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REVISTA
CHILENA DE LA
ADMINISTRACIÓN
DEL ESTADO
Derecho administrativo general Función pública
Derecho regulatorio Transparencia y probidad
Bienes públicos Gestión pública
Control y contencioso Finanzas y contabilidad pública
administrativo
Asociaciones público-privadas
Obras e infraestructura pública
Auditoría pública
Planificación urbana
Innovación pública
Modernización del Estado
Políticas públicas
2452-543X versión impresa
2452-5424 versión en línea
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R E VI STA C H I LE N A D E L A A D M I N I S TR AC I ÓN DEL ES TADO
Centro de Estudios de la Administración del Estado (CEA)
Director
Jorge Bermúdez Soto, Contralor General de la República
Comité Editorial
Solange Garreaud de Mainvilliers Gerlach, Directora Nacional del Servicio Civil y Presidenta del Consejo
de Alta Dirección Pública
Andrea Repetto Lisboa, Académica de la Universidad Adolfo Ibáñez
Stéphanie Alenda, Directora de la Escuela de Sociología de la Universidad Andrés Bello
Juan Carlos Ferrada Bórquez, Profesor de Derecho Administrativo de la Universidad de Valparaíso
José Inostroza Lara, Investigador Asociado al Centro de Sistemas Públicos de la Universidad de Chile
Camilo Mirosevic Verdugo, Jefe de la División Jurídica de la Contraloría General de la República
Nancy Barra Gallardo, Jefa de Unidad Jurídica del Departamento FF.AA., Seguridad, Presidencia,
Hacienda y RR.EE. de la Contraloría General de la República
Cristián Pliscoff Varas, Coordinador del Magíster en Gobierno y Gerencia Pública del Instituto de
Asuntos Públicos de la Universidad de Chile
Redacción
Centro de Estudios de la Administración del Estado (CEA)
Unidad de Publicaciones y Bases de Jurisprudencia de la Contraloría General de la República
Paula Vera Robles, Secretaria de Redacción
Claudia Sepúlveda Trejo, Coordinadora General
Alejandra Campo Díaz, Coordinadora de Redacción
Luis Alejandro Flores Arenas, Ayudante de Redacción
Diagramación
Unidad de Servicios Gráficos, Departamento de Comunicaciones y Relaciones Públicas
Selección de trabajos
Los trabajos serán revisados por el comité editorial y aprobados por el director de la revista.
La selección de artículos se realizará mediante arbitraje anónimo, consistente en la revisión de pares
especialmente designados para estos efectos. Las pautas de evaluación serán informadas a los
interesados, asegurando la calidad, pertinencia, carácter científico y metodología de cada publicación.
Artículos
Artículos internacionales
Análisis jurisprudencial
Actualidad
Recensiones bibliográficas
E D I T O R I A L
El objetivo es un control público que sea amplio, ágil y evolutivo, y que aporte
información a otras entidades del sistema nacional de control, tales como:
el Congreso, otras agencias de control público, las auditorías internas de los
servicios, además de a la ciudadanía en general.
Resumen
La Plataforma Nacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, conformada
en Chile en 2012, surge como un eficiente mecanismo de coordinación
multisectorial en el país para abordar —formal e institucionalmente— la gestión
del riesgo de desastres, dado su carácter transdisciplinario y representativo de los
diversos actores que conforman el Sistema Nacional de Protección Civil. Bajo su
alero se han elaborado e implementado ya dos instrumentos de alcance nacional
y sus respectivos productos derivados, alineados a los marcos internacionales
referentes vigentes a los que Chile ha adherido. A partir de la política y el plan
estratégico nacional se han establecido las directrices para que la aplicación
de diferentes instrumentos estratégicos y operativos, en los distintos niveles
territoriales, genere una adecuada sinergia en el sistema. En el entendido de
que la reducción del riesgo debe ser abordada de manera holística y transversal,
esta plataforma representa un caso de estudio que evidencia la eficacia del
compromiso coordinado de múltiples organismos, esfuerzo necesario en países
como Chile, de alta exposición a distintas amenazas y con variedad de factores
subyacentes del riesgo de desastres.
1 Jefa del Departamento de Gestión del Sistema Nacional de Protección Civil, Subdirección Nacional,
de la Oficina Nacional de Emergencia; ingeniera civil, mención Estructuras y Construcción,
magíster en Ciencias mención Geofísica.
10 Natalia Andrea Silva Bustos
Abstract
The National Platform for Disaster Risk Reduction, formed in Chile in 2012,
emerges as an efficient multisectoral coordination mechanism in the country to
address —formally and institutionally— disaster risk management, considering
its transdisciplinary and the representative nature of the various actors who
form the National Civil Protection System. Under its auspices, two instruments
of national scope and their respective derivative products have already been
developed and implemented, aligned with the current international frameworks
to which Chile has adhered. Based on the Policy and the National Strategic Plan,
it has established guidelines for the generation of suitable synergy in the system
through the application of different strategic and operational instruments,
at diverse territorial levels. In the understanding that risk reduction must be
approached in a holistic and transversal way, this platform represents a case
study that demonstrates the effectiveness of the coordinated commitment of
multiple organizations, an effort necessary in countries like Chile, with high
exposure to numerous threats and a variety of underlying factors of disaster risk.
Introducción
los factores subyacentes del riesgo a nivel local, donde un 89 % de las comunas
del país tiene un rango moderado a alto de vulnerabilidad (Oficina Nacional de
Emergencia, 2016). Adicionalmente, en la encuesta CASEN 2017, se observa un
estancamiento en la pobreza multidimensional respecto de la medición de 2015,
arrojando que un 20,7 % de los hogares chilenos se encuentra en esta condición
que refleja carencias o privaciones en 5 dimensiones:
1) educación,
2) salud,
3) trabajo y seguridad social,
4) vivienda y
5) entorno, redes y cohesión social.
Como antecedente, Chile registró entre 1980 y 2011 pérdidas promedio anuales
cercanas al 1,2 % de su PIB debido a desastres de origen natural. La posibilidad
de sufrir con frecuencia importantes daños y pérdidas, tanto en términos de
vidas humanas como económicas y financieras, es uno de los mayores desafíos
que enfrenta el país (Consejo Nacional de Innovación para el Desarrollo, 2016).
De ese contexto, se desprende que algunos eventos en Chile serán cada vez
más frecuentes, extremos e intensos, producto del cambio climático que
exacerba aquellos de origen meteorológico, hidrometeorológico y climatológico,
pudiendo transformarse esta situación en una constante creciente en el país que
reconfigure algunas actividades humanas en búsqueda de la adaptación a esta
nueva realidad nacional, regional y global y que fuerce a un abordaje cada vez
más sistémico para una gestión integral del riesgo de desastres.
Antecedentes
Para conocer los orígenes de la plataforma nacional, hay que remontarse diez
años atrás, cuando el terremoto de magnitud MW 8,8 y su consecuente tsunami
destructivo sacudieron la zona centro sur del país el 27 de febrero de 2010,
significando un punto de inflexión para todo el sistema nacional de protección
civil, el que ha experimentado significativos y continuos mejoramientos
inmediatamente después de la ocurrencia de esta catástrofe.
En 2010, cinco años después de que Chile adhiriera al «Marco de acción de Hyōgo
para la reducción del riesgo de desastres 2005-2015» y, por consiguiente, año
que corresponde a la mitad de su período de implementación, el país poco había
avanzado conscientemente respecto de lo que dicho referente internacional
establecía. Destaca, sin embargo, la ejecución de algunas iniciativas aisladas,
provenientes del ámbito científico, técnico-académico y de la cooperación
internacional, sumadas a incipientes esfuerzos por entender y superar el
fallo sistémico evidenciado tras el evento catastrófico, siendo aún lejana la
apropiación y más aún, la cabal comprensión en el quehacer nacional de la
gestión del riesgo de desastres y de su fin: la reducción del riesgo de desastres.
Logros a la fecha
las comunidades ante desastres» (ONU, 2005, p. 1) y, por otro, iniciar el proceso
de promoción e instalación de diversas iniciativas a nivel intersectorial para ir
asentando gradualmente la gestión del riesgo de desastres y buscando mayor
compromiso con esta estrategia de alcance nacional.
2 Política Nacional y Plan Estratégico Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres 2015-2018,
aprobados mediante decreto supremo Nº 1.512, de 2016, y decreto exento Nº 3.453, de 2017,
respectivamente, ambos del Ministerio del Interior y Seguridad Pública; y las versiones sucesoras
correspondientes a la Política Nacional y Plan Estratégico Nacional para la Reducción del Riesgo
de Desastres 2020-2030, aprobados mediante decreto supremo Nº 434 y decreto exento Nº 1392,
del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, año 2020.
Plataforma Nacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, mecanismo
efectivo de gobernanza para la formulación e implementación de política pública 15
técnico, siendo estos muchas veces los encargados de áreas de gestión del
riesgo de desastres/reducción del riesgo de desastres/emergencias en sus
respectivos servicios, dependencias que con el tiempo se han instalado en la
orgánica de varios ministerios y servicios dependientes y relacionados.
Futuros desafíos
Pese a los esfuerzos que el mundo, y por cierto Chile, ha venido realizando
en términos de institucionalidad para gestionar el riesgo de desastres, los
mecanismos y estructuras existentes parecen ser todavía insuficientes para
alcanzar una robusta gobernanza, que permita planificar y enfrentar —de una
manera sistémica y versátil— la dinámica que representan los escenarios de
riesgo cada vez más intensos y complejos.
Referencias
Resumen
La invalidación administrativa, como última respuesta a los vicios de legalidad
de las decisiones de la Administración del Estado en materia urbanística, ha
sido objeto de múltiples pronunciamientos por parte de la Corte Suprema, así
como de la Contraloría General de la República. El avance jurisprudencial de los
últimos años pone de manifiesto la necesidad de replantearse las categorías
básicas que componen este sector del derecho administrativo, junto a otras
pertenecientes al ámbito general de la disciplina que entran en juego en esta
área, como sucede con los conceptos e instituciones de: permiso de edificación,
invalidación, confianza legítima, buena fe y derechos adquiridos. A tal efecto,
el presente trabajo tiene por objeto efectuar una sintética revisión de la
jurisprudencia judicial y administrativa en que se han abordado tales conceptos,
a propósito de la resolución de situaciones y conflictos concretos, exponiendo
los principales cambios en el desarrollo que en ellos se exhibe en nuestro país
en los últimos años.
Abstract
Administrative invalidation, as the last response to the legality vices of the State
Administration’s decisions in urban planning matters, has been the subject of
1 Este trabajo fue presentado en el seminario de tesis para optar al grado de magíster en Derecho
Público, con mención en Derecho Administrativo, en la Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso, que en este caso ha sido corregido y aumentado.
2 Mis profundos agradecimientos al profesor Camilo Mirosevic Verdugo por la revisión y aportes
relevantes al presente trabajo, así como también al profesor Dr. Francisco Pinilla Rodríguez.
Introducción
En virtud de lo prescrito por la propia ley Nº 19.880, los actos que emanan de
funcionario que tiene poder de decisión, gozan de una presunción de legalidad,
imperio y exigibilidad, esto es, se encuentran amparados por el privilegio
de legitimidad, el cual acarrea que deben ser cumplidos por los funcionarios
públicos, como también por los destinatarios del mismo (Moraga Klenner,
2007). Sin embargo, esa presunción simplemente legal o iuris tantum despliega
sus efectos mientras no sea destruida por vía invalidatoria o a través de los
instrumentos impugnaticios ante la propia Administración o en sede contencioso-
administrativa (Moraga Klenner, 2007).
Por ello, en lo que se refiere a los permisos de edificación, por tratarse de actos
administrativos, estos pueden impugnarse, cuestión que obviamente ha llevado
a la Administración a revisarlos en los casos en que esa presunción de legalidad
se haya visto contradicha en razón de estimarse que aquellos no se ajustan a
derecho —es decir, en los casos en que se prevé que estos no cumplen con la
Ley General de Urbanismo y Construcciones, su Ordenanza General o con los
instrumentos de planificación territorial—. Así, si se establece que el permiso de
edificación es contrario a derecho, la autoridad competente, cumpliendo con las
exigencias adjetivas y temporales del artículo 53 de la ley Nº 19.880 y haciendo
uso de su potestad pública de revisión, debe invalidar los permisos respectivos.
1. Conceptos previos
Obras Municipales a petición del propietario, con las excepciones que señale la
Ordenanza General.
Así, el mismo autor alude a dos conceptos que ofrece la doctrina nacional sobre
el permiso en comento: por una parte, aquel que dice que este se trataría de
un «acto municipal, consistente en una autorización administrativa previa y
obligatoria para todo aquel que pretende erigir una obra, y que se otorga una vez
que se ha verificado que el proyecto cumple con las normas del Plan Regulador,
la Ley General de Urbanismo y Construcciones y la Ordenanza General de
Urbanismo y Construcciones, en consideración al terreno sobre el que se va
a ejecutar»; y, por la otra, como «aquella declaración de voluntad de un órgano
de la Administración del Estado, cual es la Dirección de Obras Municipales
respectiva, consistente en una autorización expresa y de carácter formal, en
virtud de la cual se permite al peticionario construir, reconstruir, alterar, ampliar,
demoler, ejecutar obras menores y variar el destino o las instalaciones interiores
de un edificio, previo cumplimiento del procedimiento establecido por la ley la
comprobación del acatamiento de sus normas y las del planeamiento respectivo,
como condicionantes de tal ejercicio» (Rajevic Mosler, 2007).
26 Óscar Enrique Fuentes Mondaca
Sin más, entendemos que es relevante otorgar una definición propia respecto
a qué entendemos como «permisos de edificación». Para ello, se tiene como
parámetro el concepto de acto administrativo establecido en el inciso tercero
del artículo 3º de la ley Nº 19.880 unido al artículo 116 de la Ley General de
Urbanismo y Construcciones, a saber «aquella autorización formal y escrita que
otorga el director de obras municipales competente, que permite realizar obras
de construcción, reconstrucción, reparación, alteración, ampliación y demolición
de edificios y obras de urbanización de cualquier naturaleza, sean urbanas o
rurales si, de acuerdo con los antecedentes acompañados por el peticionario,
los proyectos cumplen con las normas urbanísticas y se efectúa previamente el
pago de los derechos que procedan».
El permiso que aparece bajo esta lógica de función pública del urbanismo es,
en el plano formal, un acto administrativo. Desde el punto de vista sustantivo,
el permiso es una técnica de autorización de control preventivo para poder
desarrollar una actividad (Cordero Quinzacara, 2019). Como consecuencia de
la naturaleza del acto administrativo, estos permisos se presumen ajustados a
derecho y, mientras no sean retirados de la vida jurídica, deben ser cumplidos
por sus destinatarios. No obstante, si su revisión trae como resultado que sean
contrarios a derecho, en principio, deberán invalidarse de oficio o a petición de
interesado.
En este caso, la cuestión relevante dice relación con el límite que tiene la
Administración para invalidar los permisos que se hubieren otorgado. Pese a
que el artículo 53 ley Nº 19.880 establece condiciones y plazos suficientemente
claros para llevar a cabo esa facultad-deber, la doctrina y la jurisprudencia, tanto
en el derecho nacional como en el derecho comparado, han considerado otros
elementos a la hora de decidir si se pueden o no dejar sin efecto las autorizaciones
de construcción, en atención a los derechos adquiridos y la confianza legítima
originada en la buena fe del peticionario.
1.2. Invalidación
de oficio por el órgano del que proceden o impugnados por quienes se sientan
perjudicados (ley Nº 19.880, artículo 21). Para ello, nuestro ordenamiento
jurídico contempla variadas formas para determinar si los actos se ajustan o
no a sus reglas. A partir de 2003, el artículo 53 de la ley Nº 19.880 prescribe
que la autoridad administrativa podrá, por propia iniciativa o a petición de parte,
invalidar las actuaciones contrarias a derecho, previa audiencia del interesado,
siempre que lo haga dentro de los dos años contados desde la notificación o
publicación del acto.
Ahora bien, confianza dice relación con tener una esperanza firme de alguien
o algo (Real Academia Española, s.f., confianza, definición 1), en tanto que esa
confianza sea legítima, se manifiesta en que sea conforme a las leyes o que sea
lícita (Real Academia Española, s.f., legítimo, definiciones 1 y 2).
1.5. Buena fe
Por último, conviene destacar, siguiendo a Saavedra Fernández (2011), que este
principio constituye una norma de conducta y límite al ejercicio de los derechos,
por cuanto, también impone una restricción al comportamiento de los hombres
en sus relaciones con los demás. Es decir, esta buena fe no solo es un factor
relevante para que la Administración no invalide un permiso de construcción,
sino que es un requisito exigible al administrado, quien no podrá esgrimirlo si ha
obrado a sabiendas de que la norma no amparaba su prerrogativa o su conducta
no se ha ajustado estrictamente a la honestidad.
2. Criterios jurisprudenciales
Mediante el dictamen 5.845, de 1986, el órgano contralor señalaba que los actos
administrativos favorables, aun dictados con anomalías, pero que no derivan de
un hecho atribuible al beneficiario «deben seguir produciendo en el futuro todos
sus efectos, como si en verdad hubieren sido dispuestos íntegramente conforme
a derecho». También, manifestaba en los pronunciamientos Nºs. 19.966 y
23.851, de 1995, que el «deber de invalidar solo opera en los casos en que los
antecedentes pertinentes manifiesten mala fe del favorecido», puesto que si los
vicios que inciden en la existencia misma del acto no le son imputables, «estas
circunstancias no pueden perjudicar a la persona interesada, ya que el error de
la Administración no es posible que afecte a quienes actuaron de buena fe y en
el convencimiento de proceder dentro de un ámbito de legitimidad».
Sin embargo, a partir del dictamen Nº 89.856, de 2016, aquella sede de control
varió su criterio, al establecer que la municipalidad debía revisar el permiso
de edificación vinculado al anteproyecto, adoptando «las providencias que
en derecho correspondan a fin de corregir las irregularidades que pudiesen
constatarse respecto de aquel, teniendo presente lo dispuesto en el artículo 53
de la ley Nº 19.880, sobre la invalidación administrativa de los actos irregulares».
5 En este caso hay que aclarar que esta sentencia se refiere a un reclamo de ilegalidad en materia
municipal (ley Nº 18.695, artículo 151), reclamo que no estaría contemplado para revisar los
actos invalidatorios, ya que la invalidación, según dispone el inciso final del artículo 53 de la ley
Nº 19.880, será siempre impugnable ante los tribunales de justicia, en procedimiento breve y
sumario. Cuestión que ha sido objetada, por ejemplo, en causa rol Nº 59.783, de 2020.
Invalidación de los permisos de edificación. Criterios de la jurisprudencia 37
3. Conclusiones
Referencias
Normativa
Jurisprudencia
DELEGACIÓN DE LA FACULTAD
DE DESTITUCIÓN. SU REVISIÓN A
PARTIR DE LA JURISPRUDENCIA DE
LA CONTRALORÍA GENERAL DE LA
REPÚBLICA
DELEGATION OF THE POWER OF
REMOVE A PUBLIC OFFICI AL.
ITS REVIEW BASED ON THE
JURISPRUDENCE OF THE GENERAL
COMPTROLLER OF THE REPUBLIC
Resumen
La delegación administrativa es un instituto de ordinaria ocurrencia al interior de
la Administración del Estado, pese a lo cual presenta un escaso desarrollo legal
y dogmático en Chile. Por ello, la jurisprudencia de la Contraloría General de la
República cobra una especial importancia en orden a esclarecer el contenido y
límites de esta figura.
Abstract
The administrative delegation is an institute of ordinary occurrence within
the State Administration, despite which it presents little legal and dogmatic
development in Chile. For this reason, the jurisprudence of the Comptroller
General of the Republic takes on special importance in order to clarify the
content and limits of this figure.
More relevant is to analyze the delegation of the power to remove a public official,
since the latter is an attribution that the legislator has specifically granted to
that authority empowered to make the appointment. This implies a different
treatment from other sanctioning measures in the disciplinary field.
This work seeks to identify the main jurisprudential lines in this matter, in order
to rescue the details that, based on the interpretive work carried out by the
comptroller body, allows to determine some elements of this institute in relation
to the power to apply a dismissal, as well as the open questions which arise from
that review.
1. Aspectos preliminares
2 De acuerdo a una revisión de datos efectuada a partir la base de datos de la Biblioteca del
Congreso Nacional, se puede advertir que solo durante el transcurso de 2020, al mes de octubre
se han publicado en el Diario Oficial más de 100 resoluciones delegatorias emitidas por órganos
de la Administración del Estado, referentes a diversas materias, entre delegaciones de potestades
y de firma.
Delegación de la facultad de destitución. Su revisión a partir de la
jurisprudencia de la Contraloría General de la República 45
De esta forma, es a partir del artículo 41 de la ley Nº 18.575 que se coligen las
características generales de la delegación administrativa en el sistema chileno:
especificidad, exteriorización formal, verticalidad, dependencia del delegado,
revocabilidad, publicidad, inavocabilidad particular y responsabilidad.
3 Conviene advertir que nos referiremos en adelante a esta clase de delegación como «delegación
de potestades», pues, siguiendo en esta materia a Soto Kloss (1989), entendemos que el objeto
de la delegación es la transferencia del ejercicio de «poderes jurídicos finalizados» (p. 115) y no
de cualquier función que corresponda desarrollar a la autoridad administrativa.
46 Patricio Ponce Correa
2. Delegación administrativa
y la precariedad del artículo
41 de la ley Nº 18.575
4 La diferenciación entre los artículos 35 y 41 de la ley Nº 18.575 ha sido abordada como una
distinción relativa a la autoridad facultada para efectuar la delegación, referida la primera al
Presidente de la República, y la segunda a los ministros, subsecretarios y jefes superiores de
servicio (Boloña Kelly, 2010, p. 283).
Delegación de la facultad de destitución. Su revisión a partir de la
jurisprudencia de la Contraloría General de la República 47
A diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, con la ley Nº 18.695, que excluye
ciertas materias de delegación, el texto del artículo 41 de la ley Nº 18.575 no
expresa límite alguno a este respecto. Así, se ha llegado a sostener que encierra
una regla general de delegabilidad de las funciones administrativas (Quezada
Rodríguez, 2017, p. 87), cuestión que se opone al carácter extraordinario de la
delegación, sostenido por Soto Kloss (1989, p. 118) y especialmente por Caldera
Delgado (2001, p. 288).
Empero, resulta patente que el texto del artículo 41 no dispone que la facultad
de delegar excluya determinadas materias, en tanto otras normas especiales sí
lo han hecho, como acontece, por ejemplo, con la ley Nº 18.695 ya mencionada.
Cabe preguntarse entonces, ¿el artículo 41 ha transformado la delegación en la
regla y la indelegabilidad en la excepción?
Con todo, más allá del texto del artículo 41 de la ley Nº 18.575, por vía
interpretativa, la jurisprudencia del ente contralor ha llegado a identificar algunas
materias indelegables. Así, por ejemplo, ha estimado que la facultad de firmar
por orden del Presidente de la República solo se extiende a los ministros de
Estado y, por ende, no aplica respecto de otras autoridades:
Mayor Conjunto para asistir a las sesiones del Consejo de la Comisión Chilena del
Cobre (dictamen Nº 25.550, de 2018, aplicado por dictamen Nº 8.927, de 2019).
(Soto Kloss, 1989, p. 127; Bermúdez Soto, 2014, p. 368). Por esta razón el
delegante siempre quedará habilitado para revertir el acto delegatorio y avocarse
el ejercicio de la potestad delegada; la delegación sería, entonces, esencialmente
revocable, incluso sin expresión de causa (Soto Kloss, 1989, p. 138).
En esta línea, por ejemplo, un ministro podría delegar una materia directamente
en un subsecretario, siguiendo un criterio burocrático o de descongestión;
en un jefe de unidad, guiado por una orientación técnica; o en un secretario
regional ministerial, por razones territoriales. Así, pese a que descentralización
y desconcentración son materias de reserva legal, la delegación permitiría
reorganizar las funciones al interior del órgano mediante un acto administrativo
y a título temporal.
Así, nos parece que la delegación administrativa, sea que se funde en criterios
burocráticos, técnicos5 o territoriales, no puede alterar la organización interna.
En nuestra opinión, dicha restricción iría incluso más allá de lo abordado en
estos dictámenes y nos lleva a advertir que no corresponde la transferencia de
facultades respecto de órganos y funcionarios que no son subalternos inmediatos
del delegante, si por ello se modifica la orgánica de control, especialmente
cuando se trata de transferir el ejercicio de potestades.
5 Por ejemplo, la Contraloría ha validado que un director nacional delegue la potestad de resolver un
recurso jerárquico en los siguientes términos:
…alega que la última de las resoluciones lo privó de su derecho a defensa y a un debido proceso
administrativo al haber sido dictada por la jefa de la División Jurídica del SAG y no por su director
nacional, en circunstancias de que le correspondía a esta última autoridad conocer y resolver su
reclamación.
…corresponde descartar la vulneración del derecho al debido proceso que alega el afectado, pues
la resolución exenta Nº 8.904, de 2015, fue dictada por la jefa de la División Jurídica del SAG en
el marco de una delegación de atribuciones que le efectuó el director nacional de esa entidad
mediante su resolución exenta Nº 5.655, de 2013, y esta última aparece citada en los vistos del
instrumento que se impugna (dictamen Nº 76.059, de 2016).
Delegación de la facultad de destitución. Su revisión a partir de la
jurisprudencia de la Contraloría General de la República 53
7 …el señor…al ser elegido dirigente gremial, ocupaba el cargo de profesional, grado 5, en la Dirección
de Contabilidad y Finanzas del Ministerio de Obras Públicas y, por la otra, que las tareas de jefe del
Subdepartamento Administración y Remuneraciones en la Dirección Regional de esa dirección de
contabilidad, las cumplía en virtud de una encomendación de funciones y de una delegación de
facultades dispuestas por el director nacional de Contabilidad y Finanzas.
…si bien el citado inciso segundo del artículo 25 de la ley Nº 19.296 impide a la autoridad
administrativa disponer el cambio de función de los directores de las asociaciones de funcionarios,
salvo que ellos otorguen su autorización por escrito, no es menos efectivo que el término de la
encomendación de funciones no implica una transgresión a la antes mencionada norma legal,
toda vez que esa determinación únicamente significa que el personal vuelva a retomar las labores
que son propias del empleo en el cual se le designó (dictamen Nº 7.613, de 2020).
54 Patricio Ponce Correa
8 …en lo que dice relación con el hecho de que el secretario general de esa entidad policial no
estaría facultado para responder una presentación que el recurrente formuló, toda vez que, a juicio
de aquel, tras el retiro del general director que le delegó facultades al primero, habría perdido
vigencia tal delegación —contenida en la resolución Nº 215, de 2011—, cabe expresar, en armonía
con el criterio sostenido en los dictámenes Nºs. 18.888 y 96.646, de 2015, de esta procedencia,
que la delegación no se ve afectada por el hecho de que la superioridad delegante cese en el
empleo cuyas tareas, por medio de esa medida, encargó a uno de sus dependientes, por lo que la
actuación de ese secretario general se ajustó a derecho (dictamen Nº 6.010, de 2017).
9 …al delegarse una misma atribución en dos autoridades distintas, sin especificar las circunstancias
o ámbito en que uno u otro delegado ejercerá dicha facultad, se establece una dualidad de
funciones que atenta contra la debida certeza del acto delegatorio y especificidad que este ha de
contener acorde el artículo 43 de la ley Nº 18.575 (dictamen Nº 353, de 1996).
10 …la potestad de delegar, no habilita a los gobernadores para delegar también su prerrogativa de
designar delegados, pues ello involucraría subdelegar sus facultades, sin que la norma lo haya
previsto (dictamen Nº 40.262, de 1994).
11 …de acuerdo al artículo 10…de la ley Nº 18.834…corresponde señalar que, atendida la naturaleza
transitoria de los empleos a contrata y dado que estos se encuentran al margen de los
ordenamientos permanentes del personal de cada institución, los funcionarios que los sirven
carecen del vínculo de jerarquía, de modo que, en principio, no pueden ejercer atribuciones
directivas o desarrollar labores de jefaturas.
…tal como lo ha precisado esta entidad fiscalizadora en sus oficios Nºs. 22.406, de 2000; 10.469,
de 2002; 34.745, 49.414 y 52.676, todos de 2003 y 23.229, de 2004, entre otros, lo anterior debe
entenderse sin perjuicio de aquellos casos en que un precepto legal autoriza expresamente a
delegar en los referidos servidores atribuciones de jefatura, en cuyo evento, nuestro ordenamiento
jurídico autoriza la posibilidad que ejerzan ese tipo de labores dentro de la respectiva entidad
(dictamen Nº 54.670, de 2008).
Delegación de la facultad de destitución. Su revisión a partir de la
jurisprudencia de la Contraloría General de la República 55
ley y cuya emisión no les fue encomendada por la norma (dictamen Nº 61.956,
de 2015).
12 En mérito de lo expuesto, cabe concluir que los directores regionales de la Dirección del Trabajo
son quienes deben ordenar la instrucción de los procedimientos disciplinarios por hechos
ocurridos dentro de su territorio, así como sobreseerlos, absolver a los inculpados y aplicar las
medidas disciplinarias que no consistan en la destitución, a menos que esta última les haya sido
expresamente delegada (dictamen Nº 35.363, de 2017).
13 …en lo que dice relación con que el director del Servicio de Salud Metropolitano Central, que
ordenó elevar la investigación a sumario administrativo, carecía de facultades para esos efectos,
dada la nueva calidad de autogestionado en red del establecimiento de que se trata, es atingente
mencionar que conforme lo señala el artículo 144, de la ley Nº 18.834, y el criterio contenido
en el dictamen Nº 4.173, de 2012, de esta procedencia, esta situación no afecta la validez del
procedimiento, pues no constituye un elemento decisivo en sus resultados, siempre que la sanción
sea impuesta por la autoridad competente, como ocurrió en la especie, toda vez que fue el director
del Hospital de Urgencia Asistencia Pública quien, en definitiva, la aplicó, estando habilitado para
ello en virtud de la delegación de atribuciones efectuada mediante la resolución Nº 529, de 2004,
del Servicio de Salud Metropolitano Central, que en lo pertinente le otorgó prerrogativas para
adoptar medidas disciplinarias, inclusive de carácter expulsivo (dictamen Nº 81.864, de 2013).
58 Patricio Ponce Correa
Ahora, nos parece distinta la situación que puede darse, por ejemplo, en el caso
de la autoridad regional al interior de un ministerio, como sería si un ministro
delega directamente la potestad de destituir en un secretario regional ministerial.
Creemos que ello supondría una alteración sustancial en la distribución orgánica
interna, pues se trata de la aplicación de la sanción disciplinaria más grave.
14 Sobre este tema y su relación con la potestad de destituir, puede verse Ponce Correa (2020, pp.
201-212).
60 Patricio Ponce Correa
Nº 18.575 parecen fluir dos principios contradictorios. Por una parte, el inciso
segundo plantea que el delegante queda inhibido de ejercer la facultad delegada
mientras el acto delegatorio permanezca vigente —inavocabilidad particular—;
mientras que, por otra, el literal d) lo hace responsable de ejercer el control
jerárquico sobre su delegado.
15 En contra de la resolución que ordene la aplicación de una medida disciplinaria, procederán los
siguientes recursos:
a) De reposición, ante la misma autoridad que la hubiere dictado, y
b) De apelación ante el superior jerárquico de quien impuso la medida disciplinaria.
El recurso de apelación solo podrá interponerse con el carácter de subsidiario de la solicitud de
reposición y para el caso que esta no sea acogida.
Los recursos deberán ser fundados e interponerse en el plazo de cinco días, contado desde la
notificación, y deberán ser fallados dentro de los cinco días siguientes (ley Nº 18.834, artículo 141).
16 Los actos administrativos serán impugnables mediante los recursos que establezca la ley. Se
podrá siempre interponer el de reposición ante el mismo órgano del que hubiere emanado el acto
respectivo y, cuando proceda, el recurso jerárquico, ante el superior correspondiente, sin perjuicio
de las acciones jurisdiccionales a que haya lugar (ley Nº 18.575, artículo 10).
17 No procederá recurso jerárquico contra los actos del Presidente de la República, de los ministros
de Estado, de los alcaldes y los jefes superiores de los servicios públicos descentralizados. En
estos casos, el recurso de reposición agotará la vía administrativa (ley Nº 19.880, artículo 59,
inciso cuarto).
Delegación de la facultad de destitución. Su revisión a partir de la
jurisprudencia de la Contraloría General de la República 61
4.2. Procedencia del recurso jerárquico, pero ante una autoridad diversa
del delegante
18 …es dable puntualizar que el oficio Nº 25.278, de 2009, fue expedido por el jefe de la Subdivisión
Nombramientos de la División de Toma de Razón y Registro[,] en uso de facultades que le fueron
delegadas por el Contralor General, de modo que, al suscribir dicho pronunciamiento, lo hizo
representando a la autoridad máxima de esta entidad fiscalizadora y, por ende, debe entenderse
que es esta quien lo emitió a través de un delegado. Siendo ello así, resulta improcedente el
recurso de apelación que…ante el Contralor General se invoca (dictamen Nº 36.647, de 2009).
19 …en atención a que la resolución Nº 619…fue dictada en ejecución de una delegación de firma
—por lo que, a la luz de lo dispuesto en el artículo 41 de la ley Nº 18.575…debe entenderse
emanada del delegante—, no cabe sino concluir que a su respecto, y de acuerdo con lo que prevé
el artículo 59, inciso cuarto, de la ley Nº 19.880, no procede el recurso jerárquico, por corresponder
a este delegante la calidad de jefe superior de un servicio descentralizado (dictamen Nº 65.318,
de 2009).
Delegación de la facultad de destitución. Su revisión a partir de la
jurisprudencia de la Contraloría General de la República 63
Nos parece que este nuevo criterio es concluyente para estimar la improcedencia
de recurrir por vía jerárquica en contra de los actos de un delegado. Ello
determina que, frente a la aplicación de una medida destitutiva al interior de un
órgano administrativo, ya sea esta última aplicada por el jefe superior de servicio
o su delegado, no procederá el recurso de apelación o jerárquico, sino que la vía
recursiva administrativa interna quedará agotada con la sola reposición.
Conclusiones
Entre los principales problemas que podemos advertir en esta norma está la
ausencia de diferenciación sustancial entre la delegación de firma y de potestades,
así como la inexistencia de límites materiales y de extensión en la actividad
delegatoria. Estos problemas se intensifican cuando la delegación recae sobre la
potestad de destituir, pues esta última constituye la más alta sanción disciplinaria
y su aplicación queda naturalmente sujeta a estándares más exigentes.
Referencias
Normas citadas
• Ministerio del Interior. (2006). Decreto con fuerza de ley Nº 1, de 2006, fija
el texto refundido, coordinado y sistematizado de la ley Nº 18.695, Orgánica
Constitucional de Municipalidades. Diario Oficial de la República de Chile, 27
de julio de 2006. Última modificación 5 de noviembre de 2020.
• Ministerio Secretaría General de la Presidencia. (2001). Decreto con fuerza
de ley Nº 1/19.653, de 2000, fija texto refundido, coordinado y sistematizado
de la ley Nº 18.575, Orgánica Constitucional de Bases Generales de la
Administración del Estado. Diario Oficial de la República de Chile, 17 de
noviembre de 2001. Última modificación 15 de febrero de 2018.
• Ministerio Secretaría General de la Presidencia. (2005). Decreto Nº 100, de
2005, fija el texto refundido, coordinado y sistematizado de la Constitución
Política de la República de Chile. Diario Oficial de la República de Chile, 22 de
septiembre de 2005. Última modificación 23 de diciembre de 2020.
Actos administrativos
ANÁLISIS CRÍTICO
DE LA REGLAMENTACIÓN SOBRE
GESTIÓN DE RIESGOS CONTENIDA EN LA
ORDENANZA GENERAL DE URBANISMO
Y CONSTRUCCIONES
CRITICAL AN ALYSIS OF THE RISK
M AN AGEMENT REGUL ATION
CONTAINED IN THE GENERAL
ORDIN ANCE OF URBAN
PL ANNING AND CONSTRUCTIONS
Resumen
Se plantea un análisis crítico sobre la reglamentación urbanística relativa a
la gestión de riesgos, la que se encuentra contenida en el artículo 2.1.17. de
la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones. Ello, con el propósito
de evidenciar los problemas existentes en tal preceptiva, la cual se estima
actualmente insuficiente al no otorgar una protección adecuada a las personas
y su propiedad.
Palabras clave: gestión de riesgos – prevención de desastres – planificación
territorial – reglamentación urbanística
Abstract
A critical analysis is proposed on the urban regulation related to risk management,
which is contained in article 2.1.17. of the General Ordinance of Urbanism and
Constructions. This, with the purpose of highlighting the existing problems
in such a regulation, which is currently considered insufficient as it does not
provide adequate protection to people and their property.
Introducción
En tal sentido, este trabajo tiene como objetivo analizar la gestión de riesgos
en el ordenamiento jurídico chileno, en particular la reglamentación urbanística
contenida en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, con el
propósito de evidenciar los problemas existentes. Todo esto, a partir de lo
expuesto en la jurisprudencia de los tribunales de justicia, en los dictámenes de
la Contraloría General de la República y los aspectos reparados por el Consejo
Nacional de Desarrollo Urbano.
Por su parte, este trabajo también tiene por objeto el examen de las medidas
de mitigación, las cuales, como se expondrá, se encuentran limitadas a la
presentación de un estudio fundado, elaborado por un profesional especialista
y aprobado por el organismo competente, analizándose la falta de precisión en
el mencionado cuerpo reglamentario respecto de quienes pueden elaborar tal
estudio, su régimen de responsabilidad, metodología, contenido mínimo, y cuál
es la entidad encargada de aprobar tal documento, entre otros elementos.
Expresado lo anterior, cabe anotar que las discusiones sobre la gestión de riesgos
y su perfeccionamiento tradicionalmente se tornan relevantes con posterioridad
a experimentar desastres de gran magnitud, como ocurrió con el terremoto y
posterior tsunami acaecido el 27 de febrero de 2010. En efecto, tal evento obligó
a adecuar la planificación territorial del litoral afectado mediante mecanismos
excepcionales y aplicar diversos programas para llevar a cabo la reconstrucción
por parte del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y de los respectivos servicios
de vivienda y urbanización.
De esta manera, conocer con certeza qué lugares están afectados por un riesgo,
qué medidas son necesarias para cautelar las eventuales edificaciones, qué
usos de suelo se encuentran admitidos, entre otros asuntos, permite clarificar
ciertas áreas grises y otorgar certeza jurídica para quienes intervienen en el
ámbito urbanístico, desde aquellos que obtienen una autorización para edificar
o urbanizar, hasta quienes adquieren una propiedad para desarrollar alguna
actividad y que pueden exponerse a ciertas amenazas.
74 Luis Alberto Ríos Vidal
1. La gestión de riesgos en la
Constitución, instrumentos
internacionales, la normativa
legal y la reglamentación
Luego, a cinco años de la firma del referido marco, una misión de Naciones Unidas
realizó una evaluación sobre el estado de avance en el país, recomendándose
la formulación de la Política Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres,
la que detalló en el «eje estratégico reducción de los factores subyacentes del
riesgo» (decreto Nº 1.512, de 2016, considerando Nº 2, del Ministerio del Interior
y Seguridad Pública), entre sus objetivos específicos, el «considerar los factores
de riesgo en el desarrollo de los instrumentos de ordenamiento territorial».
Además, el artículo 105 del mismo cuerpo legal, prescribe que «el diseño de
las obras de urbanización y edificación deberá cumplir con los standard que
establezca la Ordenanza General» en lo relativo, entre otros, a las «características
de diseño, resistencia estructural y seguridad, para las edificaciones que
se puedan emplazar en las áreas con riesgo de inundación, anegamiento,
socavación, afloramiento potencial de napa freática, quebradas, deslizamiento o
remoción en masa de materiales o sedimentos, u otras similares definidas en los
planes reguladores, y, en el caso de urbanizaciones que se emplacen tales zonas,
las características de las obras de urbanización destinadas a mitigar los riesgos
y facilitar la evacuación hacia zonas seguras o servir, cuando corresponda, como
alternativa para el escurrimiento de las aguas».
Por su parte, el inciso cuarto prescribe que por «áreas de riesgo», se entenderán
aquellos territorios en los cuales, previo estudio fundado, se limite determinado
tipo de construcciones por razones de seguridad contra desastres naturales u
otros semejantes, que requieran para su utilización la incorporación de obras
de ingeniería o de otra índole suficientes para subsanar o mitigar tales efectos.
que determine las acciones que deberán ejecutarse para su utilización, incluida la
evaluación de impacto ambiental correspondiente conforme a la ley Nº 19.300…
Este tipo de proyectos podrán recibirse parcial o totalmente en la medida que se
hubieren ejecutado las acciones indicadas en el referido estudio. En estas áreas,
el plan regulador establecerá las normas urbanísticas aplicables a los proyectos
una vez que cumplan con los requisitos establecidos en este inciso».
Del análisis histórico de desastres que han afectado a Chile, se advierte que,
en su mayoría, han sido producidos por fenómenos sísmicos —terremotos y
tsunamis— y climáticos (UNESCO, 2012, p. 45). Tales eventos han resultado
significativos en algunos casos, como por ejemplo, el terremoto y posterior
80 Luis Alberto Ríos Vidal
maremoto del 27 de febrero de 2010, que tuvo como consecuencia 521 víctimas
fatales, 2.000.000 de damnificados y 200.000 viviendas destruidas (Gobierno de
Chile, 2010, p. 5).
El tratamiento de los riesgos y las acciones a adoptar frente a estos han sido
analizados por la Corte Suprema, por ejemplo en el caso Campiche —relativo
al emplazamiento de una central termoeléctrica en la localidad de Ventanas,
comuna de Puchuncaví—, sobre el cual ese máximo tribunal indicó que, de
acuerdo con el pertinente instrumento de planificación territorial «el sector
de emplazamiento de la Central Termoeléctrica Campiche corresponde, en
primer término, a una zona de riesgo por constituir un peligro potencial para
los asentamientos humanos, conforme lo preceptúa el artículo 2.1.17. de la
Ordenanza de la Ley General de Urbanismo y Construcciones. Pero, además,
este sector restringido denominado ZR-2, permite solo el desarrollo de áreas
verdes y recreacionales vinculadas a las actividades propias del uso de las
playas» (rol Nº 1.209-09, considerando 6º).
Añadió tal sentencia, que «la autoridad local solo atendió a que hubieren
sido subsanados los motivos de seguridad que determinaron que la zona
fuera definida como área de riesgo, pero omitió comprobar si el proyecto que
autorizaba cumplía los requisitos y condiciones para ser emplazado en ese
lugar. En efecto, dadas las características de las obras a ejecutar —una central
termoeléctrica— en una zona ZR-2, se requería el cambio de uso del suelo a
través de la modificación del plan regulador» (rol Nº 1.209-09, considerando 8º).
Por último, la sentencia expresa que «la única alternativa viable y razonable para
evitar un daño producto de un riesgo que en 1991 costó la vida a 100 personas,
consiste en que la autoridad actúe de forma previsora y precautoria, sobre la
base de la experiencia adquirida, esto es, que adopte y mantenga medidas
preventivas en relación a un riesgo en ausencia de certezas, antes de continuar
la práctica de una decisión con consecuencias dañosas inciertas mientras está
bajo estudio un nuevo plan regulador para Antofagasta que recién concluirá en
octubre de 2018, asumiéndose por el municipio, al ordenar la destrucción del
muro, una posición irracional y carente de estudios, más aún si la resolución
recae en una zona de alto riesgo aluvional».
Por otra parte, cabe hacer presente algunos aspectos del caso Punta Piqueros
(ver Araya Concha, 2019), que consideramos relevantes para este estudio.
El permiso de edificación para este proyecto —un hotel compuesto por dos
edificaciones de nueve y seis pisos, de los cuales una parte se encuentra bajo
el nivel de la calle Borgoño— fue otorgado en 2011 y posteriormente la Corte
Suprema, mediante sentencia de 2 de mayo de 2013 (rol Nº 3.918-12), resolvió
dejar sin efecto la enunciada autorización, mientras no se ingresara el proyecto
al sistema de evaluación de impacto ambiental.
Luego, el titular presentó el estudio de impacto ambiental, el que fue aprobado por
el Servicio de Evaluación Ambiental (2014) de la región de Valparaíso, indicándose
que se construiría un muro verteolas en el sector norte del proyecto para
disminuir la energía del oleaje producto de marejadas, solo con fines preventivos,
y se apuntó que esta edificación cumplía con el uso de suelo asignado por el
instrumento de planificación territorial. Esta resolución de calificación ambiental
favorable, confirmada en una primera instancia por el Comité de Ministros, fue
dejada sin efecto por el Segundo Tribunal Ambiental (rol Nº 86-15) al estimar
que las observaciones ciudadanas no fueron debidamente consideradas en el
proceso, entre ellas, las relativas al riesgo frente a tsunamis y marejadas.
Además, se aprecia que, frente a los efectos del riesgo de tsunami y marejadas,
se ha optado en esta última instancia por eliminar el muro rompeolas y
reemplazarlo por un reforzamiento de los ventanales de la edificación. En tal
sentido, se advierte la precariedad en cuanto a la protección de amenazas
de desastres y cómo el derecho urbanístico no ha logrado dar una respuesta
adecuada.
3 Dicha sentencia replicó el criterio ya expresado en autos rol Nº 31.058-16, en que igualmente se
analizó un caso de responsabilidad del Estado por falta de servicio por daños provocados por el
tsunami en el sector Las Salinas de Talcahuano (ver Alarcón González & Muñoz Bruna, 2018). En
esta investigación se señaló que en tal fallo «se apreció en concreto las circunstancias fácticas
sin calificarlas como caso fortuito o fuerza mayor, estimando que ellas incidieron en la exigibilidad
del estándar de conducta y concluyendo que no hubo falta de servicio».
Análisis crítico de la reglamentación sobre gestión de riesgos
contenida en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones 85
Al respecto, la Corte Suprema manifestó que «el deber de garante del bien
común no se identifica con una garantía absoluta de que los ciudadanos no
sufran perjuicio alguno derivado de su asentamiento en el borde costero. Por
tanto, no es posible calificar de falta de servicio la actividad del órgano público
de permitir construcciones en el área» (rol Nº 31.757-17, considerando 10).
Adicionalmente, ese máximo tribunal señaló que, en el proceso, «se estableció
que la actividad del órgano público para permitir el asentamiento humano en
el borde costero fue ejecutada dentro de sus facultades legales; que no se
acreditó que existiera la necesidad imperiosa de instalar muros de contención
y que no existía la posibilidad de actuar con mayor rapidez en el contexto de
un terremoto y posterior tsunami» (rol Nº 31.757-17, considerando 12), sin que
los demandantes pudieran variar tales conclusiones, a través del recurso de
casación interpuesto en el fondo.
En cuanto a las críticas que se pueden formular al artículo 2.1.17., es del caso
consignar la sentencia de la Corte Suprema de fecha 12 de abril de 2017 (rol
Nº 2.856-17), mediante la cual se conoció una acción de amparo económico
interpuesta por la señora Yolanda Haydée González, en que manifestaba que
su derecho a desarrollar una actividad económica lícita fue vulnerado por la
Municipalidad de Caldera, al exigirle un permiso de edificación para autorizar
la instalación de un restobar en el sector de terreno de playa en Bahía Inglesa.
4 Veremos más adelante que existe un proyecto de ley sobre la materia que prevé que deben
considerarse los mapas de susceptibilidad para efectos de la elaboración de los estudios de
riesgos.
86 Luis Alberto Ríos Vidal
En ese contexto, la corte manifestó que «en esas condiciones forzoso es concluir
que la autoridad no puede imponer a la recurrente el pleno y cabal cumplimiento
de las exigencias contenidas en el artículo 2.1.17., desde que es la máxima
autoridad regional en la materia la que ha reconocido de manera explícita la
imposibilidad práctica de aplicar en toda su extensión la norma en comento»,
agregando que «la recurrida no podrá requerir a la actora el cumplimiento de lo
estatuido en dicha disposición en lo que atañe a la aprobación del organismo
competente a que se refiere el inciso 5º del tantas veces citado artículo 2.1.17.»
(rol Nº 2.856-17, considerando 20º).
En primer término, cabe anotar que el análisis que efectúa la Contraloría General
en el trámite de toma de razón de los instrumentos de planificación territorial, ha
permitido revisar si las disposiciones de los pertinentes planes sobre riesgos se
ajustan a lo previsto en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones
sobre la materia.
6 «Se entenderá por normas urbanísticas aquellas contenidas en esta ley, en su Ordenanza General
y en los instrumentos de planificación territorial que afecten a edificaciones, subdivisiones,
fusiones, loteos o urbanizaciones, en lo relativo a los usos de suelo, cesiones, sistemas de
agrupamiento, coeficientes de constructibilidad, coeficientes de ocupación de suelo o de los
pisos superiores, superficie predial mínima, alturas máximas de edificación, adosamientos,
distanciamientos, antejardines, ochavos y rasantes, densidades máximas, estacionamientos,
franjas afectas a declaratoria de utilidad pública y áreas de riesgo o de protección» (Ley General
de Urbanismo y Construcciones, artículo 116, inciso séptimo). Si bien tal disposición enuncia
dentro de las normas urbanísticas a las áreas de riesgo, no podría interpretarse que el director
de obras municipales se encuentra habilitado para revisar el contenido y detalles del informe del
profesional especialista. Así, aplicando el criterio contenido en el dictamen Nº 59.370, de 2014, de
la Contraloría General, estimamos que su actuación se limitaría a verificar, al menos formalmente,
si se adjunta el estudio fundado en caso de emplazarse el proyecto en un área de riesgo.
88 Luis Alberto Ríos Vidal
Luego, por medio del dictamen Nº 1.328, de 2020, la Contraloría General atendió
una presentación que incidía en precisar si los terrenos adyacentes a cursos de
agua de que se trataba se encontraban regulados como áreas de riesgo en el
Plan Regulador Intercomunal de Valparaíso, Satélite Borde Costero Sur. Así, se
sostuvo que el artículo que regulaba las quebradas «no establece propiamente
zonas de riesgo en los términos del referido artículo 2.1.17. —lo que se corrobora
por la circunstancia de que la pertinente memoria explicativa no contempla un
estudio de riesgos que permita fundamentarlas, así como por el hecho de que
tampoco se encuentran graficadas como tales en el atingente plano del PRIV
SBCS—, sino que dicha norma del instrumento de planificación territorial debe
entenderse con efectos diversos, de carácter orientador para las regulaciones
que se establezcan a través de los respectivos planes reguladores comunales»7.
7 El artículo 3.16. del Plan Regulador Intercomunal de Valparaíso, Satélite Borde Costero Sur, prevé
en sus incisos tercero y cuarto, respectivamente, que «Estas fajas podrán disminuirse a 15 m
horizontales cada una, en el caso que los faldeos correspondientes tengan una pendiente inferior
a 40°, si de acuerdo a estudios fundados, elaborados por profesional especialista, cumple los
requisitos y condiciones establecidas para ello, incluida la evaluación de impacto ambiental
correspondiente» y que «Los planes reguladores comunales y los planes seccionales que se
confeccionen para el área territorial normada por la presente ordenanza, indicarán las quebradas
o sus ejes según corresponda, pudiendo al mismo tiempo aumentar el ancho de las fajas laterales
antes indicadas y determinar otras condiciones de mayor restricción de quebradas y cauces
naturales».
90 Luis Alberto Ríos Vidal
Así se detallaba entre las debilidades que limitan su aplicación efectiva, que
tal preceptiva «no reconoce la existencia de niveles de peligrosidad en las
amenazas y con ello asume efectos homogéneos en el espacio urbano, optando
frecuentemente por el peor escenario».
Sobre este último punto, cabe anotar que recién en 2014, y a raíz de la catástrofe
provocada por el incendio ocurrido el 12 de abril de ese año en los cerros de
9 En los antecedentes analizados no se advierte que el riesgo de incendios haya sido incluido en los
planes reguladores comunales de esa región.
10 Hablamos de capas de planificación con el objeto de señalar la zona regulada por un plan regulador
que dispone las normas urbanísticas aplicables para ese territorio y sobre el cual se dibuja
superpuesta una determinada área de riesgo. Consideramos que, no obstante estar entregada tal
definición exclusivamente a la voluntad del planificador y no definirse un régimen homogéneo para
ciertos tipos de peligro, es un avance que en muchos instrumentos de planificación territorial se
hayan establecido disposiciones diferenciadas y más restrictivas, por ejemplo, frente a amenazas
de inundación.
11 En esta circular, se indica que, en función del área donde se emplaza el riesgo definido en los
planes reguladores comunales, se pueden presentar diversas situaciones, a saber: áreas de
riesgos superpuestas a la zonificación sobre zonas urbanizadas o urbanizables; áreas de riesgo
superpuestas a la zonificación emplazadas sobre zonas de áreas verdes; o áreas de riesgo
definidas mediante zonas o subzonas específicas.
94 Luis Alberto Ríos Vidal
En cuanto a los estudios fundados de riesgo, es dable observar que solo se exige
que sean efectuados por un especialista, siendo definido en el artículo 1.1.2.
de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones como el «profesional
competente o bien otros profesionales tales como ingenieros de tránsito,
ingenieros mecánicos, ingenieros agrónomos, ingenieros químicos, ingenieros
forestales, geógrafos, geólogos, u otros cuyas especialidades tengan directa
relación con el estudio que suscriben». Sobre tal aspecto, reparamos que no
exista un registro, régimen de responsabilidad o una mayor precisión sobre la
formación requerida para estos, como sí ocurre por ejemplo con los revisores
independientes de obras de construcción, no obstante estar involucrado
igualmente su informe como exigencia habilitante para edificar.
12 Al respecto, Cordero Quinzacara (2014) anota dentro de los principios sustantivos que configuran
los poderes sancionatorios de los órganos administrativos, el principio de legalidad y de reserva
legal (págs. 409-410).
Análisis crítico de la reglamentación sobre gestión de riesgos
contenida en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones 95
En tal sentido, considerando que el artículo 2.1.17. prevé como elemento para
el otorgamiento de los permisos de edificación la intervención de un organismo,
su omisión podría acarrear la afectación de la seguridad jurídica de tales
autorizaciones, toda vez que emplazar un proyecto en una zona de riesgo sin
esta exigencia, implicaría que no se procedió de acuerdo con lo prescrito en la
reglamentación. En tales condiciones, dicha situación conlleva un problema que
requiere de una modificación o precisión.
Conclusiones
Referencias
Normativa
Corte de Apelaciones de
Santiago. Sentencia rol:
Segundo Tribunal
Ambiental. Sentencia rol:
Contraloría General de la
República. Dictámenes:
EL CONTROL CONSTITUCIONAL
FRENTE A LA AUTORIDAD DEL
ENTE CONTRALOR DEL ESTADO.
EL CASO DE EL SALVADOR
CONSTITUTION AL CONTROL
OVER THE AUTHORIT Y OF
THE COMPTROLLER BODY.
THE CASE OF EL SALVADOR
Resumen
El presente trabajo tiene por finalidad contribuir al debate académico, tomando
como base de análisis la jurisprudencia de la Sala de lo Constitucional de la
Corte Suprema de Justicia, en torno a las dificultades de constitucionalidad
con las cuales la Corte de Cuentas de la República de El Salvador ha afrontado
cada elección de sus magistrados, y cómo este control, de ser oportuno, puede
potenciar la consolidación del ente contralor. Así mismo, aborda la importancia
y el impacto que tiene el ejercer la fiscalización de los fondos públicos de forma
independiente, la contribución a la transformación nacional y su distanciamiento
del control contencioso administrativo.
Abstract
The purpose of this work is to contribute to the academic debate, taking as
a basis for analysis the jurisprudence of the Constitutional Chamber of the
Supreme Court of Justice, around the difficulties of constitutionality with which
the Court of Accounts of the Republic of El Salvador has been faced in each
election of its magistrates, and how this control, if appropriate, can enhance
the consolidation of the controlling entity. Likewise, it addresses the importance
and impact of exercising independent control of public funds, the contribution
Introducción
1. Antecedentes de hecho
2 Menos de 24 horas después de que la Asamblea Legislativa eligiera el miércoles por la noche
a Gregorio Sánchez Trejo, Javier Bernal y Silvia Aguilar como nuevos magistrados de la Corte
de Cuentas de la República, la Sala de lo Constitucional anuló su nombramiento y ordenó a la
asamblea reiniciar, de nuevo, el proceso de selección de candidatos a esos cargos. Es la segunda
vez en lo que va de año que la Corte Suprema de Justicia invalida una elección de magistrados
para la Corte de Cuentas y exige un nuevo proceso de selección (Labrador, 2013).
El control constitucional frente a la autoridad del ente
contralor del Estado. El caso de El Salvador
105
ejercicio del poder político. En este punto, la sala determinó que estos órganos
de control y sus potestades implican:
a) la finalidad o una relación instrumental objetiva e inmediata de protección de
los derechos fundamentales frente al ejercicio del poder político; y
b) la utilización de normas jurídicas como parámetros para evaluar, calificar,
fiscalizar, contrapesar, vigilar o limitar el ejercicio del poder o las funciones
públicas de otros órganos estatales.
2. Análisis a la sentencia de
inconstitucionalidad acumulada
Claro está que tanto el plazo de tres años para la Corte de Cuentas como el de
cinco años para el Tribunal Supremo Electoral son determinados por nuestra
ley suprema. No obstante, se debería considerar la naturaleza del órgano para
reflexionar si este tiempo realmente es el más adecuado para el desarrollo de
su función dentro del Estado y si se justifica la exigencia de que concuerde con
cada legislatura instalada, bajo la premisa de una autentificación democrática
derivada.
En otros países esta labor de control sobre los fondos públicos y el órgano
político seleccionador difiere del plazo constitucional salvadoreño, pues en ellos
el ejercicio atiende más a la función de inspección que a una supuesta legitimidad
democrática. Así, la Contraloría General de Costa Rica se mantiene ocho años
—según el artículo 183 de la Constitución costarricense—; la Contraloría
General de Cuentas en Guatemala, por cuatro años —según artículo 233 de la
Constitución guatemalteca—; el Tribunal Superior de Cuentas de Honduras, por
siete años —según artículo 223 inciso segundo de la Constitución hondureña;
Contraloría General de la República de Chile, por ocho años —de conformidad
con el artículo 98 de la Constitución chilena—.
5º, numeral 11, del decreto legislativo Nº 438—, cuando los servidores públicos
inobservan las disposiciones legales y reglamentarias, incumpliendo sus
deberes o estipulaciones contractuales. La cual, hasta el día de hoy, sigue fuera
del control contencioso administrativo, por estimarse la fiscalización como un
todo o un solo proceso, tanto la auditoría como el juicio de cuentas.
Conclusiones
Por otro lado, las líneas jurisprudenciales abonan a que el órgano legislativo
se esfuerce cada vez más en realizar un proceso apegado a las exigencias de
nuestra ley suprema, entre ellas, que sea con una motivación y justificación
apropiada para la toma de la última decisión, considerando que los titulares al
frente de este ente contralor son los que tienen el deber de ejercer la potestad
jurisdiccional de la contabilidad, considerando su formación académica y
experiencia profesional, y que no deben estar ubicados en una posición de
sujeción a intereses particulares o presiones políticas, derivando de ello el
requisito de la no afiliación como punto indispensable de su elección.
Referencias
Normativa
Resumen
Comento un reciente dictamen en que la Contraloría General de la República,
luego de un análisis de las dimensiones orgánica y funcional de la Corporación
Nacional Forestal e invocando el principio interpretativo de realidad, resuelve
correctamente el problema de la naturaleza jurídica de dicho órgano.
Abstract
I comment on a recent legally binding opinion in which the Office of the
Comptroller General of the Republic, after an analysis of the organic and
functional dimensions of the National Forest Corporation and invoking the
interpretive principle of reality, correctly solves the problem of the legal nature
of the aforesaid body.
At the beginning of September, the Office of the Comptroller issued legally binding
opinion No. E33,624 of 2020, in which happens a noteworthy jurisprudential shift.
Indeed, the comptroller body, in the midst of an inquiry on the supplementary
application of Law No. 19,880, reconsiders all its previous doctrine about the
legal status of the National Forest Corporation. I review in this commentary, first,
the substantive meaning of the jurisprudential shift (I) and, then, the interpretive
techniques applied (II).
Dado que fue la ley la que operó la creación tácita de un órgano administrativo,
no cabe interpretar que es la Contraloría, a través de este dictamen, la que
ha transformado en órgano público a la Corporación Nacional Forestal: eso
ya lo habían hecho diversas leyes y la labor que vino a cumplir la Contraloría
fue «constatarlo». La condición de esa institución forestal la creó una fuente
democrática —las sucesivas leyes descritas en el dictamen— y el papel de la
Contraloría fue acreditarla —como guardián de la legalidad administrativa—. Las
leyes y la realidad ya habían obrado esta modificación y la entidad fiscalizadora
lo pone en evidencia con la fuerza de un dictamen, el que debe ser obedecido
por los órganos administrativos; en este caso, en especial por la Corporación
Nacional Forestal.
Vuelve el órgano contralor en este dictamen a esa tendencia suya de los últimos
tiempos del uso de dos fértiles técnicas: por una parte, los principios y, por
otra, la interpretación progresiva de la legislación administrativa. Además, este
dictamen deja en evidencia, una vez más, una tradicional característica de los
cambios de la jurisprudencia contralora: la reconsideración «expresa» —evitando
lo «tácito»—.
Apreciación final
Referencias
Normativa
Jurisprudencia
EL CONTROL DE LA
CORTE SUPREMA SOBRE LOS
PRECEDENTES DE LA CONTRALORÍA
GENERAL DE LA REPÚBLICA
THE CONTROL OF THE
SUPREME COURT OVER THE
PRECEDENT OF THE GENERAL
COMPTROLLER OF THE REPUBLIC
Resumen
La jurisprudencia de la Contraloría General de la República opera como un
sistema de precedente general y obligatorio aplicable a la Administración
pública, lo que la transforma en uno de los sistemas de fuentes más relevantes
del derecho administrativo chileno. Esto explica que la Corte Suprema hubiese
establecido en el último tiempo los elementos sobre los cuales deben descansar
sus efectos y, en particular, la forma y modo en que estas determinaciones se
transforman en vinculantes para la propia Contraloría, a menos que cumpla
con estándares rigurosos para sostener un cambio de criterio, lo que obliga a
observar los presupuestos fácticos de cada una de ellas.
Abstract
The jurisprudence of the Office of the General Comptroller of the Republic
operates as a mandatory precedent system applicable to the State Administration,
which transforms it into one of the most relevant source systems of Chilean
Administrative Law. This explains why the Supreme Court had recently
established the criteria on which its effects must rest and, in particular, the form
in which these decisions become binding for the Comptroller, unless it complies
with rigorous standards to sustain a change of criteria, which forces to observe
the factual assumptions of each of decisions.
1. Introducción
Los dictámenes junto con las otras decisiones adoptadas por la Contraloría
conforman la jurisprudencia administrativa, que resulta obligatoria para los
funcionarios correspondientes, conforme lo disponen los artículos 6º, inciso
cuarto2, 9º, inciso final3, y 194 de la ley Nº 10.336, por lo que su desconocimiento
acarrea la responsabilidad del funcionario, ya sea en sede civil, administrativa o
penal, según corresponda (Silva Cimma, 1945, 1969).
2 «De acuerdo con lo anterior, solo las decisiones y dictámenes de la Contraloría General de la
República serán los medios que podrán hacerse valer como constitutivos de la jurisprudencia
administrativa en las materias a que se refiere al artículo 1º».
3 «Estos informes serán obligatorios para los funcionarios correspondientes, en el caso o casos
concretos a que se refieran».
4 «Los abogados, fiscales o asesores jurídicos de las distintas oficinas de la Administración pública
o instituciones sometidas al control de la Contraloría que no tienen o no tengan a su cargo
defensa judicial, quedarán sujetos a la dependencia técnica de la Contraloría, cuya jurisprudencia
y resoluciones deberán ser observadas por esos funcionarios».
128 Luis Cordero Vega
Según plantea la Corte Suprema, dado que «la facultad de emitir dictámenes
tiene su fundamento en la propia carta fundamental al conferir a la Contraloría
el control de legalidad de los actos de la Administración, consagrado en los
artículos 98 de la carta fundamental y 10 y 6º de la ley Nº 10.336» (causa rol
Nº 12.207-2018, considerando 4º), es que dicho órgano «realiza un control
jurídico mediante la emisión de dictámenes que, cuando inciden en las materias
administrativas que específicamente señala el artículo 6º de su ley orgánica,
constituyen la jurisprudencia administrativa y, por ende, tienen carácter
vinculante para la Administración, conforme al artículo 5º de ley Nº 10.336»
(causa rol Nº 12.207-2018, considerando 4º).
5 En el mismo sentido, el dictamen Nº 77.481, de 2011, concluyó que: «…este organismo contralor
posee la atribución constitucional, contenida en el artículo 98 de la carta fundamental, de fiscalizar
la legalidad de los actos de la Administración, y que tal potestad la ejerce, entre otros medios, a
través de la emisión de dictámenes sobre las materias sometidas a su control, conforme a su ley
orgánica Nº 10.336».
El control de la Corte Suprema sobre los
precedentes de la Contraloría General de la República 129
Eso explica que la Corte Suprema señale que «[l]a emisión del dictamen, como
manifestación del órgano contralor, otorga a los administrados una especie de
confianza legítima en que, frente a circunstancias similares o equivalentes, la
Administración actuará conforme a los mismos parámetros determinados»
(causa rol Nº 12.207-2018, considerando 4º).
6 Este criterio encuentra reconocimiento legal, por ejemplo, a propósito de los cambios de criterio
en la interpretación administrativa que efectúa el Servicio de Impuestos Internos, al señalarse
que: «No procederá el cobro con efecto retroactivo cuando el contribuyente se haya ajustado de
buena fe a una determinada interpretación de las leyes tributarias sustentada por la dirección o
por las direcciones regionales en circulares, dictámenes, informes u otros documentos oficiales
destinados a impartir instrucciones a los funcionarios del servicio o a ser conocidos de los
contribuyentes en general o de uno o más de estos en particular» (Código Tributario, artículo 26).
132 Luis Cordero Vega
Referencias
Normativa
Jurisprudencia
La conducción de ambulancias de un
establecimiento de salud debe ajustarse
al decreto ley Nº 799, de 1974, por lo
Emergencia Organización y que el personal a honorarios no puede
E43837
sanitaria atribuciones realizarla. Excepcionalmente, ello se
puede autorizar en la situación de
alerta sanitaria derivada de la pandemia
ocasionada por el COVID-19.
No se advierte irregularidad en la
Estatutos Asistentes de la
E20118 postergación del término del año escolar
especiales educación
2020 para la región Metropolitana.
La regulación de procedimientos y
requisitos, en materia de inversión
en infraestructura y equipamiento de
Ministerio de Organización y
E49775 establecimientos públicos que integran
Salud atribuciones
la red asistencial, debe aprobarse por el
correspondiente acto administrativo y no
a través de un oficio ordinario.
No se advierte inconveniente en la
constitución de la Asociación de
Municipios Metropolitanos para la
Asociaciones
E53858 Municipal Seguridad Ciudadana de las comunas
municipales
que indica, pero su funcionamiento no
inhibe las facultades fiscalizadoras de
los municipios y otras entidades.
Asociación de funcionarios
profesionales universitarios del área de
la salud de la Corporación Municipal
Servicios de
E26292 Municipal de Valparaíso para el Desarrollo Social,
bienestar
tiene derecho a representación en el
comité de bienestar del servicio de
bienestar del municipio respectivo.
Denunciante en el procedimiento
Atribuciones de la sancionatorio regulado en la ley
Organización y
E40322 Superintendencia Nº 20.529, se encuentra habilitado para
atribuciones
de Educación interponer los recursos administrativos
que se indican.
Evaluación de la eficacia de un
medicamento, para ser incluido en el
sistema de protección financiera de
Organización y Instituto de Salud tratamientos de alto costo de la ley
E49259
atribuciones Pública Nº 20.850, tiene una naturaleza diversa
de la evaluación que realiza el Instituto
de Salud Pública de Chile, para otorgar el
respectivo registro sanitario.
152 Boletín Jurídico 2020
No se advierte reproche de
juridicidad acerca de la decisión de
Sectores la Superintendencia de Electricidad y
10.279 Gas
regulados Combustibles, en orden a no otorgar las
licencias de instalador de gas que se
indican, por las razones que se señalan.
Profesionales de la educación
traspasados a los servicios locales
de educación pública, que mantenían
Servicios locales designaciones en dos o más municipios
E49044 de educación Jornada de trabajo o corporaciones municipales, no se
pública encuentran afectos a la limitación de la
jornada laboral contenida en el artículo
68, inciso segundo, de la ley Nº 19.070,
respecto de esas designaciones.
Complementa y, en lo pertinente,
reconsidera, en el sentido que indica, el
Atribuciones y oficio Nº 4.249, de 2019, de la Contraloría
funciones de la Regional de Valparaíso, relativo a
E21317 Urbanismo
Administración en la juridicidad de la concesión de un
la materia predio por parte de la Municipalidad
de Algarrobo para la instalación de un
parque de entretenciones.
Reconsidera parcialmente
Ley Nº 19.880 resulta aplicable a la Corporación dictámenes Nºs. 13.203 y
Nacional Forestal por tratarse de un órgano creado 53.157, de 1975; 12.726,
por el Estado para ejercer funciones y potestades de 1995; 15.851, de 2006;
E33624
públicas, y estar financiado con presupuesto 24.058, de 2007; 75.374,
público. Igualmente le son aplicables los principios de 2013; 77.837, de 2015;
de transparencia, probidad y publicidad. 5.326, de 2018; y toda otra
jurisprudencia en contrario.
Se reconsidera parcialmente el dictamen Nº 8.345,
de 2020, de este origen, por cuanto a la fecha de su
Reconsidera parcialmente el
E34846 emisión, se encontraba resuelto por los tribunales
dictamen Nº 8.345, de 2020.
de justicia el asunto que se indica respecto de un
reclamante.
No procede que municipalidades y gobiernos
regionales celebren convenios o reciban aportes
de personas naturales o jurídicas, que tengan o
puedan tener interés en la calificación ambiental
Complementa dictamen
E40340 de proyectos o actividades, a menos que se
Nº 7.213, de 2020.
realicen como consecuencia de esa evaluación y
en las condiciones que se indican. Se desestima
reconsideración del dictamen Nº 7.213, de 2020, y
se complementa en la forma que señala.
Complementa dictamen Nº 6.381, de 2018, Complementa dictamen
actualizando criterios en materia de la entrega Nº 6.381, de 2018, y
E43832
del beneficio de sala cuna, en modalidades reconsidera dictamen
excepcionales. Nº 46.834, de 2016.
Da cumplimiento a sentencia de la Corte Suprema
que se indica; en que se deja sin efecto el dictamen
Nº 14.951, de 2019, relativo a la aplicación del
Reconsidera dictamen
E45733 privilegio señalado en el artículo 2.472, Nº 5, del
Nº 14.951, de 2019.
Código Civil, a los descuentos en las remuneraciones
provenientes del pago de créditos otorgados por las
cajas de compensación de asignación familiar.
Reconsidera dictamen
Condiciones para percibir los sueldos superiores,
Nº 24.728, de 2002, y
E46197 respecto de los empleados civiles de la
complementa dictamen
Subsecretaría para las Fuerzas Armadas.
Nº 54.976, de 2012.
Condiciones pactadas con los asistentes de la
educación que serán traspasados, son oponibles al
respectivo servicio local de educación pública, en Complementa dictamen
E46540
virtud de lo dispuesto en la norma de protección Nº 30.959, de 2018.
contemplada en el artículo cuadragésimo segundo
transitorio de la ley Nº 21.040.
En caso de supresión de horas docentes, total o
parcial, corresponde aplicar los artículos 73 y 77 de Complementa dictamen
E49773
la ley Nº 19.070, respectivamente y no el principio Nº 6.400, de 2018.
de confianza legítima.
Reconsidera el dictamen Nº 19.879, de 2017,
sobre organismos competentes para informar, en
el marco del sistema de evaluación de impacto
Reconsidera parcialmente
ambiental, respecto de proyectos de descarga de
E53863 dictamen Nº 19.879, de
residuos líquidos industriales. Otorgamiento de
2017.
los permisos ambientales sectoriales que indica se
encuentra dentro del ámbito de competencia de la
Superintendencia de Servicios Sanitarios.
163
IV SEMINARIO INTERNACIONAL
ANTICORRUPCIÓN: EL FUTURO DE
LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN
Organizador:
Centro de Estudios de la Administración del Estado, de la Contraloría General
de la República, en conjunto con Alliance for Integrity y el apoyo de la Cámara
Chileno-Alemana de Comercio e Industria
Fecha:
16, 18 y 20 de noviembre de 2020
Lugar:
Seminario web
Presentación
En la edición 2020, la cuarta versión de este seminario tuvo por objetivo generar
un espacio de reflexión, en el cual expertos de nivel internacional interactuaron
con ciudadanos latinoamericanos para reflexionar sobre los desafíos y
oportunidades que la crisis del COVID-19 presenta para el futuro de la lucha
contra la corrupción. Para lograr lo anterior, se abordaron los retos que enfrenta
la región en el fortalecimiento de la democracia y las capacidades institucionales
de los gobiernos, la recuperación económica de manera sostenible a nivel global
y la focalización de medidas anticorrupción con enfoque de género.
Panel 1:
LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN
Y SU VINCULACIÓN CON
LA DEMOCRACIA
Introducción
• La crisis del COVID-19 ha evidenciado con mayor fuerza los problemas que
la democracia y el aparato público venían demostrando desde antes de 2020.
Grandes escándalos de corrupción, instituciones debilitadas y bajos niveles
de confianza ciudadana deberían ser reconocidos como el escenario político
con el que se enfrentó esta pandemia.
• La crisis del coronavirus ha estresado a las organizaciones, al aparato público
y también a la institucionalidad anticorrupción. La emergencia sanitaria ha
sido una justificación para rehusar la utilización de licitaciones como regla
general de contratación, abusando del trato directo, lo que ha dado origen a
importantes problemas en los procesos de compras públicas.
• El mal uso de recursos públicos durante la pandemia pone en tela de juicio el
funcionamiento de la institucionalidad, daña la confianza pública y, lo que es
más grave, tiene un impacto directo en la salud y en la vida de las personas.
• El costo de la corrupción es muy alto para la democracia y para la economía.
Sin embargo, el principal costo de la democracia lo paga la ciudadanía en su
conjunto.
• El 90 % de los participantes del seminario considera que la corrupción ha
sido un obstáculo para enfrentar el COVID-19. A raíz de esto, es necesario
comenzar a identificar las lecciones que esta enorme crisis nos deja.
Buenas prácticas
Recomendaciones
Panel 2:
ECONOMÍA SOSTENIBLE
Y LIBRE DE CORRUPCIÓN
Introducción
Buenas prácticas
Recomendaciones
Panel 3:
LUCHAR CONTRA LA CORRUPCIÓN
CON ENFOQUE DE GÉNERO
Introducción
Buenas prácticas
Recomendaciones
COLOQUIOS DE ANÁLISIS DE
JURISPRUDENCIA ADMINISTRATIVA
RELEVANTE: REGLAS PARA LAS CUENTAS
DE REDES SOCIALES DE AUTORIDADES
Organizador:
Centro de Estudios de la Administración del Estado, de la Contraloría General de
la República
Moderador:
Camilo Mirosevic Verdugo, jefe de la División Jurídica en la Contraloría General
de la República
Panelistas:
Lister Sepúlveda Pérez, abogado en la Contraloría Regional de Arica y Parinacota,
y Carolina Helfmann Martini, abogada, profesora de Derecho Administrativo y
Municipal de la Pontificia Universidad Católica de Chile
Fecha:
13 de noviembre de 2020
Lugar:
Coloquio web
deber de los órganos del Estado respetar y promover los derechos esenciales
que emanan de la naturaleza humana» (Constitución Política, artículo 5º,
inciso segundo), «son públicos los actos y resoluciones del Estado, así como
sus fundamentos y los procedimientos que se utilicen para ello» (Constitución
Política, artículo 8º). Se basa además en las garantías constitucionales de la
libertad de emitir una opinión y la de informar sin censura previa en cualquier
forma y por cualquier medio, sin perjuicio de responder a los delitos o abusos
que se cometen en el ejercicio de estas prerrogativas (Constitución Política,
artículo 19, Nº 12) y en el derecho a presentar peticiones ante la autoridad sobre
cualquier asunto de interés público o privado de las personas, sin otra limitación
que proceder en términos respetuosos y convenientes (Constitución Política,
artículo 19, Nº 14).
Uno de los casos que más ha llamado la atención por su repercusión internacional
ha sido el de Donald Trump, asiduo usuario de Twitter que emite información
oficial y se vale de la red para medir distintos aspectos de su gestión. En concreto,
la discusión se ha centrado en la posibilidad de bloquear a seguidores que no
comulgan con las ideas del mandatario. El tribunal federal y posteriormente la
corte de apelaciones sostuvieron que existe una prohibición de bloqueo, porque
se trata de un foro público, es decir, las autoridades comparten información y
obtienen retroalimentación por parte de los ciudadanos. En ese sentido, no se
podría expulsar a un individuo, a pesar de que la cuenta sea personal. Si bien la
cuenta Twitter de Donald Trump existía antes de su elección como presidente
de los Estados Unidos, una vez que él asume su cargo la empieza a utilizar con
fines de gobierno, esto es, institucionales y, por lo tanto, de alguna forma se
contamina de ese carácter y pasa a ser representativa de un foro público. No
obstante, una vez que abandone sus funciones de presidente va a volver a ser
una red privada, por lo cual recobraría la facultad de bloquear a los usuarios
con plena libertad. Este era el segundo caso que se generaba en dicho país, el
anterior involucraba a Facebook y era una acción de certeza presentada ante
la Corte Suprema, por medio de la cual el Gobierno preguntaba si existe o no
el derecho de bloqueo. El máximo tribunal todavía no se ha pronunciado y,
considerando los últimos hechos, se ignora si eventualmente se reconocerá la
prerrogativa, o bien la acción va a ser retirada.
Sin embargo, hay que llegar a un consenso, según el tipo de sociedad que
queremos construir y donde las relaciones con la autoridad deben considerarse
en un ámbito vertical u horizontal. En relación a lo mismo, surgen preguntas:
¿qué es lo que se entiende por lo respetuoso?, ¿no emplear peyorativos? ¿es
respetuoso dirigirse con cierta solemnidad a la autoridad? y ¿qué es conveniente?,
¿es conveniente interpelar al ministro de Salud en momentos especialmente
complejos para el país? ¿o más bien parece inconveniente interpelar a una
autoridad que está sujeta a una enorme carga de trabajo por las condiciones
actuales?
Coloquios de análisis de jurisprudencia administrativa relevante:
reglas para las cuentas de redes sociales de autoridades
179
Ahí sin duda, la Contraloría podría ejercer una labor importante, pero va a ser
una tarea más bien educativa o casuística definir en qué consiste la expresión
términos respetuosos y convenientes.
Este tema también ha sido discutido en otras jurisdicciones, por lo que podemos
tomar algo de lo que hay y que puede servir para el debate. La Corte Constitucional
de Colombia hace la siguiente declaración «al momento de posicionarse como
funcionario público, el accionante debía estar preparado para la exposición de
sus actuaciones ante los medios la comunidad en general y las críticas o quejas
ante las instancias de control las cuales además de legítimas resultan válidas
frente a temas de interés público» (sentencia T-277-18).
Como segundo punto ¿podría existir un acto administrativo emitido por redes
sociales? ¿o no existe un acto administrativo, pero se producen otros tipos de
efectos? El concepto de acto administrativo que da la ley Nº 19.880 es complejo.
Si nos atenemos a la expresión «decisiones formales» (ley Nº 19.880, artículo 3º,
inciso segundo), no habría un acto administrativo. No obstante, si continuamos
leyendo, el artículo habla de los dictámenes, declaraciones de juicio, constancia o
conocimiento (ley Nº 19.880, artículo 3º, inciso sexto), podríamos estimar que lo
divulgado en una red social constituye un acto administrativo. Después tenemos
una limitación formal relacionada con aquellos lugares donde se contienen esas
decisiones: decretos supremos y resoluciones, aunque la jurisprudencia ha
restado valor a esta restricción formal.
Por otra parte, hay una norma muy antigua donde se señala que ingresarán
anualmente al Archivo Nacional los documentos de los departamentos del
Estado que hayan cumplido cinco años de antigüedad (decreto con fuerza de ley
Nº 5.200, de 1929, artículo 14, letra a). Así, todo documento, una vez transcurridos
cinco años, se debe enviar a este registro. Esta regulación fue modificada a
partir de la ley Nº 21.180 y si revisamos qué significa la expresión documento,
lo cierto es que las primeras tres definiciones que nos da el diccionario nos
Coloquios de análisis de jurisprudencia administrativa relevante:
reglas para las cuentas de redes sociales de autoridades
181
Una cuarta problemática tiene que ver con la duplicidad de redes. Si una persona
vive en una comuna cualquiera, ¿a quién hay que seguir en redes sociales, a
la municipalidad o al alcalde? Podría tener más seguidores el alcalde y más
publicaciones la municipalidad. Si se revisan ambas redes, se podría ver que en
las dos existe identidad en cuanto a la información oficial sobre la comuna y la
actividad del respectivo municipio, pero también información diversa que obliga
a seguir ambas cuentas si se quiere estar enterado de todo lo que ocurre en la
comuna.
persona, porque se está obligando a los ciudadanos de una comuna a tener que
seguir dos redes sociales para saber lo que ocurre en el sector en el que viven, lo
que no es compatible con las disposiciones comentadas anteriormente.
Con todo, existen distintas normas en relación al primer tema abordado, esto
es, los términos en que los ciudadanos se dirigen a las distintas autoridades.
Hay diversas posibilidades, por ejemplo, podríamos legislar al respecto o la
Contraloría podría ejercer una labor interpretativa y educativa, pero sobre todo
tiene que ver con valores que, de alguna forma, estamos redefiniendo en la
sociedad chilena y, por consiguiente, se trata de un asunto que quizás excede
lo jurídico.
Como una reflexión final, reproduzco con una traducción informal un párrafo
de la sentencia de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos en el caso del
presidente Donald Trump: «La ironía de esta discusión radica en que la estamos
teniendo en un momento en que la conducta del Gobierno y de los funcionarios
públicos está sujeta a mayor escrutinio o a un debate mucho más amplio en
el sentido de participación. Se trata de una discusión que abarca un amplio
abanico de ideas y puntos de vista y que genera importantes niveles de pasión y
de intensidad, como no ocurre con otros temas. Este debate, aunque incómodo,
es una buena cosa». Estas palabras reflejan fielmente lo que está ocurriendo
hoy en Chile.
No queda más que felicitar a la Contraloría por este cambio de criterio y esperar
que en el futuro veamos más pronunciamientos, ojalá haciéndose cargo de
alguno de los aspectos que mencionamos o bien de otros.
Conclusiones finales
contexto en que esta materia no era tema; lo referido a los delitos informáticos
que corresponde a una ley de los años noventa, lo que nos indica que no existe
parámetro jurídico y eso hace muy difícil la labor de dictaminar.
En ese contexto, el análisis del tema fue el siguiente: las redes sociales hoy
en día reemplazan a las páginas web o por lo menos son equivalentes a estas.
Antes los servicios se comunicaban con los ciudadanos de forma más dinámica
por medio de las páginas web, hoy en día casi pasan a segundo plano estos
sitios desde el punto de la información, aunque siguen permitiendo acceder a
los servicios, lo que no permiten las redes sociales.
A modo de ejemplo, ¿qué pasaría si yo, antes que se firmaran los dictámenes, me
dedicara a publicarlos en mi cuenta personal de Twitter y a hacer comentarios de
estos? Eso supondría un privilegio y tendría seguidores probablemente, porque
revelaría información desconocida para los ciudadanos, quienes solo podrían
acceder a ella más tarde a través de la base jurisprudencial. En atención a esta
prerrogativa, el poder bloquear usuarios libremente generaría una discriminación
y una discrecionalidad que debería estar limitada en algún sentido. Por otro
lado, también es cierto que las redes sociales se prestan para desinformación,
gente irresponsable y malos tratos, lo que hace necesario compatibilizar ambos
aspectos de la ecuación.
En primera instancia, la respuesta fue que las cuentas de las autoridades son
privadas, por eso la Contraloría se abstuvo de emitir pronunciamiento. Sin
embargo, luego se volvió a analizar y se llegó a la conclusión de que en realidad
existía un problema práctico. Jurídicamente la abstención pudo estar perfecta,
ya que no parece posible regular la cuenta privada del ministro, pero sucedió
que, como se pusieron reglas a la cuenta institucional, de neutralidad, de no
discriminación para la autoría, se hizo fácil crear una cuenta personal o utilizar la
cuenta existente de la autoridad y desde ahí publicar la información oficial, antes
que en la cuenta institucional y, dado que era privada, no estaba sujeta a ninguna
regla. Por lo anterior, se volvió a analizar la situación y se consideró lo que se ha
hecho en varios dictámenes: interpretar las normas con un sentido de realidad y
evitar que se genere lo que podría denominarse evasión de las reglas del uso de
las cuentas institucionales mediante cuentas privadas que, además genera un
privilegio —por ejemplo, un alcalde que va a ser candidato tiene seguidores en su
cuenta porque entrega información oficial del municipio—.
Etapa de Preguntas
¿Cuál es la cuenta que yo debo utilizar y seguir? Si yo tengo más de una cuenta
institucional, ¿qué hago? ¿cuál sigo? ¿cuál es la que me importa si ocupo Twitter
o Facebook u otra red social?
¿Qué pasa con las cuentas de autoridades cuando las personas dejan el cargo
y, en el caso particular, una cuenta creada para el cargo y administrada por un
community manager del servicio público?
que fue emitida por una autoridad no debe perderse, se debería tener acceso a
la misma de manera posterior. Esto cobra importancia cuando hay cambios de
autoridades y se requiere que se mantengan los registros internos.
En el caso de Twitter, hay cuentas oficiales a las que tanto los individuos
como esa compañía les otorgan esa categoría, por la finalidad que cumplen,
en atención a la relevancia de la información que predomina. Sin embargo,
luego que termina una autoridad en su cargo, la persona estaría usando esta
información de manera privilegiada. Segundo, se estaría arrogando un cargo que
no tiene, en el cual cesó, pero se mantendría en la red social bajo la impresión
de su antigua función, ¿qué pasa con esta estela de elementos que utilizaba
para comunicarse para tener cabida en las redes sociales?, eso es un tema que
esencialmente hay que solucionar en algún momento y analizar la importancia
de tener ese registro para saber si esta información es susceptible de alguna de
alguna infracción funcionaria o no.
Referencias
Normativa
Contraloría General de la
República. Dictámenes:
• Nº 43.233 (2015).
• Nº 14.953 (2019).
• Nº 18.671 (2019).
• Nº 6.696 (2020).
Coloquios de análisis de jurisprudencia administrativa relevante:
reglas para las cuentas de redes sociales de autoridades
191
Tribunal Constitucional
de Colombia. Sentencia:
CONTRALORÍA GENERAL DE LA
REPÚBLICA (2020). RADIOGRAFÍA
DE LA CORRUPCIÓN: IDEAS PARA
FORTALECER LA PROBIDAD EN CHILE
que las opiniones serían una construcción tanto de lo que se imagina de una
situación como, también, de lo que los demás nos han informado sobre ella.
Por lo tanto, su formación es algo más complejo que la experiencia directa de
los individuos. Las percepciones o «imágenes mentales», como las ha llamado
la sociología, se forman a partir de los distintos eventos o desafíos que se
presentan al conocimiento en el mundo de la vida, como también de información
provista por terceros, incluyendo la prensa. Por lo mismo, estudios de sociología
en temas de corrupción incluyen en su análisis el nivel de libertad de prensa de
un país2.
2 Por ejemplo, existen investigaciones académicas que muestran que, en los estados más
represivos, hay 40 % menos de noticias sobre corrupción (González Toro et al., 2019).
196 Isabel Aninat Sahli
Otro fenómeno manifestado durante 2020 fue el uso masivo de las tecnologías.
El libro hace hincapié en la utilización de esos avances para analizar grandes
cantidades de datos —para prevenir irregularidades—, el empleo de blockchains
y la promoción de un gobierno abierto. Ellas pueden servir, como el informe
subraya, para fomentar la participación ciudadana. En las auditorías su potencial
es enorme, pues podrían dar lugar a sistematizaciones transversales. Para
quien desee asumir el desafío, existe aquí un campo fértil para formar lazos de
cooperación con los centros académicos.
En los próximos años, el reto es, creo yo, lograr consolidar ese sistema
interinstitucional y que el ordenamiento jurídico permita espacios para la
coordinación, a fin de poder desarrollar un trabajo constante y sistemático.
Evitar las soluciones fragmentadas a las que, como decía al inicio, nos hemos
acostumbrado. ¿Cómo hacerlo?, ¿qué impedimentos existen?, ¿qué incentivos
debemos incorporar? Esas son las preguntas que debemos responder en los
próximos meses.
Referencias
Editorial
Artículos
Silva Bustos, Natalia Andrea: Plataforma Nacional para la Reducción del Riesgo de
Desastres, mecanismo efectivo de gobernanza para la formulación e implementación de
política pública
Ríos Vidal, Luis Alberto: Análisis crítico de la reglamentación sobre gestión de riesgos
contenida en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones
Artículos internacionales
Huezo Melara, Álvaro Renato: El control constitucional frente a la autoridad del ente
contralor del Estado. El caso de El Salvador
Análisis jurisprudencial
Actualidad
Recensiones bibliográficas