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“VOLVIENDO AL PADRE” (Luc. 15:11-32).

Objetivos: Conducir a cada persona a un genuino arrepentimiento,


conociendo el amor del Padre.

Introducción:

Uno de los cuadros más importantes y completos acerca del


arrepentimiento lo presenta el doctor Lucas en el capítulo 15 de su
evangelio; refiriéndose al hijo prodigo. La Palabra muestra lo implacable que
es el pecador y lo hace reflexionar. Para que se opere un cambio y amor
inmutable del Padre, quien pacientemente espera a que sus hijos regresen.

La decisión del hijo pródigo.

Hay tres aspectos importantes que conforman el proceso del


arrepentimiento verdadero:

1. Renueva la mente (v.17). toma la decisión de renunciar a la situación


tan lamentable a que había llegado; y se decide por una segunda
oportunidad.
2. Toma la decisión correcta (v.18). “Me levantaré e iré a mi Padre. El
arrepentimiento es reconocer su condición y decidir regresar al
camino correcto.
3. Confiesa sus pecados (v.18). “…le diré padre, he pecado contra el
cielo y contra ti”. La confesión debe ser el resultado de un corazón
quebrantado, ante la realidad de su pecado. “Mi pecado te
declaré… y tu perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmos 32:5).

La actitud del Padre.

1. Lo ve de lejos (v.20).
2. Fue movido a misericordia (v.20).
3. Sale a su encuentro (v.20). “… y corrió, y se echó sobre su cuello, y
lo besó”.
4. Le pone el mejor vestido (v.22).
5. Le pone un anillo en su mano.
6. Le pone calzado en sus pies.
7. Le restaura el gozo (v.23). “…y comamos y hagamos fiesta”. La vida
cristiana debe ir acompañada de mucha alegría y esto es
representado con danza.

Conclusión.

Un verdadero arrepentimiento permite al Espíritu Santo obrar un


verdadero cambio en nuestra vida.

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