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Fallas en el mercado

Las fallas de mercado son consecuencias negativas provocadas por ineficiencias


económicas o desorganización. En el mercado de la harina, una de las fallas es que la
producción de trigo es insuficiente para suplir la demanda interna, por lo que se debe
recurrir a la importación. Según los registros del Servicio Nacional de Aduanas, el 37% del
trigo para hacer harina entre los años 2013 a 2017 provino mayoritariamente de las
importaciones de Estados Unidos (39%), Canadá (32%) y Argentina (20%); sin embargo, el
trigo nacional alcanza para suplir la demanda del sur del país (FNE,2377-16). Por lo tanto,
es una economía abierta al comercio exterior, porque el mercado de trigo chileno integra al
mercado internacional. Las importaciones desde Argentina no han estado exentas de
polémicas debido a las denuncias de dumping que ha presentado la industria nacional ante
la Comisión Nacional Anti-distorsiones, las cuales han finalizado con aplicación de
sobretasas a la importación. La distribución de harina de trigo a supermercados,
minimarket, panaderías, etc también se ve opacada por las variedades de productos que
llegan a los locales listos para ser horneados.

El tipo de competencia es perfecta, pero según datos entregados por el INE en noviembre
del año 2017 se registraban 70 plantas molineras de las cuales en 2016 10 producían el
51,5% de la harina en Chile. Esto es más de la mitad de la producción total concentrada
solo en los 10 molinos (plantas). También, permite inferir que en el mercado de la harina de
trigo existen plantas que capturan gran parte de oferta. Asimismo, existen relaciones de
parentesco en algunas industrias molineras, tal es el caso del grupo García-Kohler (Cunaco)
y el grupo Heredia ambos de significativa presencia en la zona central.

La harina de trigo para la producción de pan no tiene sustituto. La mayor parte de las
harinas en chile son con alto contenido en gluten, sin embargo, parte de la población (0,7%
en Chile) padece de la enfermedad celiaca, es decir, son intolerantes al gluten. Esto ha
provocado la entrada de nuevas harinas no convencionales libres de gluten tales como
harina de quinoa, harina de arroz, harina de legumbres, entre otras.

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