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Opciones Procesales del Abogado de Empresa “Promovide que sea conforme a derecho se acordara lo que corresponds”, Por el Lic, Cipriano Gomez Lara. Profesor de Teoria del Proceso y Derecho Pro- ecsal Civil en la UNAM. El autor desea harer patente reconocimiento a sus auniliares los sefiores Pasantes Miguel Angel Lucero Montaiio, Carlos Ortiz Martinca y Nadia Reséndiz por la valiesa colaboracién que Je pres- taron en las Jabores de investigacién bibliogr fica y jurisprudencial sin Jas cuales no hubieva podido realizarse el presente trabajo. Septiembre, 1976. INTRODUCCION Las opciones procesales del abogado de empresa, en principio, no son di Vintas desde un Angulo estrictamente téenico de las de cualquiera otro abo- gado. El titulo de este trabajo esté enfocado a resaltar la problematica de jas diversas vias procesales que el abogado puede intentar ante los tribuna- les, asi como las posiciones que puede también adoptar para objetar dich: vias; es decir, tanto en su posicién de ataque como en la de defense. Qui zis suceda que el abogado de empresa tiene mayores oportunidades de con- tacto con estos problemas por Ia naturaleza de los asuntos y de los nego- cies que maneja, Considero conveniente dividir mi exposicién de esta problematica en los siguientes apartados: 1. El cancepto moderno de Ia accién-excepeién, Dualidad de pertenen- cig de lo accién. 326 Juridica.—Anuario 2, Los criterios de clasificacién de las acciones. 3, Las clasificaciones de las excepciones: Dilatorias y Perentorias; de fondo y formales 0 procesales. 4, La seleccién de la via, como cjercicio de accién. Procedencia de la via o de la accidn. 5. La improcedencia en la via. Accién improcedente y pretensién in- fundada. 6. Algunos aspectos particulares de problemética respecto de la impro- cedencia de la via y de sus consecuencias. a) Le cosa juzgada; b) La acumulacién; c) La reconvencién d) El rechazo de la via; e) La falta de declaracin administrativa como excepcién dilatoria; f) La necesidad de agotar un procedimiento previo: i) La Ley Federal de Proteccién al Consumidor; ii) La Ley del Contrato de Seguros iii) La Ley de Amparo. 1. EL CONCEPTO MODERNO DE LA ACCION-EXCEPCION, DUALEIDAD DE PERTENENCIA DE LA ACCTON La autonomia y la emancipacién de la ciencia Procesal como tal, ha tenido como fundamento la afirmacién de que la accién es algo distinto y diverso del derecho sustantivo. Esta posicién iniciada por autores alemanes en el siglo XIX, fue recogida después por Critovenpa y ha continuado des- arrollindose hasta el grado de sostenerse que la accién, como derecho o actividad que provoca por parte del gobernado la funcién jurisdiccional de los tribunales estatales, es dada no sdlo a quien tiene razén, sino a cualquiera que se dirija al juez en demanda de una decisién sobre una pretension; la accién, por consiguiente, puede ser deducida aun por quien esté equivocado y por ello es abstracta del fundamento de la deman- da. Este criterio de que debe hacer uso de a accién aun quien no tenga derecho, implica la posibilidad de abusar de la accién, lo que nos parece preferible a que haya un criterio rigido que limite su ejercicio, porque ello podria provocar que se cayera en la avtotutela, o en otras formas no convenientes de solucién de la conflictiva social a grado tal que si se san- ciona excesivamente el ejercicio de la accién, cuando el actor se equivoca. ose abusa de !a misma, Ja colectividad o algunos sujetos de la misma, Opciones Procesales del Abogado de Empresa 327 podrian Hepar a atemorizarse y a no levar sus controversias ante los Srganos estatales de la jurisdiccién.? En este mismo orden de ideas, también se habla hoy en dia de la dua- fidad de pertenencia de Ja accién o de Ja doble pertenencia de la accién, indicéndose con ello que al accionar, en su sentido técnico moderno, como actividad derecho de excitar Ja funcién del 6rgano jurisdiccional, de parte del particular gobernado, responde tanto al actor como al demandado; en este sentido accionan el actor al atacar y el demandado al defenderse; pero los aspectos de la accién estén referidos exclusivamente a lo procesal, en- tendido esto como el mero instrumento a través del cual pueden J'egar a sa- tisfacerse las pretensiones y los derechos subjetivos que se debaten en el proceso, Fl particular al instar, ya sea atacando o defendiéndose frente al juez, provoca el complejo fenémeno procesal. Pero el proceso, todo él, es un mcro continente, es sdlo un medio que precisamente tiene como fina- lidad resolver un contenido y este contenido esta compuesto por la preten- sin resistida, es decir, por el litigio @ conflicto de intereses entre Jas par- tes que es precisamente lo que el proceso, como instrumento, tiene como fin resolver, decidir o dirimir. 2, CRITERIOS DE CLASIFICACION DE LAS ACCIONES La mayorja de los autores de Derecho Procesa!, al hablar de Ja clasifi- vacién de las acciones contintan en rigor, refiriéndose a clasificaciones afiejas de derechos sustantivos y de pretensiones. Asi, por ejemplo, De Piva y Castrito LaRRANAGA® mencionan cinco eriterios de clasificacién, hablan- donos de acciones reales, personales, mixtas; de condena, declarativas, cons- titutivas, cautelares, ejecutivas; prescriptibles e imprescriptibles, transmisi- bles e intransmisibles, renunciables e irrenunciables; civiles. penales, muebles, inmuebles, petitorias o posesorias, reconvencionales, directas; y final- monte, siguiendo al Cédigo de Procedimientos Civiles para el Distrito Fede- ral, se Histan las siguientes: Reivindicatoria, negatoria, confesoria, hipoteca- ria, peticién de herencia, posesorias, del estado civil, de enriquecimiento ilicito, de otorgamiento de escritura y de jactancia. Como es facil observar, la gran mayoria de los criterios anteriores no se esta refiriendo propiamente a Ja accién. sino constituye una clasificacién 1 Gémez Lara, Cipriano, Teoria General del Proceso, Méxicn, UNAM, 1976. pp. V9 a 124. ? De Prva, Rafael y Castitto Larnaiiaca, José, Institucianes de Derecho Procesal Civil, México, Portia, 1974 (10a. Edicién), pp. 172 a 185. 328 Juridica. —Anuario de las pretensiones sustantivas. Se ha sostenido, por otra parte, que la accién es una, unitaria y no susceptible de clasificacion y, en un sentido estrictamente procesal asi lo es. Con la salvedad de que en algunas oca- siones se llega a entender a la accién ligada con ta forma o via del proce: dimiento y, sélo en ese sentido seria dable establecer una verdadera clasi- ficacién procesal de las acciones. 3. LAS CLASIFICACIONES DE LAS EXCEPCIONES, DILATORIAS Y PERENTORIAS; DE FONDO Y FORMALFS 0 PROCESALES No obstante que la obra del autor aleman BULow, Oscar Von, se escri- bié hace mas de 100 afios® y esta traducida al castellano desde hace ya Lastante tiempo, y a pesar de los esfuerzos de otros autores para sistema- tizar y encauzar los conceptos procesales dentro de limites mas técnicos y rigurozos, sigue habiendo una enorme confusién en torno a los conceptos de excepcién y defensa, asi como a ta distincién de las excepeiones en di- latorias, perentorias, materiales y formales. Uno de los aspectos ms lamentables de confusién es pretender identi- ficar indiscriminadamente a Jas excepciones perentorias con las sustantivas ya las excepeiones dilatorias con las de forma y es muy comin que caigan en esta confusién jueces y abogados de prestigio ¢ inclusive algunos trata- distas. Sin embargo, VALENZUELA, con todo tino y acierto establece la regla de que “Las excepciones materiales y procesales pueden ser perentorias 0 dilatorias”.* Al respecto, nuestra opinién consiste en sostener que la excepcién sus- tantiva implica la objecién por parte del demandado de Ja pretensién o derecho de fondo del actor, es decir, al interponerse una excepcién sustan- tiva, de fondo, se estd cuestionando la validez o fundamentacién de la pre- tensién del actor; en tratandose de la excepeién formal a procesal, lo que el demandado est aduciendo u objetando es algéin aspccto de improceden- cia de ta accién, por carencia, falta o irregularidad en un punto que atafe a la valida y plena integracién de la relacién procesal. Los criterios ante- riores, dependen de Ja naturaleza misma de la actitud de defensa del de- inandado y no prejuzgan sobre el caracter que de dilatoria o de perentoria pueda tener alguna de dichas excepciones porque las excepciones son di- latorias o perentorias no por su propia e intrinseca naturaleza, sino por la % Bivow, Oscar Von, La Teoria de las Excepciones Procesales y Los Presupuestos Procesales. Buenos Aires, EJEA, 1964. 4 Vauesavsta, Arturo, Derecho Procesul Civil, Puebla, Cajiea, 1959, p. 114. Opciones Procesales del Abogado de Empresa 329 reglamentacién que la Ley Procesal haga de las mismas; es decir, una ex- cepeién se considera como dilatoria cuando Ia ley procesal le sefiala un tipo especial de procedimicnto para ser conocida y resuelta por el tribunal y. con un criterio de exclusién © bien por oposicién, son excepciones p torias todas aquellas a las que la ley procesal no les sefiala una forma especial de tramitacién. Considero que es muy conveniente ejemplificar al respeclo. DE Priva y CasTilio Larraaca? al clasificar las excepciones perentorias fistan entre otras, sefiakindoles tal caracter, al compromiso ar- bitral y a la cosa juzgada; los Cédigos de Procedimientos Civiles de los Estados de Sonora, Morelos y Zacatecas, por cl contrario, consideran tanto al compromiso arbitral como a Ia cosa juzgada® como excepciones dila~ torias y, ademas, inclusive la cosa juzgada en estas legislaciones tiene el tratamiento de una excepeién dilatoria de previo y especial pronunciamien- to 2Quién tendra razén en esta aparente contradiccién? porque no es po- sible sostener que las excepciones mencionadas de la cosa juzgada y del compromiso arbitral sean perentorias y sean dilatorias a la vez. Lo que su- cede y que viene a confirmar lo que antes habiamos sostenido. cs que una excepeién es dilatoria en tanto que Ja ley procesal le sefiale tal cardcter y Ie otorgue una forma especial de tramitacién, conocimiento y tesolu- cién por parte del tribunal y entonces, cosa juzgada y compromiso arbitral son excepciones perentorias en los téminos de la legislacién procesal del Distrito Federal y son excepciones dilatorias en os términos de la legisla- cién proccsal de las entidades que acabamos de mencionar. Aunque hoy en dia, pues, resulta claro para nosotros distinguir entre los cuatro criterios de clasificacién de excepeiones a que nos hemos referido (dilatorias, perentorias, formales y de fondo 0 sustanciales), posiblemente Ja confusién que ha privado en nuestros medios forenses respecto de estos conceplos se deba al texto de los Articulos 26 y 27 del Cédigo de Proce- dimientos Civiles de 1884, porque la primera de tales disposiciones definia fas excepciones como las defensas que puede emplear el reo para impedir cl curso de Ia accién o para destruir ésta y, el segundo precepto establecia que en el primer caso. 0 sea las excepciones que impedian el curso de la accién, recibian la denominacién de dilatorias y, si por et contrario, des- trufan a ésta, a la accién, entonces se trataba de excepciones perentorias. Tal criterio nos parece hoy en dia ya superado. nm Como nuestra atencién en apartados posteriores de este trabajo habra de enfocarse sobre !a improcedencia de la via, como excepcién, debemos 5 Dr Pina, R. y Castitio LarnaSaca, J. Opus Cit. p. 191, ® Actioulos 49 fr. Vy $0 fr. TI. 330 Juridica.—Anvario advertir que se ha cuestionado el cardcter de excepcién dilatoria de la misma, la cual si venia expresamente referida como tal en le fraccién novena del articulo 28 del Cédigo de 1884 y ha desaparecido de las diver- sas fraceiones del actual articulo 35, Y al respecto Osros Luzuniaca al ana- lizar la natura'eza de esta excepcién, se pronuncia por afirmar que tiene el cardcter de excepeidn dilatoria y, al respecto nos expresa que: “...Ja improcedencia de la via cumple, tanto doctrinal como legalmente, con las finalidades propias e inherentes a las excepciones dilatorias como lo son las de atacar 0 destruir, no el fondo mismo de la accién ejercitada sino principal y iinicamente la ilegalidad del procedimiento seguido, atento el defecto 0 vicio procesal con que se inicia la accién... la parte demandada cbtiene, con su debida oposicién, que no se prosiga la tramitacin de un procedimiento que intencionalmente y en su propio provecho ha escogido el actor, en desacato, por un lado, a la naturaleza misma de la accién ejercitada, y, por otro @ reglas que expresamente la ley indica para la pro- secucién de los juicios en sus vias correspondientes”, 4, LA SELECCION DE LA VIA, COMO EJERCICIO DE ACCION, PROCEDENCIA DE LA VIA 0 DE LA ACCION Quien selecciona la via es desde luego el actor en un primer acto de cjercicio de la accién, o sea al presentar o hacer valer su demanda ante el juez. El problema de la procedencia de la via o de la accion, queda asi identificado como uno de caracter meramente formal porque éste es el genuino sentido de Ja palabra accién, desvinculada ésta de los aspectos sustantivos 0 de fondo y como un mero instrumento a través del cual se hacen valer pretensiones y derechos ante los érganos jurisdiccionales, La razon de ser de las distintas vias o formas de procedimiento la encon- tramos con Lorero,® quien nos expone que el hombre, en su afin de ob- tener un mayor rendimiento de actividad procesal y de justicia en el menor tiempo posible, para alcanzarlo ha ideado y puesto en préctica los mas variados criterios y que entre fa rigidez de las formas procesales y la elasti- cidad ilimitada de Jas mismas han encontrado asiento y acomodo los mas diferentes sistemas que pretenden vencer o atenuar los inconvenientes que se derivan de la lentitud en la administracién de justici T Osros Luzumiaca, Encique, Le Improcedencia de la Via, Tesis profesional, Mé- xico, UNAM, 1944. 8 Lonero, Luis, “El principio de que ‘Las Partes estén 2 Derecho’ en el Proceso Civil Venezolano”, Estudios de Derecho Procesal Civil, Caracas, Universidad Central de Veneuela, 1956, p. 26. Opciones Procesales de! Abogado de Empresa 331 Pattares® habla, por su parte, del proceso de conocimiento completo y del proceso de conccimiento incompleto y nos expresa que en aquél se discute y resuelve la totalidad del litigio que los interesados han puesto en conocimiento del érgano jurisdiccional y que en éste, sucede Io contrario, porque no se resuelven todas las cuestiones litigiosas, sino s6lo algunas de cllas, dejando a salvo los derechos de las partes para que se decidan en juicio posterior como por ejemplo en los juicios ejecutivos, hipotecarios y de lanzamiento; nos habla pues, de los juicios de cognicién completa o de cognicién limitada, En otra de sus obras, el mismo autor! nos expresa que via, juridica- mente significa el procedimiento que ha de seguirse para hacer efectivo un derecho que consideramos que nos pertenece y que nos es desconocido, @ siéndonos conocido no nos es satisfecho (nétese la semejanza del concepto de via con el concepto de accién) y agrega que Ja via es la manera de proceder en un juicio siguiendo determinados tamites. Via ordinaria, via sumaria y sumarisima, equivalen al modo de proceder los juicios ordi- narios, sumarios y sumarisimos. La via ejecutiva equivale a juicio ejecu- tivo y asi sucesivamente. Entendida Ja via pues como el medio de hacer efectivo un derecho 0 la manera de actuar, CABANELLAS expresa que la via ordinaria es “La forma procesal mis corain y de mayores garantiss que sigue Ia tramitacién © curso del juicio declarative. Se contrapone a la via ejecutiva y a la sumario y a la antigua reservada, En términos amplios via ordinaria ex- presa el sistema habitual o comin de proceder y actuar. 7 Precisado en los términos anteriores el concepto de via procesal y su intima relacién con el concepto moderno de accién, cabe sefalar que en nuestra practica y en nuestras eyes, aparte de hablarse de los criterios tradicionales de via ordinaria, ejecutiva y sumaria, esta altima hoy dero- gada del Cédigo del Distrito. suele también emplearse la expresién de via en otros sentidos, a saber: Via Mercantil y Via Civil, ?# en la seleccién de las cuales debe estarse a Jo dispuesto por el Articule 1050 del Cédigo ® Pariants, Eduardo, Derecho Procesal Civil, México, Porria, 1974, pp. 100-102. 10 Pauuanrs, Eduarde, Diccionario de Derecho Procesal Civil, México, Porria, 1972, pp. 700-944, 14 Capaneuias, Guillermo, Diccionario de Derecho Usual, Buenos Aires, Bibliografia Omeba, 1968, Tomo IV, pp, 391-392, 12 La Justicia Federal en amparo ha determinado que la via civil no causa indefensién reepecto de In mercamtil. Clr, p. 1223 (Sala Civil). Apéndice al Semanario Judicial de la Federacién 1917-1975. 332 Juridica.—Anuario de Comercio; Via Oral* y Via Escrita; mio, ete. Aunque en la estructura actual de nuestro Cédigo de Procedimientos Civiles se ha eliminado, al menos de nombre, el Juicio Sumario, preten- diendo adoptarse una tendencia de juicio tnico, lo cierto es que se siguen reglamentando juicios especiales, como el ejecutivo, e! hipotecario, el de desahucio y, por otra parte, constituye otra via especial la relativa a las controversias de orden familiar creada por el titulo Décimo Sexto del mismo Cédigo de Procedimientos Civiles. Respecto de la via puede entonces, al igual que de la accién, hablarse de procedencia de la misma y no de fundamentacién, puesto que esta ulti- ma se enfoca o se refiere a ‘os derechos y pretensiones de fondo y no a los aspectos formales que son comunes a la accion y a la via. ia Impugnativa, Via de Apre- 5. LA IMPROCEDENCIA DE LA VIA. ACCION IMPROCEDENTE Y PRETENSION LNFUNDADA Podemos ya concluir que la improcedencia de la vida propuesta por el actor, constituye una excepcién dilatoria que el demandado puede oponer cuando el demandante pretenda que a cucstién que plantea al juez se tra- mite de acuerdo con un procedimiento que no es el Jegalmente establecide para el caso. El mismo autor en diversa obra nos expone lo siguiente: “acerca de que si Ja improcedencia de la via tiene 0 no caréeter de excep- cién dilatoria, las opiniones se han manifestado en forma contradictoria.. . la Suprema Corte de Justicia ha formulado la declaracién de que es, en efecto, una verdadera excepcién dilatoria... es inexacto que la excepcidn dz improcedencia de la via haya dejado de serlo en nuestro sistema pro- cesal para convertirse en materia de apelacién, pues si bien es cierto que el vigente Cédigo de Procedimientos Civiles del Distrito Federal no la menciona de manera expresa en su Articulo 35, como tal excepcién dila- toria, esto no quicre decir que haya desaparecido en dicha calidad, sino que simplemente esta excepcién ya no se considera idénea para formar un articulo de previo y especial pronunciamiento, como lo hacia el abro- gado Cédigo de Procedimientos Civiles del Distrito Federal de 1884, en su Articulo 28, Fraccién V, y validamente puede proponerse al contestar 13 Cfr, Navanzo, Vautrso, Eduardo M. Comenturios sobre los eenceptos de pro ceso, via y inicio on nuestra legislacién procesal civil. Yesis profesional, México, UNAM, 1945. 44 De Puna. Refnel, Diccionario de Derecho, México, Porria, 1965, p. 157. Opciones Procesales de! Abogado de Empresa 333 la demanda como una defensa para impedir el curso de la accién, aunque su resolucién quede pendiente para el momento en que el juez dicte su sentencia definitiva, tal come acontecia bajo el abrogado Cédigo Procesal de 1884 (Articulo 939), pues tanto en la legislacién derogada cuanto en la vigente, el auto que admite la demanda en la via clegida por el actor es reformable, en cuanto a dicha via, en la sentencia definitiva”. 15 Coincidente con estas ideas, Vatenzuria al hablarnos de las defensas procesa'es nos expone que “desde un punto de vista puramente procesal, cl actor puede pretender, por ejemplo, que se desarrolle el proceso ante el juez a quien presenta su demanda, y que el proceso se desarrolle bajo determinadas formas, esto es, en Ja via civil, en la mercantil, en la ejecu- tiva, etc. El demandado puede oponerse a las pretensiones proceza'es del actor, y desde este punto de vista podemos decir que igualmente existen defensas y excepciones procesales... son defensas procesales la falta de jurisdiceién o de competencia del érgano jurisdiccional ante el que se presenta la demanda, la no existencia de partes en el proceso, la imprace- dencia de la via ejecutiva...7 8 Debemos concliir este punto afirmando que la excepeién de improce- dencia de Ia via es pues indudablemente una excepcién de cardcter pro- cesal 0 de forma y que, aunque no esté expresamente mencionada como excepcién dilatoria en el actual Cédigo de Procedimientos Civiles del Dis- trito Federal, sin embargo, la doctrina y la jurisprudencia se han inclinado por considerarla una excepcién dilatoria, Consccuentemente, asi como ha- blamos ene} apartado anterior de la procedencia de la via o accién y de la fundamentacién de la pretensién o del derecho sustantivo, correlativamente, ahora tenemos que afirmar que de la via puede sostenerse su improce- dencia asi como de la pretensién o del derecho sustantive se puede sostener su falta de fundamentacién. #. ALGUNOS ASPECTOS PARTICULARES DE PROBLEMATICA RESPECTO DE LA IMPROCEDENCIA DE LA VIA Y SUS CONSECUENCIAS a) Cosa jusgada Es un concepto bastante extendido y aceptado el de que la resolucién judicial que decreta In improcedencia de la via, no produce la cosa juzgada en cuanto al fordo del asunto. La opinién nos parcee correcta. En efecto, 18 De Pina, Rafael, “Secciéa de Jurisprudencia”, Revista de lo Facultad de De recho, Jul-Sept.. No. 11, 1953, citando Jo resuelto en el amparo directo 3257/1 18 Vatenziera. Arture, Onus ot. 9. 119. 334 Juridica —Anvario si la sentencia declara que no procede, por ejemplo, el juicio ejecutivo, debera reservar al actor sus derechos para que los ejercite en la via y forma que corresponda.? Otro tanto, indudab!emente, podra decirse del caso en que se declare improcedente la via hipotecaria. En fo personal nos atreveriamos a sostener un idéntico criterio también para el caso en que Ia via que se considerase improcedente, fuese la mercantil en relacién con la civil, puesto que de todas maneras al decretarse la improcedencia de la via, Jas cuestiones de fondo han quedado intactas e incdlumes, pata ser exami- nadas en un proceso ulterior que se plantee en la forma y los términos, es decir, en la via que corresponda. b) Acumulacion EF fenémeno de la acumulacién, que responde desde luego al principio de economia procesal, puede también verse el problema relacionado con esta Institucién. Asi, Manresa y NAVARRO nos explica que en ningiin caso pueden acumularse juicios si no son de la misma clase, porque teniendo sustanciacién diferente no podria cumplirse con el principio de que no son acumulables juicios de diferente clase o naturaleza, Por Jo tanto, este jrro- hlema esté simplemente conectado o tiene vinculacién con el de la prev dencia y la improcedencia de la via.1® c) Reconvenciéa Ronricuez Betancourt # nos expone en relacién con la reconvencién su proyeccién respecto de la via y al respecto cita la disposicién contenida en el Articulo 160 del Cédigo de Procedimientos Civiles que establece que en Ja reconvencién, es juez competente el que Jo sea para conocer de la demanda principal, aunque el valor de aquélla sea inferior a la cuantia de su competencia, pero no a la inversa. Lo que en realidad pretende des- tacar este autor es que si ante un juzgado de paz se plantea una recon- vencién por cuantia mayor a la del juicio inicial, esta situacién traeré 17 Cir. Sopt, Demetrio, La Nueva Ley Procesal, México, Labor, 1933, Tomo 1, p. 510. En el mismo sentido: Cfr. Panny, Adolfo E., “Juicio Ordinario Posterior al Ejecutivo" en Estudios de Derecho Procesat en Honor de Hugo Alsine, Buenos Aires, Ediar, 1946, pp. 540-541. 18 Mannesa y Navanno, José Ma., Comentarios a la Ley de Enjuiciamiento Civil, Madrid, 1881, T. I, p. 372. 8 Ropricuez Berancourt, Gonzalo, Problemdtica Procesal sobre la Procedencia de la Via, México, 1965 (Tesis profesional}, p. 132. Opciones Procesales def Abogado de Empresa 335 como consecuencia ineludible la transformacién de la via Gnica, en ese asunto, prescrita para fos negocios de la justicia de paz. «) Rechazo de ta via EI mismo autor nos advierte que si la demanda es rechazada por cuanto a que el juzgador no acepta la via propuesta por el actor, éste tiene el medio de impugnacién a que se refiere la fraccién 1 del Articulo 723 0 sea ef recurso de queja. Fs decir, la negativa del juez a admitir una demanda, equivale en este caso al rechazo de la via, Si bien pues el rechazo de la via sc combate a través de la queja, Ix admisién de la misma, para la con- traparte, o sea para la parte demandada, independicntemente de que pueda -er combatida a través del recurso de apelacidn, interpuesto contra el auto de admisién, también debe precisarse que en forma reiterada se ha soste- nido el criterio de que el no apelar contra el auto que admite la via, no implica el consentimiento del demandado respecto a la procedencia de ésta. *” e) Falta de declaracién administrativa Los Cédigos de Sonora, Morelos y Zacatecas, reconocen en la Fraccin VIE del Articulo 49 {tienen iguales Cédigos de Procedimientos), a la falta de declaracién administrativa previa en los casos en que se requiera con- forme a la Ley, como una excepcién dilatoria, Estamos frente a un caso de improcedencia de la via, por no haber agotado un procedimiento admi- nistrativo tendiente a obtener una declaracién, en determinado sentido. Sélo recuerdo, en este momento, el caso de la Ley de Expropiacién vigente en wl Estado de Sonora, que condicionaba el ejercicio de la accién judicial det derecho de reversién de los bienes, a que antes de intentarlo, se hiciese una gestion ante el Poder Ejecutivo del Estado, solicitando dicha rever- sién, y, hasta que dicha solicitud fuese negada, procederia consecuente- mente la accién ante los tribunales. Aqui vuelve a hacerse evidente el para- Iclismo entre los conceptos de improcedencia de la accién y de improce- dencia de la via, que en algunos momentos se nos Iegan a antojar idénticos o identificables entre si. f) Necesidad de agotar un procedimiento previo. En rmiiltiples ocasiones las leyes procesales condicionan ef ejercicio de una accién, y por lo tanto la procedencia misma de la via, a que se agote an procedimiento previo. En realidad se trata de un caso casi paralelo al 20 Ropricuex Betancourt. G.. Op. Cit, pp. 139-149. 336 Juridica —Anuario tratado en el inciso anterior. Al efecto mencionaremos tres casos de nece- sidad de agotamiento de dicho procedimiento previo que son los siguientes: i) Ley Federal de Prateccién at Consumidor. Desde 'uego este ejemplo es de bastante actualidad, por lo reciente de la expedicién de esta Ley. En efecto, su Articulo 59 al reglamentar las atribuciones de la Procuraduria Federal del Consumidor, en Ja Fraccién VIIT establece que dicha Procu- raduria conciliaré Jas diferencias entre proveedores y consumidores fun- giendo como amigable componedor y, en caso de reclamaciones contra co- merciantes, industria'es, prestadores de servicios, empresas de participacién estatal, organismos descentralizados y demas érganos del estado, deberdn observarse determinadas reglas entre las que destaca: la contenida en el inciso £) de esa fraccién, que establece que si alguna de Jas partes no estu- viese de acuerdo en designar drbitro a la Procuraduria, podra hacer valer sus derechos ante los Tribunales competentes, pero éstos exigiran como requisite para su intervencién, una constancia de que se agoté el procedi- miento conciliatorio. ii) Ley Ceneral de Instituciones de Seguros. Otro caso, por lo demas bastante conocido, es a! que se refieren los Articulos 135 y 136 de esta Ley ya que la Fraccién IIT del primero de los mismos, advierte que si alguna de Jas partes no estuviere de acuerdo cn designar arbitro a la Comisién Nacional de Seguros, el reclamante en esta materia podra recurrir ante lo= Tribunales competentes, pero la segunda disposicién establece con toda claridad que los tribunales no daran entrada a demanda alguna contra una Institucién de Seguros, si el actor no afirma, bajo protesta de decir verdad, que ante la Comisién Nacional de Seguros sustancié y agoté el procedi- miento conciliador a que se refiere la Fraccién ILE antes senalada,?* iti) Ley de Amparo. Finalmente debe recordarse lo establecide por el Articulo 73 Fravcién XUIL de esta Ley, al establecer la improcedencia del juicio de amparo contra resoluciones judiciales, respecto de las cuales con- ceda la Ley algiin recurso o medio de defensa, dentro del procedimiento, si Ja parte agraviada no lo hubiese hecho valer oportunamente. En todos los casos anteriores considero que estamos frente a ejemplos de improcedencia de la via, que equivale desde luego, ¢ insistimos y reite- ramos esta idea, a una improcedencia de la accién, iu Nacional Bancaria y de Seguros.

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