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Los Beneficios Físico-Espirituales

y la Prosperidad Económica para


el Creyente del uevo Testamento
Pastor Mario Navarro

1. De acuerdo a la revelación del Nuevo Testamento, revelación que ha sido dada a la Iglesia, bajo
el establecimiento de un Nuevo Pacto. La totalidad de los beneficios que el pueblo hoy obtiene, le son
concedidos POR LA FE (Mt. 6:30; 8:8,10; 9:2; 9:29; 15:28; Hch. 3:16; 14:9; 15:9; Ro. 3:27;; Ga.
3:2,5,7,9; He. 6:12-14;) y POR LA GRACIA (Mt. 10:8; Jn. 1:16;; Hch. 4:33; 6:8; 11:23; 13:43;
20:24; Rom. 3:24; 4:16-17;5:2, 17; 1Cor. 15:10; Ef. 2:8; 1Tes. 1:12; 1Tim. 1:13-14; He. 2:9; 4:16;
1Pe. 1:10-12; 4:10-11).

2. En lo que respecta al PRICIPIO DEL DAR, siembra y cosecha, y al sostenimiento de la obra


del Señor, queda totalmente claro, en las enseñanzas de Jesús (Mt. 6:25-33; 25:14-30; Lc. 21:1-3; Jn.
6:1-14); en las exposiciones que hace el apóstol Pablo (1Cor. 9:1-14; 2Cor. 8 y 9, Filip. 4:11-19, Ga.
6:6-10); y el escritor de Hebreos (He. 7:1-10); que el bienestar económico, material y financiero tanto
de la obra como de las personas mismas, será de acuerdo a su ACTITUD en el momento de
SEMBRAR y después de esto, con su ADMIISTRACIO, y COFESIO de FE.

3. Todos estos principios para la vida del creyente y su relación con el Padre están asegurados y
garantizados bajo el sólido y único fundamento de un MEJOR PACTO, establecido sobre MEJORES
PROMESAS, en la persona de JESUS, el Hijo de Dios (He. 7:22; 8:6).

¿Qué quiero decir con esto? Que todos los demás pactos que se mencionan en el Antiguo
Testamento, en los labios de quien sea, Jacob, José, Moisés, Elías, Eliseo, David, etc., han quedado
abolidos (Mt. 26:27-28; Lc. 5:36-38; Ro. 10:4; He. 7:12,18-19,22,24-25; 8:7-13; 10:9 ).

4. Hoy no hay necesidad de hacer pactos mediante ofrendas o semillas financieras para recibir
sanidad, restauración matrimonial, liberación, reconciliación, conversión o salvación, ya que estos
privilegios están incluidos en el precio pagado una sola vez y para siempre en el sacrificio de Cristo
(He. 7:27; 9:12, 26, 28; 10:10, 12; 12:24,13:20).

5. Desafiar al pueblo a pactar o sembrar financieramente para recibir este tipo de beneficios
espirituales y físicos, es volverlo a someter al yugo de esclavitud (Hch. 15:10; Ga. 5:1) y tener en poco
el sacrificio en el cual se hizo provisión eterna, no solo de los beneficios espirituales de la salvación
sino también los beneficios físicos (Is. 53:4-5, 1Pe. 2:24; He. 10:29).

6. Utilizar la revelación y prácticas antiguo testamentarias para fundamentar enseñanzas de pacto y


recepción de favores, es muy peligroso, si no se hace a la luz de la OBRA PERFECTA DE CRISTO,
ya que se corre el peligro de la advertencia que hace el Apóstol en 2Co. 3:14-15. El mismo escritor
declara que ahora somos ministros competentes de un Nuevo Pacto, no de la letra, pero del espíritu.

7. Toda enseñanza que se dé utilizando como ejemplos a Abel, Moisés, Jacob, José, Elías, Eliseo,
y a David mismo, así como a hombres y mujeres del pasado, debe tomarse en consideración la
pequeña, pero gran diferencia: SOMOS EL PUEBLO DE DIOS POST-MUERTE, SEPULTURA Y
RESURRECCIO DE CRISTO.
8. JESUS MISMO ES UESTRO MODELO; EL Y SOLO EL ES EL MODELO A
IMITAR. Ningún pacto o siembra financiera hizo el inmundo leproso para ser limpio (Mt. 8:1-3), ni el
rico centurión para la sanidad de su siervo (Mt. 8:5-13), ni la afligida mujer del flujo de sangre (Mr.
5:25-34), ni el apesadumbrado líder de la sinagoga Jairo (Mr. 5:35-43), ni el ciego y mendigo Bartimeo
(Mr. 10:46-52), ni la humillada mujer cananea (Mt. 15:21-28), ni la tímida mujer samaritana (Jn. 4:7-
30,39). Ningún pacto o siembra financiera hizo el hombre que nació ciego (Jn. 8:1-12), o los cuatro
amigos del paralítico (Mr. 2:1-12), ni el pobre loco endemoniado de Gadara (Mr. 5:1-20), ni el hombre
enfermo cerca del estanque Betesda (Jn. 5:5-16), ni el padre del joven epiléptico (Mr. 9:17-27). Ningún
pacto o siembra financiera hizo Marta y María por la resurrección de Lázaro (Jn. 11:38-44) ni la pobre
viuda de Naín por la resurrección de su único hijo (Lc. 7:11-17), ni los que trajeron al sordomudo
(7:31-37), ni el usurero de Zaqueo (Lc. 19:1-10), ni la mujer encorvada (Lc. 13:10-17), ni el culto y
prominente líder Nicodemo (Jn. 3:1-17), ni la mujer pecadora (Lc. 7:36-50), ni la mujer sorprendida en
adulterio (Jn. 8:3-11). Todos ellos por el sencillo acto de fe, recibieron el amoroso toque de Su mano o
el amoroso sonido de su Voz. Y todos recibieron de su Gracia Abundante (Jn. 1:16).

9. Pero cuando se trató de asuntos materiales, financieros o económicos: Si necesitó de la


obediencia de Pedro y su fe, para pescar un pez, el cual poseía el monto correcto para pagar los
impuestos del Maestro y su discípulo (Mt. 17:24-27). Cuando les quiso ayudar a prosperar su negocio,
nuevamente necesitó de la obediencia de Pedro y su barca con todos sus implementos; entonces
llenaron sus barcas del precioso producto (Lc. 5:4-7). Cuando quiso dar de comer a la multitud,
necesitó del almuerzo de un niño (Jn. 6:5-15). Para dar a su pueblo vestido, alimento y bebida, les pide
que busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, entonces todas estas cosas (vestido, comida y
bebida) les serán añadidas (Mt. 6:25-33). Para la obtención de ganancias y dividendos nos ha dado
talentos para que negociemos (Mt. 25:14-30). Como retribución al toque de su gracia liberadora y
sanadora un grupo de mujeres ex-enfermas y ex-endemoniadas, ahora son las que asistían su
ministerio. ¿Es esto lógico, para esa época; mujeres ayudando a sostener el ministerio de Jesús? (Lc.
8:1-3). Y alabó a la viuda que dio su escasa ofrenda y no el sobrante que daban los ricos (Mat. 12:41-
44). Y sí necesitó para su transporte a la ciudad de Jerusalén, del pollino (último modelo) de alguien
(Mr. 11:1-7). Y para que la fiesta del recién casado no se echara a perder necesitó de las tinajas, los
sirvientes y bastante agua (Jn. 2:1-11).

10. Como podemos observar para experimentar la prosperidad, restitución o éxito financiero,
económico o material es menester que utilicemos una fe liberal y generosa; es necesario sembrar en la
obra de Dios, de acuerdo a Sus principios. Y debemos de desafiar, instruir, amonestar y estimular al
pueblo, a dar pasos de fe, y que lo haga. Porque ya Uno se hizo pobre para que nosotros fuésemos
enriquecidos (2Cor. 8:9).

11. Pero para recibir el toque de su gracia sanadora, libertadora, restauradora, salvadora,
reconciliadora, en nuestras vidas y familias, solamente se necesita la fe que cree con el corazón y
confiesa con la boca, fundada en el precio del sacrificio de la cruz.
No debemos de tener temor de hacer esta clara diferencia, ya que su gracia se activa cuando
operamos en fe y amor (Jn. 1:16; Ro. 5:2, 1Tim. 1:14; Apoc. 22:17).

12. No hacer esta clara diferencia y enseñarla de esta forma al pueblo, es mantenerlo en ignorancia,
perpetuar la religiosidad fundada en las obras y faltar a la verdad revelada. (Lc. 1:4; Jn. 3.21; 8:32, 45;
Ro. 1:18; 1Cor. 13:6; 2Cor. 4.2, 2Cor. 13:8; Ga. 2:14; 4:16; 2Tim. 2.15).

13. Firmemente creo que es la perfecta voluntad de Dios que el creyente, sea prosperado en todas
las cosas, que goce de salud y que prospere espiritualmente (3Jn. 2).
14. Podemos ver como las cadenas y pesadas cargas de la ley y las obras se rompen y son quitadas
de los hombros de todos aquellos (mujeres y hombres) cuando por la FE en el Señor JESUCRISTO,
reciben de su gracia abundante (Jn. 1:16). Porque “la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia
y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (Jn. 1:17).

15. Este fue de quien habló el profeta Isaías cuando dijo que llevaría todas nuestras enfermedades y
todos nuestros pecados (Is. 53:2-12), mediante la única, maravillosa y perfecta ofrenda, la de su
propio cuerpo (He. 10:5-10). Aún así, el mismo profeta clamó: “¿Quién ha creído a nuestro anuncio?
¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?” (Isaías 53:1). Ya que es solo por el creer que se
activan estos maravillosos beneficios. Y nuestro pueblo sigue pensando que hay que dar algo o pagar
algo para recibir estos beneficios. No. Por eso el profeta vuelve a declarar: “A todos los sedientos:
Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y
sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no
sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro
oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias
firmes a David. He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones”
(Isaías 55:1-5). Sí, ya estamos en ese pacto eterno y hoy disfrutamos las misericordias fieles de David,
confirmadas por el Apóstol Pablo y el escritor de Hebreos (Hch. 13:34; He. 13:20). Y como dijo el
profeta “sin dinero y sin precio”. ¿Por qué? Porque ya el precio fue pagado.

16. Estamos en el año de la buena voluntad del Señor, ya que así lo declaró el mismo Ungido,
Dueño, Propietario y Autor de nuestra salvación (Lc. 4:17-19).

17. A este fue a quien vio Abraham y se gozó (Jn. 8:56-58) y en quien se cumplió y quedó sellado
el pacto y por medio de quien ahora todo el que cree, camina en ese pacto (Ga. 3:13-14,16; Ro. 4:24-
25).

18. Pero de igual manera es en quien se cumple el pacto anunciado por el profeta Jeremías (Jer.
31:31-34; He. 8:10-12). Y el escritor de Hebreos agrega unas palabras que son verdaderamente fuertes,
respecto al antiguo pacto (He. 8:7,13).

19. Pero las palabras del profeta Oseas, al referirse a El, son verdaderamente impresionantes,
cuando dice: “Bos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante
de él” (Os. 6:2). Y luego añade: “Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se
apartó de ellos” (Os. 14:4).

20. Cuanto necesita nuestro pueblo latino este mensaje libertador. A quienes se les enseño una
religión fundada en las obras y el temor. Donde los favores divinos solo por medio de sacrificios se
obtenían.

21. Cuantas veces se menciona la experiencia de Elías y la viuda de Sarepta para enseñar al pueblo
a dar para su milagro (1Rey. 17:8-24), pero cuando este suceso es utilizado por el Profeta de los
profetas y Maestro de los maestros, en la sinagoga de su pueblo, se ganó la ira del pueblo (Lc. 4:24-29),
porque ellos sabían que era una extranjera visitada por la gracia de Dios en la persona del profeta.
Ya que eran muy pocas las personas que podían acercarse al profeta y seguir viviendo. Esa viuda nos
representa a todos nosotros que hemos sido visitados por su gracia, ya que su propio pueblo lo desechó
(Jn. 1:11-12).
22. Que maravilloso, nuestro Señor tuvo una sesión solemne con las dos autoridades mas grandes
del Antiguo Pacto, Moisés y Elías; y de esa encerrona, se nos dice: “Y he aquí dos varones que
hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías; quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban
de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén” (Lc. 9:30-31). Si, mis amados, el antiguo pacto y
el nuevo pacto se encontraron en la cruz, pero uno fue clavado y desechado, para darle lugar al nuevo
(Col. 2:14). Y en esa encerrona, cuando la voz de uno de sus discípulos los puso al mismo nivel a los
tres, entonces, por segunda vez queda registrado: “Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi
Hijo amado; a él oíd” (Luc. 9:35). El escritor de Hebreos y el apóstol Pedro son claros al decirnos cuál
es la voz autorizada por el Padre, para hablarnos hoy (He. 1:1-3, 2Pe. 1:17-18).

23. Pedro nos dice: “Y todos los profetas desde Samuel en adelante, cuantos han hablado, también
han anunciado estos días” y añade “... Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os
bendijese” (Hch. 3:24-26). No es esto maravilloso, son nuestros días, y hemos sido bendecidos en
Cristo (Ef. 1:3).

24. Quien no va a ser liberal y generoso para dar, ante semejante impacto de vida. ¿No fue eso lo
que hizo el padre y máximo modelo de la fe? (Gn. 14:18-20) ¿No fue eso lo que hizo Zaqueo, después
de recibir el toque de su gracia? (Lc. 19:8-10). ¿No fue eso lo que hicieron las mujeres a quienes había
sanado y liberado de los demonios? (Lc. 8:1-3). ¿No fue eso lo que hizo la mujer pecadora y de igual
forma María? (Lc. 9:37.38; Jn. 12:3). ¿No fue eso lo que hicieron los habitantes de Malta con Pablo y
sus compañeros? (Hch. 28:9-10). ¿No fue eso lo que hicieron los primeros creyentes? (Hch. 4:34-36).
¿No fue eso lo que hicieron las Iglesias de Macedonia con el ministerio del apóstol? (2Cor. 8:1-7). ¿No
fue eso lo que hicieron los filipenses con el Apóstol? (Filip. 4:10-19). Además tenemos la gran
cantidad de principios de siembra y cosecha que están dispersos en todas las Escrituras, para
impartirlos a un pueblo que debe de ser instruido adecuadamente en esa vida del dar, de la cual el Señor
Jesús dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir” (Hch. 20:35).

25. Amados esta es la libertad fundada en la gracia, el amor y la fe para dar y recibir, sembrar y
cosechar (Jn. 1:16; Ro. 4:16; 5:2; Ga. 3:2,5; 1Ti. 1:14).

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