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DANIEL DE SANTGIAGO ENRIQUEZ 24/06/2022

14. EVALUACION DE LA CREATIVIDAD Y LA EXPRESION CORPORAL

Ortiz (2002) realiza una aproximación al concepto de expresión corporal a partir de numerosas
aportaciones de diversos autores. A partir de estas afirma que en el ámbito de la educación física la
expresión corporal debe contribuir al desarrollo integral del individuo potenciando el conocimiento y
desarrollo del lenguaje corporal a través de diferentes técnicas que favorezcan: “revelar o
exteriorizar lo más interno y profundo de cada individuo a través del cuerpo y el movimiento, es
decir, expresar”, “reforzar la utilización del cuerpo y el movimiento como medios de comunicación,
es decir, comunicar” y “analizar el valor estético y artístico del cuerpo”.

Bloui Le Baron (1982) distingue cuatro modalidades dentro del mundo de la expresión corporal:
expresión escénica, corriente psicoanalítica, corriente metafísica y corriente pedagógica. Esta última
se inscribe en la búsqueda de una disposición corporal y en dotar al niño de una capacidad para
aprendizajes posteriores. Actividades como danza, mimo, bailes, gimnasia, jazz, escenificación.
Serían los más habituales en el marco escolar; en todas ellas podemos encontrar aspectos que son
comunes y que pueden servir de pauta para una propuesta de evaluación.

1. Dominio técnico y gesticulación.

2. Sentido rítmico.

3. Capacidad expresivo-comunicativa.

4. Capacidad creativa.

Ortiz (2002) dice que en el tratamiento didáctico de la Expresión Corporal nos encontramos con
uno de los elementos que presentan más dificultad, entre otras razones por la idiosincrasia de la
materia y por su indefinición, nos referimos a la evaluación. En donde los profesionales de la
Educación Física encuentran seis problemas respecto a otros contenidos y donde se plantean
multitud de interrogantes tales como

 ¿Es evaluable la Expresión Corporal?

 ¿Se producen aprendizajes en Expresión Corporal?

 ¿Qué podemos evaluar en Expresión Corporal?

 ¿Cómo evaluar en Expresión Corporal?

 ¿Cómo realizar una evaluación cuantitativa en Expresión Corporal?

 ¿Cómo realizar una evaluación cualitativa en Expresión Corporal?


 ¿Qué precedentes existen?

 Al igual que en otros contenidos de la Educación Física, la base o sustrato a través del que
ejercemos la acción educativa es el cuerpo, pero en el caso de la Expresión Corporal y respecto a la
evaluación, valoramos más cuestiones cualitativas, estéticas, artísticas o creativas, todas ellas
consideradas en otros contenidos del área.

    Como en todo proceso de estimación de los aprendizajes que adquieren nuestros alumnos, de la
eficacia de un programa y de cómo el profesor lo plantea y transmite, necesitamos:

 Analizar el nivel de partida de los alumnos

 Establecer los objetivos con claridad, es decir, saber con antelación que es lo que
pretendemos alcanzar a través de nuestra propuesta didáctica.

 Seleccionar y secuenciar adecuadamente los contenidos, o lo que es igual, que es lo que


vamos a hacer para alcanzar los objetivos propuestos.

 Establecer las pautas para valorar a los alumnos en función de los objetivos y los
contenidos, así como, si su madurez se lo permite, hacerles partícipes en este proceso de
valoración.

 Definir el tipo de evaluación que vamos a realizar:

o Formativa, atendiendo a los procesos

o Formadora, con la participación y toma de decisiones del alumnado.

 Y concretar unos procedimientos de evaluación.

    Según Blázquez (1990) los procedimientos que se presentan como más adecuados para evaluar
en Expresión Corporal serian:

 La observación a través de algunas de sus modalidades (escalas descriptivas, escalas


ordinales…)

 Las pruebas de ejecución (en lo referente a aspecto técnicos, coreográficas).

 Así como autoevaluación y coevaluación ejercidas por los propios alumnos.

    De manera genérica, y sin atender a peculiaridades contextuales o de contenidos específicos de


Expresión Corporal, vamos a concretar una posible propuesta de evaluación en la que atienda a los
objetivos trazados de carácter conceptual, procedimental y actitudinal. Para la valoración siempre
tendremos presentes el nivel de los alumnos y lo que hayamos desarrollado en clase.
1.     Valoración de objetivos conceptuales. Se podrá realizar, por ejemplo:

 A través de plantillas de observación en las que se analizaran los conceptos aprendidos en


la materia mediante la valoración de los trabajos de otros compañeros.

 Mediante la elaboración de análisis críticos constructivos de los trabajos propios ajenos.

 Pidiendo a los alumnos una presentación verbal de los trabajos que expongan en la
práctica (danza, dramatización) en la que expliquen los conceptos que han desarrollado.

 A través de cuadernos del alumno en formato papel o informático, o realizando pruebas


escritas.

2.     Valoración de objetivos procedimentales: en este caso atenderemos:

 Las capacidades de ejecución. Sobre las mismas podremos valorar:

o A nivel cuantitativo la variedad de elementos que se utilicen relacionados:

 El cuerpo

 El espacio

 El tiempo

 Números de elementos cualitativos

 Realización motriz

o A nivel cualitativo:

 Las calidades de movimiento y sus combinaciones.

 Las capacidades de creación. La creatividad es definida por Guilford (1950) en Mateu


(1998) como el pensamiento divergente compuesta 3 características:

o La originalidad representada por el carácter poco común de la respuesta de un


individuo

o La fluidez que constituye la capacidad de generar un gran número de respuestas


motrices en una situación-problema durante un tiempo limitado

o La flexibilidad que alude a la capacidad de producir un gran número de respuestas


motrices pertenecientes estas categorías establecidas y distintas.
    Mateu (1998) considera la siguiente evolución de las capacidades de creación:

 Creación: desde la reproducción de la realidad manifestada en clichés y estereotipos hasta


las proposiciones personalizadas originales y con iniciativa.

 Interpretación: desde la interpretación de lo real y propio a la ficción y variedad de


situaciones.

 Imaginación: desde lo convencional a lo inhabitual y extraordinario

 Fijar una producción: desde lo privado (sin público) hacia la exhibición de sus
producciones.

 Expresión-Comunicación: desde el menor impacto del mensaje emocional hacia el mayor


compromiso al respecto.

    Esta misma autora cita una hipótesis sobre la creación de Serre (1982) en la que dice “la
creación está en función de la riqueza y la variedad de los datos informativos existentes”. En este
sentido, el individuo que crea no sería tan libre como suponemos. En la mayoría de los casos la
creación supone una combinación de elementos preexistentes. Es decir que las improvisaciones
dependerán de la cantidad y naturaleza de las informaciones recogidas por el sujeto. Podríamos
decir que el mundo de la “expresión” esta precedido del mundo de la “impresión”.

    Respecto a las capacidades de creación nos encontramos ante lo más difícil de evaluar, lo más
subjetivo y cualitativo. No obstante, en todas las prácticas físico-deportivas de alto componente
expresivo y estético coexisten criterios de valoración objetivos/subjetivos y
cuantitativos/cualitativos. De forma explícita o implícita se recoge una valoración o impresión
artística donde queda reflejado el impacto causado sobre el que se juzga la actuación.

    Tanto las capacidades de ejecución como las de creación las podremos valorar en la escuela a
través de plantillas concretas elaboradas para tal fin. En todo caso intentaremos conjugar en estas
plantillas criterios cualitativos y cuantitativos.

3.     Valoración de objetos actitudinales: para ello podremos emplear:

 Plantillas para recoger a través de la observación sistemática los comportamientos del


alumno que denoten participación y cooperación.

 Registros sistemáticos de tipo más cualitativo elaborados por el profesor como por los
alumnos en los que se registren actitudes de respeto y tolerancia.

    Sobre la evaluación de los contenidos de Expresión Corporal encontramos pocos trabajos de
investigación entre los que destacamos los de Chivite, Latorre y Romero Martín (1998), quienes
realizaron una experiencia sobre la participación del alumnado en la evaluación de una unidad
didáctica de calidades de movimiento. La desarrollaron en la Escuela de Magisterio de Zaragoza
dentro de la asignatura de Expresión y Comunicación Corporal perteneciente al vitae del maestro
especialista en Educación Física. En este estudio establecieron criterios de dificultades para
identificar/interpretar las categorías establecidas quedando como:

 Más fáciles de identificar/interpretar:

o Música: coordinación con la música (sincronización)

o Calidades: número de calidades de movimiento.

o Coordinación entre los miembros del grupo

o Cambios de ritmo en la ejecución.

o Cortes: si se realizan acciones para enlazar los cortes de la escenografía.

 Más difíciles de identificar/interpretar:

o Vestuario: calidad, adecuación de vestuario a la idea.

o Impacto que produce y que se valora en función de las reacciones de éste.

o Espacio: si ocupan de forma acertada el espacio como para ser vistos con claridad
los distintos momentos y papeles.

o Historia: su originalidad, belleza, claridad,…

o Naturalidad: si se creen el papel, si están concentrados, pero no pierden


expresividad, les da tiempo a vivir el papel,…

    Por su parte Vernetta, López-Bedoya y Panadero (1996) proponen realizar la evaluación de dos
dimensiones:

 Dimensión técnica, a través de criterios cuantitativos donde se valorarían las exigencias


técnicas de composición y ejecución.

 Dimensión coreográfica, a través de criterios cualitativos donde se valorarían la


presentación, el manejo escénico y la relación música-movimiento.

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