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BASES ESPITEMOLOGICAS DE LAS CIENCIAS CONTABLES

VISIÓN HISTÓRICA DE LA CIENCIA CONTABLE

AUTORES:
LIZARDO YELITZA C.I.: 26.266.205
MARÍA DEL CASTILLO 19.005.327
CONTADURIA PUBLICA SECCION 05

PROFESOR(A):
ROSA GARCIA.

SANTA ANA DE CORO, JULIO DEL 2022.


VISIÓN HISTÓRICA DE LAS CIENCIAS CONTABLES

Desde sus inicios, la contabilidad ha estado evolucionando de manera constante, pero no


se puede hablar de evolución sin historia, Es así como la contabilidad, al igual que
cualquier otra ciencia, tiene su propia historia y se ha ido desarrollando dentro del
contexto mundial, aspectos que le ha permitido consolidarse dentro del campo científico.
De esta manera vamos a ir desarrollando una serie de pautas que nos van a permitir
brindar un aporte reflexivo sobre la historia de la contabilidad, corrientes del pensamiento
contable y su metodología como una ciencia dinámica y completa, basados en la
intersubjetividad, la investigación y la globalización.

Lo que respecta a la visión histórica de la ciencia contable, podemos señalar que la


contabilidad se remonta a su historia, interpretando desde la epistemología algunos textos
en los que se evidencian los inicios de la contabilidad de vieja data ya que su aparición se
lleva a cabo desde el momento en que el hombre tuvo la necesidad de contar y anotar.
Algunos autores reconocen que la contabilidad inició en la sociedad sumeria,
posteriormente en Egipto y Grecia; no obstante, se conocen pocas memorias de esta
época y solo en el siglo XV se observa la construcción de la epistemología de la
contabilidad.

Cuando Luca Pacioli establece los principios que fundamentan la contabilidad, los cuales
actualmente siguen vigentes; definiendo la partida doble como método contable. La
contabilidad

La contabilidad se fue perfeccionando en las distintas etapas históricas y se dice que las
bases del pensamiento contable nacen con la visión mecanicista de Newton y el
positivismo de Augusto Comte. Dichas corrientes explican el funcionamiento del mundo a
través de leyes y principios, lo que servirá de referencia para la fundamentación contable
a partir de los principios de contabilidad generalmente aceptados, que darán sustento,
forma y difusión a la ciencia contable.

Sin embargo con la llegada de la teoría de la relatividad de Einstein se derrumbó la


linealidad cartesiana, que también fue base para el pensamiento contable, al igual que el
mecanicismo y el positivismo para dar paso a una visión más realista sobre el dinamismo
que conllevan los estados financieros. Acompañado de la necesidad de interrumpir la
llamada parálisis paradigmática que afronta la ciencia contable, producto de haberse
reducido la ecuación patrimonial: A ⁼ P + C, que solo permite cuantificar un equilibrio
aparente, porque está aislado del entorno, obteniendo entonces solo cifras frías sin
contexto; lo cual lleva a una búsqueda de teorización de la ciencia contable que responda
al aspecto cuantitativo, al cualitativo y, a los requerimientos de la sociedad para la cual es
útil y se valga de la interdisciplinariedad y transdisciplinariedad como medios para crecer
de forma holística y así complementar su base conceptual. Con el transcurrir del tiempo
se sigue trasmitiendo de teoría en teoría un engranaje básico de conformidad e
inmediatez en el fin y utilidad de nuestra ciencia.

A finales del siglo XX la globalización trajo consigo la normalización de principios y


normas, los cuales han dejado ver una crisis en torno a la convergencia asociada a los
problemas de carácter especialmente político y económico; de esta forma, se observa la
ausencia de normatividad enfocada al medioambiente y la sociedad. Asimismo, en el siglo
XXI se formalizaron organismos reguladores organizados como la IASC (IASB a partir del
año 2001), y la FASB, los cuales se encargaron principalmente de emitir normas
contables que atiendan las necesidades de los actores del entorno, logrando integrar cada
día más países en la creación de una contabilidad sin fronteras y moderna.

Ante esta nueva realidad, la contabilidad como ciencia tiende a transformarse, a través de
la investigación para responder a estos rápidos y profundos cambios.

Los avances de la ciencia y la tecnología de la información le han permitido a la


contabilidad proyectar y consolidar el ejercicio profesional. En este contexto, muchos
profesionales de la contaduría pública en Venezuela, visualizando los retos profesionales
y científicos del nuevo siglo, han iniciado una cruzada por la construcción de la ciencia
contable a través de la investigación.

La forma como se resuelve la problemática en la contabilidad ha derivado en diversas


posturas que, se han denominado corrientes de pensamiento y que se han identificado
como funcionalista, crítica e interpretativa.

en la corriente funcionalista o principal, que podría sintetizarse en el paradigma de la


utilidad, el enfoque de la utilidad tiene como objetivo que la información contable sea útil,
su metodología de trabajo se basa en la investigación empírica y, orienta el contenido de
la información a las necesidades de los usuarios, asumiendo que su principal
requerimiento es el apoyo informativo a la toma de decisiones, de tal manera, que la
contabilidad se reduce a una actividad técnica y el pensamiento dominante, es el del
funcionamiento y la explicación de sus funciones financieras; la sociedad es vista “como
un sistema único de elementos interrelacionados, en el que cada elemento de la vida
social cumple una función específica”.

Bajo esta óptica, la contabilidad da cuenta de los procesos informativos que se presentan
en la interrelación del contexto social y las organizaciones donde, de alguna manera, la
representación de la realidad en la contabilidad, puede asumirse desde una perspectiva
funcionalista, crítica o interpretativa.

La forma como se asume la realidad enriquece la construcción del conocimiento contable,


luego nos encontramos con la corriente interpretativa que está muy ligada a la
funcionalista aparte de una información cuantitativa y de una mera explicación como la
funcionalista y aparte de explicar también da un análisis ya que la investigación
interpretativa tiene como objeto explicar y comprender los fenómenos dentro de una
realidad construida social. Los estudios realizados desde esta perspectiva tienen como
objeto, describir, analizar e interpretar el fenómeno contable

La información o el lenguaje contable pueden tener diferentes significados en función de


los contextos sociales, políticos e históricos. Las prácticas contables forman parte de una
realidad que está siendo continuamente recreada y son siempre representaciones
imperfectas de las cosas y de los eventos tal como los experimentan los seres humanos
las prácticas contables no tienen el objetivo de lograr objetivos preestablecidos, sino que
se utilizan para proporcionar racionalidad a los hechos una vez acontecidos.

IDEOLOGÍA CIENTÍFICA QUE AYUDARON AL SURGIMIENTO


DE LA CONTABILIDAD
Este tiene como fin darle un sentido histórico y científico a lo que es la contabilidad, de
aquí que se pueda definir de varias maneras, La epistemología es la rama de la filosofía
que se encarga de examinar los fundamentos en los que se apoya la creación de
conocimiento.

Se puede entonces afirmar que la contabilidad es una ciencia social que garantiza el
funcionamiento de una empresa, genera conocimientos conexos entre la economía y las
finanzas, cuantifica el patrimonio público o privado.

Todo esto lo va generando la epistemología. Con esto la Contabilidad es una ciencia


social, pero sin la dimensión dinámica de otras ciencias. Algunos profesionales de la
Contabilidad no generan hipótesis que les permitan producir nuevos conocimientos
científicos, que cuestionen aquellos que carecen de lógica y que, de esta manera,
permitan elevar su nivel científico a la altura o más arriba del que han alcanzado otras
ciencias que también intervienen en el desarrollo económico y empresarial.

De aquí en adelante la epistemología ayudará a tener un concepto más amplio de lo que


es la contabilidad, y la investigación complementa la idea inicial, pues esta habla de las
falencias de la profesión, el medio por el cual algunos de los contadores solo aprenden a
aplicar las normas y les da la idea de cómo mejorar el programa de contaduría pública
basándose en la investigación.

La contabilidad en la historia se ha mostrado como una profesión operativa y mecanizada


que no ha sido analizada en profundidad, por la falta de compromiso en el desarrollo de la
investigación contable, De tal modo que la epistemología contable invita al profesional a
realizar un análisis crítico que tenga presente la historia y actualidad de los hechos
contables, relacionando la teoría y la práctica de la labor.

La epistemología contable nos orienta a crear un pensamiento proyectado al análisis de


los hechos contables con conciencia integra y critica para sobresalir ante los problemas,
ya que el objetivo de la epistemología es analizar la realidad social y económica de la
sociedad.

Personajes que ayudaron al nacimiento de la contabilidad


Edmond DeGranges:
Tomó parte activa en la lucha política en el bando girondino durante la inestable etapa
revolucionaria de fin siglo. Fue encarcelado y una vez puesto en libertad consagró sus
energías a la temática, quizá menos apasionante pero también menos peligrosa, de los
usos del mundo mercantil, El año 1975 salió de la imprenta su libro “La tenue des livres
rendue facile”, que fue reeditado en 1801; tres años más tarde publicó un suplemento,
que desde entonces quedó incorporado a la obra principal en sucesivas ediciones, El
método de Degranges se hizo pronto famoso. Su obra se reeditó en muchos idiomas, y
puede decirse que fue básica en los estudios de contabilidad a lo largo de todo el siglo
XIX. Aunque Degranges no fue un gran teórico, ni puede considerarse como un innovador
de primera categoría, tuvo el mérito de idear el sistema del Diario Mayor. A fin de
simplificar las operaciones, clasificó las cuentas en cinco grupos, con lo que dio origen a
la escuela de los cincocuentistas, consideraba dos grandes bloques de cuentas: las de la
persona del comerciante y la de los corresponsales. Las primeras podían ser de cinco
clases: Mercaderías Generales, Caja, Efectos a Cobrar, Efectos a Pagar, y Perdidas y
Ganancias. Además de estas cinco cuentas generales, susceptibles de subdivisión, el
tenedor de libros había de manejar las cuentas personales de deudores y acreedores. Por
su parte, la cuenta de Capital no quedaba suficientemente integrada en el sistema. En su
Diario Mayor, Degranges dispuso ocho columnas, de la siguiente manera: la primera para
los totales, las cinco siguientes para las cinco cuentas antes enumeradas, otra columna
para cuentas diversas, y la última para el total de cada cuenta en el Mayor. El método de
Degranges simplificó en gran manera la mecánica contable, al reducir las cuentas a un
mínimo, con lo que permitía al profano aprender rápidamente la teneduría de libros. Su
obra, pues, tuvo razones fundadas para alcanzar el éxito enorme que consiguió pese a
sus carencias y su poca altura teórica; o, tal vez, precisamente a causa de ello.

Francisco Marchi (1822-1917)


Desde el punto de vista de Marchi son cuatro las clases de personas interesadas en la
vida de la empresa: el administrador, el propietario, los consignatarios y los
corresponsales. Las cuentas se dividen en dos grupos: las de propietario, por un lado, y
las cuentas que deben abrirse a los consignatarios y corresponsales, por otro. Después
de Marchi apareció gran número de autores que configuraron la escuela toscana.

Guisseppe Cerboni (1827-1917)


Cerboni presentó en el XI Congreso de Científicos Italianos, un estudio que causo
sensación: “Primi saggi di logismografia”, en el que proponía un nuevo sistema contable,
rechazando el establecido. Según Cerboni, el hecho contable crea una relación de cargo y
abono entre personas, naturales o jurídicas, susceptibles de derechos y obligaciones.
Esas relaciones se anotan, utilizando una cuenta para cada una de las personas
implicadas en ellas. La contabilidad debería tener en cuenta, en primer término, antes que
la actividad meramente económica de la empresa, los actos de sus órganos
administrativos, con la finalidad de ejercer un control sobre ellos. La magna obra de
Cerboni fue publicada en Roma en 1886: “La Ragioneria Científica e le sue relazioni con
le discipline amministrative e sociali”. En ella desarrollaba con vigor y profundidad su
razonamiento contable.

Cerboni presenta, para aplicar su logismografía, un sistema contable basado en cuatro


libros fundamentales: el Diario, el Libro de Desarrollos, en el que se dispone
cuidadosamente una bien estudiada subdivisión de las cuentas generales del Diario con el
fin de facilitar la tarea analítica, las Minutas de la cuentas, que suponen una especie de
borrador, y el Cuadro de Contabilidad síntesis de Diario y Desarrollos, visión general,
resumida y ordenada de la contabilidad de la empresa. La logismografía facilita un rígido y
puntual control en cada paso contable, aun cuando su excesiva complicación la ha hecho
poco menos que inaplicable en la práctica. Gracias a su estudio, sin embargo, la atención
de los tratadistas se centró en el aspecto organizativo y funcional de la empresa
anticipando los modernos sistemas de control.

Cerboni recibió el nombramiento de Contador General del reino Italiano lo que le permitió
hacer que se aplicara su sistema contable a la Hacienda Pública del país. No obstante,
cuando en 1892 el gran autor toscano dejó el cargo, la contabilidad pública italiana volvió
a sus antiguos cauces.

Fabio Besta (1845-1922)


El impulsor de la escuela veneciana, profesor de contabilidad en la Escuela Superior de
Comercio de Venecia desde 1872 a 1918, desarrolló su teoría de las cuentas basando su
pensamiento en la obra del fundador de la escuela lombarda, Francesco Villa.

La obra cumbre de Besta, “La Ragioneria”, no fue editada en su totalidad hasta 1910. No
obstante, los elementos fundamentales de su teoría venían ya esbozándose en multitud
de contribuciones realizadas por Besta en las cuatro décadas anteriores. Puede decirse,
por ello, que la escuela veneciana de contabilidad pertenece al siglo XIX, aun cuando
prolongue sus actividades durante algunos decenios de nuestra centuria.

Cerboni ampliaba el ámbito de la contabilidad hasta considerarla como ciencia de la


administración, pero para Besta, más modestamente, la contabilidad aspira a ser la
ciencia del control económico.

El patrimonio jurídico de una empresa no tiene por qué coincidir con el patrimonio
económico; y la contabilidad debe ir encaminada a la medición de este último. Besta pone
un ejemplo: si ha prestado una cantidad, ese dinero forma parte de mi patrimonio jurídico,
ya que tengo derecho a que me sea devuelto. Pero; ¿deberá ser tenido en cuenta en mi
patrimonio contable? Sólo interesaría a tal fin, en cuanto haya, al menos, alguna
posibilidad de que tenga efecto tal devolución. Si ello no va a ser posible, debido, por
ejemplo, a la huida del deudor, por mucho mas derechos que me asistían no será
razonable incluir aquella cantidad de dinero en mi patrimonio contable.
En la disyuntiva de “personalizar” o no todas las cuentas, Besta eligió el camino de
considerar sólo el aspecto del “valor” de las cuentas. Toda magnitud material que pueda
ser expresada en valor monetario es objeto de una cuenta.

Besta desarrolló, al igual que sus grandes contemporáneos italianos, una sólida doctrina
organizativa de la administración de empresas. Además, fue un notable historiador y un
estudioso del tema de la contabilidad de la Hacienda Pública.
CONCLUSIÓN
La ciencia contable no tendría futuro sin la investigación. Ésta la enriquece, la renueva, la
dinamiza y le permite cumplir su propósito trascendente en el concierto del saber humano,
enfrentando así los desafíos de lo complejo e incierto del III Milenio, en función de la
felicidad del hombre y del progreso de la Patria. Para concluir, resulta pertinente acotar
que, a lo largo de la historia, el conocimiento se ha construido gracias a los aportes de
todas aquellas personas que, de alguna manera, han sentido ciertas inquietudes y han
estado en una constante búsqueda y se han preocupado en darle explicaciones; es decir,
la historia se ha construido con los esfuerzos e intentos, por parte de grandes
pensadores, para comprender al mundo. En la actualidad urgen cambios en las
estructuras del conocimiento. La sociedad exige un nuevo pensador, una especie de
conductor de orquesta con la suficiente potencialidad para crear una obra maestra.

Las universidades deben abandonar la postura que hasta ahora han mantenido y dar un
vuelco a la manera como se enseña, sobre todo en lo relacionado con la contabilidad. Es
decir, la contabilidad habría que entenderla como una ciencia transdisciplinaria, dinámica,
interpretativa y que se desarrolla en un entorno complejo, por lo que seguir estudiándola y
enseñándola desde el paradigma positivista sería un error; se estaría obviando la relación
inseparable entre ser y pensar, sujeto y objeto, y sujetos-objetos-sujetos. La entrada en
escena de la automatización de los servicios y la digitalización de los datos, ha causado
un gran impacto en la sociedad, generando cambios en las estructuras de mercado y de
poder en que aparecen las potencialidades crecientes de la miniaturización y
compactación de la información.

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