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x Capfruto 6 La conmocién interna En Ia guerra moderna el enemigo no es tan Secil de identificar. No bay frontera fisica que separe dos campos, La linea que marca la diferencia entre el amigo y el enemiigo puede encontrarse muchas veces en el corazén de la nacién, en la misma ciudad donde se reside, en el mismo circulo de amigos donde uno se mueve, quiz dentro de su propia familia. Bs mds bien una linea ideolégica, que tiene que ser perfectamente bien descubierta si queremas determinar pronto quiénes son en realidad nuestros adversarios y a quiénes tenemos que derrotar. Roger Trinquier, en el libro La guerra moderna. El coronel francés fue uno de los méximos difusores de la doctrina antisubversiva en la Argentina, estudiado en la Escuela Superior de Guerra. EL1°de mayo de 1958, cuando asumié la Presidencia, Arturo Frondizi expresé en el Parlamento el futuro del pais que imaginaba: “El perfodo revolucionario ha terminado hoy. De aqui en adelante las Fuerzas Armadas no deciden. Ahora deciden los representantes del pueblo. El Ejército retor- na a sus cuarteles, la Marina a sus buques y Ja Acrondtutica a sus bases para cumplir las decisiones constitucionales. No deliberan mas”, Su expresién de deseos no tenii Las Fuerzas Armadas consideraban * hubiera pactado con “el tirano profug oe Propusieron desconocer su triunfo. Finalmente lo acept ‘a relacion con la realidad. ‘inmoral” que Frond o” y algunos oficiales 149 ‘“ Manceto Lanraguy y le permitieron acceder a la C vieron Rosada. Aun ag; no tolerarfan lar “en forma cubiert; sus conviccione: Peronismo ni su presenci » Many habilitaign 4 i 0 encubje en el nuevo gobierno. ma Los choques del poder militar con Frond antes, Le hicieron planteos, lo amenazaron, ron contra su presidencia. Hasta que un dia lo d lo encarcelaron. Frondizi no pudo cumplir el pacto con Perén, Detogs en forma parcial el decreto 4161, permitié que se hicieray. paganda peronista y se utilizaran los simbolos y las imagenes partidarias, pero mantuvo la prohibicién de su regreso, F] y tampoco pudo actuar en los procesos electorales, Frondizi intent6 poner al pais en la senda de la “indys. tializacida acelerada” con la produccién de bienes durables de consumo y de capital, y combatir el “retraso estructura” del pais. Un frea clave fue su politica petrolera. Para alcanzar el autoabastecimiento en la produccién, y en contradiccién con las promesas de campaiia y de su obra Perréleo y politi, Frondizi favorecié la inversién de capitales extranjeros en i fu » COnsping lep cons mm cron y el sector, Las compaiias Standard Oil, Panamericana y Banca Loeb (Estados Unidos), Royal Dutch (Holant), ENI (Italia), entre otras, obtuvieron contratos de exploti- cién petrolera. E] abandono del “antiimperialismo retérico” —como Jo caracter: rfa su consejero Rogelio Frigerio— provers malestar obrero. En Mendoza, tres mil trabajadores pararon pot vel te dias. Hubo incendios de pozos petroleros. La ditige”™ | cont gremial peronista intentd que sus bases no se sumaran a ronistas y obt refs flicto, pero los consejos fueron desoidos: p de izquierda se unie onen la agitacin, Otro conflicto significativo en el gobierno de Fron fue el que se suscité en el frigorifico Lisandro de la Tor“? Mataderos. EI establecimiento era de propiedad mune! Frondil 150 —_ | De Pen6n a Mowrontnos El Poder Ejecutivo orden6 su privatizacién, el Parlamento Ia aprobo en sesiones e Estados Unidos en busca de inversore: Los nueve mil operarios dispusieron la huelga. El Mi- de Trabajo la declaré ilegal. Ese enero de 1959, mas de aordinarias y Frondizi viajé a los nisterio “os mil policias con carros de asalto, tropas de Gendarmeria, soldados del Ejército, tanques Sherman y jeeps de guerra rodearon el frigorifico. La persuasi6n tuvo un limite. Las fuer- ras de seguridad ingresaron con gases lacrimégenos. Hubo casi cuatrocientos detenidos y simulacros de fusilamiento. La violencia estatal provocé un clima de insurrecci6n urbana, con movilizaciones, choques callejeros y atentados con bombas caseras contra comités de la UCRL vias ferrovia- rias y una sede diplomatica de los Estados Unidos en La Plata. La union de peronistas con grupos de izquierda volvi6 a preocupar al Ejército y también a la “capa blanda” del pero- nismo, que se oponia a la jefatura local de Cooke. Fronpizi-FMI: AJUSTE ECONOMICO Y RECESION Los casos de los petroleros y el frigorifico Lisandro de la Torre fueron consecuencia del “Plan de estabilizacion y desarrollo” de la economia acordado entre Frondizi y el Fondo Monetario Internacional (FMD). El acuerdo fue la primera avanzada del liberalismo or- todoxo en el pais: devaluaci6n de la moneda, reduccién del gasto publico, mercado libre de cambios, liberalizaci6n de precios, eliminacién de subsidios a productores y de contro- les al comercio exterior. Para recibir préstamos del organismo financiero, la eco- en condiciones”. El déticit fiscal, m la balanza comercial negativa, empezaban a comprometer la capacidad de pagos del pais. La deuda externa superaba los 1100 millones de délares y las reservas de oro y divisas del Banco Central se calculaban en 250 millones. nomia debia “pone 151 Maxcrto Larraguy EL ministro de Economia, Alvaro Al movié el acuerdo, entendia la naturs medidas, pero dijo que el ificio seri “Hay que pasar el invierno”, grafic, La intencionalidad era més profunda: | aplicaban para eliminar las conquis durante el peronismo, revertir I a distribucion transferila en forma progresiva hacia el capi En dos afios, la racionalizacién de la riqn al extranje; laboral provoe, de trabaj ray "0, : i 6 la pe dida de ciento cincuenta mil puestos © en el sect induscal (siete por cieno de su ocupacin), “Taig reo personal en empresas estatales, se privatizarom on cios pitblicos y se cerré el diez por ciento de le rot en el marco de la coercién gubernamental, y movilizacién militar 1 ferroviari, ‘on estado de sitio EI plan de Frondizi recorria de manera inversa el grama de Avellaneda” de la UCR de 1948 —que inclu nacioaalizacién de los servicios publicos y la reforma a ria—, del cual el entonces diputado radical habfa sido un sus idedlogos. ‘pro- fa la gra 10 de Las “nuevas condiciones” eran un requisito de las empresas norteamericanas, que habfan acumulado capital ex cedente en su pais y les interesaba radicarse en la Argentina Las inversiones en el sector industrial, que exigian ma- yor desarrollo tecnolégico y disminucién de la mano de obra, obligaron a reducir los salarios y modificar las relaciones laborales. Las Fuerzas Armadas se convirtieron en aliadas del ci pital extranjero. Muchos militares en actividad 0 en — de retiro se incorporaron a los directorios de las empress, = modo que no dudaron en reclamar u ordenar me los conflictos, a represion i. rista se hiciero" Las consecuencias de la politica monetarista se b gn anil . sion anu ‘ara lo largo de 1959, El peso se devalud, la inflacior notara lo largo de 1959, El peso se devalud, ane supers el ciento por ciento, el consumo se deprimio ion. noma, que buscaba transformarse, entré en reces 152 gp ee ee ee ee ee, Dr: PeR6N A Monronrnos F] plan econdmico suponia despidos. Cuando el frigori- s, retomé a la mitad de sus nueve mil empleados. El lanzamiento de la reestructu- fico Lisandro de la Torre reabrié sus puerta acion ferroviaria, en el marco de “la batalla del transporte” riiminé 55.000 puestos de trabajo durante toda la gestién de Frondizi. Los bancarios, tras cincuenta y nueve dias de huelga, sufrieron mas de cinco mil cesantias. Los frigorificos Swift y Armour tuvieron mil despidos cada uno. Centenares de dele- gados metaliirgicos fueron cesanteados. Lo mismo sucedié en el sector petrolero y en el textil. Las “listas negras”, ademas de reducir la planta laboral, intentaban desmantelar las comisio- nes internas y disuadir la militancia obrera. Algunos gremios firmaron convenios laborales por pro- ductividad, pero, en lineas generales, la reduccién de empleos fue “el mal necesario” de la economia desarrollista. Desde el prisma oficial y patronal, el mundo obrero ne- cesitaba un zeordenamiento. Segin la experiencia del subsecretario de Trabajo Galileo Puente, que asumid su cargo en 1960, “al encarar el problema de las relaciones laborales, me encontré con anarquia, abusos y todo tipo de Los empresarios habian atropellos por parte de los obreros. las comisiones internas perdido el control de sus fabricas; manejaban todo: aquellos que debian obedecer en realidad estaban dando érdenes [..-] los empresarios deben por lo tanto retomar el control de las fabricas”. La creciente ofensiva patronal para reimponer las con- s tension al diciones laborales previas al peronismo sumo mai gobierno de Frondizi. En el aspecto gremial, las nueva que obraban por fuera de las burocr y pare tidarias del peronismo, continuaron resistiendo la politica a redistribucion de la riqueza gubernamental en defensa de | establecida entre 1946 y 1955. En el plano politico, la ho, siempre molesta con Frondizi UCRP, su adversario inter por haber “utilizado” al 153 Manceto Lannaguy peronismo para acceder al poder, lo critical un “gigante dormido” que ahora era diffeil En la esfera castrense, el Ejé de delibe: DF despen de domestien’”@ 9) €N Constante cin interna y con la conspiracign aoe operandi, pidi6 la cabeza de Rogelio Frigerio, 2° i, la “eminencia gris” de Frondizi. Sus antecedenne ban: tenfa un no disimulado pasado comunista, fy los gestores del pacto con Perén y ahora Nnegociaba dirigentes sindicales desde su funcién en Relaciones Eeonémico-Soci retuvo a su lado como cons t te esta, Titan. UNO de ales. Frondizi | ejero, FRoNDIZ1, DESDIBUJADO FRENTE A LA DESOBEDIENCIA CASTRENSE Vigilado en forma constante, Frondizi intents despren. derse del sometimiento de las Fuerzas Armadas, pero en rehén de sus opiniones y de las amenazas de golpe de Estado EI comandante en jefe del Ejército, general Carlos ‘Toranzo Montero, hizo ostensible esa permanente debilidad, En los inicios de su carrera se habia opuesto al golpe de Estado del general Uriburu y habj. a sido torturado por sus colegas en el sotano de la cdrcel de la Penitenciaria en 1931. El paso de los afios lo sumé al lote de uniformados ultraliberales y gorilas: caracterizaba al peronismo como un “conglomerado de delincuentes” y consideraba ilegitima la victoria de Frondiz Por su pacto con Perén. vga En el contexto de auge de la Guerra Fria —habia vido més de un aiio en Washington—, ‘Toranzo reia que el Ejército, en defensa de “1 debia set a con kt los intereses de la Patria”, aut6nomo del poder civil, Su ideario estaba en line ; Junta Interamericana de Defensa, un organismo de cute? técnicos militares que los KE; la colaboracion de os! ados Unidos los ejércitos latinoamericanos, . i » al comu ‘a en el continente frente al CO! cont yigaban, 4 supervisabats part ¢ ‘ono | fender su hegemoné, 154 gd Dr Per6w 4 Mowrontnos ‘Toranzo traducia esa politica para el plano local, y esto implicaba la depuracion de las filas del Ejército de los nacionalistas € integracionistas, quienes confiaban en que el peronismo se podia ajustar al liberalismo, Por esta razon, al s gundo mes de su labor como jefe del Ejército, Toranzo Montero relevé a un grupo de oficiales superiores a los que acusaba de haber tenido contactos con sindicalistas. Ese fue el detonante del conflicto. Su superior, el secretario de Guerra Elbio Anaya, consideré que se habia excedido en sus atribuciones y eché a Toranzo Montero. Toranzo Montero rechaz6 la orden y en la noche del 1 de septiembre de 1959 se atrincheré en la Escuela de Mecinica del Ejército. Dijo que respetaba el orden constitucional. Su insubordinacién era solo contra el Ejército. Algunas unidades ¢el interior se declararon en rebeldia y lo apoyaron, en tanto las tropas “legalistas” comenzaron a movilizarse desde Campo de Mayo. La Acrondutica pidié la orden para bombardear el banker de Toranzo Montero, que contaba con alrededor de mil hombres y se habja fortificado con armamento antitan- ques, a la espera de un ataque de unidades blindadas. Anaya, por cadena nacional, anuncié que reprimiria a los amotinados y restableceria la disciplina. Fueron todos movimientos en falso. En la tercera no- che de indefinicién, Frondizi envid un mediador a la base rebelde y trajo a Toranzo Montero al despacho presiden- cial. EJ presidente decidié capitular: Anaya fue despedido de su cargo y el lider rebelde volvié a la Comandancia del Ejército, Dispuso el retiro de los que lo habian enfrentado. La autoridad de Frondizi, una vez més, quedé desdibujada frente a los militares que habian comprometido su apoyo al orden legal, Maxcrto Larraguy La PRIMERA GUERRILLA PERONISTA: LOS UTURUNCOS SUBEN A LA MONTANA El establecimiento del primer foco sign6 su gobierno. Se instalé en Tucum Los uturuncos —“hombres tigres” guerrillere in a fines en quechua— ron con un grupo de veinte miembros, sobre todo peroni ex nacionalistas y ex socialistas. Contaban con el ee litico de Cooke, que en enero de ese afio habia dejade direccién partidaria. Los uturuncos eran eritiens de Frond Por su politica petrolera y por los acuerdos con el FM : querfan entregarle el poder a Perén, pero su insercién en monte tucumano tenia motivaciones mis estratégicas, Querian instalarse como vanguardia revolucionaria, promover la agit, cién popular y sumar voluntades para la lucha. Cada miembro tenfa en las mangas de sus camisas la sigla MPL-ELN, Movimiento Peronista de Liberacién-Ejército de Liberacién Nacional. Uno de los idedlogos de Uturuncos era Abraham Gui- Ilén, un republicano espafiol exiliado en la Argentina. Guillén fue uno de los primeros te6ricos de la guerrilla, Para él lar voluci6n era un acto de voluntad: pensaba que una minoria revolucionaria, con un programa de liberacién claro, podia funcionar como una locomotora de la movilizacién de masis, con sus actos y propaganda. La guerrilla debia ser el brazoat mado del pueblo, Para su formacién, no se necesitaba mis ae un grupo de diez. a veinticinco hombres fisicamente aie moralmente resistentes y politicamente educados. Hasta He coincidia con el Che Guevara. Pero, a diferencia de ae mo, Guillén entendfa que la accién del méicleo guettiie era suficiente si no formaba parte de un amplio movin popular de masas, La accién del foco debfa enmare un proceso insurreccional. As desarrollaria ° revolucionaria. ; ee Hasta ese momento —septiembre de 1959 lo que se habfa intentado con la resistencia ut?" Cambig le 1959 Se inicia, arse & fensiv?® habit 156 De Peron 4 Monroneros alcanzado. Ni las huelgas revolucionarias, ni las bombas, ni Jos alzamientos de militares peronistas. De ahi que, junto con Cooke, disefiara un plan el establecimiento de un foco gue- rrillero en el monte para activar el movimiento insurreccional en las ciudades. Guillén dijo que habia que subir a la montafia y empezar a combati. Los uturuncos eligieron el cerro El Calao, cercano a Ja ciudad de Concepcién. Después de algunos meses de ex- ploracion, el primer grupo subié en octubre de 1959. Eran ocho. Uno de sus lideres era el “Gallego” Manuel Mena, un dirigente barrial peronista relacionado con el movimiento obrero azucarero. El clima en la zafra y los ingenios era violento. Ese afio, la policfa habfa matado a dos obreros durante una huelga. ‘Mena, que no formé parte de la primera avanzada, ha- bia recomendado al grupo que debia entrenarse y tomarse un tiempo de adaptacién hasta dominar la montafia. Pero, al tercer dfa, los guerrilleros resolvieron descender e iniciaron las acciones armadas. Con la intencién de distraer a los bomberos, incen- diaron una gomerfa, pero no pudieron atacar el cuartel: la presencia de un guardia con ametralladora abort6 la mision. Algunos hombres de enlace en los poblados se sumaron a las tareas insurreccionales. Asi, fue reducida la guardia del ferrocarril en la capital tucumana —obtuvieron cuatro fusiles Winchester modelo 1884—, le robaron Ja camioneta a un vecino de Monteros —bloquearon el paso en un camino de montafia— y asaltaron una pequefia comisarfa de Alto Verde. Fueron sefiales de alerta para las fuerzas policiales. Algo fuera de lo comin estaba ocurriendo en Ia provincia. Los operativos armados provocaron el debate interno entre los uturuncos. Se discutid si era necesarto poner en evidencia al grupo, con tan poco tiempo de instruccion a mada y sin una solida red de enlace urbano. En ese periodo de discusién, un guerrillero bajé a Concepeidn en busea de abastecimiento, fue detenido y el foco fue individualizado. 157 Marcio Larnaguy Un baqueano acered a la patrulla poticial al campaineny Solo tres uturuncos fueron capturados. El resto habia bg “el monte. No tardarfan en detenerlos junto eon sus 4 oradores urbanos, Fueron enviados a la penitenciaria oct El primer intento “foquista” habia sido desarticuledc en menos de un mes. Sin embargo, los uturuncos tenia, resto para continuar. Siguiendo las instrucciones teéricas de Guillén, que indicaba que habia que explotar el factor sorpre. sa, realizar ataques con unidades moviles y répidas, superien en armas y ntimero a las del enemigo, se planificé una ac: men Santiago del Estero. Para esa tarea lograron el compromiso de Félix Serra- valle, el “Comandante Puma”, hijo de un anarquista y ex trabajador de Obras Sanitarias, que conocia los secretos de la provincia. Serravalle tenia experiencia insurreccional con el Comando 17 de Octubre, que se estaba extendiendo por el noroeste. Serravalle sabia c6mo descarrilar trenes, habfa robado armas del arsenal Miguel de Azcuénaga y tam- bién un aparato receptor que, con un equipo de onda larga acoplado a un grabador, pasaba una cinta grabada con la voz de Perén. Los uturuncos se fortalecieron otra vez. Serravale te- nia células en todos los barrios santiaguefios, un disposizivo de cincuenta cuadros, pero en la noche de la operacién solo. aparecieron seis, El resto era de origen tucumano, die nueve en total. La logistica guerrillera fue transportada et ten. Fueron apareciendo en tandas. A las 4 de la madru- gada del 25 de diciembre de 1959 dieron el golpe. Entrron importantes de en la ciudad de Frias, una de las tres mi antiago del Estero, y detuvieron un camién en el frente } de Ja comisarfa. Con un uniforme militar ¢ indumentr Grafa de trabajo, simularon ser soldados del Ejército. “R'n- danse, la revolucién ha triunfado, Estamos en estado de sitio”, le ordenaron a la guardia, a cuatro Con pistolas y dos ametralladoras, redujeron riasy agentes y a un cabo, despertaron al jefe —el viejo 158 a De PeR6N A Montontnos jubilado Sane y los mandaron a todos desnudos al calabozo. Se Hlevaron armas y uniformes, un chance ee ee , un chancho asado y un cajo Me eresaron al monte tucumano con el gamién robado de Obras Sanitarias. E] ataque tuvo mucha difusién en la prensa. El gober- nador santiaguefio Eduardo Miguel (UCRI) comunicé a los diarios provinciales y nacionales que la policia ya habia dete- nido a algunos guerrilleros en el cerro El Calao y los estaba sometiendo a interrogatories. También informé que habia muchas bajas. “Los enfrentamientos fueron encarnizados”, revelé Miguel. La informacion no era cierta, pero era titil al interés policial: padres y madres, preocupados por la ausencia de sus hijos, empezaron a reclamar por ellos. Esto permitié la identi- ficacién. La radio LV12 invitaba a las madres a sus programas y ellas les rogaban a sus hijos que se rindieran y volvieran a casa. Sus voces se escuchaban en el monte. La cohesién animica del grupo comenzé a deteriorarse. Mientras tanto, la policfa de Tucumén, con el jefe provincial al mando, los acorralaba. En la noche del 31 de diciembre de 1959, cinco santia- guefios y tres tucumanos abandonaron el grupo guerrillero y bajaron del monte; luego descendieron otros tres. Los demas, que soportaron mejor la falta de comida y la hostilidad de la geografia en la temporada de Iluvias, continuaron el despla- zamiento en busca de una cueva segura. Desde Buenos Aires, Cooke y su esposa, Alicia Eguren, reclutaban militantes para consolidar el foco en ‘Tucumsn, Antes de partir en tren a esa provincia, s adiestraban mi- litarmente, La posibilidad de ser parte de una experienc guerrillera fascinaba a muchos jovenes. ‘Tenian alrededor de Yeinte afios. Durante los primeros meses de 1960, subieron y bajaron del monte tucumano. ‘También se necesitaba 3 Lo bust poyo econdmico. nrique Oliva, miembro del ba Guillén, Lo mismo hacia | Oliva habia sido Comando Coronel Perén de la resistenc 159 Marcrso Ly detenido en los dias previosa la rebelion de Valle, Fstuyy. neses peso, sin proceso judicial. Recibieron ayuda de Frond el hermano del Presidente, y del hstoriador Marfa Rosa, entre otros, para Uturuncos. nd Oliva viaj6 a Tucumén, En abril de 1960 fue dete junto a Mena por un retén del Ejército. El camién que lent, lasarmas, que iba adelante, pudo continuar viaje, pero lam duccién del foco guerrillero fue desarticulada. Poco despre Serravalle también seria detenido. La policia y el Ejézcin, tenian a todos los uturuncos y a sus colaboradores identig. cados. La guerrilla perdié enlace en poblados y ciudades. fy junio de 1960 el cerco se empezé a cerrar. El dia 15, luego de una caminata nocturna, el grupo guerrillero fue apresado en un aserradero, Aunque algunos escaparon, un mes més tarde, ya nadie pudo volver a subir al monte. ‘Todas las casas habian sido allanadas y ya no quedaban lugares seguros. Los uturuncos fueron juzgados por un tribunal militar, Mena y Oliva fueron condenados a seis afios. Serravalle a cuatro, Todos fueron torturados y recortieron distintos pens- les. Serravalle fue colgado con la mano atada en un ganchode la pared y golpeado con una manguera de goma por personal del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE). ATENTADOS QUE PROVOCAN LA IRA DEL PODER MILITAR La accién de la guerrilla peronista era titil a la dirigen- cia politica partidaria. Funcionaba como un mensaje pi" Frondizi y las Fuerzas Armadas: si querian evitar que el pe- ronismo se volcara a la insurreccién, debian legalizarlo. Los uturuncos, decfan, no tenfan nada que ver con el justicali mo. Son “representantes de ideologias extraiias a la tradicio” cristiana de nuestro Movimiento”. De todos modos, tanto los “peroni como los dirigentes de la “capa blanda” integrados politico pronto compa rales s ingurreccio al sistem? tirfan la prision. 160 De Peron a Monrontros A inicios de la década de 1960, se multiplicaron los he- chosde violencia. Los militares se lo recriminaban a Frondizi. Lo consideraban un inoperante, El Ejército estaba indignado. Ademésdela revuelta urbanaen tornoal frigorifico Lisandro de la Torre y de las huelgas obreras, ademas del foco guerrillero en el monte tucumano, se sumaba la accién de los comandos de resistencia que atacaban a las empresas petroleras, las usi- nas eléctricas, las plantas de gas o el transporte ferroviario. Uno de los atentados de mayor magnitud desde la caida de Perén fue realizado en Cérdoba en febrero de 1960, Una carga de explosivos sobre el depésito de combustible de la petrolera Shell provocé trece muertos y la pérdida de cuatro millones de litros de nafta. El sabotaje fue obra de la Central de Operaciones de la Resistencia (COR), una estructura militar peronista dirigida por el general (RE) Miguel Angel Iifguez, que contaba con comandos peronistas civiles subordinados en casi todas las provincias. Por el atentado a la Shell, el jefe del Ejército Toranzo Montero acusé al gobernador de la UCRI, Arturo Zanichelli, de ser cémplice de los “terroristas”. Tenia antecedentes: en 1958 el gobernador habia entregado quinientas pistolas a gru- pos de la resistencia peronista para enfrentar un posible golpe militar contra Frondizi. También habia exonerado de las filas policiales a los jefes mas refractarios al partido proscripto. La inteligencia militar establecié vinculos entre Zanichelli y uno de los autores del atentado. Para entonces, la Justicia ya habia detenido a varios sos- pechosos y los mantuvo bajo su jurisdiccién, soportando la presin del Ejército, interesado en juzgarlos en los tribunales de guerra, Pero al Ejército no lo intimidaron los limites titucionales: cuatro unidades militares asaltaron la c: Cordoba y se Ievaron a los detenidos peron’ del atentado, ins- el de as acusados La presi6n militar también obligé a Frondizi a desalo- jara Zanichelli. Como el gobernador se negé a renunciar, 161 a Manceto Larraguy cl presidente tuvo que decretar la intervencisn provin, por encima de la opinién de la Corte Suprema y de su pry pio partido. cial, E] atentado que los militares vivieron de forma mas personal fue la bomba de trotyl que demolidé la casa de dos pisos en Olivos del mayor del Ejército David René Cabrera, miembro del SIE. Fue el dia 12 de marzo de 1960. Cabrera investigaba las acciones de la resistencia. Habia intervenido en muchos procedimientos relacionados con explosivos. La bomba maté a su hija Guillermina, de 3 afios. Para entonces, ya habia habido robos en arsenales mi- litares, atentados en el Circulo Militar, en el Departamento Central dela Policfa, en unidades de la Marinay la Aeronautica, en guarniciones y barrios militares. También se atacaba las guardias de centinelas y soldados conscriptos y se frustré un plan para colocar explosives en el Cabildo. Pero habia res- puestas. Un cabo del Ejército, Mario Medina, detenido en Coordinacién Federal, fue arrojzdo por la ventana por gritar “Viva Perén!”. Segiin la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, los atentados eran instigados por grupos de inteligencia militar y policial, quienes proveian de armas y explosivos a ejecutores civiles, para luego desatar la represi6n del terroris- mo ¢ instalar una dictadura. Como fuese, el “caso Cabrera” fue el limite para el Ejército. Al dia siguiente, y luego de una reunién con las jet turas de todas las fuerzas de seguridad, Frondizi fue forzado a enviar al Parlamento una ley federal de represién cont? actividades terroristas. Hubiera preferido hacerlo por decre- to, de facto, para que las Fuerzas Armadas con cargo y responsabilizara" : Te ero riesgo de su aplicacién. Pero Toranzo Monten contradijo su voluntad. El dia que la ley fue vorada en © mento estallé una planta de gas en Mar del Plata. 162 De Pex6n 4 Monronrnos EL Pan CONINTES, REPRESION Y TORTURAS E] 14 de marzo de 1960 comenzé a regir en todo el pais «1 Plan Conintes (Plan de Conmocién Interna del Estado). EI plan fue el 6rgano juridico de aplicacién de la re- resion. Perén lo habia creado en 1951, tras la rebelin de Menéndez. No lo habia utilizado. Ahora era un instrumento represivo no solo contra “los terroristas”, sino también con- tra la movilizacién obrera, el peronismo y la izquierda. En el marco del Plan Conintes se aplicaron las leyes «de organizacién de la Nacién para tiempos de guerra” y “de sabotaje y espionaje”, que se habian sancionado a fines de la década de 1940, se dictaron decretos de proscripcién del pe- ronismo y el comunismo, y se dispuso la intervencién sobre Jos sindicatos. Las fuerzas de seguridad ya tenfan las manos libres para disciplinar, encarcelar, acusar, torturar y condenar. ‘También podian controlar el pensamiento y las expresiones disidentes. Los tribunales militares juzgarfan a la poblacién. Ningiin acusado tenia derecho a recurrir a la justicia civil. Desde el 14 de marzo, miles de domicilios fueron allanados y los dirigentes del peronismo, fuesen “integracio- nistas” 0 “insurreccionales”, legales, semilegales, publicos o clandestinos, fueron encarcelados. También se prohibié la propaganda por el voto en blanco y se clausuraron las seces del PJ. Las policfas provinciales se militarizaron y se subordinaron a las Fuerzas Armadas. El pais fue dividido en reas, zonas y subzonas operacionales. Para los mandos cas- tenses, la “guerra revolucionaria”, inspirada y dirigida por ¢lcomunismo internacional, con “mano de obra peronista”, habia comeny do. Toranzo Montero consideraba que las medidas re~ sivas eran insuficientes, Su aspiracién era implantar la y sus complices”, ‘Toranzo pre Ley Mg 'v Marcial contra “los terrori disinguss a ; ingufa en la accién sindical del peronismo un virus que Prenuncia ba la irrupcién del marxismo en la Argentina, Habia 163 Se Lo LARRAQUY Ma que detener su propagacion. El mayor temor de los detenig, Lhe 7 ae Conintes era Ia orden de fusilamiento. Enel plan represivo estaban involucradas distintas estructura, dela seguridad del Estado: la SIDE, Coordinacion Feder Ios servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas, la Escuela de Mecénica del Ejército y las seccionales de policta de Dock Sud, Lants y ‘Avellaneda, ademas de otros comandos instala. dos en las provincias. Asf empezaron. los tormentos. En el sur bonaerense se hacfan allanamientos de madrugada sin ordenes judicicles Los detenidos eran atados en una mesa: el cable electrizado, el cuerpo humedecido, luego las torturas y el calabozo sin agua ni comida. En Lants, el jefe mas temido era el comisario Polo, quien tenia por auxiliares a Juan Soto y al “Chiquito”, un ex boxeador de dos metros que ablandaba al acusado a golpes. No era el tinico boxeador empleado por la represin. Barros Sosa, ex campeén de box y oficial de la policia tucu- mana, hacia horas extra trabajando para el Ejército. Cuando el Plan Conintes ya tenfa miles de detenidos, torturados y condenados, se constituy6 una Comision en la Cémara de Diputados que visité distintas carceles para reco- ger las denuncias de sus victimas. La primera fue el penal de Ushuaia. Alli permanecfa un lote de cuarenta y tres condena- dos con penas de entre dos y dieciocho afios de prision, alojados en celdas minimas, sin silla ni mesa, con dos recreos diarios de una hora, un envio postal cada quince dias y sin acceso 4 lec- tura de libros y revistas, Muchos de los detenidos provenian de Mar del Plata, FI circuito de represin en el balneario se iniciaba Ja base naval. Los detenidos eran colocados de cara cont la pared, con las manos en alto durante horas y fa ametrallado® vigilando la espalda, Alfredo Kreinbuh! estuvo tres dias asi, sin apoy con aeons | : yori el caiio como advertencia cuando el suefio lo vencia. os las dos 0 tres horas por dia y lo ponfan de pie otra vee 164 De Pen6n a Monronrnos as fue trasladado a la base naval de Puerto Belgrano, en seman Permanecié esposado y alojado en un calabozo Bahfa Blanca sin ventana durante otras tres semanas, hasta que recibié la sentencia del Tribunal del Consejo de Guerra, una condena dos anos que empez6 a purgar en la cércel de Magdalena y juego en Ushuaia. Lo mismo le sucedié a Pedro Ernesto, titular de un centro justicialista: las manos arriba de la cabeza en el casino de oficiales en la base naval; luego las torturas, trece dias frente al mar, en la playa, sin poder moverse, en compafiia de un soldado y una ametralladora. Sus familiares fueron hostilizados: el Ejército ingresé en su casa, los hacfan le- vantar desnudos por las noches, les tiraban piedras sobre los techos. Cuando Ernesto denuncié estos hechos en el Consejo de Guerra que lo juzgaba, el auditor respond “Qué quiere, que les den caramelos a sus hijos?”. Reclamé el auxilio del obispo. Le fue negado. José Cabrera, titular del Partido Justicialista de Ge- neral Pueyrred6n, también fue detenido en la base naval de Mar del Plata, Denuncié ante los diputados una perma- nencia de cuarenta y dos horas de pie, sin poder realizar movimiento alguno. En la cércel de Ushuaia también estaba Alberto Arias, detenido por la SIDE en abril de 1960. Secuestrado de su casa, fue trasladado a la comisarfa de Dock Sud y puesto sobre la mesa con la picana eléctrica; tres dias y tres noches sin comer ni tomar agua. El Comando 1° del Conintes, constituido en el Regimiento de Palermo, lo juzg6 por “intimidacién pa- blica” y “asociacion ilicita” y lo condené a tres ano meses de prisién efectiva. Le habian encontrado volantes que Propiciaban el voto en blanco. 165 Marcrto Larraguy Et PaRLAMENTO HUSMEA EN LAS CARCELES DEL PLAN ConrnTes Cuando la comisién de Diputados entré en el pe Viedma, Rio Negro, en junio de 1961, Petal de a“ 7 advints contraste. Uno de los presos, el “uturunco Y “peronista 7 la primera hora” Enrique Oliva, les comenté que todavia 4 Buenos Aires, a las “comodidades europeas” estaban subalimentados y olfan mal. Los di desde el suntuoso “palacio de las leyes” ros de una casta militar. Pronto fang 3 €n cambio, ellos putadlos llegaban i ellos eran prisione, En casi un afio de detencién, los cuarenta y siete dete. nidos habjan recorrido varias prisiones. Ahora Ilevaban siete dias de huelga de hambre. Se habian juramentado no comer Oliva continud: “Ustedes son la fuerza de la oligarquia que llegé a la Patagonia tragica y violenta. Aqui la oligarqui escrituré a su nombre las mejores tierras del pais, que eran de los gauchos y los indios. pais que acd no existe”. Oliva hizo revisionismo. Traz6 una huella de las tradi- Ciones y las luchas populares en la historia argentina. Hablé de las masas, de la sangre de gaucho, de la defensa contra Jas invasiones inglesas, de los degiiellos a los vencidos, de la fuerza pretoriana de los regimenes politicos, del aluvion 200 logico, de Perén, y luego de la proscripcién y la persecucién a los humildes. A ellos se los condenaba por rebelarse: “Nos han dejado fuera de la historia pero queremos demostrar qu? estamos dentro de ella”, ee El comité de reclusos representaba una civilizacion . plazada. Los diputados, otra. “En estas carceles — Oliva—, estamos nosotre et acd no encontrs Ustedes son los representantes de un Le fumes, P! s con estos uniformes oe ido dead fn a ninggin militar que haya borbartex s, a nadie que haya firmado concesion abogados de empresas imperial encontrardn a ningtin ganadero. En cambio, van & ee a.un pobre viejo encorv, _s a sus propias ciu al extranjero ni a erat ado, prisionero desde hace 166 De Prn6x 4 Monvonrnos : por faenar una vaca para darle de comer a su familia, Una vaca que estaba destinada a venderse al extranjero.” EI titular de la comisién parlamentaria, diputado oficialista Pablo Calabrese, le explicé que entendian sus pa- 4 decimientos: “Tenemos la misma sensibilidad que cualquier hombre de pueblo. Interpretamos sus sentimientos. Hay que dejar los odios de lado”. El diputado radical Ernesto Sanmartino, que habia sido expulsado del Congreso y perseguido durante el peronismo, agregé con safia. “Es Perén quien vive suntuosamente en Espaiia. No nosotros. Mientras ustedes sufren por él, él goza.” Oliva pregunté por el rol politico del radicalismo en esta coyuntura. “Si el poder efectivo lo tienen los milita- res; el econdmico, los conservadores. gQué rol se reservan ustedes?”. : La rabia de los vencidos se centraba en el Plan Conintes. & La voluntad arbitraria, inconsulta, sangrienta y corrupta de a las Fuerzas Armadas. Eso era el Plan. Esto dijo Oliva: “Nos han juzgado peor que si fuéramos ganado. Nos han torturado : mientras ellos fumaban, comian y bebian. Y sin embargo, en el palacio de las leyes, cada vez que mencionan a las Fuerzas yh Armadas es para otorgarles ascensos y representaciones en el exterior”. El Parlamento era ciego y sordo. Oliva, al que le habian fracturado el pie en el momento de la detencién en Tucumin, continué: “Quienes hemos sufrido el martirio de la picana en nuestras carnes eléctrica, quienes padecimos quemadura estros cuerpos el do- ¢ desnudas, sentimos repercutir en nui lor punzante de cada golpe, reclamamos en contra de esta monstruosidad que repugna la dignidad humana y asquea al ® argentino integro”. Para los condenados, la visita de los diputados solo ser- virfa para documentar ante a historia el drama en que vivian, Nada mis. Otra visita de la comision parlamentaria fue en Mar del / Plata, Habia una larga serie de torturados que pasaban noches ? 167 ee eee cELO LARRAQUY: y di ala intemperie, sentados en una si dependencias policiale . lla contra la par, - EI comisatio inspector gfiten la Brigada de Investigaciones ra el principal gee ; “cusado, + procesos por apremios ilegales desde 1955" ¢, eae) . Icedo fue of ante la comisién que lo interrogé en el Hotel P a curs i rovin, n telegramas pidiéndome que se reprima Ip acting comunista y me limito a cumplir con mis obligaciones igaciones, y, se puede decir que no cumpla con las directivas dep i a et : eee ado, Pero tropezamos con un Sravisimo inconveniente: a] comy. nista intelectual no llegamos nunca”, + de Por el atentado contra el mayor David Cabrera, la inteligen. cia militar hurgé en el sector obrero, donde se producin acciones de sabotaje. El 20 de marzo de 1960, una decen de miembros del Servicio de Inteligencia del Ejército denn, en los talleres del Ferrocarril Belgrano en Capital Federal a Jorge Cabrera, 53 aiios, espafiol, y lo Hevé a la Escuela de Mecénica del Ejército. Lo golpearon y torturaron durante una hora o dos. No le resulté fécil precisar el tiempo. Era de madrugada. Lo que més indignaba a sus torturadores era que, en su sufrimiento, el obrero invocara a Dios. Ellos también eran catélicos. Cabrera fue puesto de pie con la cara contra la pared durante veintitin horas. No podia moverse. Ni siquier ponerse en cuclillas. Apenas lo intentaba, el caiio de ametralladora le apretaba la espalda. Tampoco tenia dere- cho a dormir. Los soldados lo despertaban. Habia cone rotativos de vigilancia, La postura obligada, dia tras dit le gencraba trastornos en Ia circulacién sanguinea, att" al riién, hernia, hinchazén en los pies. Con cinco se" bajo cero, los interrogatorios continuaron. Cabrera te! Fue : imedlo del calaboe0 enfermeriay desde al al suelo imedo del caso EL 5 dea apartado del mundo durante dos semanas. fue trasladado a la céreel de Magdalena. gen Hizo la denuncia por torturas a los diputsdos 46, misién de Apremios Hlegales, Su sladadow™* ‘aso fue tt 168 De Pern a Mowrontnos de Guerra niimero 1 que presidia el teniente coronel Juan Alberto Gomila, quien ya habia sido denunciado por presen- ciar torturas en la carcel de la Penitenciaria. Gomila admitia Ja detenci6n de Cabrera pero no los tormentos. Como prue- ba, mencionaba que al detenido no lo habia atendido ningain médico. Este era el tipo de respuesta automatica que aplicaba el Ejército, por medio de su secretario de Guerra, el general Rosendo Fraga, o desde el Ministerio de Defensa. ‘Tres dias después de la detencién de Cabrera, apresaron a otro obrero ferroviario, Eduardo Bobbio. Un militar y tres civiles lo sacaron de su casa y le taparon la boca con cinta plastica. Siguid el mismo recorrido: la Escuela de Mecénica del Ejército, la manopla sobre el pecho, los latigos de goma. Le pedian que hablara de la bomba. Bobbio asumis la autoria, pero no le creyeron. Querian que acusara a otros. Esa noche le prometieron torturas y cumplieron. Su cuerpo temblaba. Lo tiraron en un colchn y lo cubrieron con una manta. Los que lo vieron supusieron que estaba muerto. Ramén Lazarte, 38 aiios, también obrero del Ferrocarril Belgrano, fue detenido en la misma linea de investigaci6n que Bobbio y Cabrera: por el caso del mayor Cabrera. Cuatro policias fueron a su casa a buscar armas, explosives, pistas. Le pidieron que confesara. Lazarte fue a la Escuela de Mecinica del Ejército. Suftié tres dias de interrogatorio y luego fue a un calabozo junto a otros detenidos. A la semana lo revis6 un médico (Lazarte habfa tenido una intervencién quirtrgica en la columna vertebral), que reclamé un colchén para a. Luego fue trasladado a una comisaria del conurbano bonae- rense, Sus torturadores, orgullosos de su profesionalismo, se preciaban de haber sido los maestros de Cipriano Lombilla y los hermanos Cardozo, Le taparon la cara con una almohada, » Jos dedos cuando quisiera hablar y Le dijeron que movie procedieron a aplicarle la picana eléctric sensibles del cuerpo. Se empecinaron con su columna, en Ia herida, Pidié a sus torturadores que le pegaran un tiro, © que le acereg El la firmarfa, Otra vez 4 en las partes mi ran cualquier declaracién. 169 Manceto Larnaguy regres6 ala Escuela de Mecinica y Chiquito, el ox - are : OXe; de dos metros de altura, volvi6 a interrog, i Arlo por el te, ~ ten la bomba. Luego Lazarte fue enviado a la P, ip aa He a cnitenciaria = podia caminar. En los recreos, lo levaban en carrito ¢, ” : attito ¢ los presidiarios, tre Cabrera, Bobbio y Lazarte fueron procesa aan : 08 por “35, ciacién ilicita, accién para la . subversién y encubrimientes ‘ToRTURAS EN LA NIEVE En Mendoza, en el marco del bajadores fueron secuestrados Se les hizo ingerir alcohol. Tra dores N° 8, fueron tortur: Plan Conintes, tres tra Y golpeados con cachiporras sladados al Batallén de Zap. ados y alojados en un campo de concentracién, rodeados de alambres de piia el Dormjan en una carpa cubierta de nieve. Uno de Ja pierna fracturada. A Silvio Frondizi, hermano del presidente, pensador merxista y fundador del Grupo Praxis-MIR, el Plan Conintes Hlego a rozarlo. El 4 de junio de 1960, mientras él permaneci en Cuba, la policia secuestré en su estudio de Caballito a sv secretario y chofer, Alfredo Pesquera. Encapuchado, lo des nudaron y estaquearon en la segunda seccional de La Plata | Le tiraron un balde de agua fria y le aplicaron la picam hasta que perdié el conocimiento. Luego fue Ilevado al ¢ Regimiento 7 de La Plata. Cuando Silvio Frondizi volvié al pais, Pesquera ya estaba sometido al tribunal militar. Intent? ee Fe absuelto po defenderlo pero no podia accionar. Pesquera fue absuelto P falta de mérito, lectrizados ellos teniz : ae én fue tort” Un grupo de dir igentes justicialistas también fue i ‘i Rojas! rado. Carlos Rovira, José Maria Pracanico, Eduardo Re Es Jer6nimo Izzetta sufrieron la picana eléctrica duran horas, pufietazos y golpes en distintas unidades del Ei aa a, los pont" st a castrel ito y la policfa, Cuando reclamaban clemencia situacion: “EE te es el Plan Conintes”, La respuesta 170 De Peron a Montontros jloficio de la Comision de Diputados fue la de siempre: ad- mitian la detencién, no las torturas. El Plan Conintes también intervino en los conflictos obreros. Presté la estructura represiva a las empresas. Des- pués de que la Fabrica de neumaticos Firestone despidiera a gos centenares de trabajadores, la policfa bonaerense acom- pafiaba al cuerpo de seguridad privada de la compaiifa en sus utos, secucstraba al personal més conflictivo de sus domi- cilios y lo torturaba en la comisaria de Llavallol. El obrero Oscar Ramirez denuncié que 1a policia lo gacé con un ardid de su casa y luego fue Hlevado en el auto de la seguridad policial de Firestone, con la guia del “sefior Cremona”, a un paraje solitario. Le pusieron la capucha en la cabeza, lo estaquearon y luego lo picanearon en un calabozo de una comisaria. Fue liberado tres semanas después. El gobierno de Frondizi negaba las torturas. Frente a las denuncias, el ministro del Interior, Alfredo Vitolo, decia que confiaba en “la honorabilidad” del general Toranzo Montero. Como habia sido torturado, le parecia im- posible que aplicara los mismos procedimientos. La Comision de Diputados podia, con su presion, lograr mejoras para la vida de los penados. Pero lo que no podia era parar las tor- turas, Eso era materia de los tribunales militares. La DOCTRINA CONTRARREVOLUCIONARIA y 1a Escueta Mivivar FRANCESA irti6 la influencia pedag6: aria de la Escuela Militar n Enel Plan Conintes ya se adv gica de la doctrina contrarrevolucion: Francesa, ‘Tenia una serie de caracteris de ratz la Doctrina de la Defensa Naciona ecinos. as que modificab al sobre las hipdtesis de conflictos bélicos con los paises V' Los franceses internalizaron el concepto de que el ad- versario ya no se separaba pot fronteras geograficas. El huevo enemigo era interno. Se ocultaba y mimetizaba entre 171 f Manceto Lanraguy la poblacién, que resultaba sospechosa de prestarle ayy ud y colaboracidn. El tertitorio del pais se transformaby gr campo de batalla. d Las Fuerzas Armadas debian conseguir informacign bre el enemigo para conocer la estructura de su organizaciy, y destruirla. Debian interrogarlo, hacerlo hablar. 5 "Para la Escuela Militar Francesa, la tortura era ung “tarea de inteligencia”, la esencia misma de la “guerra con. trarrevolucionaria”, que era acompafiada por una bateria de técnicas militares, la infiltracién, la represién clandesting fuera de los marcos legales, la posesién de alojamientos pars Jos “interrogatorios” y la produccién de acciones psicolégicas que generasen terror sobre la poblacién. A partir de la década de 1950, en distintas misiones de estudio y capacitacién, los oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas argentinas asimilaron el corpus ideol6gico y la experiencia de combate de sus pares franceses en sus guerras coloniales de Indochina (1946-1954) y Argelia (1954-1962). Aunque en la Argentina no se luchaba para terminar con un régimen colonial, como lo hacfan los vietnamitas o los argelinos, la estrategia militar francesa se aplicé para extirpar el peronismo del sistema politico, la accién guerrillera y eli minar la conflictividad de la clase trabajadora. En el encuadre militar francés, toda la protesta social, gremial o politica tenia por objetivo subvertir el orden le- gal y amenazaba la civilizacion occidental y cristiana. Todo activista era un subversivo, un “infiltrado” en el cuerpo 4 la sociedad. ' El conflicto se habia internacionalizado: la Guerra Frit entre los Estados Unidos y la Union Soviética exprestbs © enfrentamiento entre dos civilizaciones, que obligaba « ¥ nueva estrategia de defensa para el hemisferio occidental: 8 activista social y politico de una fabrica bonaerenses ¥" ™ Z tante juvenil, un obrero que saboteaba en las vias, 10 SuP®™ no, era un agente encubierto del “ mo internacion y el materialismo ateo, omuni: Dr PERON 4 Mowrontnos El ejército argentino debia ser guardién del orden occidental y catolico. La tercera guerra mundial ya habia comenzado. Cuba, constituida como primer Estado socialista de Latinoamérica, en medio de gobiernos populistas, dicta~ duras militares y democracia s liberales, era una prueba de ello. El Plan Conintes estaba inscripto en este “extremismo ideolégico” que debia ocultar sus procedimientos militares porque eran ilegales. El texto de la Constitucién Nacional no estaba adaptado al terrorismo de Estado. En sus visitas a la Escuela Superior de Guerra, los militares franceses transmitieron su experiencia de combate en la defen sa de sus regimenes coloniales. La “guerra revolucionaria” se habia originado en Indochina, cuando las tropas regulares francesas fueron derrotadas por el ejército popular norviet- namita, liderado por Ho Chi Minh y el jefe militar Vo Nguyen Giap y compuesto por combatientes que parecian salir de cualquier parte, atacar y desaparecer al instante. No habia un frente ni una guerra lineal, con tropas que avanzaban y re- trocedian. Tampoco alcanzaban la artillerfa, la infanteria, la superioridad humana o material que habia sido indispensable en la Segunda Guerra Mundial. Era un enfrentamiento no tra dicional. No habia frentes ni fronteras. Giap libraba combates en oportunidad y lugar en los que el enemigo se encontraba més débil, vencia en pequefios enfrentamientos y luego se dispersaba. Asi iba minando la moral de las tropas enemigas. a clave de esta estrategia de La poblacién vietnamita era la piez: Jes ofrecia resguardo a sus combatientes. guerra revolucionari: Francia se rindié ante los vietnamitas y acepto su in- dependencia en 1954. Argelia, con una revuelta iniciada ese mismo aiio, también lograria la liberacién del colonialismo francés, Para evitarla, Fr la “guerra sucia”, con escuadron cia establecid ka metodologia de s de la muerte, torturas, la nueva formu- » apoyada por el desapariciones y guerra psicoldgiea. Vista er’ a para combatir la “guerra revolucionar Comunismo internacional”. 173 Mancrto Lannaouy Perén habia estimulado el contacto con Los fi para buscar aprovisionamiento tecnolégico y rompe: queo norteamericano, que no permitiria el argentino. En el mismo sentido, ‘ANCEses T el blo. carme militar habia autorizado ef de oficiales del Ejército y la Marina para eg la Ecole Supérieur de Guerre de Francia. El Rosas, el primer alumno de la escuela, perm: entre 1953 y 1955. El aprendizaje continué con la Revolucién Libertadora, y las academias militares adaptaron sus Progra- mas de estudio y reestructuraron el Ejército segtin las normas francesas. El general Osiris Villegas fue uno de los principales tedricos de esa transformacion, ido el viaje pecializarse en coronel Carlos anecié dos aos La TEOR{A GUERRILLERA En el polo ideolégico opuesto, el de la violencia revo- lucionaria, se afirmaban las teorias de Franz Fanon y Ernesto “Che” Guevara. Desde Los condenados de la Tierra, Franz Fanon, psiquia- tra caribefio que participé en la guerra de liberaci6n argelina, afirmaba que “el hombre colonizado se libera en y por la violencia”. La contradiccién entre imperialismo opresor y naci6n oprimida debfa resolverse con la violencia popular. Esta idea era acompaiiada por el filésofo existen- cialista francés Jean-Paul Sastre, que en el prologo de L condenados... concluia que “en los primeros momentos 4 Ja rebelién, hay que matar: matar a un europeo es mati! dos pajaros de un tiro, suprimir a la vez a un opresor y @ 8 oprimido: quedan un hombre muerto y un hombre libre: Fl superviviente por primera v I bale ez siente un suelo nacional las plantas de sus pies”, Si hasta entonces, para la lucha de ism, eh buena parte del mar i: sen Los paises centrales lo que motorizabs ruedas de la revolucién, para Fanon —y otros intelectuales* izquierda del Primer Mundo— solo la emancipacion 4¢ ¢ ae De Prn6y 4 Monronenos periferia empobrecida y explotada del ‘ereer fin al capitalismo. Con este andi 1 la clave del conflicto. EI pueblo debia tomar Mundo pondria sis, la cuestién nacional pasé as conciencia de su condicin de oprimido. A mayor represién, mayor profundizacin de esa conciencia. Segtin este esquema, la independencia debia ser iniciada por una vanguardi revolucionaria que provocara la desestabilizaci6n politica, desnudara la identidad represiva del opresor y profundizara la conciencia del oprimido. Alli comenzaba la verdadera liberacién del hombre. La violencia como tictica politica pasé a ser clave de debate en distintas esferas intelectuales en la Argentina. Pero las discusiones no eran un todo autosuficiente. El compromiso militante era la praxis: entregarse de manera concreta y ab- soluta a la lucha armada. Para transformar las desigualdades, la pobreza, la mi- seria, el hambre y el abuso de los poderosos no bastaban solo las discusiones: para ser revolucionario habia que hacer la revolucion. En este sentido, el impacto de la Revolucién Cubana y las teorfas expresadas en La guerra de guerrillas del Che Guevara también funcionarfan como disparadores de la ac- cién revolucionaria en el plano local. La experiencia de los guerrilleros cubanos permitfa deducir que, con apoyo popu- lar, se podia ganar una guerra contra el Ejército. No habia que esperar a que se dieran toda el foco insurreccional podia s las con- diciones para la revoluci6n: < crearlas. Esa vanguardia orientaria y revitalizaria la lucha de las masas, La lucha guerrillera, sus acciones militares, era su pol a de transmision. . EI aporte doctrinario de Guevara estaba entocado en fa moral del guerrillero como representante de la vanguardia del pueblo oprimido, dispuesto a destruir los privilegios de un orden injusto. La moral era determinante en términos militares. Era un recu El ejército regular podia ser superior, so de gue 175 Marceto Larnaguy y de hecho siempre lo era, en hombres y armamentos, Pero la supremacia moral del guerrillero sobre el soldadg enemigo, su coraje y su entrega total, sellaria la victoria revolucionaria. En la teorfa guerrillera, pequefias victorias militares sumadas conducirfan a la victoria final, Si para la Escuela Militar Francesa la tortura se esta- blecia como método de la lucha contrainsurgente, para el guerrillero su arma era la moral revolucionaria. La tortura buscaba quebrar esa moral, degradarla. El guerrillero, a su vez, consciente de la posibilidad de morir en la lucha 0 de ser torturado en caso de ser detenido, estaba determinado a dar la vida, como un imperativo moral categérico. El Che Guevara simboliz6 un mensaje sin matices para Ja militancia juvenil. Una entrega personal sin célculos ni me- diaciones por un proyecto colectivo: revolucién o muerte. Fronpizi, EL Cut GuEVARA Y LA POLITICA DE LA CONCILIACION CON CuBA. Enagosto de 1961, como representante de Cuba, Guevara participé en Punta del Este (Uruguay) de la reunién del Consejo Interamericano Econémico y Social (CIES). El encuentro sit- vid para presentar a la Alianza para el Progreso, con la que los Estados Unidos querian promover el desarrollo econémico de las democracias representativas, cediendo préstamos a largo plazo. Mas que un fin econémico, la Alianza intentaba pre- venir a los paises subdesarrollados para que “no continuaran cayendo en ¢l comunismo”. Unos meses mis tarde, los Estados Unidos lograrian la expulsién de Cuba de la Organizacion de Estados Americanos (OKA) y Ia aislarfan del continente: El gobierno argentino aprovechs el encuentro de Punt del Este para contactar a Guevara. En su politica extertoh Frondizi inten’ prescindir de la vigilancia castrense, al neada con a politica estadounidense para el hemisterio. 176, | | a De Per6n a Monroneros La Argentina y el Brasil habian propiciado la “neu- tralidad” frente la Guerra Fria y conducian una delicada linea de conciliacin y disuasién hacia Cuba para que no ingre- sara al Pacto de Varsovia que formaban los paises comunistas del Este curopeo. A cambio, prometfan algin tipo de ayuda. La proeza diplomatica era dificil de alcanzar en la co- yuntura: los Estados Unidos habjan fracasado en su invasion 4 la isla en abril de 1961. A partir de entonces, el rumbo de Cuba estaba determinado. Se declararfa socialista y Guevara y Rail Castro irfan a Moscti en busca de ayuda econdmica y militar. La Union Soviética instalé una base de misiles en laisla. Frondizi invité a Guevara a viajar a la Argentina en un vwuelo secreto en agosto de 1961. Intenté evitar que los militares se enterasen de su presencia, pero no lo logré. Al dia siguiente de la visita de Guevara, las Fuerzas Armadas obligaron al presidente a ratificar, por cadena nacional, que la conduccién de la politica internacional del pais continuaba siendo “occidental, cristiana y democritica”. La pretensién de adoptar la neutralidad frente a la Revolucion Cubana, la Ilegada de Guevara la eleccién del veterano legislador socialista Alfredo Palacios en la senaduria de la Capital Federal —adhiriendo a Cuba en los actos de campafia— fueron hechos que alimentaron la linea golpista de las Fuerzas Armadas, dispuesta a romper el orden consti- tucional. Se le oponia Ia faccién “legalista”, que crefa en la continuidad tutelada del sistema politico, de manera mis or- denada, con un presidente civil de autonomia condicionada. La APERTURA ELECTORAL SELLA LA SUERTE DE FRoNDIZz1 La audacia de Frondizi en materia exterior se traslad6 al orden interno cuando acepté la intervencién del peronismo enk » de 1962. El anuncio elecciones legislativas de ma Causé irritacién en el ambito castrense, 177 Marczto Larraquy La evaluacién del oficialismo era la siguiente: Fronds; estaba en su mejor momento politico; la economia habia sy- perado la etapa de peor recesién; Toranzo Montero habia sido relevado y habia perdido liderazgo en el Ejército; primaba la “faccidn legalista”; el “plan Conintes” se habia terminado, Ademis, a fines de 1961, Frondizi habia permitido la parti- cipacién del peronismo, con listas propias, en las elecciones legislativas de Catamarca, San Luis y Santa Fe. El resultado fue alentador: la UCRI gané en las tres provincias, La oposici6n a la rehabilitaci6n peronista fue inmediata, La UCRP entendia que el partido debia continuar proscripto y no debia ser integrado al sistema electoral. En las Fuerzas Armadas, la linea golpista anticipé que no permitiria que se alzara con el triunfo en ninguna de las provincias y los “lega- listas” se manifestaron en el mismo sentido. En un acta secreta firmada por la jerarquia castrense antes de las elecciones del 18 de marzo de 1962, y entregada al presidente Frondizi, el general Rosendo Fraga, el contral- mirante Gast6n Clement y brigadier Jorge Rojas Silveyra sentaban la posicién de las Fuerzas Armadas: “Los sefiores secretarios militares coincidieron en sefialar que las Fuerzas Armadas no intervienen en el campo politico ni esté en su misi6n interferir en la accién politica del gobierno. Pero ello no significa en manera alguna que estén dispuestos a permi- tir la restauracién del régimen de oprobio derrocado por la Revolucion Libertadora ni el retorno de Juan Domingo Peron y de los responsables conjuntamente con él, de agravios infe- ridos a la Nacién, a la libertad y a la humanidad, delincuentes que no pueden ocupar cargos electivos ni de ninguna otra naturaleza sin desmedro de la dignidad nacional”, Es decir, las Fuerzas Armadas permitian a aquellos que eran (0 fueron) peronistas, a la “masa engafiada y desviada”, a organizarse legalmente, pero Peron y su régimen estaban “inhabilitados”, La convocatoria electoral habia alterado el delicado funcionamiento del sistema politico. Pero el ministro del 178 De Pers 4 Monvonrnos Interior, Vitolo, confiaba en forma ciega en cl triunfo oficial: ja vuelta del peronismo a las umnas no lo asustaba. La jugada era de alto riesgo, pero también eran altos los beneficios. Si el electorado peronista volcaba su fe hacia Frondizi, el pre- sidente podria restablecer su autoridad frente a las Fuerzas ‘Armadas y apoderarse de la herencia politica del lider exilia- do. El optimismo contagioso que irradiaba Vitolo influyé en Frondizi y lo hizo participe de este anilisis. En el verano de 1962, el presidente habia cedido a las presiones castrenses y de los Estados Unidos, y rompié las re- laciones con Cuba por decreto, pero persistié en su idea de que el peronismo participara en los diecinueve distritos elec- torales donde se competia, a fin de derrotar para siempre a ese fantasma en las urnas. La victoria del peronismo, en cam- bio, sellaria la suerte del gobierno y del orden constitucional. Con su lider impugnado, el peronismo present la for- mula Andrés Framini-Francisco Anglada para la gobernacion de Buenos Aires, inscripta bajo el sello Unién Popular. Framini gan6. Obtuvo 1.171.757 votos contra 731.877 dela UCRI. Y, aunque el oficialismo vencié en quince distritos —y el peronismo y el neoperonismo en siete— y Ia suma de votos en todo el pafs mejoré su caudal electoral del afto 1960, la victoria peronista en Ia provincia de Buenos Aires reactive elestado de deliberacién en las Fuerzas Armadas. El triunfo de Framini fue efimero. Frondizi intervino las Jecret6 nulas las elecciones. Pero las condiciones dos: o se obligaba a Frondizi a una provincias y d de la capula castrense eran renuncia o se lo mantenfa en el poder con una vigilancia mas estricta. El nuevo gabinete debja ser compuesto por repr sentantes de “partidos democriticos” que respondiesen a las directivas militar Los tres comandantes le recor presidente. Lo mismo hizo el ex dictador Ar Se negd, pero su opinién ya no importaba, F129 de marzo de 1962 s¢ informé que habia sido de- puesto para que “la Repiblica y la democracia no marcharan a nendaron Ia renuneia al amburu. Frondizi 179 ‘Manceto Larraguy la deriva”. Entre los fundamentos de la destitucién se meneig. naba el resurgimiento “de las fuerzas extremistas infiltraday en la democracia”. Asi explicaban las Fuerzas Armadas los mas de tres fa obtenido el peronismo en las millones de votos que elecciones del 18 de marzo de 1962. Breriocraria Altamirano, Carlos, Arturo Frondizi o el hombre de ideas como po- Jitico, Buenos Aires, Fondo de Cultura Econémica, 1998. Altamirano, Carlos, Bajo el signo de las masas (1943-1973), Buenos Aires, Ariel, 2001. Amaral, Samuel, “El avién negro: retérica y practica de la violencia”, en Amaral, Samuel y Plotkin, Mariano (comps.), Perdn del exilio al poder, Buenos Aires, Cantaro, 1993. Amaral, Samuel, “Guerra revolucionaria: de Argelia a la Argen- tina, 1957-1962”, en Academia Nacional de la Historia, Investigaciones y Ensayos, N° 48, Buenos Aires, 1998. Aragén, Juan Manuel (h), “Apuntes para una historia de los uturuncos y del Puma Serravalle”, Buenos Aires, revista La Maga, 30 de abril de 1997. 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