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JARED DIAMOND Premio Pulitzer por Armas, gérmenes y acero CRISIS ,__ COMO REACCIONAN LOS PAISES EN LOS MOMENTOS DECISIVOS 3 Los origenes del Japon moderno Mis conexiones japonesas « Japén antes de 1853 « Perry + De 1853 a 1868 - La era Meiji « Las reformas Meiji + La «occidentalizaci6n» + La expansién a ultramar + El marco de la crisis + Preguntas A diferencia de los demis paises que se analizan en este libro, en el caso de Japén no hablo el idioma, no he vivido alli periodos largos y la primera vez que lo visité fire hace solo dos décadas. Sin embargo, he tenido un buen niimero de oportunidades de obtener informa~ cién de segunda mano sobre los cambios selectivos implantados por Japon y sobre su forma de combinar caracteristicas europeas y rasgos tradicionales de su cultura. Cuando me trasladé a California desde Boston —la ciudad de la costa este estadounidense en la que naci y me crie—, pasé a vivir en una zona de Estados Unidos que cuenta con una poblacién asiatica mucho mas numerosa, gran parte de ella Japonesa o japoestadounidense. Actualmente, el mayor colectivo en- tre los estudiantes de mi universidad (la Universidad de California en Los Angeles) es el de los asiaticos, que superan en ndimero a los estu- diantes de ascendencia europea. Tengo muchos amigos y colegas ja~ poneses —entre ellos a una ayudante de investigacién maravillosa—, gue conocen muy bien Estados Unidos y Europa por haber vivido alli mucho tiempo y que en algunos casos han formado matrimonios mixtos. Y viceversa, también tengo muchos amigos y colegas esta~ dounidenses que conocen muy bien Japén porque han vivido alli durante mucho tiempo y también porque, en algunos casos, se han ut PAISES: CRISIS ACONTTECIDAS casado con personas japonesas. Yo mismo pasé a tener un mont6n de primos y sobrinas japonesas cuando me casé y entré a formar parte de una familia que tiene dos ramas japonesas. Como consecuencia de todo lo anterior, oigo hablar constante- ‘mente de las diferencias que existen entre Japén y Estados Unidos, 0 entre Japén y Europa, tanto a personas japonesas como a estadouni~ denses y europeas que cuentan con una larga experiencia en Japon y en Estados Unidos o Europa. Todos mis familiares, alumnos, ami- 08 y colegas japoneses hablan de la coexistencia de grandes diferen- cias y grandes similitudes entre la sociedad japonesa y las sociedades estadounidense o europe! tablecer un orden de impo! tancia,: la costumbre de disculparse (0 de no disculparse), la dificultad de aprender a leer y escribir, la tendencia a sobrellevar los problemas en silencio, la profusa socializacién con los posibles clientes de un ne- gocio, la extremada cortesia, el sentimiento hacia kas personas ex tranjeras, el comportamiento abiertamente mis6gino, la comunica~ Gién entre médico y paciente, el orgullo por la bella caligrafia, el escaso individualismo, las relaciones con los suegros, la actitud ha~ cia el hecho de destacar como alguien distinto de los demés, el esta~ tus de las mujeres, la expresién de los sentimientos sin reservas, la falta de egoismo, las formas de expresar desacuerdo. y muchos El origen de esa mezcla se encuentra en una crisis que estallé julio de 1853 y que se aceleré con la Restauracién Meiji de 1968. (Gobre la que hablaremos mas adelante), momento en el que Japén se ‘embareé en un programa de cambio selectivo que se prolong6 du= rante mis de medio siglo, Como la crisis de Finlandia, que hemos analizado en el capitulo ante la de Japén comenz6 de forma bin dl (aunque no con un ataque real). Al igual que Finlandia, Japén hizo 2 1105 ORIGENES DEL JAPON MODERNO A diferencia de Finlandia, I Por lo tanto, el Japon de la era Meiji oftece un buen caso de estudio que combinar con el de Finlandia. eo que alcanzé un estatus ‘equiparable al de las sociedades europea y a las sociedades neoeuro- peas de ultramar (Estados Unidos, Canada, Australia y Nueva Zelan- da) en términos de nivel de vida, industriaizacion y tecnologia. El Japén de hoy se asemeja a Europa y a las neoeuropas no solo en ma~ teria econémica y tecnolégica, é ‘aria, de contar con un alto nivel de alfabetizacién y en la adopcién de la vestimenta y la misica occidentales, adems de la misica tradi- cional japonesa. Pero en otros aspectos, especialmente e1 No hay nada sorprendente en esos rasgos no europeos presentes en la sociedad japonesa. Es una situacién totalmente légica, pues Japon se ‘encuentra a mis de 12.000 kilémetros de la Europa occidental y ha sufrido una fuerte influencia de paises cercanos del continente asiéti~ co (en especial de China y Corea), con los que comparte una larga historia. (Con anterioridad a 1542{)sp6H1H6 ablalréelbido ninguna in- Después, entre 1542 y 1639, hubo un perfodo de influencia vinculado a la expansién europea de ultramar (pero limi- tada por la gran distancia entre ambos enclaves), seguido de otro pe~ riodo de menor influencia hasta 13 Sin duda, no han reemplazado completamente. todos los rasgos del Japén tradicional, del que atin se conservan mu- cchos elementos. Es decir, apén, igual que los supervivientes de Co coanut Grove tras el incendio, y como el Reino Unido posterior a la U3 PAISES: CRISIS ACONTECIDAS Segunda Guerra Mandi, i HORICS AEROS POS IES) 4€r,en mucho mayor medida que cualquiera de las otras seis socieda- des que se analizan en este libro. Hasta la Restauracién Meiji, el verdadero gobernante de Japén era ui mf), mien ningtin poder real. Entre 1639 y 1853, 10s sogunes limitaron el contacto de Japon con los ex- tranjeros, lo que daba contimuridad a una larga historia japonesa de aislacionismo derivada de los efectos de su aisla isla. De i ‘mapa Los dos archipiélagos parecen tener cierta equivalencia geogré fica, pues estin situados respectivamente en las costas este y oeste de Eurasia. (Solo hay que mirar un mapa para comprobarlo). Jap6n y Reino Unido tienen una extensién mas o menos similar’ or lo que poidtfa espe- En realidad, desde los albores de la era cristiana, Reino Unido ha sufrido cuatro invasiones desde el continente; Japn, ninguna. Y, a Ia inversa, desde la conquista normanda en cl afio 1066, todos los siglos han sido testigos de la presencia de ejércitos britinicos com- batiendo en el continente, pero, salvo dos breves perfodos, los ejér~ citos japoneses no han tenido presencia en el continente hasta fina~ les del siglo xrx. ‘minas briténicas de Cornualles eran la prin ifio para la fabricacién del bronce europeo. Hace cipal fuente de e: tun siglo 0 dos, La explicaci6n tiene que ver con detalles importantes de la geo- grafia, Si bien, al primer vistazo, Japén y Reino Unido parecen simi- lares en cuanto a extensi6n y nivel de aislamiento, lo cierto es que 14 108 ORIGENES DEL JAPON MODERNO Japén esti cinco veces més lejos del continente (a 180 kilometros, frente a los 35 briténicos) y es un 50 por ciento mis grande en ex- tensi6n y mucho més fértil De ahi que, en la actualidad, Ja poblacién de Japén sea mas de dos veces mayor que la de Reino Unido y su produccién de cultivos alimentarios, madera y pesca de bajura sea mayor. Hasta que el desarrollo de la industria moderna empezé a requerir la importacién de petréleo y metales, diferencia de Reino Unido. Ese es el contexto geogrifico de aislamiento que ha caracte- tizado la mayor parte de la historia japonesa y que se acentué a par- tir de 1639. Los europeos legaron por primera vez a China y Japén por mar en 1514 y 1542, respectivamente. Japén, que ya mantenfa alguna actividad comercial con China y Corea, empez6 entonces a comer ciar con cuatro grupos de europeos: los portugueses, los espaiioles, los holandeses y los britinicos. No se trataba de un cometcio directo centre Japén y Europa, sino de una actividad comercial en Jos asenta~ mientos de la costa china y otros lugares del sudeste asiitico. ‘Cuando, en el ailo 1542, los japoneses vieron a los p: exploradores portu- gueses llegados a Japén cazar patos con sus primitivas armas de fuego, quedaron tan impresionados que enseguida desarrollaron las suyas propias. Li Pero los sogunes tenfan motivos para recelar de Ja influencia europea en general y del cristianismo en particular. Se a€iS6 a 16s €UrO- peos va aajerenet Gls polls japan y de suministrar armas a los rebeldes enfrentados al Gobierno. Los catélicos predicaban la in: celcnnciaante ons ior 1 és, que les prohibia predicar, y se los consideraba le: Goeaedaenimoreross Por tanto, después de crucificar a miles de cristianos japoneses entre 1636 y 1639, 115 PAUSES. 1 ISIS ACONTECIDAS. “mayors de os laos que exstanente Jpn y Europa Flin dito file PrOHiBido, Se prohibié a la mayoria de los japoneses viajar © vivir en el extranjero. A los pescadores nipones a los que la deriva Mevaba hasta alta mar, silos rescataban barcos europeos o norteameri~ canos y conseguian regresar a Jap6n, se los mantenia a menudo bajo arresto domiciliario o se les prohibia hablar acerca de sus experiencias en el mar. Se prohibieron también las visitas de extranjeros a Japén,a. excepcién de las de los comerciantes chinos, que estaban confinados aun Area de la ciudad portuaria de Nagasaki; y de las de los comer ciantes holandeses, confinados en la isla de Dejima, en el puerto de ‘Nagasaki. (Como los holandeses eran protestantes, Japon no los con= sideraba cristianos). Aquellos comerciantes holandeses estaban obli= gados a llevar un tributo a Ja capital japonesa una vez cada cuatro afios y a seguir una ruta prescrita y bajo atenta vigilancia, como si fueran peligrosos microbios en un contenedor sellado. Algunos do~ minios japoneses pudieron seguir comerciando con Corea, China y as islas Rydkya, un archipiélago a varios cientos de kilémetros al sur de Japén, del que forma parte Okinawa. Las esporddicas incur siones comerciales coreanas a Japén se disimularon ante el piiblico’ japonés como visitas tan solo permitidas para recibir el stributow coreano. Pero el alcance de todos esos contactos siguié siendo muy limitado. cs Su importancia para Japén residia, en cambio, en que aquellos comerciantes holandeses eran una im= portante fuente de informacién sobre Europa. Entre los cursos formativos que offecian las academias privadas japonesas se encon= traban los Tlamados sestudios holandeses», En aquellos cursos se ofrecia informacion sobre temas practicos y cientificos adquirida de los Paises Bajos: en especial sobre medicina occi mapas, topografia, armas y explosives. nomia 5 Gran parte de la informa in sobre el mundo exterior (Europa incluida) también lleg6 a “opin através de China, de libros chinos y de libros europeos tradu= cidos al chino. 6 LOS ORIGENES DEL JAPON MODERNO “no El Japon de 1853 era muy distinto del Japén actual, ¢ incluso se dife- renciaba del Japon de 1900 en distintos aspectos significa Europa medieval, ue —— un nes ‘mayor que el de un sefior feudal m a curopeo. En la é%spide de la jerarquia de poder se encontraba (véase la imagen 3.1) del litiaje'de'shogunes Tokugawa que habia gobernado Japon desde 1603 y que controlaba una cuarta parte de Jos arrozales del pais. El daimio tenfa que obtener el permiso del shogun para casarse, trasladarse o construir o rehabilitar un castillo. “También se les exigia que, en afios alternos, establecieran su residen- cia en la capital del shogunato, junto con sus criados, lo que les aca~ rreaba un coste elevadisimo. Aparte de las tensiones resultantes entre elshogun y los daimios, el Jap6n Tokugawa se veia afectado por otros problemas, ocasionados por la creciente brecha existente entre los gastos y los ingresos del shogun, por las rebeliones cada vez mis fre- ‘cuentes, por ¢l desarrollo urbano y por la emergente clase de los comerciantes. Pero los shogunes Tokugawa ya se habjan enfrentado antes a otros problemas, se habjan mantenido en el poder durante 250 afios y no cortian ningiin riesgo inminente de ser derrocad < En el trasfondo de la presién occidental sobre Japén esti la pre~ sin occidental sobre China, que producia muchos més bienes codi- ciados por los occidentales que Japén. Los consumidores europeos tenian especial demanda del té y la seda chinos, pero Occidente producia pocas cosas que China pudiera querer a cambio, por lo que Jos europeos se vefan obligados a compensar ese déficit comercial enviando plata a China. 7 PAISES: CRISIS ACONTECIDAS s lo, esa politica britinica respecto al opio no es una falsa calumnia antioccidental: sucedié de verdad y debe tenerse en cuenta sise quiere entender la actitud que hoy muestran los chinos hacia Occidente). i Reino Unido se opuso a esta respuesta china y la denuncié como una restriccién co ‘mercial ilegal. Asi fire como se desat6 Ia guerra del Opio entre Reino Unido y China, de 1839 a 1842, la primera vez que China y Occidente pusie~ ron a prueba sus respectivos poderes militares. Aunque China era mucho mis grande y tenfa mis poblacién que Reino Unido, resulté que la armada y el ejército briténicos estaban dos y entrenados que los chinos. Asi pues, nucho mejor equips Francia y los Estados Unidos consegui~ rian obtener después las mismas concesiones. Alver el desarrollo de los acontecimientos en China, el Gobier no japoniés fem que fuera solo cuestin de tiempo que alguna po- genet occidental aes ee ‘Similar Asi ocurrié, en 1853, y la potencia occidental responsable fue Estados Unidos. La razén por la que Estados Unidos fue la primera de las potencias occidentales que se decidié a actuar contra Japén >. Esta tuvo lugar en 1848 y el descu- brimiento de que alli habfa oro ocasioné una gran explosién del trifico de barcos estadounidenses a la costa del Pacifico, También aumenté el trifico de barcos balleneros y comerciales estadouniden- ses en aquel océano. Inevitablemente, algunos de aquellos barcos es~ tadounidenses naufragaron, algunos de aquellos naufragios se produ= Jeron en a fnicas cercanas a Japon y én, 18 LOS ORIGENES DEL JAPON MODERNO Estados Unidos pre- @ los marineros recibieran, mas bien, proteccién y ayuda, y que los barcos estadounidenses tuvieran la posibilidad de comprar carb6n en Japén. Por tanto, el presidente de los Estados Unidos, Millard Fillmore, envi6 a Japén al comodoro Matthew Perry con una flota de cuatro navios, entre los que habfa dos buques de guerra de propulsién a va- por infinitamente superiores a cualquier barco japonés de aquel mo- ‘mento, (apén no tenia barcos de vapor ni tampoco, siquiera, motores de vapor). E18 de julio de 1853, Perry entré con su flota en la bahia de Edo (hoy llamada bahia de Tokio), rechazé la orden japonesa que los exhortaba a marcharse, entregé la carta de exigencias del presidente Fillmore y anuncié que esperaba una respuesta cuando regresara, al aio siguiente. Para Japén, la experiencia amenaza ‘Tras la partida de Perr envié la carta de Fillmore a los daimios para ee sobre cui podria ser la mejor respuesta; de entrada, eso ya constitu- ye algo inusual. Los temas recurrentes que aparecen en las diversas respuestas son un solido deseo de mantener el aislamiento de Jap6n, unido al reconocimiento de la imposibilidad prictica de poder ar~ mar una defensa contra los buques de guerra de Perry. De abi la sugerencia de hacer 0 du- ida de Perry y su abierta Esta tiltima vision fue la que se impuso. ‘Cuando Perry regres6,¢l 13 de febrero de 1854, esta vez.con una flota de nueve barcos de guerra, el shogun respondié firmando el primer tratado japonés con un pais occidental. Si bien Japén logré declinar la demanda de Perry de establecer un acuerdo comercial, a= ‘Abrié dos puertos japoneses como refugio para los arcos estadounidenses, acepté que un cénsul estadounidense resi dicra en uno de esos puertos y accedié a dar un trato humano a los 9 PAISES: CRISIS ACONTECIDAS marineros estadounidenses que fueran victimas de un naufragio. Tras la firma de este acuerdo entre Japén y Estados Unidos, los co- mandantes navales britinicos, rusos y holandeses destacados en el Lejano Oriente legaron répidamente a acuercos similares con el pais nipén. El periodo de catorce aiios que comenzé en 1854, cuando el Go- bierno del sogin (llamado bakufu) firmé el tratado de Perry y puso fin a siglos de aislacionismo, fue una época tumultuosa en la historia japonesa. El bakufu se vio en dificultades para dat solucién a Jos problemas resultantes SLEEP See aR yen tlti- ma instancia,fracasé porque dicha tuna serie de Ni el tratado de Perry ni sus equivalentes briténico, ruso y holandés satisfacian completamente las pretensiones occidentales de abrir a Japén al comercio, Por tanto, en 1858, el nuevo cénsul de Estados Unidos en Japon negocié un tratado mis amplio que si inclufa la actividad comercial y al que siguieron nuevamente otros tatados similares con Reino Unido, Francia, Rusia y los Paises Ba jos. En Japon, tados sc consideraron humillantes y se deno~ minaron iis que plasmaban la visién occidental de que\Japon no) -Por ejemplo, los tratados estipula~ an la extraterritorialidad de los ciudadanos occidentales que se encontraban en Japén, es decir, que leyes japonesas. Uno de los nesa durante ef te fixe Se iidad militar que manifestaba Japén en 1858 relegd ese objetivo al futuro lejano, yue tenia el bakyfir en 1858 era, mas bien, en lo posible la 120 estaban sujetos a las de la politica japo~ RPeraao LOS ORIGENES DEL JAPON MODERNO intrusin de los oecidentales, de sus ideas y desu influenca. La for ma de hacerlo fue aparentando que el pafs estaba acatando los tra~ tados, aunque lo que hacfa en realidad era retrasar su aplicacién, alterar unilateralmente los acuerdos, aprovecharse de la falta de familiaridad de los occidentales con los ambiguos top6nimos ja~ poneses . Con los tratados de 1858, Japén consiguié limitar la actividad co- mercial a solo dos puertos de su geogratfa, os llamados «puertos del tratado», y restringir el acceso de los forasteros a unos distritos espe- cificos de esos puertos, mis alld de los cuales tenian prohibido el trinsito. La estrategia fundamental del bakufie sia FieMPO. Eso significaba encontrar el modo de | _ pecemeee a pereneaser mec meena mr ) mientras al mismo tiempo se adquirian los conocimientos, equipamiento y tecnologia occidentales necesarios para fortalecer- se, tanto en cuestiones militares como civiles, y poder oponer resi tencia a Occidente tan pronto como fuera posible. El bakufu y también los poderosos dominios de Satsuma y Choshu! —que nominalmente estaban bajo el poder del Gi , pero gozaban de una gran autonomi: cos o a Buropa y a Estados Unidos. Estos estudiantes no se formaban solo en asuntos priicticos como la navegacién, la construccién naval, la Ia ingenieria y la ciencia y tecnologia occidentales, y los alfabetos de aquellos pai- 1. Estos dos poderosos dominios rivales —Satsuma en el extremo sur de la isla ms meridional de Japén y Kyushu y Choshu en el extremo suroeste de la prin- cipal sla japonesa de Honshiy— han desempefiado wm papel importante en muchas «tapas dela historia japonesa reciente. Ambos fueron derrotades por los ejrcitos de “Tokugawa en 1600.A principios de 1860, ot dos tomaron la iniiativa de atacar a los oceidentales ya sus barcos, y por lo tanto recibicron la mayor parte de las repre- silias por parte de estos. Ambos encerraron su rivalidad para derrocar al ékimo de Jos shogun en 1868, pero luego organizaron las mayores revueltas contra el Gobier- no Meiji en la d&cada de 1870. PAISES: CRISIS ACONTECIDAS ses. El bakufu desarrollé un Instituto para el Estudio de los Libros Barbaros (es decir, extranjeros), tradujo libros occidentales y finan cid la edicién de libros de gramitica inglesa y de un diccionario de inglés de bobillo Pero mientras el bakufu y los grandes dominios intentaban for- talecerse de este modo, en Japén iban emergiendo otras problemiti- eas derivadas del contacto con Occidente. Como resultado de los gastos acarreados por la compra de armas y el envio de estudiantes a otros paises, af Toda vez que el sogtin habia pedido consejo a los daimios tras la primera visita de Perry, algunos 10s como hasta entonces. Quien habia negociado y firmado los tratados con las potencias occidentales habia sido el shogun, pero este no podia controlar a aquellos daimios que pretendieran violar dichos tratados. A ruiz de esto se produjeron una serie de conflictos entrecruza~ dos. Las potencias occidemtales y Japén mantenian un conflicto sobre Ja cuestion de si este debia abrirse mis (objetivo occidental) 0 menos (objetivo japonés pre te) a Occidente. Dominios como el de , tradicionalmente ados al bake Aumentaron también las tensiones entre los dominios. Asimismo, en la corte imperial se produjeron incluso con= flictos entre el bakufir y el emperador-titere, cn cuyo nombre se su- ponia que actuaba el primero. Por ejemplo, la corte imperial se neg a aprobar el tratado de 1858 negociado por el bakufu com Estados Unidos, pero este lo firmé de todos modos. LOS ORIGENES DEL JAPON MODERNO [ah TE i on ny jjetos que habian deshonrado al pais ¢ indignacién ante el shogun y los sefiores que habjan permitido ese deshonor. En torno a 1859, unos jévenes samurdis exaltados, y cindidos, se propusieron expulsar alos extranjeros, espada en mano, por medio de una campati sinatos. ‘Elevados principios», pues, en nombre de lo que entendfan que eran Jos valores japoneses tradicionales, se consideraban moralmente supe- iores a los politicos de mis edad. La declaracién de los principios shishi, emitida en 1861, trans~ ne neni eS ae y divino pais humillado por los barbaros, y ver el Espiritu de Jap6n, que ha sido transmitido desde la antigiiedad, a punto de apagarse [..]-Se dice que, cuando el sefior es humillado, sus siervos deben elegir la muerte. :No deberia- mos poner un énfasis atin mayor en Ja situacién actual, en la que el Pais Imperial esti a punto de conocer la desgracia? [...].Juramos por nuestras deidades que, si a Bandera Imperial se levanta,atravesaremos cel fuego y el agua para dar alivio a la mente del Emperador, para llevar a cabo la voluntad de nuestro antiguo sefior y para purgar este mal de nuestro pucblo. Si alguien, en esta causa, trata de plantear cuestiones de Ambito personal, incurrira en el castigo de la ira de los dioses y ser Uamado ante sus iguales para cometer hara-kiiv. El terrorismo shishi iba dirigido contra los extranjeros y, atin con mis frecuencia, contra los japoneses que trabajaban para los extranjeros 0 colaboraban con ellos. En 1860, i ‘os ataquues japoneses alos extran= jeros culminaron en dos incidentes en 1862 y 1863, en los que es- tuvieron implicados los dominios de Satsuma y Choshu. El 14 de septiembre de 1862, un comerciante inglés de veintiocho afos lla mado Charles Richardson fue atacado en un camino por hombres de Satsuma armados con espadas. Murié desangrado, pues se consi- deraba que no habia mostrado el debido respeto en una procesion ‘en la que participaba el padre del daimio de Satsuma, Reino Unido exigié una indemnizacién, disculpas —no solo de parte de Satsuma, 123 PAISES: CRISIS ACONTECIDAS Spee NSIS casi un afio de negociaciones infructuosas con Satsuma, una flota de b: de Kagoshima, la ct ‘maté a unos 1.500 soldados. El segundo incidente ocurrié a finales de junio de 1863, cuando Jos cafiones de la artilleria costera de Choshu dispararon contra los barcos occidentales y cerraron el crucial estrecho de Shimonoscki, que se encuentra entre las importantes islas japonesas de Honshu y Kyushu. Un afio después, una flota de diecisiete barcos de guerra britinicos, franceses, estadounidenses y holandeses bombardeé y destruyé la artilleria costera de Choshu y se levé el ultimo cafién de las defensas locales. ‘Ambas represalias occidentales convencieron incluso a los més enardecidos de entre la on de Satsuma y Choshu veo ébil condici6ni. Los exaltados tendrian que esperar hasta que el pais consiguiera equipararse en poder militar a Occidente. I inos dominios, en especial Satsuma y Choshu, estaban convencidos de que el shogun era incapaz de coma aly - miento de Japén necesario para resistit a Occidente. i bien compartian el objetivo del bakufu de hacerse con tecnol Por lo tan- Satsu- ma y Choshu habian sido rivales, recelaban el uno del otro y habfan luchado entre si, pero, reconociendo que los esfiverzos del shogun por desartollar su fuerza militar constitufan una amenaza para ambos do- ‘minios, establecieron una alianza. Tras la muerte del anterior en 1866, el nuevo nee (sepieuaceas spear oe es acrecenté el nivel de amenaza percibido por Satsuma y Choshu. Cuando en 1867 murié también el antiguo emperador, Io sucedi6 124 LOS ORIGENES DEL JAPON MODERNO en el trono imperial su hijo de quince afios (véase Ja imag de enero de 1868, 10s conspiradores tomaron el control de las puer~ tas del Palacio Imperial de Kioto, convocaron a un consejo que despojé al shogun de sus tierras y de su posicién en el consi El consejo escenificé la ficcién de aunque en SS as competencias habian sido del shogui Este suceso se conoce como la Restauracion Meiji Después de que aquel golpe les otorgara el control de Kyoto, el pro- blema inmediato al que tuvieron que hacer i i acepto Mfftichos otros no lo hicieron. Como resultado se dlesato una germ civil entre los ejéritos que apoyaban al nuevo Go- bierno imperial y los cjércitos que se oponian a este. Solo cuando las {iltimas fuerzas opositoras fueron derrotadas en la principal isla del norte de Japon, Hokkaido, en junio de 1869, reconocieron las poten- cias extranjeras al Gobierno imperial como el Gobierno de Japon. Y solo entonces pudieron los lideres Meiji continuar con su proyecto de reforma del pais. ‘Al comienzo de la era Meiji, gran parte de Japén se encontraba sumido en un caos absoluto. Algunos lideres deseaban tener un em- perador autocritico; otros qucrian que el emperador fuera solo un titere y que el poder real estuviera en manos de un consejo de sase- sorest (la solucién que prevalecié finalmente); y aun existia la pro- puesta de que Japén se convirtiera en una repiblica sin emperador. ‘Algunos japoneses que habian llegado a apreciar los caracteres occi~ dentales propusieron reemplazar con estos el bello pero complejo sistema de escritura de Japén, derivado del chino y en el que se com- binan dos silabarios propios. Algunos japoneses querian declarar la guerra a Corea sin demora; otros abogaban por esperar. Los samuriis 125 PAISES: CRISIS ACONTECIDAS querian que sus milicias privadas se mantuvieran y se utilizaran; otros querian desarmarlos y disolverlos. En medio de este torbellino de propuestas contrarias,los Kideres Meiji se decidieron pronto en favor de tres principios bisicos. En primer lugar, y aunque algunos de los dirigentes Meiji estaban entre aquellos exaltados que habfan querido expulsar a los occidentales sin mis demora, enseguida prevalecié el realismo. EEE como lo habia estado para el shogun que Antes de que eso fuera posible, Japén debia fortalecerse mediante la adquisicién de los medios de poder occidentales, lo que significaba no solo la adopeién de sus armas, sino también de ee WRI og. alzoce gue consinian los cmienos del fortaleza occi {iltimo de los lideres Meiji era la | Japén. Pero para ello era necesario que y que ia ental, con una constitucién y legislacién al estilo occidental. Por gjemplo, el ministro de Exteriores britinico, lord Granville, comuni- é sin ninguna sutileza a los negociadores japoneses que Reino Uni- do reconoceria «la jurisdiccién sobre los sibditos britinicos [residen- tes en Japén] en exacta proporcién a su avance [el de Japén] en ilustracién y civilizacién», considerados estos avances seggin los estin= dares brits El tercer principio bisico de los Iideres Meiji fue identificar, El Japon Meiji especialmente de los modelos britinico, alemén, francés y estadounidense. Distintos paises extranjeros sirvieron de modelo en distintos Ambitos: por ejemplo, la nueva armada y el nuevo ejército japoneses siguieron el modelo de la armada britinica y del ejército aleman, respectiva- mente. Y, de otro modo, dentro de un mismo Ambito, Japén tam= 126 108 ORIGENES DEL JAPON MODERNO bién ensayé a menudo una sucesién de distintos modelos extranje- ros: por ejemplo, en la creacién del cédigo civil, el Ministerio de Justicia japonés recurrié a un académico francés para que redactara el primer borrador y después empleé un modelo alemén en el si- guie ‘muasivos; conscientes y planeados. Algunos de ellos consistieron en evar a oceidentales a Japén: por ejemplo, llevaron maestros de es- cuela para que ejercieran como docentes 0 como asesores sobre el sistema educativo 0 a dos académicos alemanes para que colabora- ran en la redacci6n de una constitucién japonesa basada en Ia ale~ ‘mana. Pero, en. es ‘Una medida crucial, tomada solo dos afios después de que el Gobierno de Meiji consolidara su poder, fue la Misi6n Iwakura, que se desarrollé entre los afios 1871 y 1873 (véase la imagen 3.3). En ella, cincuenta re- presentantes del Gobierno japonés recorrieron Estados Unidos y una docena de paises europeos, visitaron sus fibricas y sus oficinas ministeriales, se reunieron con el presidente Grant en Estados Uni- dos y con jefes de Estado curopeos y publicaron un informe en cinco volimenes que proporcioné a Japén relatos detallados sobre un amplio espectro de pricticas occidentales. Lavi =e: uando estallé la guerra entre ),Japén incluso envié a dos - dores con un Propo mucho mis concreto: aoa ‘Una consecuencia colateral de aquellos viajes al extranjero fae que los japoneses que * tanto en el Gobier- no como en las esferas privadas. Por ejemplo, de los dos principales Jovenes que Hlegaron al poder en el Gobierno Meiji en la década de 1880, [to Hirobumi (que dirigié el disefio de la nueva constitucién de Japén) habia realizado varias estancias largas en Europa, mientras que Yamagata Aritomo (que lleg6 a ser primer ministro) habfa estu- 127 PAISES: CRISIS ACONTECIDAS diado Ciencias Militares en Alemania. A Godai Tomoatsu le valié su ‘experiencia europea para convertirse en presidente de la Camara de ‘Comercio de Osaka y en empresario en las industrias minera y del ferrocarril, y Shibussawa Eiichi (auditor financiero de una misién ja~ ponesa a Paris en 1867) desarroll6 las industrias bancaria y textil Japonesas, Con el fin de conseguir que los tradicionalistas japoneses consi- deraran aceptables estos préstamos masivos de Occidente, se afirmaba a a pisos cel on Mei cionales niponas. Por ejemplo, cuando en 1889 el propio emperador promulgé la primera constitucién de Japén, basada en gran medida en la constituci6n alemana, en su dis De igual modo, se afirmaba que los nuevos ri- tuales ideados para la corte imperial durante la era Meiji eran rituales intemporales ¢ndmeno de las «tradiciones inventadas» que tan a menudo han invocado los innovadotes en ottos paises ademis de Jap6n—, La cruel realidad cera que estos lideres se enffentaban a una peligrosa situacién cuando asumieron el poder en enero de 1868, Japén corria el peligro de ser acado por potencias extranjeras, de suftir una guerra civil entre ositores y partidarios del bakwfi, de que estallaran guerras entre los dominios y, a su vez, eclosionaran revueltas a cargo de los grupos que se velan amenazados con perder su rango y su poder anteriores.. Ja més grave de ellas fue la revuelta de Satsuma, en 187. Ena década de 1870 se produjeron periddicos levantamientos arma dos de campesinos. Sin embargo, la oposicién a las reformas Meiji result6 ser menos violenta de lo que cabria haber esperado. Los ideres les. Por ejemplo, Enomoto 128 LOS ORIGENES DEL JAPON MODERNO (FRAG el almirante de la flora sn Hokkaido contra las ferzas Meiji hasta 1869, nn el escalafn Meiji como emisario y ministro de gabinete. ‘Veamos ahora cules fueron los cambios selectivos que se adoptaron, realmente en el Japon Meiji. Afectaron a la mayoria de los 4mbitos de a vida japonesa: la cultura, la indumentaria, la politica interior, la) economia, la educacién, el papel del emperador, el feudalismo, la po~ litica exterior, el Gobierno, el peinado, la ideologia, la legislaci6n, el ejército, a sociedad y la tecnologia. Los cambios més urgentes, efec~ tuados o iniciados en los primeros afios de la era Meifi, Posteriormente, la atencién estuvo centrada en la reforma de los cédigos legislativos, el disefio de una constitucién, la expansion por ultramar y la revocacién de los tratados desiguales. Paralclament xtenci6n a los asuntos pricticos inmi~ nentes, los lideres Meiji tam! La reforma militar empez6 por la compra de equipamiento mo- derno occidental, el reclutamiento de oficiales franceses y alemanes para entrenar el ejército y (mis tarde) la experimentacién con los modelos franceses y britinicos para desarrollar una marina japonesa moderna, lugar de solo to- mar como modelo el ejemplo de una de as firerzas armadas extra jeras para todas las ramas del ejército del pats, Japon terminé dando forma a su ejército a partir del modelo alemdn y a su marina a partir del modelo britinico (porque en la Europa de finales del siglo x1x, Alemania contaba con el ejército mis fuerte, pero Reino Unido tenia la marina més fuerte). Por ejemplo, cuando Japén quiso aprender a construir los veloces buques de guerra llamados «cruceros de batalla», inventados por los britinicos, encargé a un astillero de aquel pais que disefiara y construyera el primer crucero de batalla japonés y poste- 129 PAISES: CRISIS ACONTECIDAS riormente lo us6 como modelo para construir otros tres cruceros de batalla en tres astilleros japoneses diferentes. En 1873 se impuso una ley nacional de reclutamiento basada en ‘modelos europeos. Esta ley doté a Japén de un ejército nacional de (véase la imagen 3.4). . después se abolie~ ron las ocupaciones hereditarias (entre las que estaba la de samurai), posteriormente se offecieron compensaciones a los antiguos samu~ rais con estipendios del Gobierno y, finalmente, dichos estipendios se Sri AEA er ea urgent en el orden del dia ea acaba can 6 feudal ‘|m0. El fortalecimiento de Japén exigia la construccién de un Estado centralizado al estilo occidental. Esto planteaba un delicado proble~ ma, porque en enero de 1868 i de 1868, cuatro daimios que habian instigado la Restauracion Meiji, entre ellos los de Satsuma y Choshu, fiteron persuadidos para que ofrecieran sus tierras y sus hombres al emperador mediante un docu- mento de ambigua redaccién. En julio, cuando el emperador acepté esta oferta, se obligé al resto de los daimios a hacer lo mismo y, como concesion, a SS 5 dominios fetidales. Finalmente, en agosto de 1871, se notificé a los daimios que sus dominios (y gobernaciones) iban a ser los y reemplazados por pt . Pero se les permiti6 conservar el 10 por ciento de los ingresos estimados de sus, dominios anteriores, al tiempo que se les liberaba de la carga de los tos que anteri an. El emperador siguié siendo el emperador: ahi no hubo cam= bios, Sin embargo, dejé de estar recluido en el Palacio Imperial de 130 LOS ORIGENES DEL JAPON MODERNO Kioto y se lo trasladé a la capital efectiva de Edo, que pas6 a llamar- se Tokio. En sus cuarenta y cinco afios de gobierno, el emperador realize ), por todo Japén. En contras~ te, durante los 265 aios de la Era Tokugawa (1603-1868), la suma total de los viajes realizados por todos los emperadores anteriores dinicamente as . consecuencias, ii en su historia, Japén se dot6 de un er En 1872 se establecié 1a escuela primaria obligatoria, seguida por la fundacién de la primera uni- versidad de Japén en 1877, la educacién media en 1881 y a secun- daria en 1886. En un principio, el sistema educativo siguié el mo- delo francés, altamente centealizado; en 1879 amon pass . Como consecuencia final de aquella reforma educativa, Japén cuenta hoy con el mayor porcentaje de alfabetizacion de todo el mundo (el 99 por ciento), a pesar de que | tiene el sistema de escritura més intrincado y dificil de aprender. Si | hacer de los japoneses ciudadanos leales y patriotas que veneraran ‘as emperador y estuvieran imbuidos de un sentimiento de unidad nacional. UpiuaeleToaTaleg pero de igual impo: reforma educativa fe el c En la década de 1880, la contra~ tacién para los puestos burocriticos del Gobierno central empez6 a epender den camnen que vai or SS fal nocimientos sobre filosofia confuciana. La dela bierno, En parte como resultado de ello, de entre las cator democracias ricas del mundo, Japén es actualmente la que cuenta 13 PAISES: CRISIS ACONTECIDAS con el reparto de la riqueza mas equitativo y la que tiene, en pro- porci6n, el menor ntimero de multimillonarios entre toda su pobla- cién,En contraste, Estados Unidos se encuentra en cl extremo opues- to en ambos aspectos. n no habia tenido nunca impuestos nacionales de tipo occidental. En su lugar, cada uno de los daimios gravaba un impuesto particular sobre sus tierras para financiar sus propios cos- tes operativos, mientras que el shogun gravaba también un impues- to sobre sus ticrras y exigia aportaciones adicionales para fines concretos por parte de todos los daimios. Sin embargo, el Gobierno Meiji acababa de relevar a los antiguos daimios de sus responsabili- dades como «gobernadores», habia convertido sus antiguos domi- nios en prefecturas y habia decretado que dichas prefecturas las administrara el Gobierno central, 16 que déjaba a los antiguos dai= (tal como lo expresaron los dirigentes Meiji) de 1c ahi que el Ministerio de Economia Meiji considerara que sus ingresos anuales debfan sumar, necesariamente, al menos la misma cantidad que antes recibjan ron periédicamente protestas y motines de los agricultores japone- ses porque estaban obligados a pagar la misma cantidad todos los afios, independientemente de cual fuera el tamaiio de la cosecha Pero, si hubieran podido imaginar los impuestos occidentales de hoy, se habrian considerado afortunados. Por ejemplo, aqui, en el estado de California, donde vivo, pagamos un impuesto estatal so- bre la propiedad del 1 por ciento, mas un impucsto estatal sobre la renta de hasta el 12 por ciento, mis otro impuesto nacional sobre la renta de hasta el 44 por ciento. Earns eos gets abordé el Japon Meiji se encontra por ae RS» bunales con jueces designados y un Tribunal Supremo en 1875. Las 132 LOS ORIGENES DEL JAPON MODERNO reformas de los cédigos penal, mercantil y civil siguieron distintas vias de occidentalizacién y se experiment6 con distintos modelos extranjeros. El cédigo penal se reformé inicialmente a partir de un modelo fiancés y después, con un modelo alemén; el cédigo de de- recho mercantil utilizé un modelo alemén; mientras que el de dere~ cho civil incluyé conceptos propios japoneses junto con franceses y briténicos, para terminar inspirindose en el alemin. En todos estos casos, con la eleccién se pretendia aftontar retos como/el de’ eh= contrar sohuciones compatibles con la perspectiva japonesa, adop- tando, ademés, unas instituciones occidentales que granjeasen la respetabilidad internacional necesaria para exigir la revision de los tratados desiguales. Para ello hacfa falta, por ejemplo, abolir la pric- tica tradicional japonesa de la tortura y la extensién generalizada de la pena de muerte, que Occidente ya no consideraba una medida respetable rreos nacional y se construyeron el primer ferrocarril de Japon y la primera linea de telégrafo, todo ello seguido del establecimiento de una banca nacional en 1873. En Tokio se instalé un alumbrado pabli- co de gas. la guerra entre Jap6n y China de 1894-1895, que victoria, d astilleros, Si Japon quer estatus internacional de respetabi- lidad, eli particularmente dif cil En 1885 se instaur6 un Gobierno ta a la presion pablica, J 1 disefio de jos. La solucién a aquel reto consistié en tomar como modelo no la constitucién estadou- 133 PAISES: CRISIS ACONTECIDAS nidense, in La constitucién japonesa invocaba la creencia en que su emperador descendia de los dioses a través de un linaje continuo de emperado- res que se remontaba milenios. En una ceremonia que se celebr6 en Ja cémara de audiencias del Palacio Imperial, un dia (el 11 de febre~ to) en que se conmemoraba el 2.549 aniversario de la fecha tradi- cionalmente asociada a la fundacién del imperio, in la ceremonia estuvieron presentes representantes de la comunidad extranjera y de su cuerpo diploma- tico para asegurarse de que nada se desviaba del objetivo. Japon se cet anc ons Gb cn igual a los demés gobiernos constituci eet Igual que ocurrié en otros ambitos de la vida japonesa, la cultura terminé siendo un mosaico en el que se combinaban nuevos elemen- tos occidentales y elementos tradicionales japoneses. Actualmente, la vvestimenta y los peinados occidentales tienen una prevalencia abru- madora en el pais, los adoptaron ripidamente... los hombres japone~ ses (véanse las imigenes 3.5 y 3.6). Por ejemplo, en una fotografia tomada en 1872 (pasados solo cuatro aftos de la Reestauracién Meiji y diecinueve de la legada del comodoro Perry) que retrata a cinco miembros de la Misién Iwakura, puede verse a cuatro de ellos con trajes, corbatas, sombreros y peinados occidentales, y solo a uno (el propio Iwakura) atin con tiicas japonesas y con el cabello recogido en el motio alto tradicional japonés (véase la imagen 3.3). En las artes, se mantuvieron los estilos tradicionales en la misica, la pintura, la xilografia, el teatro kabuki y las representaciones de nd, junto con los bailes de salon, las bandas militares, las orquestas, las Operas y las for~ ‘mas de teatro, pintura y novela occidentales ‘Toda naci6n corre el riesgo de desmembrarse si sus ciudadanos no se sienten unidos por una ideologia nacional unificadora. Cada pais cuenta con sus ideales y expresiones comunes, que responden a 134. LOS ORIGENES DEL JAPON MODERNO esa labor de crear una idcologia unificadora. Por cjemplo, entre los ideales estadounidenses estin la democracia, la igualdad, la libertad personal, las libertades civiles y las oportunidades, tal como lo reflejan dichos como rags to riches (literalmente sde los harapos a la riqueza», que hace referencia a una persona que se enriquece tras partir de una situacién de pobreza anterior], melting pot [ucrisol», en el sentido de mezcla de culturas], land of tiberty [sla tierra de las libertades), land of equal oportunity [ela tierra de la igualdad de oportunidadess] y land of unlimited possibilities ela tierra de infinitas posibilidades]. En particu Tar, en los casos de paises que se independizan, como el de Indonesia (capitulo 5), 0 en los de aquellos que atraviesan cambios veloces, como el del Japén Meiji, los gobiernos formulan y promueven de forma consciente ideologias nacionales unificadoras. C6mo lo hizo el Japon Meiji? cn un comentario del emperador que adquirié gran difusién, sobre el decreto en educacién del aio anterior: sfapén... es un pais pequeiio, Puesto que hoy existen quienes engullen paises con coal ops,

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