PRESENTE Y FUTURO. “Nadie ES DE NUEVO TODOS LOS DÍAS, sino que VENIMOS SIENDO. Esa continuidad, esa conciencia de VENIR SIENDO, de la globalidad, de la integridad del pasado y del presente, es lo que siempre se ha escamoteado.” El quichua ha sido lengua de INDIOS y como tal, despreciada, tanto como el que la hablaba. Se ocultó en los hogares, en el habla familiar, en la íntima y cotidiana vida de los pueblos. Fue desterrado de las escuelas bajo el falso concepto de que quien la hablara vería seriamente dificultado su aprendizaje de castellano. Vivió en la marginalidad. Pero para quienes lo hablaban y lo hablan, además de ser un vehículo de expresión, es un símbolo de pertenencia, que los aglutina y los identifica.