El Ocio en filosofía
Podemos hacer una comparación entre el ocio y el tiempo libre, como se suele asociar.
Ciertamente podemos encontrar en estos términos cierto sinónimo, debido a su
entrelazamiento. Sin embargo, debemos resaltar las diferencias entre ambas, el tiempo libre
es el tiempo que esta fuera de nuestras obligaciones o planes personales. Mientras que el
ocio abarca la forma en que se utiliza ese tiempo libre, implicando la realización de
actividades que provoquen en nosotros cierta satisfacción personal, realizándose de manera
libre y voluntaria, tal puede ser el caso de pintar, aprender a tocar un cierto instrumento
musical, leer, etc.
La principal diferencia que podemos encontrar en estos dos términos es que el ocio trae
consigo estas actividades de entretenimiento. Mientras que el tiempo libre es únicamente
utilizado en un marco determinado, el cual está disponible al terminar nuestras
obligaciones. Otra característica, es que el ocio es invertido como ya lo he mencionado en
actividades que enriquezcan nuestro conocimiento, mientras que el tiempo libre se emplea
en actividades que no generen tal grado de conocimiento.
Algo que quiero remarcar es que el ocio, aunque está ampliamente relacionado con el
descanso, no debemos relacionarlo con la inactividad y el aburrimiento. Sino más bien
debemos relacionarlo con el disfrute de estos intervalos de tiempo, la inversión de tiempo
en uno mismo para el incremento a nivel físico y racional.
Habría que mencionar también en esta pequeña investigación que el ocio en la antigua
Grecia era primordial para la búsqueda de la sabiduría y la práctica del mejor modo de vida.
En el pensamiento de Platón y Aristóteles era fundamental gozar de ocio para dedicarlo a la
filosofía y la búsqueda de la verdad. Además, debemos remarcar que el ocio no era para
todos, puesto que el ocio solo podía ser posible en una clase social alta, debido a que los
pobres no podían gozar de la escucha de instrumentos y además no era fácil alcanzar la
educación o un profesor para ello.
Skholè (σχολή) es una palabra griega que significa "ocio, tiempo libre", y es también la raíz
de la palabra latina "schola", que a su vez ha dado origen a “escuela”.
Y si queremos apreciar el ocio de una manera más elevada podemos consultar a los
estoicos, de manera especial en Séneca, que nos dice que el ocio es, sobre todo,
contemplación. Esto implica la ausencia de la acción en el mundo. El hombre que vive en el
ocio debe pues, mantenerse en una contemplación del mundo, esto parecería desde cierto
aspecto improductivo, puesto que no trabaja con sus manos, no se centra en la política y no
fabrica nada. Sin embargo, el hombre que vive en este estado, vive en un plano más
elevado que los demás, debido a que entiende de mejor manera el mundo, aumentando así
su capacidad intelectual.