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Uso terciario o de servicio

¿Qué es el suelo terciario?


Según la legislación vigente, la definición exacta del suelo terciario es “el que tiene por
finalidad la prestación de servicios al público, a las empresas y a los organismos”. Por
tanto, es posible vender o alquilar terrenos para construir escuelas, casas rurales,
comercios al por menor, espacios administrativos y de gestión de seguros, por
ejemplo.

El objeto de este tipo de suelo es ofrecer soluciones y bienes a la población,


prestándose a los ciudadanos, pero sin producir ni fabricar a gran escala. Es un terreno
destinado a la misma finalidad que el sector productivo al que pertenece, sector
terciario o de servicios.
¿Qué se puede construir en suelo terciario?
Desde empresas de telecomunicaciones, gimnasios al aire libre, consultas de
fisioterapia, una academia de inglés o una oficina de información turísticas privada.
Todo lo que aporte y ofrezca atención, ayuda, prestaciones o asistencia a los usuarios
tiene cabida en estos solares o parcelas.
Uso de suelo industrial
Suelo industrial
Se entiende por suelo industrial el dedicado a alojar, dentro de un municipio,
polígonos industriales, parques empresariales, almacenes, fábricas o cualquier
establecimiento o empresa del denominado sector secundario de la economía, es
decir, el dedicado a la obtención y transformación de las materias primas, así como a
su envasado, almacenaje, transporte y distribución.
En el caso de las zonas de uso industrial del suelo es habitual que, las mismas, vengan
muy bien especificadas en los planes de ordenamiento municipales, cuyos capítulos
detallan las actividades económicas no compatibles con el medio urbano, con zonas
residenciales o con el uso de la vivienda.

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