Está en la página 1de 1

No es la mejor manera

de combatir la resaca
La mayoría de nosotros nos hemos tomado un par de analgésicos después de
una noche fuera para prevenir una resaca. Pero los expertos dicen que
deberías elegir cuidadosamente cuando abras tu botiquín, especialmente si
eres un bebedor empedernido crónico.

Tomar acetaminofén con alcohol, incluso en pequeñas cantidades, puede


aumentar el riesgo de causar daño hepático y/o enfermedades renales.

El acetaminofén es principalmente metabolizado en el hígado, donde se


convierte en compuestos no tóxicos que son eliminados a través de la orina.
Pero el hígado necesita algo llamado glutatión para hacer eso. Si tus niveles
de glutatión son bajos - lo cual puede ser causado por el consumo crónico de
alcohol, una dieta no saludable o el ayuno - el medicamento puede ser
metabolizado en una sustancia más tóxica, de acuerdo con los Institutos
Nacionales de la Salud de EE.UU.

El daño hepático puede ocurrir después de tomar cantidades de tan solo


cuatro a cinco pastillas extra-fuertes durante el transcurso del día, según una
publicación de los Institutos Nacionales de la Salud sobre el alcohol y el
metabolismo. Y otro estudio mostró que tomando la dosis recomendada de
acetaminofén con una pequeña o moderada cantidad de alcohol, puede
incrementar el riesgo de padecer enfermedades renales en un 123%.

Tal vez no notes los síntomas del daño hepático inmediatamente, según la


FDA; algunos síntomas como la pérdida del apetito y náuseas pueden ser
confundidos con la gripe (o resaca). Si sospechas que estás en riesgo,
contacta inmediatamente a tu doctor.

Fuente: http://cnnespanol.cnn.com/2014/01/16/5-cosas-que-debes-saber-sobre-el-acetaminofen/

También podría gustarte