25 de Septiembre del 2022 Capítulo 3. Administración de proyectos La creciente complejidad de los proyectos y el colapso del ciclo de vida de productos y servicios es un fenómeno moderno que surge del reconocimiento del valor estratégico de la competencia con base en el tiempo y un mandato de mejora continua de la calidad. Para el administrador de operaciones la administración de un proyecto implica un reto difícil, deficiencias en las estrategias planteadas llegan a producir costos excedentes y demoras innecesarias. La administración de proyectos involucra tres fases: la fase de planeación que incluye el establecimiento de metas, la definición del proyecto y la organización del equipo, la fase de programación donde se relacionan las personas, el dinero y los suministros con las actividades especificas y la fase de control, aquí la empresa supervisa recursos, costos, calidad y presupuestos. Los gerentes de proyecto son responsables de asegurar que todas las actividades necesarias se completen en la secuencia adecuada y a tiempo; el proyecto esté dentro del presupuesto; el proyecto cumpla sus metas de calidad, y las personas asignadas al proyecto reciban la motivación, dirección e información necesarias para hacer su trabajo. Los gerentes enfrentan decisiones éticas de manera cotidiana, su actuar establece un código de conducta para todas las personas involucradas en el proyecto. En la planeación se desarrolla una organización de proyecto con el fin de asegurar que los programas reciban la administración y atención adecuadas, es una manera efectiva de asignar personal adecuado (especialistas) y los recursos físicos necesarios en todas las áreas de la empresa. Dicha organización funciona mejor cuando: se cuenta con una meta y una fecha de entrega específicas; el trabajo es único y comprende tareas complejas interrelacionada que requieren habilidades especiales; el proyecto cruza las líneas organizacionales y aunque es temporal resulta crucial para la organización. En esta fase de planeación el equipo de administración crear una estructura de desglose del trabajo donde se define el proyecto al dividirlo en componentes cada vez más detallados y definir los requerimientos generales de personas, suministros y equipo, para posteriormente estimar sus costos relacionados. La programación del proyecto implica que a todas las actividades del proyecto les sea impuesta una secuencia y se les asigne un tiempo de ejecución. Un método eficiente, pero con limitantes son las gráficas de Gantt, con el que los gerentes se aseguran de que se planeen todas las actividades; se tome en cuenta el orden de desempeño; se registren las estimaciones de tiempo para cada actividad, y se desarrolle el tiempo global del proyecto. El control es cualquier sistema de administración se refiere a la supervisión detallada de recursos, costos, calidad y presupuestos, esto se puede lograr mediante la implementación de un ciclo de retroalimentación para revisar el plan del proyecto y tener la capacidad para asignar los recursos a donde más se necesitan. En la actualidad se emplean programas computarizados como PERT y CPM, para ayudar a los gerentes en la programación, supervisión y control de proyectos grandes y complejos, producen una amplia variedad de informes como desgloses detallados de costos para cada actividad; curvas laborales de todo el programa; tablas de distribución del costo; costo funcional y resúmenes de horarios; pronósticos de materia prima y gastos; informes de varianza, informes sobre análisis de tiempos, y informes acerca del estado del trabajo. Aunque ambas herramientas difieren en cierto grado en la terminología y construcción de la red, sus objetivos son los mismos; la diferencia principal es que PERT emplea tres estimaciones de tiempo para cada actividad y CPM supone que los tiempos de las actividades se conocen con certeza, por lo que requiere sólo un factor de tiempo para cada actividad. En cualquiera de los dos programas mencionados anteriormente el primer paso consiste en dividir el proyecto en actividades significativas de acuerdo con la estructura de desglose del trabajo, para esto se dibuja la red del proyecto, un diagrama de todas las actividades de un proyecto y de las relaciones de precedencia que existen entre dichas actividades. La red del trabajo se puede diseñar ya sea por actividades en los nodos (AEN) o bien por actividades en las flechas (AEF); la diferencia básica entre estos diagramas es que, en un diagrama AEN, los nodos representan las actividades en sí; pero en una red AEF, los nodos representan los tiempos de inicio y terminación de una actividad, y también se denominan eventos; por lo tanto, en una red AEN los nodos no consumen tiempo ni recursos. Aunque ambas son populares en la práctica, muchos de los paquetes de software para la administración de proyectos, usan redes AEN. Después de diseñar la red del proyecto, el siguiente paso consiste en determinar el programa del proyecto, es decir, identificar el tiempo planeado para el inicio y la terminación de cada actividad. Para definir cuanto tiempo tomara el proyecto es necesario realizar el análisis de ruta crítica, la cual se determina calculando el programa de tiempos para cada actividad usando un proceso de dos tiempos distintos de inicio y terminación para cada actividad. Los tiempos más cercanos para iniciar y terminar (IC y TC) se determinan durante la pasada hacia adelante. Los tiempos más lejanos para iniciar y terminar (IL y TL) se determinan durante la pasada hacia atrás. La ruta critica se determina con la pasada hacia atrás, esta empieza con la primera actividad del proyecto y termina en la última actividad del proyecto e incluye solo actividades sin tiempo de holgura. El tiempo de holgura es el periodo que una actividad se puede demorar sin retrasar todo el proyecto, matemáticamente es la diferencia entre los tiempos lejanos y tiempos cercanos ya sea de inicio o termino. Existe tiempo de holgura total que es compartido entre más de una actividad y el tiempo de holgura libre asociados con una sola actividad. En la práctica, es posible que los tiempos de terminación de las actividades varíen dependiendo de diversos factores. Aunque algunas actividades son relativamente menos propensas a la demora, otras pueden ser extremadamente susceptibles al retraso, motivo por el cual no podemos ignorar el impacto de la variabilidad en los tiempos de las actividades cuando se decide la programación de un proyecto. En el análisis PERT para encontramos el tiempo esperado de actividad, se emplea una distribución de probabilidad con base en tres estimaciones de tiempo (tiempo optimista, tiempo pesimista y tiempo más probables) para cada actividad. La variación en las actividades que se encuentran en la ruta crítica puede afectar el tiempo de terminación de todo el proyecto posiblemente retrasándolo. PERT utiliza la varianza de la ruta crítica de las actividades para ayudar a determinar la varianza del proyecto global. PERT hace dos supuestos más: los tiempos de terminación del proyecto siguen una distribución de probabilidad normal, y los tiempos de las actividades son estadísticamente independientes. Con estos dos supuestos es posible indicar que existe un 50% de posibilidad de que el tiempo de conclusión del proyecto sea menor al tiempo esperado y otro 50% de que exceda ese tiempo. Cuando existe variabilidad en los tiempos de las actividades, es importante investigar también la variabilidad en los tiempos de terminación de las actividades localizadas en las rutas no críticas. Cuando se administra un proyecto, es frecuente que el proyecto se atrase con respecto al programa, y/o que el tiempo de terminación programado para el proyecto se adelante. En cualquier situación es necesario acelerar el proyecto acortando la duración de las actividades incluidas en la red, la cantidad en que puede acortarse una actividad y el costo de aceleración dependen de que actividad se trate. Capítulo 4. Pronósticos El propósito principal de los pronósticos es hacer buenas estimaciones. Los buenos pronósticos representan una parte esencial de las operaciones de servicios y manufactura eficientes, son una guía clave para el éxito y la ventaja competitiva de la compañía. Pronosticar es predecir lo que sucederá con un elemento determinado dentro del marco de un conjunto dado de condiciones; puede ser una predicción subjetiva o intuitiva; o bien una combinación de éstas. Un pronóstico se clasifica en tres categorías por el horizonte de tiempo futuro que cubre; el pronostico a corto plazo se usa para planear las compras, programar el trabajo, determinar niveles de mano de obra, asignar el trabajo, y decidir los niveles de producción; el pronostico a mediano plazo se utiliza para planear las ventas, la producción, el presupuesto y el flujo de efectivo, así como para analizar diferentes planes operativos; y el pronostico a largo plazo se emplean para planear la fabricación de nuevos productos, gastos de capital, ubicación o expansión de las instalaciones, y para investigación y desarrollo. el pronóstico a corto plazo usualmente emplea metodologías diferentes que el pronóstico a más largo plazo. Los pronósticos a mediano y largo plazos manejan aspectos más generales y apoyan decisiones administrativas relativas a la planeación y los productos, plantas y procesos. El pronóstico a corto plazo usualmente emplea metodologías diferentes que el pronóstico a más largo plazo. Los pronósticos a corto plazo tienden a ser más precisos que los de largo plazo, los de largo plazo. Los factores que influyen en la demanda cambian todos los días. Por lo tanto, a medida que el horizonte de tiempo se alarga, es más probable que la exactitud del pronóstico disminuya. Ya que las ventas no son constantes todo el tiempo, es importante considerar el ciclo de vida de los productos. Las organizaciones utilizan tres tipos principales de pronósticos en la planeación de operaciones futuras; los pronostico económicos son de mediana y largo plazo, abordan el ciclo de negocio al predecir tasas de inflación, suministro de dinero, construcción de viviendas, y otros indicadores de la planeación; los pronósticos tecnológicos son a largo plazo, se refieren a las tasas de progreso tecnológico las cuales pueden resultar en el nacimiento de nuevos e interesantes productos; los pronósticos de la demanda o de ventas son de mediano y largo plazo, orientan la producción, la capacidad y los sistemas de programación de la empresa, y sirven como entradas en la planeación financiera, de marketing y de personal. Los pronósticos de demanda guían las decisiones en muchas áreas, debido a que es la única estimación de la demanda hasta conocer la demanda real. En recursos humanos la contratación, la capacitación y el despido de los trabajadores dependen de la demanda anticipada; la demanda anticipada ayuda a evitar una capacidad inadecuada, los faltantes que resultan pueden significar entregas poco confiables, pérdida de clientes y calidad de la fuerza; un pronostico adecuado en la administración de la cadena de suministros, ayuda a generar buenas relaciones con los proveedores y por ende las ventajas de precios en materiales. El pronostico sigue siete pasos básicos: determinar el uso del pronóstico, seleccionar los aspectos que se deben pronosticar, determinar el horizonte de tiempo del pronóstico, recopilar los datos necesarios para elaborar el pronóstico, realizar el pronóstico y finalmente validar e implementar los resultados. Estos pasos presentan una forma sistémica para iniciar, diseñar e implementar un sistema. Hay dos enfoques generales para pronosticar. El enfoque cuantitativo utiliza una variedad de modelos matemáticos que se apoyan en datos históricos y/o en variables causales para pronosticar la demanda; el enfoque cualitativo o subjetivo incorpora factores como la intuición, las emociones, las experiencias personales y el sistema de valores de quien toma las decisiones para llegar a un pronóstico. Dentro de las técnicas del pronóstico cualitativo podemos encontrar: el jurado de opinión ejecutiva, esta técnica toma en cuenta la opinión de un pequeño grupo de administradores de alto nivel para obtener una estimación grupal de la demanda; el método Delphi, emplea un proceso grupal con el fin de que los expertos puedan hacer pronósticos; la composición de la fuerza de ventas, basado en la estimación de las ventas esperadas por parte de los vendedores; y la encuesta en el mercado de consumo, método que solicita información a los clientes o posibles consumidores en relación con sus planes de compra futuros, que ayuda no solo al pronóstico, sino también a mejorar el diseño del producto y la planeación de nuevos productos. Los métodos de pronósticos cuantitativos predicen bajo el supuesto de que el futuro es una función del pasado, estos se engloban en dos categorías: los modelos de series de tiempo, los cuales usan una serie de datos puntuales del pasado para realizar un pronóstico; y los modelos asociativos, que incorporan las variables o los factores que pueden influir en la cantidad por pronosticar. Se emplean cuatro componentes al analizar una serie de tiempo: la tendencia, un movimiento gradual de los datos en el tiempo; la estacionalidad, un patrón de datos que se repite después de un periodo de días, semanas, meses o trimestres; los ciclos, patrones detectados en los datos sujetos al ciclo comercial, que ocurren cada cierta cantidad de años; y las variaciones aleatorias, señales generadas en los datos por casualidad o por situaciones inusuales. Dentro de los modelos de series de tiempo, encontramos cuatro métodos: el enfoque intuitivo, la forma más simple de pronosticar, supone que la demanda del siguiente periodo será igual a la demanda del periodo más reciente; los predominios móviles, este método usa un número de valores de datos históricos reales para generar un pronóstico, suponiendo que la demanda del mercado permanecerá relativamente estable en el tiempo; el suavizamiento exponencial, una técnica de pronóstico de promedios móviles ponderados donde los datos se ponderan mediante una función exponencial; y la proyección de tendencias, un método de series de tiempo que ajusta una recta de tendencia a una serie de datos históricos y después proyecta la recta al futuro para obtener pronósticos. Las variaciones estacionales en los datos son movimientos regulares ascendentes o descendentes localizados en una serie de tiempo y que se relacionan con acontecimientos recurrentes como el clima o las vacaciones. Es importante comprender estas variaciones para planear la capacidad en las organizaciones que manejan picos en la carga de trabajo. Las variación cíclicas de los años en comparación ocurren cada varios años, incluyen una variedad de factores que causan que la economía vaya de la recesión a la expansión y de regreso a la recesión luego de un periodo de años. A diferencia del pronóstico de series de tiempo, los modelos de pronóstico asociativo casi siempre consideran varias variables relacionadas con la cantidad que se desea predecir como: las ventas, los precios de la compañía, los precios y estrategias promocionales de la competencia, e incluso con la economía nacional y los índices de desempleo. El modelo de pronostico asociativo cuantitativo más común es el análisis de regresión lineal, donde puede usarse el mismo modelo matemático que con el método de mínimos cuadrados, a diferencia de que la variable independiente ya no necesita ser el tiempo, se pueden sustituir por la nómina, el índices de desempleo, el producto nacional bruto, el índices de precios, y otros. Se usan varias medidas para calcular el error global de pronóstico: desviación absoluta media, el error cuadrático medio y el error porcentual absoluto medio. Pueden usarse para comparar distintos modelos de pronóstico, así como para vigilar los pronósticos y asegurar su buen desempeño. Para medir la exactitud de las estimaciones de regresión, debemos calcular el error estándar de la estimación, este calculo de llama desviación estándar de la regresión, y mide el error desde la variable dependiente, y, hasta la recta de regresión, en lugar de hasta la media. Las rectas de regresión muestran la forma en que una variable se relaciona con el valor y los cambios de otra variable. Otra forma de evaluar la relación entre dos variables consiste en calcular el coeficiente de correlación, que expresa el grado o la fuerza de la relación lineal. Aunque el coeficiente de correlación es la medida más comúnmente usada para describir las relaciones entre dos variables, existe otra medida, el coeficiente de determinación que mide la cantidad de variación presente en la variable dependiente, con respecto de su media, que se explica mediante la ecuación de regresión. La regresión múltiple es una extensión práctica del modelo de regresión, nos permite construir un modelo con varias variables independiente en vez de solo una variable. Una vez que se obtiene un pronóstico, es imprescindible su supervisión, monitoreo y control. Para esto es posible emplear una señal de control, es una medida de que tan bien predicen los pronósticos los valores reales. Las señales de control positivas indican que la demanda es mayor que el pronóstico; las señales de control negativas indican que la demanda es menor que el pronóstico. Una buena señal de control tiene tanto error positivo como error negativo, pero estos error positivo como error negativo. Una vez calculadas las señales de control, se comparan para determinar los límites de control. Las empresas intentan encontrar valores razonables para los límites de control superior e inferior, es decir, límites que no sean tan bajos como para enviar la señal con el mínimo error de pronóstico ni tan altos que dejen pasar pronósticos malos de manera regular. El pronóstico adaptable se refiere al monitoreo por computadora de las señales de control y al ajuste automático cuando una señal rebasa el límite preestablecido. Este proceso se llama suavizamiento adaptable, es un enfoque del pronóstico de suavizamiento exponencial en el cual la constante de suavizamiento se modifica automáticamente para mantener los errores a un nivel mínimo. Hoy en día las computadoras nos permiten probar una variedad de modelos de pronóstico y selecciona el mejor para una aplicación en particular, este enfoque se denomina pronostico enfocado. Los pronósticos en el sector servicios presentan retos inusuales. Una técnica importante en el sector comercial es el seguimiento de la demanda manteniendo buenos registros a corto plazo. Las tiendas de especialidad al menudeo pueden tener otros patrones de demanda poco comunes y esos patrones variarán de acuerdo con los días festivos. Los restaurantes de comida rápida están preparados no sólo para enfrentar las variaciones en la demanda por semana, día y hora sino, incluso, para las variaciones de cada 15 minutos que influyen en las ventas. Necesitan pronósticos detallados de la demanda. Referencias bibliográficas 1. Render, B. (2009). Principio de administracion de operacion. Mexico: Pearson Educación. 7ma edición. 2. Render, B. & Heizer, J. (2007). Administración de la producción. Mexico; Pearson Educación. 7ma edición.