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Eunomio obispo de Cízico (+394 aprox.

), Apología (361)

4. Pero para no alargar el discurso más allá de la medida deteniéndonos mucho sobre estos argumentos,
pasemos rápidamente a la confesión de la misma fe, gracias a la cual la comprensión de nuestro
pensamiento podrá resultar accesible y fácil para los que quieran analizarla. Quizá sea necesario que los
que quieren conocer nuestro pensamiento,… presentando sobre todo como una norma o regla la pía
tradición de los Padres que ha predominado desde el inicio, consientan de usar un riguroso criterio para
valorar lo que será dicho.
5. Creemos en un solo Dios Padre omnipotente del cual derivan todas las cosas, creemos en un
solo Hijo Unigénito de Dios, Dios Verbo, nuestro Señor Jesús Cristo por medio del cual existen
todas las cosas, creemos en un solo Espíritu Santo, el Paráclito, en el cual es distribuida a cada
uno de los santos una parte de toda la gracia según una justa proporción para el bien común.
7. Conformemente, sea a la noción natural sea a la enseñanza de los Padres, hemos admitido en
nuestra confesión que Dios es uno solo y que no ha derivado ni de sí mismo ni de algún otro.
De hecho, ambas hipótesis son igualmente imposibles, porque -en verdad- lo que produce debe
existir antes de lo que deriva y lo que es producido debe seguir a lo que produce. Por tanto, no
es posible que una cosa sea anterior o posterior a sí misma ni que haya alguna cosa antes de
Dios, porque de otro modo, esta cosa tendría la dignidad de la divinidad al puesto de aquella, la
cual resultaría segunda respecto a la otra. Si se pudiera decir realmente de un ser que ha sido
generado por otro, éste se encontraría entonces entre los seres generados y justamente sería
enumerado entre aquellos generados por Dios. Por tanto, si ha sido demostrado que él no existe
antes de sí mismo y que ningún otro ser existe antes de él, sino que él mismo es pre-existente a
todas las cosas, entonces se sigue que él es el único in-generado, es más, el mismo es
substancia in-generada.
8. Cuando decimos in-generado, no pensamos que honoramos a Dios sólo de nombre, según un
concepto humano, sino que al decirlo, pagamos en realidad a Dios el débito que jamás acaba: la
confesión que Él es lo que es. De hecho, las cosas dichas conceptualmente, dado que deben su
existencia solamente a las palabras y al hecho de su enunciación, por naturaleza se pierden
junto con los sonidos de la voz. Dios, en cambio, sea que se calle sea que se hable, sea que se
consideren las cosas como ya existentes sea que se piensen cuando no existían todavía, era y es
in-generado. Sin embargo, no es in-generado según la privación, si las privaciones son de
hecho fruto de atributos naturales y son según en relación a las cosas que se poseen. Ni Dios ha
tenido un origen según naturaleza ni teniéndolo al inicio después ha llegado a ser in-generado
habiéndose privado de esa naturaleza originaria. De hecho, es una enorme impiedad… decir …
que Dios ha sido privado de alguna cosa o de uno de los elementos presentes en él por
naturaleza. En efecto, ningún hombre, con buen sentido, podría decir que alguno ha sido
privado de una de las cosas que antes no tenía. Por tanto, si el in-generado no es tal ni según
concepto (por tanto, es real aunque no se piense y no se afirme), ni según privación (por tanto,
es así según naturaleza), como ha demostrado el razonamiento expuesto, ni en parte –de hecho,
Dios es indivisible– (por tanto, completamente Dios es in-generado), ni como cosa extraña en
él –de hecho, Dios es simple y no compuesto– (por tanto, la in-generación es natural en él), ni
como cosa extraña junto a él –de hecho, Dios es el mismo y el solo y único in-generado– (más
claramente, ni nada ni nadie es in-generado sino sólo él) eso mismo sería substancia in-
generada.

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9. Dios, siendo in-generado, según la demostración precedente, no podría jamás admitir
generación hasta el punto de hacer partícipe de la propia naturaleza al generado y jamás podría
ser puesto al mismo nivel de naturaleza que lo generado. De hecho, si alguno quisiese hacer
partícipe de esta substancia in-generada a alguna cosa o meterla al mismo nivel de la substancia
in-generada, podría hacerlo sea mediante separación y división sea mediante confronto. Sin
embargo, cualquiera de las hipótesis que se formulen hará del raciocinio un absurdo o quizá
una blasfemia, dado que si Dios se dividiera o repartiera, no sería más in-generado, llegando a
ser, como consecuencia de la división, lo que antes no era, y en realidad Dios no sería
incorruptible, porque la división arruina la dignidad de la incorruptibilidad. Si en cambio, se
admitiera que Dios puede estar al mismo nivel de otro, entonces será puesta en duda la
dignidad de la substancia in-generada, puesto que, en realidad, no hay posibilidad de poner al
mismo nivel cosas que nada tienen en común.
11. No es posible que exista en esta substancia in-generada alguna cosa extraña, como por
ejemplo, forma, masa o grandeza, por el hecho que Dios es completamente libre de
composición…
La semejanza o el confronto o la participación según la substancia no permiten, en efecto,
alguna superioridad o diferencia, sino que comportan claramente una igualdad y con esta
igualdad muestran que aquello que es comparado o confrontado [con el in-generado] es in-
generado. Ninguno es tan estúpido y audaz, ni impío al grado de afirmar que el Hijo es igual al
Padre, dado que el Señor mismo ha dicho explícitamente: El Padre que me ha enviado es
mayor que yo… De hecho, [el Hijo] si es in-generado no es Hijo y si es Hijo no es in-generado.
Pero, aunque hay más puntos a tratar, retengo que, para demostrar que el Dios del universo es
único, in-generado e incomparable, puedan bastar las cosas dichas.

12. Para demostrar que también el Hijo es único – de hecho, es Unigénito – habría sido posible
no tener preocupación y cansancio si hubiéramos presentado como prueba las palabras con las
cuales los santos llaman al Hijo ‘ser generado’ y ‘creatura’, mostrando por la diferencia de los
nombres también la diversidad de la substancia… retenemos que la substancia sea la esencia de
una cosa y que es significada por el nombre, porque la denominación señala verdaderamente la
substancia. Pensamos también que la substancia [del Hijo] ha sido generada cuando, antes de la
propia constitución, no existía, pero que, una vez generada, ha existido antes de todas las cosas
por decisión de Dios Padre.

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