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¿SE PUEDE AVANZAR

EN UNA RELACION DE
PAREJA DESPUES DE
UNA INFIDELIDAD?
La infidelidad es considerada la mayor traición que se le puede
cometer contra el otro miembro de la relación amorosa. Cuando
tenemos pareja, en la mayoría de los casos, inconscientemente
firmamos un contrato implícito que implica lealtad, exclusividad
y respeto.
La fidelidad es uno de los pilares básicos en los que se
sustenta una relación de pareja tradicional, y cuando
queda comprometida, es complicado volver a recuperar la
estabilidad y conseguir que la relación funcione igual que
antes. Ahora bien, complicado no significa imposible, pues
hay parejas que superan esta situación tan delicada.
La fidelidad es una elección consciente que se sustenta
desde el vínculo y que trasciende lo meramente físico.
¿Qué pasa entonces cuando todas tus expectativas
están puestas en ese otro, que se convierte en tu todo,
en tu sentido, en tu razón profunda y en tu única
verdad; y entonces aparece la infidelidad? Una traición
que genera un trauma profundo en la relación. Pero
no solo se limita a la relación, también te confronta con
lo que tú eres como ser humano; con tu concepto, con
tu imagen, con tu valor como persona, con tu ego.
Tras entender el alcance de la
infidelidad, llega la pregunta: ¿Vale
la pena seguir construyendo con
esa persona que ha transgredido
los límites de mi confianza? 
Por mi valía personal y por lo que significa para mí el
vínculo en relación a mis intenciones personales; solo
desde este lugar es posible construir y llegar a un
acuerdo con uno mismo frente a lo que elegimos. 
El camino es largo, y no todas las parejas
están dispuestas a recorrer este sendero.
En el camino, muchas parejas deciden
simplemente desertar.
La confianza y la compasión profundas
son, en el gran desafío de sostener una
pareja, atributos mucho más valiosos que
la rotura esporádica de la intimidad
Es habitual creer que alguien que ha sido infiel demuestra
una falta de amor hacia su pareja. Sin embargo, no tiene
por qué ser así necesariamente. En mi práctica clínica he
conocido a muchos hombres y mujeres que eran o habían
sido infieles y decían sinceramente amar a su mujer o a su
marido. Lo que sucede es que con los amantes a menudo
se consigue dejar de lado las preocupaciones y los roles
cotidianos: se está con él o ella simplemente por el placer
de estarlo.
Solemos pensar que quien es infiel ha
elegido a otra persona. Pero la mayoría de
las veces quien comete una infidelidad lo
que busca es un cambio de contexto, no
de pareja.
Continuar juntos después de una infidelidad tiene
sus dificultades, por supuesto. Uno de los desafíos es
no sentir –tanto el uno como el otro– que el infiel está
en falta y debe compensar al otro “portándose como
un buen chico (o chica)” hasta que este decida, si
alguna vez lo hace, liberarlo de la culpa. Sin
embargo, toda crisis es una oportunidad; si a pesar
de todos los escollos la pareja acaba superándola,
puede emerger renovada y fortalecida.

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