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SERGE MOSCOVICI (Eeole des Hautes Etudes en Scioncos Sociales, Pars) ‘PSICOLOGIA SOCIAL, | , Influencia y cambio de actitudes 1 Conformidad y obediencia POR JOHN M. LEVINE Y MARK A. PAVELCHAK' * Individuos y grupos Psicococia y Sociedad . Coautores: Jean-Claude Abric Sharon 8. Brehm Willem Doise Machtelé Doms john M. Levine Germaine de Montmotin CCharlan J. Nemeth Genevidve Paicheler Mark A. Pavelenak Prélogo a la edicion espaviola de Tomés Ibanez PAIDOS Secc. TodAS. El presidente John F, Kennedy y varios de sus principales asesores sos tavieron una reunién en marzo de 1961 para discutir un plan de la CIA para la invasién de Cuba, El grupo llegé a un consenso: habia que llevar a Cabo Ia invasin. Al menos uno de los asesores, Arthur Schlesinger, sbrigaba serias dudas acerca de Ia prudencia del plan, pero no defendié con vigor su posicién, Como lo escribirla més tarde el propio Schlesinger (1963): ‘En los meses siguientes [la cuestién] de Bahia de Cochinos, me repro- chaba amargamente haber permanecido tan silencioso durante esas discusio- nes cruciales en el salén de reunién del gabinete... Sélo puedo explicar mi incapacidad de hacer algo més que plantear algunas preguntas. t{midas, diciendo que el impulso que sentiamos por hacer sonar la alarma ante seme- jante absurdo habia sido reducido a nada por las circunstancias de Ia dis- ceusién» (pig. 255). ‘En uh laboratorio situado en el campus de la universidad, vatios j6venes se retinen a fin de particpar en une experiencia sobre el juicio visual. Su tates, consistente en estimar la longitud de diversas lineas, es muy sencilla: las personas que deben resolver por sf solas el problema raramente cometen errores. Sin embargo, en la situacién presente, es necesario que cada uno responda en voz alta’en presencia de los demés, Para su mayor consterns- cién, un joven descubre que los otros miembros del grupo estén en dese cuerdo unénimemente con su juicio a cada sucesivo ensayo. Los sujetos en ddicha situaci6n se alinean con la mayoria que, a su vez, se halla en el error ‘aproximadamente una vez de cada tres (Asch, 1951), 1. Una subvenciin de la National Science Foundation nos ayudé en parte a realaa ruesiras investigaione, Stephanie Green, Richard Moreland y Serge Moscovki nos hicie- fom ils observaciones sabre una primera versién de nuestro expitul, 42 | Influencia y cambio do actitudes En mayo de 1968, soldados nortesmericanos penetraron en una aldea de Vietnam llamada My Lai. Lo sucedido en esa aldea fue relatado més tarde en una entrevista con Paul Meadlo, uno de los soldados que se en- contraba ali Progunta: ¢Cafntas personas babiis reunido? Respuesta: Puce habia més 0 menos entre 40 y 45 personas que habla- ‘mos revnido en el centro dela eldea, en mi opin... Y Bs eQué tipo de personas: hombres, mujeres, nos? R. Hombres, mujeres y nos. Py También bebés? R. También, Y lor amontonsmos unos contra otros. Hicimos que se pusiern en cucils sobre el suelo y entonces el tenente Calley se acereS 4 dior Ya sabtis lo que tenis que hacer, ¢n0 es ai? Yo respond qu st Me purccis muy normal que aoe pidiers solamente que los vigilaramos Lego nos dei ah y regress tas die o quince minutos y dijo: ¢Por qué 10 los habeis matado an? Y yo le dije que no erla que él quisiers que los matéramos, que slo queria que los vigléramos. Pero él dio que 0, que les queria muertos. Tambiéa.. Ya euintos mat Ud. en ese momento? R: Puce bien, diaparé con un arma automitcn y asf uno no puede smo npr sent cues al esr dnd we hala y 9 pone met tcuintes ha matado porque todo iba misy de prisa, Ast que podria haber ratado unos diez 0 quince. De ZHombres, mujeres y nis? R: Hombees, mujeres y' nies. B. gTambién bebe? Re Y bebés tambida, (The New York Times, 25 de noviembre de 1969.) Finalmente, en un laboratorio en otro campus, dos sujetos reciben ins- trucciones para tuna experiencia sobre Ja memoria. A una de las personas se le atribaye el papel de profesor. A la otra se le atribuye el papel de flumno y « conducida a una habitacién contigua. Se informa al profesor aque su tarea consiste en aplicar una descarga eléctrica al elumno cada vex aque éte cometa una falta, A lo largo de los ensayos, el alumno comete m- terosos ervres y el profesor recibe la orden de aumentar el volaje de la descarga tris cada error, A medida que aumenta la intensidad de-las des- cargas, el slamno pide permiso para irse, grita de dolor y termina por sus- pender tod reacién, Casi dos terceras partes de los sujetos que represen- {aban el pipel de profesores obedecian a las drdenes del experimentador, consistentes en aplicar descargas intensas, incluso después de que el alumno habia dejado de reaccionar (Milgram, 1974). Los cjenplos mencionados ilustran dos. poderosas formas de influencia 4. Conformidad y obediencia | 43 social. Arthur Schlesinger y el joven estudiante en el laboratorio de Asch se han hallado en oposicién con un grupo unénime formado por sus iguales. Se hallaban ante el siguiente conficto: responder de acuerdo a sus propias creencias, 0 bien, estar de acuerdo con los otros miembros del grupo. Y re- Solvieron el condicto conformindose al grupo. Existe conformidad cuando tua individuo modifica su comportamiento o actitud a fin de armonizarlos fon el comportamiento o actitud de un grupo. Paul Meadlo, al igual que el estudiante del laboratorio de Milgram, recibieron drdenes de una persona fen posicién de autoridad de hacer daio a otras personas. Podemos suponer {que también ellos se encontraron ante un conficto. Y lo resolvieron obede- endo las drdenes de Ia autoridad. Existe obediencia cuando un individuo modifica su comportamiento a fin de someterse a las érdenes directas de tuna autoridad legitima. ‘Si bien In conformidad y la obediencia son dos formas de influencia social, difieren de manera importante en varios aspectos (Milgram, 1974). ‘Antes que nada, la presién a conformarse es ejercida de manera tipica por pares que disfrutan del mismo status que el sujeto, mientras que la pre- Sin a obedecer es ejercida por una autoridad de elevado status. Ademés, la obediencia presupone que la autoridad desee ejercer una influencia y vie gile Ia sumisién del subordinado a sus drdenes. Por el contrario, la confor- tmidad. puede producirse sin que el grupo desee cjercer una influencia 0 Vigilar al individuo, baste con que la persona conozca la posiciéa del grupo 4} desee estar de acuerdo con ella. De hecho, ni siquiera es necesirio que el ‘grupo tenga conciencia de la existencia del individuo. (Por esas razones, fuando utilicemos los términos «presién de grupo» nos referiremos nice mente a que un individuo percibe que un grupo esté en desacuerdo con su in.) Una tercera diferencia entre la conformidad y Ja obediencia es {que los individuos que se conforman tienen un comportamiento similar (6 idéntico) al de la fuente de influencia, mientras que los indviduos que tobedecen generalmente tienen un comportamiento diferente al de la fuente de influencia. En este capitulo presentaremos las posiciones psicosociolégias elacio- rnadas con la conformidad y la obediencie. Al discutir estas formas de in- uencia aportaremos una gama selective de puntos de vista teéricos y de investigaciones empfticas, subrayando los campos que atrten actualmente la atencién. Debido a que los trabajos consagrados 2 la conformidad son mucho ‘mis mumerosos que los dedicados a la obediencia, la primera aos retendrd durante més tiempo, Por ihtimo analizaremos brevemente las ventajas y ‘desventajas que presentan la conformidad y la obediencia tanto para la fuente de influencia como para su blanco. 48 | nfluen ¥ cambio de acttudes A. La conformidad Nuestra definicién de conformidad respond a la idea de que une perso- a modifica a posit en diertn de la poscgn de un grupo. Este etero de movie ede ean Inprtani, ye gu a eit llegar a conclu siones firmes por lo que respecta a la influencia de un grupo. Es decir que tela i du conn de que am pero so infonce por un gruo si esta persona al principio estaba en desacuerdo con el grupo y después cambi6 para ir hacia él. Esto seria particolarmente cro tm individuos que compartian Ia posicién inicial de este sujéto, pero que no estaban expuestas a Ia presién del grupo no efectuaron movimiento alguno en direccién de la posicién del «grupo». Por el contratio, si sabemos que un Individuo exté de acuerdo actualmente con un grupo, no tendremos la con- viecién de que su acuerdo sea el resultado de Ia influencia del grupo. Este individuo tembién pudo llegar a Ia posicién del grupo de manera indepen- diente sin saber en absoluto lo que pensaban los miembros del grupo, ni desear parecerse a ellos. Ast, una de las principales razones. que nos llevan a definir Ia conformidad en funcién del movimiento es que nos permite diferenciar ‘a infiuencia del grupo de Ia uniformidad de comportamiento, que implica un acuerdo independiente en ausencia de presién percibida del grupo. Resulta evidente que no quisiéramos defiir como conformidad la extend pein conitene en evar rape envio sl, como pee probable, las personas deciden de forma independiente llevar zapatos para ee clr ca ora mendes Teva puck Cue problema importante cuando se define a conformidad ext rela ciocado con a distinin ent acterdo publica y prvado, Por acurdo Plblice (0 sumisién) entendemos el cambio manifesto, de comporamieno Gel inividwo en. diceién de Ia posicin del grupo. Por scvrdo privado (acpi cen, ta aid Ite ni’ en rion de la poscl6n del gripo. La datindiSn enre acierdo pblica scucrdo pivado ex de importancia porgue tiene consccuencas en el com fortemiento de une perona, una ver climnads ta presi del gropo, Coo- Sidrenos primero el cio de un individso que a conforma a aivel pio, pero sigue extndo en desacuerdo 4 vel privado. Ya que fo ba acepado Ir positon del gropo en ti fuer inemo, no pdemes esperar que saci cua prin, sopoendo que ya no existe prsiga del grupo. Por el eat concen den nd gu sno tan + ve Piblice como «nivel prado. De ett persona goe, 5 fein i ae ds, Psemon pert in on “ge 3a tn ya no ze ve secadn por ou presi que In 1. Conformidad y obediescia | 45 a. Las primeras Investigaciones sobre la conformidad Las investigaciones sistemiticas sobre la conformidad comenzaron a prin- cipios de los afios cincuenta con los estudios clisicos de Solomon Asch. ‘Asch (1951, 1955, 1956) se interesé por los factores que llevan a los indivi duos a ceder a la presién de un grupo cuando éste formula, eon toda eviden- Gia, un juieio incorrecto. Para estudiar la conformidad en el lboratorio, ‘Asch reunié. grupos de personas para que partciparan en un estudio que tratabs manifestamente de la percepcién visual, La tarea perceptiva consistia fn comparar la longitud de tres Kneas con la de una linea patrér. En cada tino de los 18 ensayos, una de las lineas que habla que comparar tenia la Inisma Tongitad que la lines patrén, mientras que las dos restartes tenfan ina Tongitud diferente. Debido a la manera como habjan sido construidas Ins lineas,resultaba sumamente seneilloelegi la linea correcta entre las que habia que comparar con el patrdn. Cada grupo experimental, formado por siete a nueve persons, tan sélo contenia un verdadero sujeto ingenuo. Los otros miembros del grupo ren Sémplices que hablan recbido instrucciones de dar respuestas incorrectas indnimes en doce de los dieciocho ensayos. De esta manera, en estos ens Jos, todos los eémpices eleglan una de las dos lines de comparacién in- Zorrectas, Los asientos se hallaban dispuestos de tal manera que el verdadero Sujeto respondia en peniltimo lugar, encontrandose as{expuesto a In presién el grupo, coando los demés miembros daban respuestas incor-ectas, Los ‘cmpices habfan recibido instruciones de comportarse como si ln experien- fia faese algo nuevo para ellos y de responder de manera natural y confiada. ‘Kach tambien utiliz6 una condicién de control en la cual los suetos enun- aban sus juicios en privado, sin ninguna presién por parte del grupo. [Lov resultados de esta experiencia fueron totalmente sorprendentes. Mientras que los sujetos de la condicién de control comesfan errores en una proporcién inferior al 5 % de los ensayos, los sujetos expuestos In presién Bel grupo estaban de acuerdo con la mayoria errada en una proporcién. de Sprotimademente 33 %. Ademés, 75 % de los sujetos cometian al menos tin error que se conformaba con la mayorla. En sus experiencias posteriores, guns de las cuales son descritas a continuacién, Asch investiga cémo le Conformidad era influenciada por variables como la difcutad de la tarea perceptiva, el tamafo de la mayorla y la unanimidad de la mayor. Tomadas En su conjunto, las investigaciones de Asch aportaron gran mvimero de resul fados interesanees sobre la conformidad y estimolaron el interés por este tema entze los psicosocislogos. vAungue la téeniea experimental de Asch para el estudio de la confor- mmidad haya sido ampliamente utilizada desde los aos cincuente, presenta tin grave inconveniente: la necesidad de recursir a cémplices. Los eSmplices plantean dos problemas. Primero, resulta muy costoso utilizar a varias perso- 48 | Influoncia y cambio de actitudes nas a fin de obtener respuestas provenientes de un solo sujeto. Luego, es ‘muy dificil garantizar que los eémplices se comportarin exactamente de la ‘misma manera con cada sujeto. En la medida en que su comportamiento difiera de un sujeto al otro, los cémplices introdueen eruidos» en los resul- tados y complican de esa manera la tarea de sacar conclusiones firmes. Para climinar los problemas asociados con el empleo de eSmplices, Richard Crutch- field (1955) concibié un eparato de sefalizacién eléctrica para las investign cones sobre la conformidad. Ademés, este aparato tiene la ventaja de permi- tir tecoger sl mismo tiempo las respuestas de varios sujetos. El parnto. de Cruchld se compone de varie cabin contigs cada una de elas ett provista de un tableo de lapats que sven om seta botones que se pulen pets responder, En cada ebinn et se {ado un sujet ingeavo. Los itn sesponden la pregunar (que van desde’ los iis pereeptvos ‘ata las opiniones) apetando Tos botones correspondents alas preguntas y se er hace crt que 108 repuctas fare en low table tden ls eabinn, De enn toner, ls sport dela person que fexponde en pier ligit aparece pretndidamente en Ia prinera Ines de sfales hminoat en todor lor tblero, Ia tessa de fn persona que conestaen segundo lugar spatecepretendiiamente en la segunda lines sal suceivament, En realidad, tow lon jet responds lio agar ls respuestas de las personas que responden pretend ‘Einente entre lls son snladae por el eopesinenador mediante un tablero de conuol de conjuto aituado en la babtan, contigs. De tate od, el expesinentador pose exponer a vaios etn a le prsin Goon grape an cpa cinjlice. Lm rexpecmar de lew aft fet tviben ent blero de contol de conjunto quedea reiseads, El incon Senieme de Ta teria de. Crtcheld. es que los aston se eneienran [indo uncer y no cron que oe tener monies dl grupo Puedsn idenicr tmente wus respuesta. Eston sentimienon de isl mente y anonimato pueden redict I capaci’ del grupo para, produit In conformidad. (Deutch y Gerard, 1933). En define, I tznica de Grutcield pode unt stsciga de grapo que es «menos vrdadra> que Ie cbtnide por el procediniento de Aas b. Factores que influyen sobre la conformidad La propia amplitud de la literatura especializada consagrada a Ie confor: rmidad nos mposibilita llevar « cabo un resumen en este capitulo de todos los trabajos relacionados con ella, En lugar de este resumen, discutremos una seleccién de estudios relacionados con tres de los. principales factores ‘que determinan la inlueacia de un grupo: 1 / las caracterfsticas del indivi- duo expuesto a la presién del grupo, 2/ las caractersticas del grupo origen de la presién, y 3 / la relacin entze el individuo y el grupo. Nuestra diseu 4. Conformidad y obediencia | 47 si6n se contrard en los factores que determinan el acuerdo péblico (sumi- sin) y no tanto en los que determinan el acuerdo privado (acepracién. 1) Las caractertsticas individuales.— Entre as numerosas caracteristi- cas individusles que pueden inluir en la conformidad, dos han recibido una fencin particular: la nacionalidad y el sexo. Se supone que estas carace- Hiticas som importantes porque la experiencia de la socializacion «diferente para los hombres y pata las mujeres, y también para Jos individuos que Gren en sedan erets, De st form, eas ivetcines sue ren que las predisposiciones adquirdas antes de que una persoma entre en tine stuacign en que se encuentresometida ala presién de un grupo pueden influir sobre 1a manera de reaccionar en dicha situacién. En un interesante estudio de comparacién cultural sobre ls influencia cn las sociedades primitivas, Berry (1967) examiné In conformidad entre la tina temne de Sierta Leona y los esquimales de la isla de Baffin, Los temne Cultivan el arroz y poseen una economia en la que se acumulan los alimen- tos, mientras que los esquimales se dedican a Ia caza y la pesca, y no acu- rman alimentos, Expuestos a falas normas de grapo durante une tren de cepcién visual, los temne se conformaron sustancialmente, més que Cepimaen, Benny aubuyo este celta ladfrencia en la maners, de telucat a os nifios de ambos pueblos, diferencia que se debe a la distinta feconomia de subsistencia de cada una de estas dos sociedades. Las econo- fhfas que acumulan alimentos como Ia de los temne ponen un gran énfasis tn la conformidad en el nifio; las economfas de caza y pesca, como Ia de los fesquimales, ponen énfasis en el individualiso, “Milgram (1961) ha comparado la conformidad en dos sociedades contem- porineas, a francesa y la noruegs. Se hacia creer a individuos de cada nacio- falidad que varios de sos compatriotas estaban en desacuerdo con sus joi- Glos acerea de una tarea de discriminacién auditiva, Los resultados indicaron {que los noruegos se conformaban més que los francese, indepenlientemente de que la respuesta de los sujetos fuese en piblico 0 en privado, y también independientemente de que ottos miembros del grupo criticaran «los sujetos por su desviacin 0 petmanecieran silencosos, De estos resultados, Milgram Eoneluia que indicaban que los franceses son mis independientes que los hnoruegos, peto también son posibles otras expliaciones. Como sostenfan Willis y" Levine (1976), es posible que los sujetos franceses hayan dado pruebas’ de anticonformidad (es decir, que se distanciaban de la posicién Sel grupo), mas que de verdadera independencia (es deci, usa adbesién Constante 2. su posicién inical), Desgraciadamente, como Milgrim no. espe- Sie elo los tpos de no conformidad manfestados pos su, seton france ses, no podemos comprobar esta posibilidad con sus datos, St inventions de comparain cata a compardo la confor midad entre los nifos de diversas sociedades contemporéneas, investgacio- 48 | Influoncia y cambio de actitudes nes centradis sobre todo en los Estados Unidos, la URSS e Israel (Bron- fenbrenner, 1970; Shouval, Venaki, Bronfenbrenner, Devereux y Kiely, 1975). En estas experiencias se pide a nifios de doce afios que expresen cémo se comportarian en un cierto nimero de situaciones en las que sus fguales les presionaran a intervenit en actividades ligeramente su hostlidad entre su sliado y él mismo. Ademés, el sujto {uizd supoaga que, teniendo un compasero, habré menos posbilidades de que @l grupo atribuya su desviacién a una idisincrasia personal y esto, por con siguiente, reducié la eSlera del grupo ante su no conformidad. Sin embargo, habria que seialar que si el sujeto eree que el gropo siente una aversén par ticolar hacia el aliado (por ejemplo, por su raza), el sueto se mostraréretcente a estar de acuerdo con él (Boyanowsky y Allen, 1973). Esto se debe a que tan aliado por el que se siente aversién puede aumentar, en lugar de reducir, Ja importancia del castigo que el grupo aplicaré al. sueto ‘Ademés de proteger al speto de los castigos del grupo, un aiado socal también le poporciona informacién sobre el objetoestimalo. La aportacién de cesta inforracign consttuye la segunda de las principales razones por las que apoyo social reduce la conformidad, Las investigaciones indican, por ejem- plo, que un allado que da pruebas de competencia en Ia tarea del grupo ejerce tuna mayor influencia en la reduecién de la conformidad que un aliado incom petente (Allen y Levine, 1971). En este estudio, los sujetos recibfan un apoyo Social por parte de un colaborador que tenia una visién normal (y vefa con tlatidad les estimulos) 0 que Hevaba gafas sumamente gruesas y fracasaba en lun atest de visién» en presencia de los sujetos. Allen y Levine descubrieron {que el alisdo competent reduefa Ia conformidad en mayor medida que ol lado incompetente. Aparte de la competencia del aliado, se vio que también fl momenso en que concedia su acuerdo revesta importancia, Las invest tones mugstran que un aliado que respohde entre los primeros del grupo es Inds eficaz que si responde entre los sltimos. Probablemente esto sucede porque el apoyo precor refuerza el jucio inicial del sujeto, impidiendo ast ‘que éste sea vetima de Ia incertidumbre cuando los miembros del grupo que 1. Conformidad y obediencia | 58 hhablan tras él muestren su desacuerdo con la posicién del sujeto (Mortis, Mi- let y Sprangenberg, 1977). Finalmente, Allen y Wilder (1980) sugirieron recientemente que el apoyo social proporciona también otro tipo de informa- cin sobre el objeto-estimulo. Estos investigadores hicieron leer a sus sujetos varias declaraciones (por ejemplo, «Yo nunca me molestaria en ayudar a otra persona si eso significara tener que renunciar a un placer personal») y les pi dieron que diesen su propia interpretacién de las expresiones clave contenidas ‘en esas declaraciones (por ejemplo, «molestarse»). En una primera condicién, se notificaba a los sujetos que un grupo unfnime de personas de su misma condicién estaba en desacuerdo con sus opiniones sobre esas declaraciones. En tuna segunda condicién, una persona (aliado social), se distanciaba de las res- ppuestas de los otros miembros del grupo, mostrindose de acuerdo con. las opiniones de los sujetos sobre las declaraciones. En una tercera condicién (control), los sujetos no recibian las respuestas del grupo. Allen y Wilder des- ccubrieron que los sujetos interpretaban las expresiones clave en la condicién de unanimidad de manera diferente que en la condicién de control. Por ejem- plo, la expresién «molestarse» en el ejemplo anterior, cta interpretada como scarriesgar mi vide» en la condicién de unanimidad y como «estar en apuros» ‘en Ia condicién de control. Estos resultados indican que 1a presién del grupo conllevé una restructuracién cognitiva de las declaraciones. Sin embargo, hay que sefialar un resultado interesante: en presencia de un aliado social, los sujetos wo efectuaron una restructuracién cognitiva de las declaraciones (es decir, que la interpretacién de los sujetos es idéntica a la de los sujetos en la condici6n de control). En resumen, la presencia de un tinico aliado puede reducit de forma sus- tancial la susceptibilidad de una persona a la influencia en una situacién de presién de grupo. El efecto del apoyo social es potente: tiene lugar en una amplia gama de estimulos y en todo tipo de personas diferentes. Se ha visto ue un cierto mimero de variables influfan sobre la efcacia del apoyo social En general, estas vatiables aumentan 0 disminuyen el temor que siete el indi- viduo ante los castigos del grupo y afectan su manera de percibir el objeto- estimulo, En nuestra discusién de la accién del apoyo social nos hemos con- centrado en cémo la presencia de un colaborador afecta la respuesta de la mi- noria ante la presién de la mayorfa. No obstante, resulta importante sefialar {que el apoyo social puede tener otras funciones. Por ejemplo, Dons y Van Avermaet (1983) han presentado un interesante andlisis sobre cSmo el apoyo social puede afectar Ia respuesta de la mayoria ante la presién de ls minoria. 3 / La relacion entre el individuo y el grupo. — Segsn las invesigaciones realizadas, vatis axpectos de la relacién entre el individuo y el grupo afectan Ja conformidad, Estos aspecos incluyen el nivel de interdependencs del indi- vidio y del grupo para las recompensas; el grado de atraccién que el grupo St | tnfluencia y cambio de actitudes cjerce sobre el individuo y el grado de aceptacién que este imo siente por parte del grupo, y el status del individuo en el seno del grupo. Pot lo que fespecta al impacto de la interdependencia por las recompensas, los resultados indican que la conformidad en general es mayor cuando los riembros del grupo trabajan a fin de obtener una recompense comin que cuando lo hacen por recompensas individuales (por ejemplo, Deutsch y Ge- rrard, 1955). Se supone que esto tiene lugar porque los sujetos de los grupos interdependientes (es decir, aquellos en que las recompensas son comunes) ‘emen que-una desviacién por su parte sea considerada una amenaza dirgida contr los esfuerzos del grupo para alcanzar su meta y sea severamente cast- gada en consecuencia. Por el contrario los miembros de los grupos en los que no existe iterdependencia (es decir, aquellos grupos en los que las recom- ppensas son individuales) tienen menos motives para suponer que los otros miembros se senirén afigidos por su desviacin (es decir, que la castiguen). Existen, no obstante, algunas pruebas de que, silos sujetos de los grupos in- terdependisntes roman conciencia de que la conformidad reduciré considera blemente las probabilidades del grupo pare alcanzar una recompensa, estos sujetos se conforman muy poco (Sakurai, 1975). El papel desempefado por la atraccién del grupo dentro de la incitacién 4 la conformidad resulta menos claro. Si bien un cierto mimero de estudios indican que los individuos se conforman en mayor medida cuando el grupo resulta atrayente que cuando no lo es (por ejemplo, Lott y Lott, 1961), no todas las investigaciones legen al mismo resultado (por ejemplo, Brehm y ‘Mann, 1975). Parece que también habria que tomar en consideracién Ia con- cencia que tiene el sujeto de ser aceptado por los demés miembros del grupo, si queremos comprender cémo la atraccién del grupo influye sobte Is confor- ridad. Los estudios relacionados con esta cuestién sugieren que un individuo no se conformard al grupo a menos que no esté seguro de ser aceptado por él y si cree que conformindose aumentan sus posibilidades de aceptacién (por cjemplo, Dittes y Kelley, 1956; Welker y Heyns, 1962) Un co:telativo importante de la aceptacién de una persona por los otros miembros del grupo es su status dentro de éste. En general, el status y la acepuacidn van juntos, es decit, que las personas de status elevado son fceptadas y que las de status inferior no lo son. Baséndonos en los resulta ddos indicados anteriormente, podsfamos esperar que las personas de status intermedio (que, se sypone, son atrafdas hacia el grupo, pero éte s6lo las fcepta en parte) se conforman en mayor medide que las personas de status clevado (cue, se supone, se sienten fuertemente atrafdas por el grupo y fuer temente aceptadas por éste) o que las personas de stats inferior (que, se su pone, nose sienten fuertemente atraldas ni aceptadas por el grupo). Los resuh tados obtenidos por Harvey y Consalvi (1960) estén de acuerdo con estas previsiones. Pero esto no nos deberfa inducir a creer que el status superior y el stats inferior siempre lberan al individuo de las presiones del grupo. 1. Gonformidad y obediercia | $5 ‘A pesar de su humilde posicién dentro del grupo, las personas de status inferior se pueden sentir fuertemente atraidas por éte y esperan con ansia que la conformidad mejore su suerte. De modo inverso, las personas de status clevado pueden no sentir por el grupo los mismos sentimientos positives que Gite siente por ellos o pueden temer una pérdida de prestigio si se desvian (véase Kiesler, 1969, una discusiGn sobre le influencia de la atraccién y del status sobre la aceptacén privada) Los estudios mencionados en esta secci6n indican que la relacién entre el individuo y el grupo puede afectar la conformidad de forms importante. No cobstante, estos estudios menosprecian un factor crucial que hay que tomar en ‘onsideracién si se quieren comprender las reacciones a la presiGn del grupo. Este factor consiste en que la relacién del individuo y del grupo se modifica cde manera significativa con cl paso del tiempo. El grado de interdependencia dl individuo y del grupo, Ia atraccién del individuo por el grupo y su senti- ‘miento de aceptacién por él y, finalmente, el status del individyo dentro’ del ‘grupo no se mantienen constantes, Por cl contrario, estos aspectos de su.rela- ‘i6n y otros més sufren cambios importantes que influyen en el grado de con- formidad manifestado por el individuo. Aunque estos cambios generalmente hayan sido ignorados por los investigadotes que se han interesado por los procesos de grupo, recientemente se ha propuesto un modelo teérico que subraya los cambios temporales en las relaciones del individuo y del grupo (Moreland y Levine, 1982). Este modelo cuya utilidad ha quedado confirms. da-en el anilsis de la influencia de In minorfa o de la innovacién (Levine y Moreland, 1983) ha sido resumido a continuacién y también indicaremos algo- znas de sus implicaciones para la influencia de la mayorfao la conformidad. ‘Moreland y Levine (1982) sugieren que el grupo y el individuo revalan permanentemente el caricter remunerador de su relaciSn, Basindose en estas cevaluaciones, sc desarrollan sentimientos de compromiso entre el grupo y el individuo. El nivel del compromiso se modifica con el tiempo, elevandose descendiendo, hasta alcanzar criterios de decisién establecidos previamente. ‘Al alcanzar un crterio de decisién se produce un cambio de roles y el indi- viduo entra en una nueva fase de pertenencia al grupo. Li evaluacién com ria, engendsando nuevas modificaciones en el compromiso y cambios con- secutivos de roles, De esta manera, el individuo pasa por cinco fates conse- cutivas de pertenencia al grupo (investigacién, socializacin, conservacién, £e- socializaci6n y rememoracién), separadas entre s{ por cuatro cambios de roles (entrada, aceptacién, divergencia y salida). La figura 1 ilustra el paso de un individuo hipotético por las cinco fases de pertenencia al grupo. Primero, el grupo y el individuo pastn por una fase dd investigacién, durante la cual el grupo investiga a las personas susceptibles de contribuir a los fines del grupo, mientras que el individuo investiga grupos susceptibles de contribuir a la satisfaccién de sus necesidades personales. Si el nivel de compromiso del grupo y el del individuo se elevan lo suficiente para 56 | nfluencia_y cambio de actitudes fowace—Acepacich—Dvaranla Salida Fic, 1.—Modelo de los cambios temporales en las relacsines el indvidvo y del grupo (Sexin Moreland y Levine, 1982,» pubiado en Betkowite, Advances in experiment ‘eet! pebel, Aeadenie Pres) alcanzat los criterios de entrada respectivos (CE), el individuo sufre el cambio de rol necesatio para la entrada y recibe la etiqueta de nuevo miembro, De: zante la fae de socializacién, el grupo intenta hacer cambiar al individuo de ‘manera que pueda contribuir aiin més a alearzar los fines del grupo y el individuo uata de cambiar grupo de manera que éte pueda satisfacer mejor sus necesdides personales. Si los niveles de compromiso de ambas p clevan lo sufciente para alcanzar sus criterios de aceptacién respectivos (CA), €l individuo sufze el cambio de rol de la aceptacién y recibe la etiqueta de rmiembro fective. Durante la fase de conseroacién, el grupo se esfuerza por enconttar un papel especializado para el individuo a fin de aumentar al iméximo su contribucién a la realizacién de las metas del grupo y el individuo intenta defn un papel especializado que aumente al méximo Ia satisfaccién de sus necesidades personales. En la medida en que ambas partes consideren ‘que su relacién es remuneradora, sus niveles de compromiso se mantendrin clevados. Sin embargo, si los niveles de compromiso del gropo y del individuo descienden hasta llegar a sus eriterios de divergencia respectivos (CD), la per sona sufre I eambio de papel de Ia divergencia y recibe la etiqueta de miem- bro marginal. Durante la fase de resocalizacin, el grupo y el individ inten tan que su relacién vuelva a ser satisfactoria. Si los niveles de compromiso de ambes partes se elevan hasta aleanzar sus crterios de aceptacin respectivos se produce un eambio especial de papel (convergencia) y el individuo recibe una vvex més la etiqueta de miembro efectivo. Por el contrario, si los niveles de comproniso del grupo y del individuo caen hasta sus criterios de salida 4, Conformidad y obediencia | 87 (CS), el individuo pasa por el cambio de papel de la salida y recibe la etiqueta cde ex miembro. (La figura 1 describe esta segunda posibilidad.) Finalmente se produce un periodo de rememroracién, una vez. que el individuo ha absndona- do el grupo. El grupo y el individuo llevan a cabo evaluaciones retrospectivas ‘de su relacién pasada y evaluaciones presentes y reciprocas, en la medida en {que continden teniendo recompensas y costos el uno para el otro, Bl com- promiso reciproco del grupo. y del individuo termina estabilizéndose «un nivel u otto ‘Un ejemplo puede servirnos para esclarecer cémo el modelo de Ia figura 1 nos ayuda a comprender la conformidad. Hay que sefialar que el compromiso del grupo con respecto al individuo y de éste respecto al grupo se encuentran en su nivel més bajo durante las fases de investiga y resocializacién, y en su nivel més alto durante Ia éonservaci6n. En general, podtiamos esperar que Ja susceptibilidad del individuo a la presién del grupo ésté en proporcién di- recta a su compromiso respecto al grupo. Esta linea de razonamiento sugetisia que la mayor conformidad se produciré durante Ia fase de conservaciSn, serd menos pronunciada durante Ia socializacién y resocializacién, y legaré'a su punto més débil durante la investigecin y la rememoracién. No obstante, si ell individuo tiene conciencia del compromiso del grupo con respecto a él y su one que, mientras més fuerte sea el compromiso del grupo, mayor seré Ia tolerancia de éste ante su desviacién, podsiamos atenernos al modelo inverso de conformidad a Jo largo de las cinco fases de pertenencia al grupo. Podemos concliar estas previsiones opuestas si explicitamos ciertas hips. tesis que tenfan un caréeter implicito en muestra discusién anterior sobre el status y la conformidad, Al explicar por qué las personas de status inter- medio se conforman en mayor medida que las personas de status elevedo © inferior, habiamos supuesto que: 4) mientras mayor es Ia atraccién del indi viduo por el grupo, més motives tiene éste para conformarse; 6) mientzas més aceptado se siente el individuo por el grupo, menos motivos tiene para con- formarse, y c) estas dos motivaciones se combinan entre sf para determinar la conformidad. Esta dltima hip6tesis significa que una persona que se sitia en mnitad de la escala tanto por lo que respecta a Ia atraccién como a la acepta- cién se conformard en mayor medida que una persona situada en Ia parte supe rior o inferior de la escala. Ast pues, podriamos esperar una mayor conformi- dad durante la socislizacién y Ia resocializacion (fases en las que el compro- miso del individuo respecto al grupo y del grupo respecto al individuo son intermedios) que en las fases de investigacin, conservacién y rememoracién (en las que ambos tipos de compromiso son ya sea fuertes o débiles). Fl anilisis anterior supone que el compromiso del individuo con respecto al grupo y el compromiso del grupo respecto al individuo, tal como lo be ef individuo, tienen el mismo peso a la hora de determinar la motivacién de conjunto para conformarse. Sin embargo, en ciertas cizcunstanchs, estos dos factores pueden tener vn peso totalmente diferente. La cuesién que 58 | Influencia y cambio de actitudes ccasiona la presién del grupo constituye un detetminante crucial de sus pesos relativos. Si el individuo percibe que la cuestién carece de importencia para cl bien del grupo, su conformidad puede estar determinada, en primer lugar, pr su con:promiso con respecto al grupo. Como ya lo habtamos sugerido con antetioridad, un mayor compromiso individual produciré una mayor confor- rnidad. Ast, por lo que respecta a las cuestiones sin importancia, la influencia del grupo deberia ser maxima en a fase de conservacién y mfnima en las fases de investigacién y ememoracién, Esto tiene lugar, probablemente, por que, aunque el grupo tolere cierta desviacién por parte de personas de sta tus elevado por lo que respecta a cuestiones banales (Levine, 1980), dichas personas a menudo tienden a conformarse « fin de garantizar la armonia del grupo. Pot el contrario, si el individuo percibe que Ia cuestién ex importante para el bien del grupo, su conformidad puede estar determinada, antes que nada, por el compromiso del grupo respecto a él, tal como él lo percibe Y¥ como seiiélabamos antes, un mayor compromiso del grupo produciré una disminucién de la conformidad, De ese manera, para las cucstiones impor- tantes, la influencia del grupo deberfa ser minima en la fase de conservacién y maxima en las fases de, investigacién y rememotaciGn. Probablemente esto se debe a que, aunque cl grupo castigase Ia desviacién de las personas de status clewado en cuestiones decisivas, dichas personas a menudo se sienten cbligadas « desviarse en dichas cuestiones a fin de impedir que el grupo tome tuna decisin nefasta (Levine, 1980). Partiendo del modelo de relaciones entre el individuo y el grupo presen- tado en Ia figura 1, podrfamos elaborar un cierto mimero de hipétesis. Como ya hemos observado, los investigadores interesados en los procesos de grupo ‘no tomaron en consideracién Ia dimensién temporal de dichas_relaciones. Debido a la importancia del cambio en el tiempo en todas las relaciones hu- imanas, esie factor deberia ser objeto de atencién explicita en los andisis futuros de In conformided ¢. Anélisis teérico de la conformidad Hasta ahora nuestra discusién ba resaltado cudndo se produce la con- formidad. Hemos hablado de las variables especficas que aumentan 0 dis- rminuyen la probabilidad de la infuencia de un grupo en situaciones expe- rimentales. No obstante, no hemos tratado de manera sistematica el punto crucial consistente en saber por qué se conforman las personas. Es decir, que no hemos examinado los factores motivacionales que llevan a los individuos fa coder ale presién de un grupo. Es esta tarea la que emprendemos ahora. 1/ La in|luencia informacional. —Leon Festinger (1950, 1954) sostenia 4. Gonformidad y obediencia | 58 ‘que las personas poseen poderosos motivos para evaluar la exactinud de sus percepciones de la realidad. Podemos verificar cirtas creencias comparando In pereepcidn que se tiene de Ia realidad con un patra fisico objedvo. Por cjemplo, puedo verificar mi creencia de que el agua hierve a 100 °C colocan- do un termémetro en un cazo de agua, calentando el agua y leyendo los da- tos del termémetro cuando el agua empiece a hervir, Por el contratio, otras ‘rcencias (por ejemplo, que Estados Unidos deberia adoptar una polities de esarme unilateral) no pueden verficarse mediante estos patrones fisicos ob- jetivos. Para detetminar la validez de dichas creencias tengo que comparar mis creencias con las de otras personas. Si éstas estan de acuerdo conmigo, adquiero confianza; si estén en desacuerdo, pierdo mi confanza. Ya que el ddesacuerdo es un resultado menos remunerador que el acuerdo, una persona aque descubre que los otros estin en desacuerdo con ella tiene motivos para tmodificar semejante estado de cosas. Una de las maneras de hacerlo consste fen cambiar su propia posicién en direccién de Ia posicién de los otros, e8 decir, conformarse (véase también Allen y Wilder, 1977). ‘As, la influencia informacional se ejerce cuando una persona se conforma bajo la presién del grupo debido a que desea tener una percepcién exacta de la realidad (Deutsch y Gerard, 1955). Este tipo de influencia tiene més po- sibilidades de producitse en cieeas circunstancias que en otras. En general, mientras menor es la confianza de una persona en la validez de su posicién, mayor la susceptibilidad a dejarse influenciar por lo que respecta a la infor- macién. La confianza, a su ver, depende de factores como Ia ambigiedad y Ia ifcultad del estimulo en cuestién (Allen, 1965). Si bien los términos de ambigitedad y dificultad a menudo se emplean de forma intercambiable al describir los estimulos utilizados en lot estudios de conformidad, seria teil diferenciarlos. Willis y Levine (1976) sugleren que fexisten tres categorias principales de preguntas-estimulos que dan lugar a diversos grados de influencia informacional més o menos elevados. La prime- 1a categoria de preguntas admite respuestas que se perciben como «verifca- bles ahoras. En estos problemas, el sujeto cree poseer el conocimiento o la capacidad de dar una respuesta inmediata que es averdadera» segs un crite tio ‘niversamente compartido. Un ejemplo podsia ser: «gCuinto son dos més dos?». Dichos problemas escapan probablemente en gran parte a la in- fluencia informacional, ya que el sujeto se cree capaz de responder correct mente por sf mismo, Esto no equivale a elaborar la hipétesis de que el con- senso social no es necesatio para verifcar este tipo de creencias. Por el contratio, el sujeto ha aprendido a través de su experiencia anterior que tl acuerdo de los otros es implicito y que, por consiguiente, cualquier persona {ue esté en desacuerdo con su juicio se desvia de un consenso social més amplio (Moscovici y Faucheux, 1972). La segunda categoria de preguntis barca una serie de respuestas que se perciben como inverificables ahora, pero que son «verificables en principio». En este caso, el sujeto cree que, 50 | Influencia y cambio de acttudes aunque su respuesta actual puede no ser correcta, existe una respuesta obje- tivamente «verdedera». Un ejemplo podria ser: «¢En qué mes de qué aio vols el hombre por primera vez en el espacio?». Estas cuestiones dificiles dan Togar a una influencia informacional en la medida en que el sujeto crea que otros miembros del grupo son més competentes que él en Ia materia, Final- mente, la sercera categoria de preguntas tiene respuestas que son percibidas como ‘«inverifcables en principio». Resulta imposible responder a estas cuestiones ambiguas baséndose en un criterio universalmente compartido. Un ejemplo podtia ser: que estipule ‘que existe una sola respuesta correcta a la pregunta en cuestidn. Ademés es necesatio que el grupo sea «némico», es decir, que posea una posicién fuer- temente interiorizada y que intente activamente afirmar esta posicién. Final- mente, el individuo tiene que ser eandmico», es decir, estar desprovisto de luna posicién fuertemente interiorizada. Segin Moscovici, Ia conformidad tie- ze por funcién reducir el conflicto eliminando la desviacién. De ests manera, Is conformidad refleja la sumisién publica, més que la aceptacién privada. "Al describir la concepeién de Moscovici puede resultar vil comparar la conformidad con otra forma de influencia que a menudo se coniunde con ella, Nos referimos a la normalizacién, que implica una influencia reciproca 62 | Influoncia y cambio de actitudes por parte de los miembros del grupo. Los individuos establecen un compro- miso aproximando las posiciones de unos y otros, evitando ast el conflict. Ta normalizacin que tiene lugar en las sitaciones en que no existe el con senso de una mayoria acerca de una respuesta ecorrecta> tnica, tiene sus iayores posibilidades de producirse si todos los miembros del grupo tienen Ja misma competencia, tienen el mismo estilo de comportamiento y sostie ‘nen un compromiso més bien débil respecto a su posicidn. (Moscovici declara ‘que existe un tercer tipo de infuencia, la innovaciGn, que implica el mov rmiento del grupo hacia la posicién del individuo. En el eapitulo 2 de este manual se encontraré una diseusién detallada de la innovacin.) B. La obediencia ‘Como ya la habfamos definido con anterioridad, Ia obediencia tiene Tugar ‘cuando un individuo modifiea su comportamiento a fin de someterse a las Srdenes directas de una autoridad legitima. La semejanza entre la obedie cia y la eonformidad reside en que ambas constituyen formas de influencia social. Sin embargo difieren en cierto mimero de dimensiches, incluyendo la diferencia de status entre la fuente de influencia y su blanco, el deseo de la fuente de ejerer influencia y de viglar Ia sumisién del blanco y el grado de semejanza entre el comportamiento de Ia fuente y el del blanco. [Result interesante sefalar que se han realizado muchas menos investiga: ciones sobre la obediencia que sobre Ia conformidad. Si bien se ha desaten- dido relatvamente a la obediencia, por ello no hay que concluir que ésta es menos importante desde el punto’ de vista tebrico social. La cuestién de por qué las personas obedecen las érdenes emanadas de personajes dotados cde sutoridad no resulta menos importante que la de saber por qué Ia gente es influenciada por grupos compuestos por sus semejantes. Desde un punto de vista social, muchas personas sostendrian que ciertos ejemplos hist6ricos de obediencis (por ejemplo, las sistemdticas atrocidades cometidas por los nazis contra las poblaciones civiles) son al menos tan impottantes como Jos casos de confornidad que encontramos en la vida real (desde luego, resulta dificil dlesembrollar ambos procesos en mumerosas situaciones). Posiblemente, otro factor pueda explicar por qué los psicosocidlogos han desatendido relative: mente la obediencia. Este factor esté relacionado con la cuestién ética de st ber si hay que ordenar a sujetos que cometan actos que les parecen odiosos (Baumrind, 1964; Milgeam, 1964; Schlenker y Forsyth, 1977). Aungue nu meros0s paicosocidlogos ereen justficada a nivel ético la investigacién sobre la obediencia, las controversias que rodean estos trabajos han impedido pro bablemente que los investigadores estudiasen la obedienci, ‘Al examina la investigacin consagrada a la obediencia, nuestra atencién se ditigitd sobre todo a los trabajos de Stanley Milgram (1974), Milgram 1. Conformidad y obediencia | 63 Ilevé « cabo una serie sistemética de experiencias sobre la obediencia que, al igual que los trabajos de Asch sobre Ia conformidad, son corsiderados ‘como una contribucién «clisicay a la psicologia social. Tras haber pasado revista a los estudios de Milgram y algunas experiencias conexas, obra de otros investigadores, presentaremes una visién de conjunto del andlisis teéri- co de la obediencia que debemos a Milgram. ‘a. Las Investigaciones sobre la obediencia Milgram concibié un procedimiento experimental para determinar en qué condiciones un sujeto aplicaria dolorosas descargas eléctricis a otro individvo tras haber recibido Ia orden de una autoridad. Al legar al laboratorio, el sujeto se encuentra con un hombre de edad madura que declara que también participa voluntariamente en la experiencia. El experimentador les explica ‘que su investigacién trata sobre la influencia del castigo sobre el aprendizaje. Tras un sorteo amafado, se asigna al sujeto el papel de profesor y al hombre de edad madura (en realidad un cémplice del experimentador) recibe el papel de alumno. Entonces, el alumno es atado con correas a un asiento y se le fija un electrodo en el brazo. Se le dice al profesor que su tarea consiste en leer parejas de palabras al alumno, verifcar que éste es capaz de repetirlas ¢ infligi al alomno una descarga elétrica eada vez que cometa un error. Para inflgir estas descargas, el profesor utiliza un generador provisto de 30 bo- tones etiquetados (de 15 en 15 voltios), desde 15 hasta 450 voltios. Unos legreros colocados sobre los botones llevan inseripciones que van desde «Des- carga ligeraw para los 13 voltios, hasta «Peligro: descarga potente> para Jos 375 voltios y, finalmente, «XXX» para los 435 voltios. Durante el desa- rrollo de la experiencia, el alumno comete numerosos errores y e! profesor tecibe instrucciones de aumentar un paso el voltaje de la descarga con cada error. Cada vez que el profesor manifesta deseos de detenerse, el experimen- tador le da una orden, Las érdenes forman una serie de cuatro que van desde ‘cLe suplico que continie> hasta «No le queda més remedio, tiene que La proximidad fisica de la victima, — Milgram razonsba que la proximi- dd fisica de la victima (el alumno) y del sujeto podia constituir un factor importante de la obediencia. Pare manipular esta variable, Milgram elaboré cuatro condiciones. En la condicién de Distanciamiento, la victima se hallaba en la habitacidn contigua y tan sélo golpeaba el muro al legar a los 300 vol- tios, tras Ia descarga de 315 voltios, dejaba de reaccionar. En la condicién dde Retrosccidn de la voz, Ia victims también estaba en la abitaciér contigua, pero se podia ofr su vor. La victima suplicaba que la liberaran y gritaba de dolor al recibir las descargas; « 315 voltos, dejaba de reaccionar, En la con- 5 | Influencia y cambio de acttudes dicién de Proximidad, 1a victima se encontsaba en Ia misma habitacién que el sujeto y reaccionaba de forma verbal de la misma manera que en la con- dicién de’Retroaccén de la vor. Finlmente, en la condicién de Proximidad téctil, la victima tan sdlo podia recibir descargas si su mano reposaba sobre tina placa que las transmisia el sujeto reibiainstruciones de obligar a la ‘tina a clocar su mano sobre la placa, La obediencia (es dect, el prcen- taje de sujetos que llegaron hasta 450 voltios) fue de 65 %, 63 %, 40.% y 50%, respctivamente, para las cuatro condiciones. Ast puts, Ia obediencia dismimye a medida que la vctima se aproxima al sujto Las fuentes del poder de la autoridad.— Al intentar determinar cvéles son las catacterfsticas de una autoridad (el experimentadot) que explican su capacidad de obtener obediencia, Milgram puso @ prueba varias variables. Descubtié, por ejemplo, que una autoridad con presencia fisica producia una obediencia mucho mayor (65 %) que una autoridad ausente que daba sus rdenes pot teléfono (21%), lo que indica que la proximided de la autoridad (al igual cue la de la victima) tiene su importancia, En otta experiencia, Milgram intenté saber si la obediencia se ve afectada por el prestigio de Ia institucién que representa Ie autoridad. En lugar de realizar este estudio en la Universidad de Yale (donde habfa efectuado sus investigaciones preceden- tes), Milgram organiz6 la experiencia en un edificio de oficinas en ruinas de Bridgeport, Connecticut, bajo el patrocinio de vn organistno de investigacio- nes ficticio, Los resultados indicaron que 48 % de los sujetos manifestaban tuna obediencia total en este nuevo decorado, Jo que tiende a demostrar que una autoridad no necesita representar a una institucién prestigiosa para obte. net obediencia. Por slkimo, en una tercera experiencia, Milgram descubrié ue incluso una auroridad «inmoraly era obedecida por una proporcién sus- tancial de sujetos. En dicha experiencia, a victime no daba su acuerdo inicial para partiipar en la experiencia a menos que el experimentador prometiera poner fin al estudio sila victima se lo pidiera. El experimentador decia estar de acuerdo con esta condicién pero después se negaba a liberar a la victima cuando éta suplicaba que la liberaran. Un 40% de los. sujetos fueron plenamente obedientes a pesar de que el experimentador violase su promesa. ‘Al con-inuat el examen de las fuentes del poder de le autoridad, Milgram modifié Ibe roles de los diversos participantes en Ia situacién experimental Varios estudios mostraron que la orden de infligi la descarga debe proceder de un personaje con autoridad netamente definida si se desea que se produzca la obediencia, De este modo, la obediencia era débil 0 nula @ / cuando la ima reclamaba la descarge, pero el experimentador se oponia a esta accién (0%), & / cuando un cémplice ordenaba al sujeto que aplicara una descarga ala victima en ausencia del experimentador (20 %), y c / coando dos exp rimentadores daban al sujeto érdenes contradietorias, uno pidiendo que apli- cara la descarga y el otro manifesténdose en contra (0 %). Milgram también 1. Conformidad y obediencia | 65 cexamin6 el interesante caso en que el experimentador representa el papel de la victima y descubsié que, aunque ningin sujeto quiso aplicar la descarga ‘méxima a un experimentador por orden de un cémplice, 65% de los su- jetos Jo hacfan si le orden provenfa de otro experimentador. Los efectos de grupo, — Tras haber demostrado Ia poderosa infvencia de la autoridad sobre un individuo sislado, Milgram intent6 determirar Smo acta la relacign de un sujto con sus iguales sobre la obediencia, En un c= tudio, dos cémplices recibian tareas secundarias (Ieer parejas de palabfas; evaluat las respuestas de Ia victima) mientras que el sujeto ingenvo estaba encargado de aplicar las descargas a la victima. Aproximadamente a Ie mi- tad de la sesiGn, los dos eémplices lanzaron un desafio al experimentador y se negaron a continuar, Solamente 10 % de los sujetos se mostrarcn plena- mente obedientes en presencia de esta rebelién de sus pares. En una segunda experiencia, el sujeto llevaba a cabo una tarea secundaria, mientras que un fémplice segufa las instrucciones del experimentador consistentes en cont- rnuar aumentando el voltae de las descargas. En esta experiencia, a obedien- cia foe extremadamente fuerte: 95 % de los sujetos ayadaron al cémplice hasta el fin de la experiencia, « 450 voltios. Otras investigaciones sobre la obediencia. — Ademés de los estudios de Milgram se han efectuado varios estudios sobre In obediencia. Se ba demos- trado, por ejemplo, que la obediencia no es un fendmeno exclusivo de los Estados Unidos. Las investigaciones indican que los personajes detados de autoridad que ordenan a individuos que hagen un mal son igualmente influ- yentes en otras sociedades, incluyendo Australia, Alemania y Jordania (Kil ham y Mann, 1974; Mantell, 1971; Shanab y Yahya, 1977). Los estudios acerca de la diferencia entre los sexos sobre Ia cuestién de la obediencia han dado resultados variados. Ciertos investigedores no sefialan diferencias entre hombres y mujeres (Milgram, 1974; Shanab y Yahya, 1977), otros encuen- tran que existe més obediencia entre las mujeres (Sheridan y King, 1972) y ‘otros informan que existe una mayor obediencia entre los hombres (Kilham y Mann, 1974). Resulta importante sefalar que la obediencia no se reduce @ aplicar descargas eléctricas en una tarea de aprendizaje, Por ejemplo, Ho- fling, Brotzman, Dalrymple, Graves y Pierce (1966) descubtieron que algunas enfermeras se prestaban a’ administrar medicamentos virtualmente peligrosos 4 los enfermos de un hospital al recibir drdenes de un médico desconocido ‘Adetnés, Orme y Evans (1965) informan que algunos sujetos obedecieron Srdenes de un expetimentador que les decia que tocaran una serpiente «ve- nenosa», que metieran Ia mano en un recipiente lleno de «écido» y que atrojaran fcido sobre otra persona. Finalmente, las investigaciones sefalan que a medida que un sujeto se siente personalmente responsable de los su- frimientos de una victima, esto puede influir sobre la obediencia. En general, 66° | Influencia y cambio de actitudes Jos sujetos presentan una menor tendencia « obedecer Ia orden de inligir sufrimiento si se sienten responsables de la suerte de la victima (Kilham y Mann, 1974; Tilker, 1970) b. Anélisis tedrico de la obediencia Antes de discutir el andlisis que hace Milgram de Ia obediencia, resultaria ‘itil menconar en-pocas palabras otras dos explicaciones de sus resultados. Una de estas explicaciones es que los sujetos obedientes son sédicos que infigen sufrimiento porque gozan con el mal que hacen a los demés y no porque se vean eforzados» por una autoridad externa, Esta interpretacién ha perdido peso por los resultados reunidos por Milgram y otros investigado- res, resultados que indican que los sujetos splican muy pocas descargas si se les petmite elegir su propio nivel de descarga, sin ninguna presién por parte del experimentador. Otro argumento que va contra la explicacién en términos de sadismo es que los sujetos que aplican descargas a menudo dan sefiales de gran fatiga y tensi6n, como sudoraciones, temblores y risas ner viosas. O:ra interpretaciin de los resultados obtenidos en las experiencias sobre la obediencia es que los sujetos no creen hacer realmente dafio a la victima y que su comportamiento tiene poco que ver con la obediencia ne fasta dentro de un contexto real. Contradiciendo esta afirmacién, Milgram y ‘otros investigadores han demostrado que los sujetos de estudios sobre la obediencis perciben efectivamente que sus vietimas sufren. Por ejemplo, Mantell (1971) descubrié que, entre los individvos que aplicaban 26 descar: gas 0 mis, 49 % crefan que la ausencia de reaccién de Ia victima durante los tltimes ensayos significaba que haba perdido el sentido 0 estaba muerta Pasemns ahora al andlisis te6rico de Ia obediencia realizado por Milgram. Al intenter explicar por qué las personas obedecen a los personajes dotados de autoridad, Milgram (1974) diferencia dos estados_psicolégicos. Cuando tuna persona se halla en estado de «autonomia» se considera como individao, se siente personalmente responsable de sus actos y utiliza su propia concien- cia como guia de comportamiento correcto. Por el contratio, cuando una persona se encuentra en estado de «agente» considera que forma parte de tuna estructura jerdrquica, siente que las personas situadas por encima de ella en Ia jerarquia (las autoridades) son responsables de sus actos y utiliza les 6rdenes de tales autoridades como guia de accién correcta Milgram sugiere que cuando una persona se convierte en sujeto de una experiencia de obediencia, varios factores pueden hacerla pasar del estadio auténomo al estadio de agente, Estas condiciones previas incluyen las re. compensas anteriores por su sumisién a la autoridad en el marco de Ia fami- Tia, Ia esevela y el trabajo, asi como la percepeién de que Ia ciencia es una em: presa socal legitima y que el experimentador constituye una autoridad legfti- 1. Conformidad y obediencia | 67 ‘ma en Ia situacién experimental. Una vez que un sujeto llega al estado de agente adquiere sensibilidad respecto a los descos de la autoridad, acepta ta ddefiniciin de la situacién dada por,la autoridad y siente una responsabilidad menor hacia sus propios actos. Por tltimo, Milgram identifica varios facto res que impiden que un sujeto abandone el estado de agente. Estos factores apremiantes son la naturaleza secuencial de Ia tarea dada, el temor « ofender ‘la autoridad y la inquietud ante la desobediencia a las drdenes de una auto- ridad legitima. ‘Para coneluir nuestra discusién sobre las razones por las que la obedien- cia ha sido efectiva en el laboratorio de Milgram, nos parece instructivo cexaminar lo que nosotros mismos habriamos hecho si hubiésemos sido los ssujetos. Sin duda alguna, nosotros no habriamos obedecido las érdenes del ‘experimentador que exigian hacer dafio a una persona inocente. Después de todo, nosotros somos individuos morales que saben diferenciar entre el bien yy el mal y que tienen el valor de actuar segtin sus convicciones. El problema, Togicamente, reside en que los sujetos de Milgram no se considerabin menos ‘morales que nosotros y, sin embargo, muchos de ellos obedecieron de forma cfectiva, Por qué nos’ parece tan diffcil imaginarnos que también nosotros hhabrfamos obedecido? La respuesta es que nosotros sobrestimamos el papel desempefindo por los factores internos (los valores o la personalidad) y que subestimamos el papel jugado por los factores externos (la presién social) que determinan la obediencia en el laboratorio de Milgram, Resulta diffcil imaginar que ua experimentador anénimo que no tenga ningiin poder para recompensar 0 castigar, pueda ejercer semejante influencia sobre nuestro comportamiento. No nos damos cuenta de que, incluso en ausencia de san- cones coneretas, una autoridad legitima goza de un gran poder sobre sus subordinados. En este sentido, la investigacién de Milgram no sélo_ilustra las condiciones en las que las personas obedecen a la autoridad, sino que va mas alld y nos obliga a revisar las suposiciones que hacfamos’ sobre la po- tencia relativa de los factores internos y externos de nuestro propio com- portamiento ©. Las consecuencias de la conformidad y de la obediencia Hasta ahora hemos resumido las explicaciones te6ricas de Ia conformidad y de la obediencia, y hemos pasado revista a una seleccién de estudios em- piticos que ilustran las cizcunstancias en que se producen estas dos formas de comportamiento. No obstante, no hemos prestado mucha atencién « las consecuencias que implican Ia conformidad 2 la presidn de un grupo o la obediencia a una autoridad, Estas consecuencias, que implican tanto al blan- co como a la fuente de la infuencia, merecen ser examinadas a causa de Ia 58 | ft ncia y cambio do actitudes creencia comén, pero errdnea, de que Ia conformidad y la obediencia son invariablemente’nefastas. ‘Si observamos, primero, la conformidad, podemos reconocer que éta tiene consecuencias positivas y negativas. Desde la perspectiva del individuo, la conformidad frecuentemente puede ser una reaccién compleja y flexible ‘Una persoaa que desea reaccionar con exactitud en un medio complejo y cambiante a menudo haré bien fidndose de los juicios de sus pares, en particular cuando éstos tienen mayores conocimientos sobre el problema en cuestién, De manera similar, una persona que desea ser estimada y aceptada (lo que sin duda no constituye un fin insblito para la mayoria de nosotros) ‘a menudo se encontrar con que la conformidad es una estrategia «til para hacerse aceptar, En ciertos casos, una persona puede desear identfiarse con ‘un grupo atractivo, incluso si no espera sancién alguna en caso de desvia- cién (Kelman, 1958). También en este caso, In conformidad puede ser Ia reaccién adecuada, Finalmente, como indicaba uno de los estudios de Mil ‘pram, una persona sometida a una presién de obediencia, ejercida por una autoridad, puede en algunas ocasiones utilizar Ia conformidad de otros deso- bedientes’para desafar a la autoridad. Sin duda, la conformidad también puede tener consecuencias negativas para el incividuo. En ciertas circunstancias, el individuo tiene mayotes pro- babilidades de estar en lo cierto si se mantiene en sw propia posicién que si adopta el paso del grupo. Ademés, incluso si los conformistas generalmente son estimados de forma mis positiva que los desviados, puede acomtecer que Jos conformistas sean rechazados si se juzga que su acuerdo ha sido otorgado de forma servil a fin de ser aceptados (Jones y Wortman, 1973; Schlenker, 1580) y los desviados legan a hacerse respetar por su valor de distanciarse del consenso del grupo (Mortis y Miller, 1975; Moscovic, 1979). Por tltimo, Ja conformidad puede set inadecuada si el individuo desea diferenciarse de Jos demés fin de sentrse inico (Lemaine, 1974; Snyder y Fromkia, 1980), Desde la perspective del grupo, a conformidad también puede tener vventajas e inconvenientes. Todos los grupos elaboran normas o reglas de conducta apropiada. Si bien el contenido de estas normas varia de un grupo al otro y, ‘recuentemente, se modifica con el paso del tiempo en el interior de un grupo determinado, ningiin grupo puede permitit que sus notmas sean habitualmente violadas. La conformidad, o al menos 1a conformidad con Jas normas fundamentales, resulta esencial si el grupo en su conjunto debe sobrevivir y alcanzar sus fines. Al igual que en el cas0 del individuo, no dobstante, ls conformided no siempre constituye una ventaja para el grupo. En ciertas ocasiones, las normas elaboradas por un grupo a fin de enfrentarse 8 todas las eventualidades internas o externas no cambian, aunque las it~ ‘cunstancias que han originado las normas hayan cambiado. En tales casos, la continuidad de la conformidad puede resultar inadecuada para el grupo al reducit su capacidad de alcanzar sus fines incluso al amenazar sa existen 1. Conformidad y obediensia | 68 En circunstancias de este tipo, lo mejor para los intereses del grupo es des viarse con intencidn de satisfacer las verdederas necesidades del grupo y no Conformarse « normas obsoletas. Disponemos de pruebas de que los grupos feconocen en octsiones la utlidad de la desviacién y recompensan a los “Gnnovadores» que parecen tenet motivos para ayudar al grupo y que le fa Gilitan el logro de sus fines (Levine, 1980; Ridgeway, 1982). ‘Al examinar las recompensas y los costes de la obediencia hay que tomar fen cuenta no solamente el blanco y la fuente de 1a influencia, sine también 1 grupo més amplio al que pertenecen ambos. Las recompensas y ‘os costes de la obediencia para el subordinado son similares a los de una persona que Se conforma con la presiGn de un grupo. En favor de la obediencia estdel hecho de que un subordinado tiene mayores probabilidades de dar una respuesta ‘bjetivamente correcta si obedece las Grdenes de una autoridad provista de Sxperiencia'y conocimientos, que si sigue sus propias inclinaciones. Por otra parte, un subordinado que obedece serd recompensado, mientras que aquel gue desobedece a menudo puede exponerse a graves castigos, que implican Détdida de privilegios, de libertad e incluso de 1a vida. En contra de la obe- Uiencia, sucede a veces que un subordinado reacciona de forma objetivamen- te més adecuada desafiando a la autorided que obedeciéndola. Ademés, cier- tas autoridades respetan a los subordinados que tienen el valor de contestar una orden, Desde el punto de vista de Ia autoridad, la obediencia también puede te- ner consecatiaspositvasy neatvas. Hl hecho de ver sot ideas obede Gdas a menudo sumenta la eficacia del individuo, en parte debido a que fo tiene que esforzarse para castigar a un subordinado contestataric, Ademés, Tr obediencia zefuerza su propia imagen en tanto que persona poderosa, de status clevado. Las consecencis negtvas dee cbedenca pa Ja auto: ‘ided incluyen la posibilidad de que se le considerard responsable de las sc: cee jeuivamente incomectas por parte de sus subordinados y qae perderd Drogresivamente las capacidades necesarias para cumplir los comportamien- tos que encarga a otras personas. . Bee Ghaes Uprupo mas ampli al que perenecen tanto la atoridad ‘como el subordinado tome parte activa en su relacién. En algunos casos, los Subordinados obedientes pueden ayudar al grupo a lograr sus fines Hevando cabo acciones objetivamente correctas y/o reafirmando las relariones que esultan esenciales para los fies que hay que alcanzar en el furore. En otros Gasos, Jor subordinados obedientes pueden impedir que el grupo alcance Sus fines, tealizando acciones objetivamente incorrectas y pueden perjudicar fl grupo por su apatente incapacided para distinguir entre érdenes apropia dase inapropiadas. Caer Ia dbcuién nterioe, la cuestin de eber si a confor rmidad y la obediencia son buenas 0 malas resulta compleja. Lt respuesta epende del conocimiento de cierto mimero de factores especificos que varfan 70 | Influencla y cambio de actitudes de una stucign a a ot, ast como de juicios de valor sbi : ed erent facel et a iportmneia telativa de fines contradictorioe (y menudo de igual valdes). Las invest? | 2 Innovacién e influencia de las minorias zaciones sobre Ia conformidad y Ia obediencia no bastan por sf mismas para anlar dev. No cat, dine iesgcones saan os que ne ayudan planter eos problems de forma intligente. De este ‘modo, al proporcionar conocimientos sobre lo que exist, las investigaciones de psicologla social nos pueden ayudar a decidir de pscologa socal aoe pueden ayudar « decidit Jo que paede ser y lo que POR MACHTELD DOMS Y SERGE MOSCOVICI EL error en politica es no creer on Ta inverosinlitud 9 jamés.prever To. que tmunce se be vison (G. TARDE). A. Introduccién Resulta imposible presentar Ia psicologla de las minors activas sin cshorar previamente el marco de referencia histérico. Este breve bosqucjo Sid destinado a explicar por qué el fenémeno de innovacién ha tardado tanto Sh convertine en el punto de mira de las investigeciones sobre la infer socal Desde que Ia psicologia social conquisté su autonomfa en tanto que cien- cia, siempre se ha sentido fascinada, de una forma w otra por los canbios que Suiten lax percepciones, os juicios y las opiniones de un individuo al entrar fn contacto con otros individuos con los que_se ssocia temporelmente 0 onstitaye provisionalmente un grupo. Este profundo interés por el proceso de influencia social no debe sorprendernos. Tan s6lo hay que corsiderar la nnumerable cantidad de interacciones sociales que la implican « diversos frados, as como la variedad de las fonciones a las que puede se-vi 1a in- fiuencia soci, Hlabida cuenta de estos hechos podifamos incluso situar al fenémeno de infuencia social en el centro de nuestra discplina ‘Si examinamos su historia, constatamos que la pscologa social ke voleado todos sus esfuerzos en el andlisit de un aspecto particular del fendmeno de influencia, @ saber, el proceso de conformidad. ¢Por qué y cémo intenta un trupo imponer sus puntos de vista a un individvo o « un sub-grupo? ¢Pot huey cdmo adopta el individu o el sub-grupo los puntos de vista del grupo? sas cran las principales preguntas que se hacian el pensamiento y la inves tigncién tradiclonales. El interés casi exclusivo que daban al proceso de con- formidad se debia. a su concepcién de base del comportamiento individual Y social, Y éste era esencalmente estitico. Se consideraba que el compor i Thicnto tenfa por funcién primera asegurar la adaptacién a una realidad fisica

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