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Los pueblos indígenas de Venezuela.

Sus costumbres y prácticas


ancestrales
Por más de dos décadas, la Constitución reconoce a Venezuela como multiétnica
y pluricultural, y de manera consecuente establece que las lenguas indígenas
también son de uso oficial en el país. En una población de 32 millones de
habitantes, los pueblos indígenas constituyen aproximadamente el 2.8%. Según el
Censo Indígena del 2011, unos 51 pueblos indígenas diferentes se encuentran
distribuidos entre las entidades federales de Zulia, Amazonas, Bolívar, Delta
Amacuro, Anzoátegui, Sucre, Apure, Nueva Esparta, Lara, Falcón y Mérida. Este
mismo censo destaca el resurgimiento de pueblos considerados extintos y de
otros venidos de diferentes países de la región.

El marco jurídico vigente en torno a los derechos indígenas es bastante completo.


La Constitución reconoce los derechos indígenas de forma amplia, en un capítulo
completo a partir del artículo 119, con un reconocimiento expreso de su existencia,
organización social, política y económica, culturas, usos y costumbres, lenguas y
religiones, así como sus hábitats y derechos originarios sobre las tierras que
ancestral y tradicionalmente ocupan, incluyendo la garantía del derecho de
propiedad. Así, en el ordenamiento jurídico hay un conjunto de disposiciones
legales y normativas que tienden a proteger los derechos indígenas con amplitud,
como la Ley Aprobatoria del Convenio 169 de la OIT, la Ley Orgánica de Pueblos
y Comunidades Indígenas, la Ley de Idiomas Indígenas y la Ley de Patrimonio
Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas.

Actualmente los pueblos indígenas que viven en nuestro territorio han adoptado
muchas de las costumbres de la vida moderna, al igual que ocurrió en los tiempos
de la Colonia cuando, Por ejemplo, fueron convencidos de creer en un solo dios.

El Wiñol Tripantu es una fiesta que marca el inicio del año nuevo mapuche y “la
nueva salida del sol”. Esta celebración se lleva a cabo entre el 21 y 24 de junio, en
el solsticio de invierno.

El We Tripantu está determinado por el ciclo lunar, el cual controla la naturaleza, el


tiempo, las lluvias, la vida animal y vegetal, pero a la vez este ciclo tiene relación
con el estilo de vida mapuche, su religión y concepción de mundo.

Los indígenas que habitan en lugares de difícil acceso, como las selvas,
mantienen vivas sus costumbres ancestrales. Mientras que la situación de otros es
diferente: se les utiliza con fines particulares en la explotación de la tierra, minería
e incluso son llevados a las grandes ciudades para trabajar en la economía
informal.
Al igual que en el pasado, estas comunidades se ven afectadas también por el
impacto ambiental que generan las diferentes actividades económicas que se
realizan en los espacios donde habitan.

En vista de esta situación, se han organizado en grupos de presión siguiendo el


ejemplo de otros países, como Bolivia y México, donde gracias a sus protestas y
peticiones se les han reconocido sus derechos, entre los que se incluyen el
respeto a sus territorios, lenguas y costumbres.

En la actualidad, nuestras comunidades indígenas participan de manera activa, a


través de sus representantes en la Asamblea Nacional, en las decisiones
económicas, políticas, sociales y culturales, conjuntamente con el resto de la
población venezolana,

2 Conquista

Fue el período que siguió al descubrimiento y llegó hasta la mitad del siglo XVII.
Los españoles tenían dos grandes motivos para dominar este nuevo mundo que
acababan de descubrir.
-El primero, un motivo era la evangelización que consistía en convertir a los
aborígenes en cristianos, los cuales debían obediencia al Papa y a los reyes de
España.
-El segundo motivo, un poco menos noble, era conseguir riquezas, en particular
oro y perlas.
Como era de esperarse, a los indios no les gustaba esto. ¿A cuenta de que tenían
que obedecer a alguien en la lejanía que ni siquiera conocían? ¿Por qué estos
recién llegados tenían que imponerles su forma de vida y su civilización?
Esto ocasionó una guerra entre esas dos sociedades. Los españoles, a pesar de
ser menos numerosos, contaban con la pólvora (y por lo tanto pistolas y fusiles),
caballos y armas de hierro. Esas armas eran mucho más efectivas que el arco y la
flecha. Por supuesto, ocurrió lo que se podía esperar y los indios no pudieron con
la superioridad de las armas de los conquistadores españoles. Los indios
ofrecieron una fuerte resistencia al intento español de conquistarlos. Uno de los
más valientes fue Guaicaipuro, el jefe (cacique) de la tribu Caribe. En su lucha
contra los españoles, destruyó algunos poblados y acabó con algunas
expediciones. Sin embargo, fue capturado por Diego de Losada, quien unos
meses más tarde llegó a un valle y decidió fundar la ciudad que llamó Santiago de
León de Caracas, el 25 de Julio de 1567.
3 Resistencia indígena y colonización

La resistencia indígena inició con la llegada de los conquistadores españoles en el


año de 1492, lo cual significó un violento proceso de conquista y colonización de
los territorios del continente. Durante este periodo, los españoles a través de la
fuerza y la intrusión cultural, lograron hacerse de los recursos de estas
comunidades y establecer sus creencias hispánicas. Ante ello, muchos pueblos
indígenas tuvieron que enfocar todos sus esfuerzos en la preparación para la
guerra, dejando de lado actividades como la agricultura, pesca y la artesanía.

Uno de los más importantes resistentes que tuvo los pueblos indígenas en nuestro
país, fue el cacique Guaicaipuro, quien perteneció a la etnia del Caribe. El cacique
Guaicaipuro logró la organización entre las tribus del Caribe, y enfrentó a los
españoles en el periodo comprendido entre los años 1555 y 1568. Murió en manos
de los españoles, quienes incendiaron su vivienda. En el año 2001 sus restos
simbólicos ingresaron al Panteón Nacional, siendo la primera vez que a un
representante de nuestros pueblos indígenas se le rinde este honor.

Estas acciones en defensa de los territorios y la identidad sociocultural de los


pueblos indígenas, dieron muestra de valor y coraje. Expresando con
determinación la forma más efectiva de defensa de lo propio, la resistencia
armada.

La heroica resistencia de los pueblos indígenas asentados en los actuales


territorios de la República de Nicaragua, manifestó una arraigada tradición de
lucha: inteligente, tenaz, valiente y combativa, la cual se prolongó en el tiempo,
tomó diversas expresiones y mantuvo su firmeza al rechazar siempre la esclavitud
y la sumisión como opción de vida.

Destaca entre las expresiones de la resistencia indígena la creativa “huelga de


úteros” desarrollada por las mujeres indígenas, que consistió en la negativa de las
mismas a continuar procreando hijos para no darle más esclavos al conquistador
español.

4 Consecuencias: en salud.
Los pueblos indígenas de Venezuela –junto a los de toda América- han sido
víctimas históricas de problemas de salud; desde el momento del contacto con los
europeos hasta nuestros días. No es que antes de 1492 no sufrieran dolencias,
pero la falta de inmunidad frente a las enfermedades del Viejo Mundo, así como la
carencia de conocimientos adecuados para enfrentarlas, dio pie a una serie de
nefastas epidemias en rápida sucesión que cobraron millones de vidas. En sólo
pocas décadas la población amerindia se redujo en un 90 %, lo que se considera
el mayor desastre demográfico de todos los tiempos; gran parte de las sociedades
nativas desaparecieron y aquellas que sobrevivieron resultaron profundamente
afectadas.

Los indígenas que sobrevivieron hasta el presente lo lograron por medio del
aislamiento o las migraciones para alejarse de las zonas de conflicto,
experimentando una lenta recuperación. No obstante, el impacto de las epidemias
siguió causando estragos hasta nuestra época. Ejemplos abundan, pero uno de
los más dramáticos quizás sea el barí -pueblo indígena de la Sierra de Perijá- que
a partir de 1960 estableció relaciones pacíficas con la sociedad venezolana. A solo
seis años del primer contacto ya habían perdido cerca del 57 % de su población y
en algunas comunidades la mortalidad llegó al 83 %. Las causas de esta debacle
fueron: a) la introducción de enfermedades epidémicas (gripe, sarampión, malaria,
tuberculosis y dos tipos de hepatitis: B y Delta); b) las muertes producidas por la
violencia de los criollos; y c) la reducción del territorio, que contribuyó a crear
condiciones ideales para la propagación de enfermedades infecciosas.

5 Consecuencias en lenguaje
Los pueblos indígenas padecen las consecuencias de la injusticia histórica, a
saber la colonización, la desposesión de sus tierras, territorios y recursos, la
opresión y la discriminación, así como la falta de control de sus propios modos de
vida. Los Estados coloniales y modernos, en la búsqueda del crecimiento
económico, les han denegado ampliamente su derecho al desarrollo. De resultas
de ello, los pueblos indígenas suelen perder ante actores más poderosos y se
convierten en los grupos más empobrecidos de sus países.

A pesar de que algunos pueblos indígenas están logrando revitalizar sus idiomas,
muchos otros están librando una batalla perdida, porque sus idiomas simplemente
ya no se transmiten de una generación a otra. La mayoría de los gobiernos son
conscientes de esta crisis de la lengua, pero los fondos que se asignan suelen
destinarse solamente a dejar constancia de su existencia y muy poco va a parar a
programas de revitalización de los idiomas. La lengua, por otra parte, no es sólo
un medio de comunicación, sino que suele estar vinculada con la tierra o región
que tradicionalmente han ocupado los pueblos indígenas; es un componente
esencial de la identidad colectiva e individual de la persona y, por consiguiente, da
un sentido de pertenencia y comunidad. Cuando el idioma muere, ese sentido de
comunidad se deteriora.

6 Costumbres, prácticas religiosas.


La religión de los indígenas venezolanos se basa en presentar una serie de
diferentes y variados dioses que se encargan de regir y controlar las cosas que
pasan en el entorno natural y espiritual.
Además de esto, los indígenas venezolanos tienen una gran relación de respeto y
armonía con los elementos naturales que los rodean siendo evidente la
dependencia de los recursos naturales para vivir pero sin una intención de sobre
explotación.

Aunque en Venezuela, antes de la llegada de los españoles, existía una gran


diversidad de aborígenes, los extranjeros se dedicaron a la esclavización y muerte
de los nativos para dominarlos, logrando una reducción considerable de su
población total.

Por otro lado, la misión evangelizadora que se tomaron los sacerdotes y jesuitas
venidos de España para convertir a los indígenas a la religión católica, hizo que la
religión de los indígenas venezolanos tuviera muchas lagunas y espacios en
blanco, dando lugar a la transculturización en Venezuela. 
A esto también se debe anexar el hecho de que las diferentes tribus que habitaban
las tierras venezolanas tenían una autonomía una de otra, lo que se traduce a que
la religión de los indígenas venezolanos no era general, sino que podía variar
según el grupo.

Pero a pesar de estas condiciones poco favorables para el estudio de la religión


de los indígenas venezolanos, lo que si se conoce es que eran politeístas, es
decir, su creencia religiosa se basaba en una serie de dioses que se encargaban
de controlar los diferentes elementos naturales además de ser los creadores de la
tierra y el hombre.

Además de esto, la artesanía venezolana y el arte indígena venezolano se


encuentran fuertemente ligado a la presencia de deidades.
La religión de los indígenas venezolanos se basa en la mitología de una serie de
sentimientos y tradiciones que se remontan a muchos años atrás,
representándose los dioses con los elementos naturales.

Entre los principales dioses en los que se basa la religión de los indígenas
venezolanos se encuentran:

Ches.
Este es un dios andino, señor de los cultivos. Esta es la deidad que se invoca
cuando se quiere conocer el futuro de una cosecha, al cual se le rendía sacrifico
para que el cultivo resultara productivo.Además de esto, era conocido por el ser el
responsable de dar el bien y el castigo, soliendo habitar en los páramos y las
lagunas.
Kuaimare.
Este era el dios principal de las creencias religiosas de los indígenas
venezolanos pertenecientes a la tribu de los Waraos. Su nombre quiere decir «El
Feliz que Habita Arriba».
Es de color negro con cabello largo, de ojos grande, orejas largas, siendo una tan
larga que llega a la región oriental y la otra llega a la región occidental. Sus
zarcillos brillan tanto como el oro y la plata.
Se viste con una túnica de tela fina que flota en el aire y produce la brisa
encargada de agitar el agua de los ríos. Al caminar produce movimientos en la
tierra. Además es el creador de los espíritus buenos y malos.

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