Se me otorgó el honor de poder dirigir estas palabras a nombre de mis compañeros de 5° grado. Me puse a pensar cómo resumir su paso por la primaria “Ignacio Zaragoza”, cómo plasmar su experiencia. Sin duda el primer día en que ingresaron a esta institución; fue un día lleno de emociones, curiosidades, conocieron a otros niños, compartieron grandes momentos durante 6 años; como olvidar a cada una de las maestras y maestros, quienes les enseñaron a leer y a escribir, a bailar y cantar o el dominio de un nuevo idioma, o de la tecnología, les enseñaron que la escuela también es divertida. ¿Recuerdan mamás el primer día que trajeron a sus hijos llorando?; talvez ¡tardaron en irse porque no los querían dejar solos!; con tan sólo 6 años de edad, lloraban porque no sabían lo divertido que la pasarían aquí, no sabían que estudiar es un tesoro, jugando aprendieron conocimientos y valores, base fundamental del ser humano, además, a ser solidarios y mejores estudiantes. ¡Pero no sólo eso!, aprendieron a resolver problemas que en la vida enfrentarán; el tiempo ha pasado y ya no son los niños de seis años, han madurado y aprendido cosas extraordinarias, han crecido emocional, física y espiritualmente. Deben estar orgullosos por lo alcanzado, aún quedan largos senderos que recorrer, muchas metas que alcanzar, deben seguir luchando por graduarse en una profesión y, realizar sus sueños; no basta soñar, hay que luchar hasta conseguir el éxito. ¡Concluir una carrera universitaria!, ser un buen profesionista; doctor, ingeniero, licenciado, etc. Ser responsables del futuro que está en sus manos, serán la generación de jóvenes con nuevas ideas y liderazgo que pueden cambiar el rumbo de nuestra patria, un México, con paz, justicia y equidad, en el que podamos vivir en armonía y prosperidad.