del México indi Fig. 24. . a " posicid En la revista Nosotros del 2 de noviembre de 1946, Martin Acero con la nota titulada “México Indigena; una exposicién que plantea a la consideracién del pais, uno de los problemas sociales y humanos de mayor importancia para su presente y su futuro” asegura que el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM logré emplear “el vigoroso poder de sugestién que trasciende del documento fotogrdfi co” para poder presentar una muestra que “constituye el mas grande y mejor orientado esfuerzo que se haya realizado hasta el presente, para presentar en forma objetiva y cientifica el problema de la hete- rogeneidad social y culrural de la nacién mexicana.” “ Al considerarla dentro de las premisas de objetividad del fotodacumentalismo, Acero interpreta la imagen fotogréfica como un documento con vigoroso poder sugestivo, la exposicién México indigena afirmaba, “es un di matico llamado a la nacién, para que piense en sus hermanos indi. genas, para que los conozca y los ame.”'* Este es el mismo tono de apremio y de exhortacién con el cual Crespo de la Serna repara en la necesidad de reconocer el problema indigena, sensibilizar a la po- blacién urbana frente al mismo, mientras se pide la cooperacién para la construccién de un México, verdadero y tinico; es decir, mestizo e integrado, 14. Wk 136 | 8 osedio-de los toss, Sin embargo, no todas las notas coinciden con el gran éxito que su- ponia la muestra indigenista. El critico Antonio Rodriguez presenta en Ultimas Noticias, el 16 de octubre de 1946, una nota disonante. Con el titulo de “La exposicién etnografica. No se presentan en ella trabajos de gran calidad”, Rodriguez reafirma su gusto por el foto- periodismo y su disgusto por la fotografia documental como la que realizaba el Instituto de Investigaciones Sociales: La exposicién, constituida por varios centenares de fotos, por 46 trajes regio- nales indigenas y por algunos objetos de uso y de trabajo, es, sin duda, de loables propésitos: ensefiar al indigena desde “el punto de vista de la reali- dad nacional"; presentar “sus grandes cualidades”, su “capacidad creadera”; demostrar “el atraso cultural y econémico” en que se encuentra y proponer soluciones al problema, entre las cuales se mencionan: “Acercamiento de las regiones indigenas mediante caminas y comunicaciones modernas; otorga- miento de crédito econdmico adaptade a las condiciones indigenas; dotacién de tierras, bosques, agua, maquinaria y electricidad, etc [...] éCumple esta exposicién sus loables y nobles propdisitos? Si trata de llamar la atencién para todos aquellos problemas, tomindola inicamente como punto de partida, si cumple su finalidad. Pero si pretende, al mismo tiempo y con Ia sola exposicién, demostrar aquelias premisas: cualidades, facultades creadoras, condiciones: de vida de los indigenas, etcétera, hemos de reconocer que sélo muy ligeramente roza el problema. éPor qué? Porque la exposicién es en extremo deficiente. No obstante su ambicién lable, de ofrecer un panorama global de la po: biacién indigena, los expositores se limitaron a presentar fovografias y algunos apéndices. complementarios: los maravillosos trajes y varios, muy pocos, casi ningunos, utensilios de uso y de trabajo. De modo que, v a pesar de que se niega esto en el Catdlogo, la Exposicién indigenas. © Rodriguez describe con claridad lo que constituye el verdadero cen- tro de la muestra: las fotografias. A éstas, sin embargo, las encuentra sumamente deficientes porque sélo presentan tipos aborigenes, no tienen ambiente y “no dicen nada més sobre la vida, costumbres y sobre todo, las condiciones de existencia de la poblacién indigena. io sohe incon Son fotografias de personas, paradas, estdticas, aisladas de la vida y ormego | a aa de sus actividades generales.” Para Rodriguez, el incesante “asedio de les rostras” no logra realmente mostrar una “vida vivida en la junio de 1944), See 12 de sombros. Fi ‘cvarenta (México: 16. Antonio Rodriguez, “la exposicién winogidtica. No se presenta waber Esnancos, jos de gran calidad”, Uimas Noticias, 16 de octubre de 1946, 5.9 18, Rodrigues, “le con el gran éxito que su- de fotos, por 46 trajes regio- uso y de trabajo, es, sin duda, de “el punto de vista de la reali- ", su “capacidad ereadora”; ‘en que se encuentra y proponer mencionan: “Acercamiento de las ‘con la sola exposicién, demostrar cxeadoras, condiciones de vida de que sélo muy ligeramente roza, deficiente. tun panorama global de la po- a presentar fotograffas y algunos trajes y varios, muy pocos, casi esto en el Catélogo, Ia Exposicién icin fotografica, con motivos constituye el verdadero cen- sin embargo, las encuentra tipos aborigenes, no sobre la vida, costumbres y de la poblacién indigena. , aisladas de la vida y , el incesante “asedio una “vida vivida en la comunidad. El estaba convencido, por su experiencia entre los indios lacandones en 1944, que la vida comunitaria se “mostraba” de otra manera, y debia representarse, por tanto, como escenas de un hacer y ‘un acontecer, no en estaticos retratos los cuales no lograban mas que afirmar tipologias de dudosa relevancia cientifica.'’ Rodriguez refleja en esta breve nota el gusto fotografico que va cambiando a lo largo de la década de los afios cuarenta, y quiz en una buena parte se deban a él las pautas que fueron sentando dicho gusto mediante su labor critica, predileccién y apoyo a los fotoperiodistas. Sin embargo, Ro- driguez rescata a un grupo de fotégrafos que habian realizado traba- {jos de corte documental sobre los indigenas, ya en los afios cuarenta, como Hugo Moctezuma entre los coras, o Armando Zaragoza, entre Jos tarahumaras. Lamenta, asimismo, que de Gertrudis Duby, Evelin Hoffer, los hermanos Mayo y Ricardo Razetti se hubieran presentado tan pocos trabajos. Por ultimo, enfatiza la falta de recursos econémi- cos del Instituto de Investigaciones Sociales, quizA para avergonzar a las autoridades y presionarlas a mejorar el presupuesto del mismo, y afirma que lo que México necesita con urgencia es la creacién de un Museo del Hombre: MEXICO NECESITA UN MUSEO ETNOGRAFICO. La intencidn y los esfuerzos del Instituto de Investigaciones Sociales som dig. nos de los mayores encomios. Pero no todo se puede hacer con buenas inten- ciones. El Instituto lucha con tremendas dificultades econdmicas. Por eso, no Puede realizar las investigaciones correctas y profundas que deberia. Basta on ver las incretbles incorrecciones que presenta la leyenda sobre los lacan- dones, para poder uno imaginarse la deficiencia de los servicios de investiga- iones, y las cuales, repetimos, son debidas a dificultades econémicas. Por otro lado, México no puede ya contentarse con exposiciones incom. pletas y esporddicas, sobre temas etnogréficos. La riqueza etnolégica que posee exige la creacién de un gran Musee del Hombre, de extraordinaria imporsancia para la cultura del pais. Si esta exposicién marca una etapa en el camino para la formacién de ese museo, habré que saludarla con entusiasmo, aunque sin dejar de sefialar las faltas, deber que el ambiente mexicano, cada ver més severo, mas critico y mas responsable, impone a los que escriben, obligandolos a expresar juicios y no a exaltar amistades. ° nclgeno (1940) z : q : £ § ; £ ; 1.98 | El asedio de fas voshas, 19, leer una imagen de! pasado Loapelastey sujeas folografindos. Lo que encuert onside, ¢ consruye- més en Fotografias en fos fotorteporty ver ese mundo indlo, yg det horizontes hist jue al dramalsmo fono general de la poca. Esto pudle comprobarlo en la lectira los rewisios Hoy y Mafiane: Puercia en el tipo de lectures ch e208 afios. Pensemos en los 20. Revista Tiempo, rxim. 2 “Bl orden, ef sentide: soc artistas que dan vide 3 Orozco ‘to eshibicee por el compatero Fernando Gamtoa. El arte de exhibit mds dificil de lo que o primers wise pudiers porecer.. Sin oper en follioxisme ni con demogagias, @ tec se mantiene ako y con dignidad, cuadros expiicatves que foto 8 cade grupo de foragralios hizo colvear el inaivto® Las tltimas lineas que escribe Antonio Rodriguez sobre la responsa- bilidad de la critica en el ambiente mexicano y la no exaltacién de las amistades, seguramente se dirigian al musedgrafo Fernando Gamboa un poco a manera de disculpa. Antonio Rodriguez, comunista portu- gués, habia logrado salir de la carcel y llegar a México en 1939 en parte gracias al apoyo de Gamboa, con quien mantenia una amistad. Aparentemente, la presentacién de la exposicién indigenista, que po- demos considerar como una enorme escenificacién de la situacién indigena que vivia el pafs en la década de los afios cuarenta, era un llamado de atencién a retomar el problema indigenista resaltado por el cardenismo, pero que durante los aiios de la segunda guerra mun- dial no fue un asunto primordial, situacién coyuntural cuajada en las fotografias. Es posible que las tomas realizadas por Estrada Discua en el momento en que estaban siendo vistas y “lefdas” por sus contem- pordineos, en 1946, fueran apreciadas con un dramatismo que ahora ‘es dificil descubrir en las imagenes. En la revista Tiempo del mismo mes de octubre, se compara esta mues- tra con otra simultdnea organizada por el Departamento de Asuntas Indigenas (pa!) y se afirma que la muestra del 1s-UNAM fue “el mas duro bofetén dado al Departamento de Asuntos Indigenas”. Durante los seis afios de labores en los que el 1Is-UNAM realizé la recopilacién para la exposicién indigenista, el DAI no hizo nada, © lo realizado fue muy poco en beneficio de los indios: “La exposicién inaugurada por el DAI (22 de octubre) costé mucho mas y mostré mucho menos”.”” dia intentar rescator la le #o original de citculocién es un ejercicio problemstico, yo a UunG éxpefiencia emocional del pasado én el presente. Yo veo kas muchos de ellos encuentro una dignicacsén de kos difcl es “ver” ese dromatismo en ko imagen retérico de los texas 0 fos que: se: suturon kos Gué sigrificé pore los especiadares de 1946 par ncsotos verlo en 20158 Una dlferencio to lado es posible que el cine tuviewa una gran in 06 Jantzi; iragicos casi todos, deswalidos, vicimas Te octubre de 19.46}, 3-5. Segiin of autor and> yt dromarismo ~“impecto draménco’, dicen los i6n, hicieron observa al pir José Clemente est3 mogeficomeets montado y presantoder expo 21. Moisés Ochoo, “El chietixomente en la sombre ds 1946) 9085 22. Ewique Othén Diaz, aby con el museegraie propos palabras, 2 apayar| uentron los libres de el fulwio de Mésica” y Isobe la vide de loa dos paliculas en 16) ofomies y mosis Roti Judrez ease un ress 23. £1 visualise subyaom documentales, que comet diciones de vide de iow’ ‘Comparados asi los esfuerzos de dos instituciones por abordar y po- ner en escena la problemdtica indigenista, el Instituto de Investiga- ciones Sociales logré un triunfo contundente. La revista Hoy le dedica unas pdginas a la exposicién en su mimero del 2 de noviembre de 1946, en el cual Moisés Ochoa Campo titula a su nota “El problema indigena” y asegura que “han transcurrido cuatro siglos y el proble- ma indigena de México sigue planteando sus demandas, cada vez con mayor urgencia. Pues la nacionalidad no podra integrarse plenamen- te, en tanto que los tres grupos étnicos fundamentales: el blanco, el mestizo y el indigena, no se incorporen en una sola realidad cons- tructiva”.”’ A partir de su entrevista a Enrique Oth6n Diaz, afirma que Ja exposicin deberia de permanecer abierta mds tiempo que el que se le habia asignado, no por el mensaje estético 0 artistico de ésta, sino por “la presencia dramatica, laceradora pero llena de promesas y posibilidades de nuestras razas autéctonas en el corazén de la Repti- blica; de los grupos aborigenes con las que la nacién tiene una cuenta no saldada de uno de los pilares de la nacionalidad que para honra nuestra y a través de la Exposicién estd diciendo: ‘Aqui estamos: estos somos:

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