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INTRODUCCION: CIENCIA Y PSEUDOCIENCIA * El respeto que siente el hombre por el conocimiento es una de sus caracteristicas més peculiares. En latin eonocimiento se dice ‘eee 9 lala eg el nombre de le dese de conocnieno més respetable. ¢Qué distitifue al conocimiento supersticién, i lol oe pesados? La Ine Can enamel copemicanos, el Partido Comunista persiguié a los entender que sus doctrinas eran pseudocientificas. La ‘dooamesiia centre -ciencia-y=pseudociencia de salén; tienesune.importancia.socialejapoliticasvitl. Muchos filésofos han intentado solucionar el problema de la de- marcacin en los términos siguientes: un enunciado constiruye cono- cimiento si cree en él, con suficiente conviccién, un niéimero suficien- temente elevado de personas. Pero la historia del pensamiento muestra que muchas personas han sido convencides creyentes de néciones absurdas. Si el vigor de la creencia fuera un distintivo del conoci- miento tendrlamos que considerar como parte de ese conocimiento 4 muchas historias sobre demonios, Angeles, diablos, cielos e infier- os. Por otta parte, los clentificos’ son. muy escépticos incluso con respecto a sus mejores teorias. La de _deraar GUE CGLGE hepredeelao™wies, pero el * Este articalo se escribié a ptiosipios de 1973 y te fue dado 4 conocer como una conferencia por le redo, Fue enitido por la Open Uni versity el 30 de junio de 1973 ( mo Newton > *) Cone cement {. Jedin: Gerace CSDoe dodogie od HE de \s angered ( Tadera (i coca) 7 NCO os wengabe Joa bose fa no es una virrud intelectual sino un erimen-intelectoal, De este modo un Se ne eae cr sea eminentemente plausible y ; by PUE- de ser cletitificamente valioso aunque sca increfble y aud @lp-Una teoria puede tener un valor cientifico incluso eminente, y, ain menos, crea en ella. El valor tivo de una teorla nada tiene que ver con su influencia tobre las mentes humanas, Creencias, convic- ciones, comprensiones... son estados de le mente humans.’ Pero eb “ : . Su valor cientifico dependenso- Tamente jetive quesprestanvlosshechos a esa conjeture. Como dijo Hume: Si tomamot en auestras manos cualquier WBHIEH de teologla o de metal. sea escolistice, por ejemplo, podemot pregustimos: gcontiene algin rezone iento {Se else y exstencales?-Nor Arsojenodlo > tonces al fuego porque nada contendré que no sean sofisms e sions. man itunes dene een bebe aceaietonae enorme literatura lo xv sobre lcs que esté repleta de informes referentes a observaciones cuidadosas, y gue abundan, los testimonis, bajo jurmmento, incluso experimentos. Ten- el razonamiento experimental antes de comenzar Ja quema de libros humeana Ea el razonamiento cient{fico las teotiss son confrontades por log hechos y una de las condiciones basicas del razonamiento cien- tifico es que las teorias deben ser spoyadas por los hechos. Ahora bien, zde qué forma precisa pueden los hechos apoyar a una teoria? Varias respuestas diferentes han sido propuestas. El mismo New ‘e@on pensaba que él probaba sus leyes mediante los hechos. Estaba orgulloso de no proponer mers insted slo ‘publicaba:teorias . En particular pretendié que habia deducido sus leyes a partir de los fenémenos suministrados por Kepler. Pero su desplante carecia de sentido puesto que, segin Kepler, los plane- tas se mueven en elipses, mientras que, segin la teorla de Newton, Vege © 2d comencien, ealy con ea a ciecley creene = cacociem eke v fe ctega wo corbcha cienhificas Execs A vclor ceotil y dkyehvo dF) vee eo Xd. erenle W. ge bo cee corpB] /repende & ave Ya Feet eadon o\o daehue qt iasentals? Si repasamos la S “ongeta £0 Ou ‘oy bs, Narram:ecdo eat TT cgejoda car Wn een La metodologla de los programas de investigacién cientlica u Jos planetas se moverian en elipses sélo si los planetas no se influ. yeran entre si en sus movimientos. Pero eso es lo que sucede, Por fllo Newton tuvo que crear una eebtlaiderlasoperturbaciones, de 1 ue se sigue que plnginsplanetaste mueyesensaneline Hoy es posible demostrar con facilided que no se puede derivar vilidameate una ley de la naturaleza a partir de un mero finito de hechos, pero la realidad es que atin podemos leer afirmaciones en el sentido de que las chos; ga qué’sesdebe esa obstin: "Hay una explicecién muy plausible. Los cientificos desean que sq0., sus teorfas sean respetables y merecedoras del titulo «ciencia», esto posicién a la Idgice elemental? — haiek es, conocimiento-genuino: Ahora bien, el conocimientormasrelevanite {0 en el siglomawmy, cuando nacié Ja ciencia, incumbia #Di68} al Diablo, al Cielo y al Infierno. Si las conjeruras de una persona eran erréneas fen temas relatives a la divinidad, I consecuencia del error era la — \ condenacién etema, El conocimiento teol6gico no puede ser éalibler sino indudable, Abora bien, la Lustracién entendié que éramos fa- — Cora. aleve Neo> bles e ignorantes en materias teoldgicas. No existe una teologfaciens = ©). \)!\ \ifica y por ello no existe ua conocimiento teolSgico. El conocimiento 1 sélo puede versar sobre la Naturaleza, pero esta nueva clase dec coca... \edGQeco zindodatde ocimiento habla de ser juzgada mediante los cxterios que, sin re“ forma, tomaron de la teologla; tenfa que ser probada basta més allé ‘ de cualquier duda, La ciencia tenfa que conseguir equella certeza que los no habla consepudo a teologs. Aun emia digao de ee centro en no se le podian permitir ‘conjeturas; tenfa que probarseon"lés \ ‘tecos cala frase que pronunciara, Tal era el citetio de la hones c.cn¥i(ico= orden’ poor los hechos eran consir eden a pecaminosa; una herejfa en el seno de ‘EI hundimiento de la seorfaenewtoniana en este siglo hizo que a 80 los cientificos comprendieran que sus criterios de honestidad hablan pero sido ut6picos. Antesidelinstein la mayoria de los cientificos pea- saban que Newton habia descifrado las leyes siltimas de Dios pro- No lado béndolas a partir de los hechos. ., a principios del siglo 20x, centendié que debfa titular su libro relativo a sus especulaciones sobre electromugnetismo: Teoria Matematica de los Fendmenos Electrodi- ndmicos inequivocamente deducida de los experimentos. Pero al final del volumen confiesa de pasada que algunos de los experimentos nun- ‘ca llegaron a realizarse y que ni siquiera se habfan construido los ins- trumentos necesarios. Si todas las tcorias cientificas son igualmente is de ser probadas gquésdistingue al conocimiento cientffico de Is ignorancia y ala ciencia de Ia pseudociencia? \nedhs'o- Foneddod cent con 2 Tce Lakaton \agias indadhvo io anes _ ie ini pla ‘te hi sta a esta ta. bgica inductiva | v Eins dale 1 A ie eudencd told dicognacle 2 a5 es baja 0 incluso cx cero, la teoria es no cinta, i: Por tanto, el dstinvo ela bonestidad intelectual sera m0 afirmar QO) odiluco nunca nada que no ses por lo menos, muy Beobble E'pobabismoy—\ <\69 tiene un rasgo atractivo; en luger de suministrar simplemente una \ Gistineidn en términos de blanco y negro entre la cencia y la paeudo- \®dadelvoero dencia, suministra una escala continua desde las teorias débiles de Para tec probabilidad b. is teorlas poderosas de probabilidad cleva- ee da, Pero en uno de los “Gldatoe-nks-influpentes 4 n ee er cell emit ni de sit a cviiencia,eammmem Si Popper dene rezte' as teorls ceatfies 00 ‘La Td. ladon lov Teo C=O sélo son igualmente incapaces de ser probadas, sino que son también igualmente improbables. Se requerla un nuevo criterio de demarca- \ cién y Popper propuso uno magnifico. ‘Uns teonia puede ser eientifica aatae ele J roel a A Whco oro tt teoria es «cientficas c Malate umenpe CN cars dee Ce : rimento crucial (0 was Seat pe pasta fllarla, yes Peeule ung cerca prde we ecennade cieatifica si : a dalsador potencial». Pero en tal caso no estamos ‘entre teotias cientificas y peeu- dh de YO? _Heew~ docientificas sino més bien entre método cieatifico y método no cien- tifico, Para un popperiano el marxismo es cientifico si los marxistas Vv estin dispuesios a especificar los hechos que, de ser observados, les © aceghamao/aswenisego G4 inducisfan a abandonar el marxismo. Si se niegan a hacerlo el mar- 6 xismo se convierte en una pseudociencia. Siempre resulta itiveresante puede favoeor = \earia, cedhGca preguntar # un marxista qué scontecimiento concebible le impulsaria cent Si esté vinculado al marxismo, encontraré contono HO REPO = Gas _ a abandonar su marxismo. inmoral Ia especificacién de un estado de cosas que pueda refutarlo. EH Por tanto, una proposicién puede fosilizarse hasta convertirse en un as dogma pseudocientifico, o Hegar a ser conocimiento genuino depen- Copecbicar la condconer 9e diendo de que estemos dispuestos a espesificar-las-condiciones-obser- la chdodag Entonces et el eriterio de falsabilidad de Popper la solucién del problema de la demarcaci6n entre la ciencia y la pseudociencia? No: as: ‘terio de Popper-ignorarla notable renacidad-de-lasteoriascien* PRO cgeruthad 88) ‘eificas. Los cientiticos tienen le piel gruesa. No abandonan una teoria 0 simplemente porque los hechos la contradigan. Normalmente o bien Farersconsome + “Topper La metodologla de los programas de investigacién cientiica B inventan alguna hipétesis de rescate para explicar lo que ellos aman después una simple anomalia 0, si no pueden explicar |e anomelia, fa ignoran y centran su atencién en otros problemas. Obsérvese que los cientificos hablan de anomalias, cjemplos wecalciteantes, pero 00 de refutaciones. La historia de la cencia esté, por supuesto, repleta de exposiciones sobre cémo los experimentos cruciales supuestamente destrayen a las teotias. Pero tales exposiciones suclen estar elabora- ddas mucho después de que la teoria haya sido abandonada. Si Popper hnubiera preguntado a un cientifico newtoniano en qué condiciones experimentales abandonaria la teorfa de Newton, algunos cientificos ‘newtonianos hubieran recibido la misma calificacién que algunos mat- sxistas 2Qué es entonces lo que distingue # la ciencia? ¢Tenemos que capitular y convenir que una revoluciéa cientifica sélo es un cambio irracional de convicciones, una conversi6n religiosa? TomeKiuhn, un prestigioso dilésofo de la'ciencia americano, llegé a esta conclusi6n tras descubrir laedagenuidad ‘oni . Pero si ha ene rgd, eptones oo crete demaracéa expla eae Ciencia y pseudociencia ni distinciéa entre progreso cientffico y de- y. gots cel oe cea eet ogni 5 pueden ofrecer entonces entre af Eiprogiev clentliony la degeneraciéa intleral? 3 En los dltimos alos he defendido la metodalogia de Jos progra- mas de investigacién cientifica que soluciona algunos de los pro- blemas que ni Popper ni Kuhn consiguieroa solucioner. En primer lugar defiendo que 1a unidad descriptiva tipica de los ‘grandes logros clentificos no es una hipdtesis aislada sino més bien tun programa de investigacién. La ciencia no es sdlo ensayos y exto- ses une sri de conjeturas refutacones, cl conflicto rusochino. Pero todas sus hipétesis auxiliares fueron ‘manufacturadas tras los acontecimientos para proteger a la teorla de ‘programe newtoniano origind bechos nuevos; el PSO sel i - rificaciones triviales: Popper tiene raz6n cuando afirma que hay mi- ones de ellas. No es ua éxito para la teorfa newtoniana el que al soltar una piedra ésta caiga hacia la tierra, sin que imporce el ndmero de veces que se repite el experimento. Pero [as llamadas «refutacio- ‘nes» no indican un fracaso emplrico como Popper ha ensefiado, por- ue todos los programar cece en un ocano permanent . Lo-que tealmente-importa:son les predieciones dramiticas, ines- ; unas pocas de éstas son suficientes para decidir cl desenlace; si la teorfa se retrasa con relacién a los hechos, ello sig- nifica que estamos en presencia de programas de investigecién pobres yy regresivos. mo sucede ionesceniias? Si tenemos dos pro. investigacién rivales y uno, ‘progress, mientras que | otro degenera, los cientificos tienden « alinearse con el programs ivo. Tal ¢s Ia explicacién de las revoluciones cientificas. Pero 16 Imre Lakatoe aunque preservar Ia publicidad del caso sea una cuestién de hones tidad intelectual, no es deshonesto aferrarse a un programa en segre- sign e inventar convertirlo en progresivo. En contra de Popper, la metodologfa de los programas de inves- tigacién cientifica no ofsece una racionelidad instanténea, Hay que tratar con benevolencia a los programas en desarrollo; pueden trans- ccurrir décadas antes de que los programas despeguen del suelo y se Jhagan emptricamente progresivos. La critica no es tun arma popperians que mate con rapide: mediante la refutacién, Las exfticas importantes Son siempre constructivas; n0 hay refutaciones sin una teoria mejor. Kuhn se equivoca al pensar que las revoluciones cientificas son un cambio repentino e itracional de punto de vista. La historia de la CGencia refura tanto a Popper como a Kuhn; cuando son examinados de cerca, resulta que tanto los experimentos cruciales popperianos como las revoluciones de Kuhn son mitos; 1o que sucede normelmen- te es que los programas de investigacién progresivos sustizuyen a los regresivos. El problema de la demarcaciéa entre biéa tiene serias implicaciones para la ca. La teoriamde@opémnico fue condenada por la Igl en 1616 porque supuestamente era pseudocientifica. Fue retirada del Indice en 1820 porque para entonces Ia Iglesia entendid que los hhechos la habian probado y por ello se haba convertido en cientifi- ca. El Comité Central del Partido Comunista Soviético en 1949 de- ‘lard pseudocientifica a Ja genética mendeliana e hizo que sus defen- sores, como el académico Vavilov, murieran en campos de concentra: cién; tras la muerte de Vavilov la genética mendeliana fue rehabilita- da; peo persia al derecho del Partido a decidir lo que es cientifico y Publicable y lo que es pseadocientifico y custigable. Las institucio- nes liberales de Occidente también ejercitan el derecho a negar la libertad de expresién cuando algo es considerado pseudocientifico, como se ha visto en el debate relativo a le raza.y la inteligencia, “Todos estos juicios inevitablemente se fundamentan en algin criterio de demarcacién. Por ello el i

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