CONCEPTO DE DOLO:
Es la conciencia y voluntad del sujeto de realizar el hecho tipificado objetivamente en la figura delictiva.
Sólo el que sabe lo que ocurre puede querer que ocurra, es decir, aplicar su voluntad a conseguir el resultado que tenga en la cabeza.
CONOCIMIENTO:
El sujeto debe:
Ser consciente de que concurren todos los elementos del tipo objetivo.
Ejemplo:
- saber que si acciona un arma de fuego contra otro sujeto le ocasionará la muerte;
- que sostiene acto carnal con persona menor de 11 años;
- en el hurto, que la cosa de la que se apodera es ajena.
VOLUNTAD:
Si el hecho se realiza, pero el que el mismo se produzca no es fruto de la decisión incondicional de realizarlo, no hay dolo. Ej. No hay
dolo de matar quien hace un disparo al aire para alejar un ladrón y la bala rebota dando en él y causando la muerte, habrá un delito
culposo
CLASES DE DOLO:
El elemento cognoscitivo del dolo se puede dar con distintas intensidades respectivamente. La combinación de sus variantes nos permiten
diferenciar diversas clases de dolo: directo y eventual.
DOLO DIRECTO:
Se da cuando el resultado típico o la acción típica es el objetivo perseguido por el sujeto: lo quiere es matar a otro y lo mata.
La doctrina distingue entre el dolo de primer grado y el de segundo grado y ello sucede cuando con el resultado se producen otros hechos
que son necesarios o están inevitablemente unidos al principal.
Ej., se quiere matar a alguien con una bomba colocada en el carro, inevitablemente el carro quedará destruido. El resultado muerte es de
primer grado; la destrucción del carro de segundo grado.
DOLO EVENTUAL:
A veces, quien realiza la conducta sabe que posible o eventualmente se produzca el resultado típico, y no deja de actuar pese a ello. Esta
categoría es difícil de diferenciar conceptualmente de la culpa consciente para lo que se han elaborado teorías, siendo las más relevantes:
a.- T. de la probabilidad;
b.- T de la voluntad.
Teoría de la voluntad: se asienta en el contenido de la misma y exige que el autor se haya representado el resultado lesivo como posible
y probable y, además, que en su esfera interna se haya decidido actuar aun cuando el resultado se hubiera de producir con seguridad,
aceptando o consintiendo el resultado.
No habría dolo, sino en su caso imprudencia consciente, si el autor, en el caso de haberse representado el resultado como seguro, hubiera
renunciado a actuar.
T. de la probabilidad o de la representación: la afirmación del dolo depende del grado de probabilidad de producción del resultado
advertido por el autor con el conocimiento de la situación de que dispone.
Así, se afirma el dolo cuando el autor advirtió que existía una alta o gran probabilidad de que se produjese el resultado. Si el grado de
probabilidad no es elevado nos encontraríamos ante la imprudencia consciente y no en el dolo, pues en tal caso el autor no tenía
necesariamente que contar con el resultado y aceptarlo.
Lo que importa no es la actitud interna del autor, de difícil o imposible captación segura, sino el que a pesar de conocer el grave peligro de
realización del resultado como consecuencia de su actuar, ha querido seguir actuando, lo que implica que se conforma con el resultado,
que lo acepta, lo que encierra una dimensión volitiva a la que no se debe renunciar para imponer la pena del dolo.
Esta teoría resulta preferible porque objetiviza el juicio sobre el dolo y porque responde a la idea de que lo que la norma prohíbe no es
tanto la producción de resultados lesivos, sino la realización consciente y querida de conductas altamente peligrosas para los bienes
jurídicos.
Sector de la doctrina: conocimiento y por ello para que se hable de un hecho doloso bastará que el autor conozca, se represente el riesgo
típico y realice la conducta descrita en el supuesto de hecho, independientemente de que quiera o no realizar la lesión o el peligro del bien
jurídico. Caso de la bomba en el pecho del secuestrado Tribunal Supremo de España.
El Código penal venezolano define el dolo como intención cuando expresa en su artículo 61 que nadie "puede ser castigado como reo de
delito no habiendo tenido la intención de realizar el hecho que lo constituye...".
Para Modolell cuando define al dolo como "intención", al término que implica, querer realizar el hecho delictivo.
El propio artículo 61 expresa que la intención debe abarcar el "hecho" que constituye el delito, es decir, la "intención" debe referirse tanto
a la conducta como al resultado material (si este es requerido por el tipo penal), ya que en los tipos de resultado material el término
"hecho" comprende a ambos.
El resultado solo puede "quererse" ya que se trata de un hecho por ocurrir, constituyendo el auténtico fin perseguido (querido) por el autor.
En suma, al menos desde el ángulo del Derecho positivo venezolano, no tiene cabida la posición que el dolo se conforma por el
conocimiento de los elementos del tipo.
Técnica legislativa: de la letra del 61 todos los delitos son dolosos y sólo serán culposos cuando la ley lo admite.
Objeto del dolo:
El dolo debe abarcar todos los elementos del tipo penal, tanto los descriptivos como los valorativos contenidos en el supuesto de hecho m
(tipo penal). Basta que el sujeto conozca el significado y función en la vida social de los hechos, basta que sea profano.
Además el autor debe querer la conducta realizada y las posibles lesiones y peligros que se deriven para los bienes jurídicos protegidos.
Clases de dolo:
a.- Dolo directo: se traduce en la intención del autor de realizar directamente el hecho. Ejemplo, A apunta al cuerpo de B y dispara cau-
sándole la muerte;
b.- Dolo indirecto (de segundo grado o de consecuencias necesarias): se caracteriza porque el autor no busca la realización directa del
hecho, sin embargo el bien jurídico lesionado, o puesto en peligro, que conforma este hecho no buscado directamente, se encuentra indi -
solublemente unido al bien jurídico que se persigue lesionar directamente (fin principal), o poner en peligro, de allí que para lograr afectar
este último bien tenga necesariamente que afectar a aquel.
Así, el caso del magnicida que para matar al tirano dictador, coloca una bomba en el vehículo a sabiendas de que la explosión también
matará al guardaespaldas y al chofer del vehículo". La muerte de estas últimas personas no son perseguidas directamente por el autor, sin
embargo para el fin principal, la muerte del tirano, necesariamente debe efectuarse aceptar, la del chofer y del guardaespaldas;
c.- Dolo eventual: el calificativo de ((eventual" viene dado porque el hecho representado no necesariamente va a ocurrir, por lo tanto lo
eventual no es el dolo sino el hecho abarcado por el mismo".
En cuanto a la definición del dolo eventual, la misma varía según la teoría acogida que, básicamente, han sido dos: la teoría del consenti -
miento y la teoría de la representación. Ambas se diferencian, a su vez, en la forma de concebir el contenido del dolo.
La teoría del consentimiento se caracteriza porque exige el elemento voluntad, el "querer", con relación al posible resultado, de manera
que existirá dolo eventual cuando el agente se representa un posible resultado, el cual acepta de antemano, pero que no necesariamente va
a ocurrir".
Esta teoría parte del supuesto de que el dolo implica el querer, contiene el elemento volitivo además del conocimiento del riesgo
("conocer" y "querer" como elementos del dolo).
El elemento volitivo ha sido calificado por la doctrina bajo la frase "desprecio hacia el bien jurídico", en el sentido de que ante el
hipotético riesgo de realización del resultado, el autor no haría nada por evitarlo ("no le importa lo que pueda pasar")".
La teoría de la probabilidad (o de la representación) sostiene que el dolo eventual no depende de "aceptar" o "querer" el hecho, sino de
la representación del alto grado de probabilidad de su producción, a pesar de la cual el autor sigue ejecutándolo. Así, habrá dolo eventual
en caso de que el autor "cuente con" la producción o concurrencia del elemento del tipo, cuando ello le parezca "probable"".
En resumen: Los problemas del dolo eventual tienen naturaleza principalmente objetiva, en el sentido de que lo fundamental para de-
terminar su existencia es la probabilidad de realización de la lesión o peligro del bien jurídico, más que su representación o aceptación.
En efecto, hay un aspecto objetivo fundamental en el dolo eventual que se relaciona con la probabilidad de la lesión. Así, si el autor
apunta a la cabeza de la víctima a una distancia de medio metro, tendrá más probabilidad de acierto que si apunta desde 500 metros a una
persona confundida en la muchedumbre. Por ello, la primera parte del análisis del dolo eventual se vincula a la probabilidad del daño. La
segunda parte se refiere a la representación de dicho daño, que precisamente por no ser de una segura realización, el autor deja su
producción al azar o a cualquier otra eventualidad.
Código Penal Venezolano:
En relación a la legislación positiva venezolana cabe la pregunta de si se reconoce el dolo eventual, sobre todo porque el artículo 61 CP
hace referencia a la intención como esencia del dolo.
El término "intención" alude al querer como elemento fundamental del dolo. Ahora bien, con el término "intención" lo único que se exige
es que el dolo deba incluir un elemento volitivo, además del simple conocimiento del riesgo. En consecuencia, estarían abarcadas dentro
de ese término todas las formas de dolo descritas, incluso la "aceptación" del hecho.
Entonces, más que preguntarnos sobre si el dolo eventual está o no admitido por la legislación venezolana, la pre gunta sería precisamente
qué teoría sobre el dolo eventual es aplicable a la legislación venezolana". Según expliqué, el término "intención" implica que el dolo se
configura mediante el "querer" y el "conocer", por lo tanto el dolo eventual solo podrá concebirse mediante la llamada teoría de la
voluntad. De allí que, según la legislación venezolana, no basta que el autor se represente el riesgo de lesión o peligro, sino tam bién debe
aceptar el hipotético resultado dañoso".
d.- Dolus generalis: se habla de esta categoría cuando el autor piensa haber realizado el delito, aunque el resultado se produce por una
acción posterior, en principio, no abarcada por el dolo del autor91, destinada a encubrir el hecho. Así, por ejemplo, el autor que con el fin
de deshacerse del cadáver, arroja este al agua en la creencia de que la víctima ya está muerta, pero solo allí consigue efectivamente la
muerte.
Desde mi punto de vista, la acción posterior usualmente será abarcada por el dolo eventual del autor. En efecto, si se lanza al río a la
persona que se cree muerta, con el fin de desaparecer el cadáver, existiría un dolo eventual de homicidio y no un error de tipo (falta de
dolo) por parte del autor".
Así el caso citado del autor que intenta matar a la víctima mediante una herida de cuchillo, y muere por la infección contraída por la hoja
oxidada del cuchillo. Aunque el autor no haya pensado en causar la muerte por la infección sino por la herida del cuchillo, se considera
que el dolo no debe abarcar estas accidentales desviaciones del curso causal
Por otra parte, puede que el tipo penal exija un especial ánimo, una especial actitud interna del autor, para la configuración del tipo, como
el ánimo lascivo en el tipo de abuso sexual sobre niños (art. 259 LOPNNA), o el ánimo de lucro en delitos patrimoniales (elementos
subjetivos de tendencia interna intensificada)1°7.
Normalmente, el legislador utiliza esta técnica para distinguir una conducta ofensiva de una irrelevante penalmente. Así, no es lo mismo el
tocamiento de los órganos sexuales de la niña que realiza el ginecólogo, con ánimo terapéutico o con ánimo libidinoso. Lo primero no es
punible, a diferencia de la segunda conducta". Según esto, si el tocamiento es inadecuado a los fines de la auscultación médica, pero el
médico lo realizó sin ánimo libidinoso, por una simple torpeza, habrá que negar el tipo penal de abuso sexual.
Por último, en algunos casos el tipo penal exige para su consumación una discrepancia entre lo que se expresa y lo que se conoce
(elementos subjetivos de expresión. Ejemplos de tipos penales con esta clase de elemento subjetivo serían el falso testimonio (art. 242
CP), donde el autor declara ante el órgano judicial algo distinto a lo que efectivamente conoce; o la calumnia (art. 240 CP), tipo en el cual
el autor acusa o denuncia a otra persona a sabiendas de su inocencia. Sin esta contradicción no podrían configurarse los tipos señalados.
Los elementos subjetivos señalados no deben confundirse con el dolo del autor' 1°. En el tipo de rapto el autor tiene la intención de privar
de su libertad a la mujer (dolo), y un elemento subjetivo adicional (el fin de matrimonio o de libertinaje). Igualmente, en el tipo de falso
testimonio el autor sabe que declara ante un tribunal, y quiere hacerlo, todo lo cual constituye el dolo. Sin embargo, adicionalmente,
expresa algo distinto a lo que realmente conoce.
Error de tipo: Cuando el autor desconoce la concurrencia o realización de alguno o de todos los elemento del tipo de injusto – tanto se
trate de elementos descriptivos como normativos
VENCIBLE:
INVENCIBLE
El error invencible sobre un hecho constitutivo de la infracción penal excluye la responsabilidad criminal y si el error fuere vencible, a
tendidas las circunstancias del hecho y las personales del autor, la infracción será castigada, en su caso, como imprudente.
El error se considera invencible cuando no hubiera conseguido evitarlo ni una persona cuidadosa y diligente. Por el contrario se considera
vencible cuando se hubiera llegado a evitar aplicando normas elementales de diligencia y cuidado.
El error puede recaer o proyectarse sobre elementos típicos de diferente significación y así se distinguen los errores sobre el objeto de la
acción, sobre la relación de causalidad, el error en el golpe y el error sobre el momento de la consumación.
En el error sobre el objeto de la acción, resulta en principio irrelevante que el autor haya querido apropiarse del abrigo de uno y lo haya
hecho del de otro o que, queriendo matar a uno, se haya confundido de víctima y haya matado a otro, en ambos casos hay un único delito
doloso consumado de hurto y homicidio.
Al error hay que considerarlo relevante cuando se trata de los mismos objetos pero con diferente protección jurídica o de objetos
heterogéneos. Ej. Quien mata al Presidente y mata al escolta; el que quiere causar daños materiales y mata. En estos casos el error es
relevante.
En los supuestos de error sobre el curso causal de los acontecimientos es preciso distinguir los casos en los que el resultado sigue
siendo objetivamente imputable al autor y los que no.
En los primeros el error es irrelevante: quiere disparar sobre otro, pero sólo le hiere gravemente, de lo que muere en el hospital tiempo
después; aquí hay un único delito consumado de homicidio doloso.
Para el otro supuesto, las heridas no son graves, pero muere al ser trasladado al hospital por estrellarse la ambulancia, aquí hay sólo un
delito doloso en grado de tentativa...
En los delitos contra la vida puede darse el error en el golpe – aberratio ictus -; A quiere causar la muerte a B y mata a C según la doctrina
tradicional hay un único delito doloso de homicidio, aunque quizá procedería considerar relevante el error y apreciar un concurso ideal de
homicidio doloso intentado y homicidio imprudente consumado.
Error sobre el momento de la consumación: Se conoce como dolo generalis el supuesto en que el agente cree haber matado a su víctima
y procede a simular un ahorcamiento por suicidio, momento en que realidad muere, esto es un caso de un único delito de homicidio
doloso.
En ocasiones el legislador ha querido por alguna razón restringir el ámbito de punición propia del tipo doloso y ha incorporado
expresamente a la descripción típica algún elemento subjetivo especial, cuya concurrencia se exigirá además del dolo. Son estos los
elementos subjetivos del injusto como el ánimo de lucro en el hurto.
La ausencia del elemento subjetivo del injusto determina la exclusión de la tipicidad de la conducta, aunque persista el dolo, salvo que
realice un delito distinto, como son los casos del que se apodera de un vehículo de motor para usarlo durante unas horas que no realiza el
tipo de hurto del 453 pues no tiene ánimo de apropiarse de él, sino tan solo de usarlo.
EL TIPO CULPOSO
objetivamente por la producción del resultado típico, consecuencia de una acción que infringe el deber normativo de
cuidado.
En lo subjetivo por la capacidad individual de prever efectivamente el peligro de realización del resultado típico.
Desvalor de la conducta que comporta infracción de la norma de cuidado, por crear o incrementar el peligro de la vida
social.
Desvalor del resultado típico, esto es, la lesión o puesta en peligro del bien jurídico.
El deber de cuidado o prestar el cuidado debido para evitar la lesión de bienes jurídicos de otros:
- está plasmado en varias normas jurídicas pero también en normas sin valor de ley, como la lex artis de las diferentes
profesiones.
- cuando resulta socialmente imprescindible actuar arriesgadamente, adoptando determinadas cautelas para evitar que la
situación de riesgo se convierta en lesión.
Se reprocha al autor haber actuado sin siquiera enterarse del peligro que se ha afrontado, lo que se
enjuicia desde un plano objetivo: los que hubiera advertido cualquier persona en la posición del autor y
en el ámbito de vida de que se trate.
La previsibilidad objetiva de producción o incremento de los riesgos. El juicio de previsibilidad es un juicio objetivo, el juicio de un
observador ex ante en la posición y conocimientos del autor.
Deber de comportarse conforme a la norma de cuidado que el peligro, previamente advertido requiere.
A.- El deber de omitir acciones peligrosas que por sí mismas estén prohibidas:
Ej. Acciones que están reservadas a personas que disponen de una calificación técnica, precisamente para evitar los riesgos o manejarlos
sin peligro.
Cuando el riesgo creado es socialmente necesario – denominado riesgo permitido – se exige que se extreme el cuidado para evitar
que el riesgo se convierta en lesión, situación a la que suele corresponder la existencia de normas jurídicas reguladoras de dichos
comportamientos y que están orientadas precisamente a que se pueda alcanzar el fin perseguido sin incrementar el peligro o crear otros
nuevos.
Para que el resultado típico producido sea atribuido al autor de la infracción de la norma de cuidado el resultado tiene que:
a) El resultado ha de estar en relación de causalidad con la conducta contraria a la norma de cuidado, causalidad que ha de estar en
sentido naturalístico.
b) El resultado debe haber sido previsible objetivamente desde la posición del autor, en una valoración ex ante del proceso causal,
pues a nadie se le puede hacer responder de lo que nadie en su posición pudo prever. Se trata aquí de una previsibilidad global
sobre el proceso de riesgo y no de previsibilidad científico – experimental.
c) El resultado debe ser realización del riesgo creado e incrementado por la acción contraria al deber de cuidado, lo que comprueba
a partir de la identificación de los riesgos que la norma de cuidado infringida pretendía evitar, argumento que se conoce también
por el fin de protección de la norma.
Cuando el resultado que se produce no es realización estricta del riesgo creado por el autor con su conducta, dicho resultado no le es
objetivamente imputable. Ej. Alguien lanza una piedra a una persona, está herida es auxiliada por otra quien lo monta en el carro y ambos
mueren por accidente, este resultado no es imputable objetivamente.
Hay situaciones que se viola una norma de cuidado y se produce un resultado lesivo, pero la norma infringida no estaba destinada a evitar
el riesgo producido.
Ej. La norma que prohíbe adelantar en una curva, está destinada a evitar choque en sentido contrario. Si alguien se adelanta y el carro de
enfrente ve el que se le viene encima y muere de un infarto del susto, ese resultado no es el que la norma pretende evitar.
A diferencia del ámbito anterior, en el de la actividad laboral rige, para el deber de vigilancia y seguridad que han de prestar el empresario
y sus encargados respecto de la seguridad de los trabajadores, el principio de desconfianza en que los mismos utilicen sistemáticamente
los medios de protección exigidos. Por ello, el empresario no sólo tiene que poner estos medios a su disposición sino exigir su empleo
efectivo.
Otro ámbito específico de desarrollo singular de normas de cuidado es el trabajo en equipo, al que hoy se presta atención en la
imprudencia. Ej. En el ámbito de la medicina y cirugía, en donde se han de aplicar con especial atención los principios generales de
confianza y desconfianza a que se ha aludido.
CONTINUACION DE TIPICIDAD
Consumación es la plena realización del tipo en todos sus elementos. En los delitos de resultado, por general la consumación se produce
en el momento de la producción del resultado lesivo, ej., homicidio.
Sin embargo, el legislador puede adelantar la consumación a un momento anterior, así en los delitos de consumación anticipada (delitos
de intención, delitos de peligro), el legislador no espera a que se produzca el resultado lesivo que con la prohibición penal se trata de
evitar, sino que declara ya consumado el hecho en un momento anterior. Ej. El delito de rebelión.
Consumación material, agotamiento o terminación del delito: el autor no solo realiza todos los elementos, sino que, además consigue
satisfacer la intención que perseguía; ej. Heredar al pariente que mató, lucrarse con el delito patrimonial cometido.
En la medida en que esta consumación material está más allá de las previsiones típicas carece de relevancia jurídico – penal.
Algunas veces el legislador hace coincidir la consumación formal con la material, como cuando la amenaza de pena varía según que el
autor haya conseguido o no sus propósitos o tiene en cuenta el propósito ulterior a la consumación formal como elemento subjetivo del
injusto. Ej., el ánimo de lucro en el hurto.
La tentativa es un tipo dependiente, ya que todos sus elementos van referidos a un delito consumado. No hay una tentativa en sí, sino
tentativa de delitos consumados de homicidio, hurto, estafa, etc. De ahí que el dolo sea el mismo que en el delito consumado.
Del fundamento de la punición de la tentativa y de la redacción del artículo 80 del CP se deriva que no cabe la tentativa por imprudencia,
ya que en estos casos no se manifiesta la voluntad de cometer un delito. Y si el tipo delictivo consumado exige otros elementos subjetivos
del injusto, además del dolo, también deben de darse en la tentativa (ej. el ánimo de lucro en el hurto).
a) LA IDEACION CRIMINOSA:
Nacimiento del deseo o impulso de cometer el delito, manifestaciones síquicas de contenido intelectivo orientadas a examinar la
posibilidad de actuar en el futuro en una dirección criminal.
El ámbito de lo punible comienza cuando el sujeto da principio de ejecución del delito directamente por hechos exteriores. Todo lo que no
llegue a la categoría de ejecución del tipo delictivo en cuestión no podrá ser considerado como tentativa y deberá, por tanto, ser excluido
del ámbito de lo punible.
Los conceptos de ejecución y consumación son de naturaleza formal y va referido al tipo delictivo concreto de cuya ejecución se trata. De
ahí se desprende que para la distinción entre acto ejecutivo (punible) y acto preparatorio (en principio impune, salvo que se le haya
elevado a la categoría de delito autónomo) haya que recurrir a una teoría formal. Es decir, por imperativo del principio de la legalidad,
sólo lo que, conforme a los criterios de interpretación normalmente aplicables a la ley penal (gramatical, histórico, sistemático y
teleológico) pueda considerar como ejecución del delito y, por lo tanto, del tipo, debe entrar a formar parte del concepto de tentativa.
7.-CLASES DE TENTATIVA:
- la inacabada,
- la acabada,
- la desistida y
- la imposible.
Debe haber la finalidad de realizar una conducta adecuable a un tipo delictivo. En el art. 80 del CP al
referirse a delito, se excluyó las formas imperfectas de faltas quizá por la menor importancia del interés
jurídico y porque la mayoría de las faltas son de mera conducta y de ejecución instantánea.
Estima Reyes Echandía que en los tipos omisivos no es posible la tentativa porque antes de que surja la
obligación de actuar para el agente su omisión es penalmente irrelevante, y posteriormente “cada momento
de la omisión realiza el delito en su integridad.”
En cuanto a los de comisión por omisión, la admite porque en ellos el proceso ejecutivo puede
interrumpirse antes de la verificación del resultado.
El comienzo de ejecución se da cuando el agente inicia la conducta a que se refiere el verbo que rige el modelo de comportamiento
descrito en el tipo penal ya hacia el cual aquella se orienta; es decir, cuando comienza la acción de sustraer en el hurto, de matar en el
homicidio. No es un comienzo de ejecución en abstracto, sino de la iniciación del concreto comportamiento a que se refiere el verbo rector
del tipo hacia el cual se dirige la acción del agente.
Idóneo es el acto que según la experiencia puede ser considerado apto para la producción del resultado.
La idoneidad debe predicarse de la conducta y no de los medios, como usualmente se afirma; la razón es la que
estos no son objeto de la represión penal, sino meros instrumentos de que el agente se vale en el desarrollo de su
comportamiento para producir el resultado y cuya eficiencia depende de la manera como sean utilizados; un
Revólver puede ser idóneo para matar si está cargado y se dispara dentro del radio propio de su alcance, pero puede
no serlo si está desprovisto de proyectiles o se lo dispara contra una persona situada fuera del alcance del arma.
La falta de consumación ha de provenir de una circunstancia o fenómeno no predicable del agente, sino ubicado
fuera de su esfera volitiva; Ej. quien desvía el brazo de quien dispara; la víctima del arrebató que retira rápidamente
el brazo para que no le arrebaten el reloj; que el ladrón se desmaye en el momento que va a terminar de romper una
caja fuerte.
La causa que impide la consumación puede provenir de un tercero, del sujeto pasivo en que los tipos en que este es
una persona física, del propio agente, un fenómeno externo, como un temblor.
2º.- TENTATIVA ACABADA O FRUSTRACION:
En el CP se diferencian en que en la tentativa inacabada el sujeto activo ha comenzado apenas la ejecución del
hecho y en la acabada o frustración, el sujeto ha realizado todos los actos necesarios para su consumación.
Ej. Hay tentativa inacabada de homicidio cuando el actor aprieta el gatillo del arma pero el proyectil no sale por una
falla mecánica; y sería acabada cuando dando el proyectil en el blanco pero no mata porque dio en la hebilla del
cinturón o una chapa o la víctima se salvó gracias a una eficaz intervención quirúrgica.
Se diferencia de las otras dos formas de tentativa es que la causa que impide la consumación del hecho criminoso lo
es una decisión que emana del propio actor la que evita la consumación.
a) suspensión voluntaria de la conducta antijurídica: el agente impide la verificación del resultado mediante una libre
determinación de su voluntad.
b) arrepentimiento activo, si bien la conducta típica ha sido realizada en su integridad, el autor de ella decide
voluntariamente actuar ahora en dirección opuesta, para evitar que el resultado de su comportamiento –que ya está produciendo
sus efectos – se consume totalmente
Ej. Si A amarra a B con el propósito de lanzarlo al río para que se ahogue pero ante los ruegos de éste se apiada
y lo abandona allí habrá tentativa desistida por suspensión voluntaria de la conducta antijurídica. Pero, si lo lanza
efectivamente al agua y al presenciar sus impotentes y desesperados esfuerzos por sobrevivir, se arrepiente de su
conducta y lo rescata vivo, habrá tentativa desistida por arrepentimiento activo.
Nota: Distinta situación es el aplazamiento de la acción comenzada en que el agente suspende la realización de la acción típica con el
propósito de proseguirla en una ocasión próxima determinada, aprovechando los progresos efectuados o dejando presupuestos los
medios de ejecución. Ej. quien hace de noche un boquete para penetrar en un establecimiento a hurtar y al amanecer lo deja para la
siguiente noche.
Se requiere que el desistimiento además de voluntario sea eficaz en el sentido que se impida el resultado inicialmente
querido. Un abandono del hecho comenzado, que a pesar de ello produzca sus efectos, o un arrepentimiento tardío, destruyen la
figura para dar paso al delito consumado
La no consumación del hecho se debe a la inexistencia o falta de cualificación típicamente exigida del objeto material o del sujeto pasivo.
La tentativa imposible es un fenómeno enmcarcable dentro del mecanismo de la atipicidad. Se trata de casos de error del tipo.
LA COPARTICIPACION:
AUTORIA:
Autor es la persona que realiza la conducta típica pero como tal comportamiento puede ser ejecutado unas veces directa o inmediatamente
por el agente y otras por intermedio de un tercero, la doctrina y la ley suelen distinguir dos formas de autoría: la material y la intelectual y
una corriente admite la mediata.
CLASES DE AUTORIA.
Persona que directa e inmediatamente realiza la conducta descrita en un tipo penal determinado bien de manera
inmediatamente personal (sustraer una cartera con la mano) o de manera físicamente de manera indirecta o instrumental
valiéndose de medios mecánicos, animales o personas objetivamente manipuladas.
El determinador es autor y como tal debe poseer la cualificación que el tipo requiera para asumir dicha categoría; por eso un
particular no puede ser autor intelectual de un hecho respecto del cual el tipo respectivo exige la calidad de funcionario
público en el agente.
Cuando el instigador determina en el instigado la comisión del hecho punible que desea, pero este ni siquiera da comienzo a
su ejecución por cualquier causa, el instigador no podrá ser tenido como autor intelectual del comportamiento si no alcanzó a
materializarse ni siquiera en la forma de tentativa, pero será considerado sujeto activo del tipo autónomo de instigación o de
proposición para delinquir.
El papel del determinador es orientar la voluntad de otro hacia una conducta típica en la que éste no había pensado o que no
había decidido ejecutar; de tal manera que si cuando el instigador interviene el ejecutor ya estaba dispuesto a realizar el
hecho punible, su labor de conserjería se desplaza hacia el ámbito de la complicidad.
AUTORIA MEDIATA:
Los alemanes la construyen sobre la hipótesis de que el agente realiza el hecho típico valiéndose de alguien que no responde penalmente.
No está prevista en Venezuela. Señala Reyes que el autor mediato no es más que un autor material que utiliza instrumentalmente a un
ejecutor (atipicidad) o un verdadero autor intelectual que realiza el hecho con la intervención de un autor material que no responde
penalmente.
COAUTORIA:
Se presenta este fenómeno cuando una pluralidad de agentes realiza la misma conducta típica en forma mancomunada. Sus requisitos son:
a) Capacidad de autores en cada uno de los copartícipes, de tal manera que cualquiera de ellos tenga aptitud jurídica para realizar por
si solo la conducta típica; por consiguiente si el tipo exige sujeto activo calificado, todos deben poseer esa cualificación.
b) Coparticipación eventual de tal manera que el plúrimo comportamiento de los agentes no constituya exigencia legal del tipo.
c) Realización conjunta del mismo hecho típico: los agentes deben actuar mancomunadamente en la realización de una conducta
subsumible en el mismo tipo penal.
AGENTE PROVOCADOR:
Es la persona que con el propósito de lograr que alguien sea sorprendido por la autoridad en la comisión de un hecho punible, actúa de tal
manera que este efectivamente realiza el hecho en el grado de tentativa o de consumación
COMPLICIDAD:
REQUISITOS DE LA COMPLICIDAD:
a) Unidad o pluralidad de autores materiales. Se requiere la existencia de uno o más autores, sólo se puede ser
cómplice de un autor material, no sólo de un intelectual, si de un material que concurra con un intelectual.
b) Contribución en conducta típica ajena: es de la esencia de la complicidad el que la conducta que el colaborador
despliega se dirija a prestar ayuda a quien ejecuta comportamiento subsumible en un tipo penal determinado; por
manera que el cómplice apenas contribuye a la realización de una conducta típica ajena; su participación solo es
accesoriamente típica, gracias a la presencia del dispositivo amplificador que se describe en la parte general del CP.
c) Identidad del tipo: El auxilio de acción o de omisión del cómplice debe penetrar al mismo tipo legal al cual se
adecua la conducta del autor material a quien ayuda. Ej.: para que Pedro sea cómplice de Juan por el hecho de
haberle prestado un revólver para matar a Diego, es necesario que Juan efectivamente use el arma en la acción
homicida.
CLASES DE COMPLICIDAD
La intervención del cómplice es por tal modo importante que su ausencia coloca al autor en situación de no
poder ejecutar el hecho punible.
Aquella colaboración de poca monta que se presta al autor y sin la cual éste habría podido consumar el hecho
punible. Ej. Información que da un empleado a un ladrón para que el hecho se pueda perpetrar con mayor facilidad.
a) Antecedente: cuando el auxilio se presta antes de que el autor comience a ejecutar la conducta típica.
b) Concomitante: siempre la colaboración se produce durante la fase ejecutiva o consumativa del hecho punible.
c) Subsiguiente: es la contribución que se presta al autor después de que este ha consumado el hecho punible y como resultado
de un convenio de ayuda verificado antes del desarrollo de los hechos.
Gimbernat piensa. “cuando en un hecho en que esté tipificado como delito especial y como delito común intervienen intranei y extranei, la
responsabilidad de todos los codelincuentes se determina conforme al hecho cometido por el autor en sentido estricto. Si este es un
intraneus, todos, incluso los extranei, responderán por el delito especial. Y viceversa: si el autor en sentido estricto es un extraneus, los
intranei responderán en base al delito común.
Para Novoa Monreal cuando en un delito el autor es un sujeto activo calificado y el cómplice no lo es, el finalismo propio de la ley penal y
su propósito de dar la más efectiva y eficaz protección a los bienes jurídicos de más valor, exige que las sanciones penales se hagan
efectivas sobre ambos, Reyes Echandía comparte lo anterior.
CONSECUENCIAS:
1.- Tienen la misma pena excepto el cómplice simple lo que hace por razones de política criminal y no por considerar iguales dichos tipos
de intervención.
2.- No adopta un concepto unitario de autor.
DESARROLLO DOGMATICO,
El autor debe ser definido a través de una fórmula que valore el aporte de cada uno de los que intervienen en el delito, como puede ser u
mayor o menor control sobre el hecho típico, o su mayor reproche.
MIR: autor es el protagonista del hecho, aquel a quien se le puede imputar el hecho como suyo.
MODOLELL: debe partirse de un concepto material de autor, es la persona a quien se le puede imputar el hecho como suyo, el
protagonista.
INTERPRETACION DEL ARTÍCULO 83 DEL CPV
Expresión: “varias personas concurren a la ejecución de un hecho punible, cada uno de los perpetradores y de los cooperadores inmediatos
queda sujeto a la pena correspondiente del hecho perpetrado”.
La expresión concurrencia en la “ejecución del hecho” significa concurrencia en la ejecución material del delito.
Esto es personas que desde un punto de vista espacio temporal toman parte en la realización de la conducta punible.
PROBLEMA: Para que el perpetrador se considere como tal debe necesariamente concurrir a la ejecución material lo que conduciría a
problemas en cuanto al autor que realiza actividad antes o a distancia lo que puede conducir a que no es punible su conducta o a lo sumo
será un partícipe.
Según Modolell, asumir esta interpretación conduce a sostener la existencia de un vacío legislativo en caso que alguno de los autores no
concurra en la ejecución material del hecho punible.
Sin embargo, cree encontrar solución a lo anterior cuando distingue el uso dado por el legislador a determinadas expresiones. Así no
utilizada la expresión “hecho ejecutado”, sino “hecho perpetrado”, por ello la voluntad legal es distinguir entre ejecución y perpetración.
La vinculación de la expresión “perpetrador” con hecho perpetrado lleva a la conclusión de que hay perpetradores que “perpetran hechos”
sin concurrir a la ejecución material del mismo.
Autor mediato
Coautor que no concurre a la ejecución material.
Esta primera interpretación se aplica sólo cuando concurren varias personas a la ejecución material del hecho punible. Si una persona
actúa sola, su condición de autor se derivaría del propio tipo penal.
SEGUNDA INTERPRETACION:
La expresión “ejecución del hecho punible” no alude a la realización material sino más bien a la adecuación del tipo penal, se refiere a la
concurrencia de varias personas en la realización del tipo penal, bien sea materialmente o idealmente, bien a título de autor o partícipe.
“Perpetrador” es un término o concepto exclusivamente valorativo, siendo perpetrador quien realiza el tipo penal a título de autor y no
sólo quien “ejecuta” materialmente el hecho punible, por lo que pueden incluirse en el término perpetrador todas las formas de autoría
aceptadas por la doctrina penal.
El cooperador inmediato no es autor pero ayuda de forma inmediata en la realización del tipo penal.
Modolell opta por esta segunda interpretación que parte de una definición valorativa de la expresión “ejecución del hecho punible”
“perpetrador”. Estas expresiones se refieren a la realización del tipo y no sólo a su ejecución material. Así quedan incluídos en el término
perpetrador:
Autor individual
Coautor, concurran o no en la ejecución material
Autor mediato.
EL COOPERADOR INMEDIATO:
Sujeto que si bien no es autor, no es protagonista del hecho o no se le puede imputar como propio, colabora de forma inmediata, directa
con la realización del mismo. Concurren en la ejecución material, espacial o temporalmente.
Para calificar a un partícipe de cooperador inmediato el criterio determinante es su inmediatez de su ayuda en la ejecución del hecho,
inmediatez temporal necesariamente o que además puede ser de carácter espacial independientemente de la calidad del aporte.
Temporal: No está en el lugar, guía por una ruta telefónicamente, dar una combinación de una caja fuerte al otro que la olvida en el
momento de abrirla.
EL INSTIGADOR:
Hace nacer en otro la voluntad criminal. No es Autor sino partícipe. La realización del hecho punible en nada depende del instigador. Ej.
orden dada a un sicario que no ejecuta.
COMPLICIDAD SIMPLE:
Para Modolell se puede castigar como cómplice simple cuando habiendo prometido al autor asistencia para después de cometido el delito,
“posteriormente una vez realizado efectivamente el mismo la niega”. Aunque en este caso no haya otorgado la ayuda prometida, la sola
promesa fue suficiente para apuntalar la resolución criminal, de allí el castigo como partícipe.
Para existencia armónica entre las figuras de cooperador inmediato, cómplice simple y cómplice necesario se requiere:
1º.- Las figuras de los ordinales 1º, 2º y 3º del art 84 presuponen que dichos cómplices:
“no presten su ayuda de forma inmediata en el hecho, es decir, que su acto no concurra (desde el punto de vista espacial o temporal) con el
hecho, porque si no será un cooperador inmediato.
2º.- En el supuesto del ordinal 3º del art 84 la expresión “durante la ejecución” debe interpretarse en el sentido de abarca cualquier forma
de aporte distinto ordinal 1º y 2º, que use el autor “antes o durante la ejecución” partiendo del supuesto que dicho partícipe no concurra
(espacial o temporalmente) en la realización del tipo.
Es decir, el cómplice da su ayuda antes del hecho, aunque el autor la use durante la ejecución, es decir, después de facilitado el aporte.
3.- Todos los aportes del Ord. 1º, 2º y 3º deben darse antes del hecho aunque los mismos:
La figura del cómplice necesario hace referencia a los casos de aportes previos fundamentales para el hecho, que se usarán por los autores
antes o durante la ejecución. Sin que el sujeto que los aporte tenga el dominio del hecho, o se le pueda imputar el hecho como suyo.
La equiparación de la pena con la del autor no se aplica en razón de la inmediatez (espacial o sólo temporal) del aporte, sino por la calidad
del mismo, por su importancia para el hecho. Se trata de un aporte previo, que puede ser usado, antes o después o durante la ejecución del
hecho, pero que fue determinante para su realización.
Ej. Quien da al autor del hecho la única arma existente en el pueble, antes de la ejecución, será un cómplice necesario.