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EL TORNILLO VIVIENTE

Esta es la historia de un hombre que todo el tiempo repetía que las cosas le
hablaban, la gente decía que él estaba loco, pero él insistía. Después de algún
tiempo su familia lo envió al manicomio porque ya no soportaba más sus locuras.
Nadie se dio cuenta que en su bolsillo llevaba un tornillo, sin embargo, pasaron
los días y el hombre seguía encerrado en el manicomio, pero su amigo tornillo le
daba consejos para escapar de su encierro. El primero de ellos fue que
desordenara la habitación y que pidiera mucha pero mucha comida. Así el hombre
le hizo caso, destrozó la habitación pero lo castigaron y no le dieron nada de
comer. El hombre, muy triste habló de nuevo con el tornillo y le contó lo sucedido,
el tornillo le dio un nuevo consejo, esta vez le dio instrucciones para abrir la reja
que estaba en una orilla de una pared de la habitación, como pudo el hombre
quitó la reja mientras el tornillo le decía al hombre que hiciera una montaña con
las cosas de la habitación, así el tipo pudo escapar hacia la libertad pero en su
afán por huir dejó al tornillo abandonado. Pasaron lo meses y cuando el tornillo
furioso pudo escapar por fin en los bolsillos de un enfermero, se decidió a buscar
a su viejo amigo por toda la ciudad. Un día mientras el hombre paseaba por el
centro se encontró de nuevo con el tornillo y lo piso, lo pateó y lo humilló delante
de todas las personas que miraban, lo dejó muy lastimado. De esta forma, el
tornillo buscó al hombre hasta encontrarlo, tardó muchos días preguntando aquí
y allá con sus amigos tornillos y cuando por fin encontró al hombre, entró a su
casa y desatornilló todo: las mesas, las sillas, las camas, los electrodomésticos y
al terminar, llamó de nuevo al manicomio para que vinieran por el hombre que
hablaba con las cosas. Así el tornillo viviente pudo vengarse de quien lo había
tratado mal, y decidió desde ese momento no ser amigo de nadie al que le faltara
un tornillo.

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