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INSTITUTO TECNOLOGICO SALESIANO ELOY VALENZUELA

GUÍA DE APRENDIZAJE CODIGO: MP-GUIA-001


Proceso Pedagógico
VERSION: 2 Guía # 5

ÁREA: ÉTICA Y VALORES, Y EDUCACIÓN RELIGIOSA ASIGNATURA: ÉTICA Y VALORES PERIODO: 3


UNIDAD TEMÁTICA: EL TRABAJO Y LA ÉTICA CRISTIANA DOCENTE: Maricela Solano
NOMBRE DEL ESTUDIANTE: GRADO: 8-____
DESEMPEÑOS:
Comprende y explica los principales dilemas éticos que enfrentan las personas en su vida cotidiana en relación al
trabajo, el discernimiento de su vocación y la elección de su profesión
OBJETIVO DE LA GUÍA:
Comprender la importancia de la vida laboral en su futuro y su correspondencia con la ética cristiana.
CONTENIDOS: EL TRABAJO Y LA ÉTICA CRISTIANA

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
¿Sabes qué dice la palabra de Dios acerca del trabajo?

Es preocupante ver que hoy en día se están moviendo una serie de ideas y de pensamientos acerca del
trabajo que no van de acuerdo a lo que dice Palabra de Dios; es común ver que las personas buscan obtener
éxito de manera fácil, sin esfuerzo alguno.

Como cristianos debemos basar nuestro pensamiento acerca del trabajo en lo que dice la Palabra de Dios
y en su ejemplo. En los capítulos 1 y 2 del libro de Génesis, vemos cómo Dios trabajó seis días para crear el
mundo y en el séptimo descansó. También debemos comprender que el trabajo no es una consecuencia
del pecado de Adán y Eva, porque antes de que sucediera esto Adán ya trabajaba en el huerto del Edén.
Asimismo, la palabra trabajo es mencionada más de 700 veces en la Biblia, eso nos muestra que, sin duda,
para Dios es importante el trabajo.

¿Por qué debemos trabajar?


La Biblia dice: “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, a
donde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.” (Ec. 9:10, Reina Valera Revisada 1960). Este
versículo habla de que debemos trabajar con esfuerzo, pero ¿por qué? Bueno también la palabra dice: “En
lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor” (Ro. 12:11) Entonces lo
que nos dice Dios es que no debemos de ser perezosos; debemos trabajar con esmero y servirle con
entusiasmo.

¿Cómo podemos servir al Señor en nuestro trabajo?

“y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el señor y no para los hombres;” (COL. 3:23)
Si podemos considerar nuestro trabajo como un acto de alabanza o servicio al Señor; podemos eliminar
toda sensación de aburrimiento o apatía en las cosas que hacemos. El trabajo es parte de la vida; Dios nos
enseña acerca del trabajo; Dios pone dones, habilidades o talentos para desarrollarnos y Dios pone cosas
en nuestras manos para producir.

“Ver el trabajo como alabanza a Dios cambia nuestra perspectiva”


Entonces si comenzamos cada día pensando en que todas las cosas vienen de Dios y todas las cosas son
para Él, va a cambiar la manera en que hacemos nuestras actividades y la actitud con la que nos levantamos
cada día. Ver el trabajo como alabanza a Dios cambia nuestra perspectiva.
Hay una historia que habla acerca de la pereza y no enseña de sus consecuencias. Un viejo granjero tenía
un buey y una mula par arar. Un día, el buey le dijo a la mula: “Hagámonos los enfermos, así podemos
descansar un poco” pero la mula le dijo: “No, tenemos que hacer nuestro trabajo pronto, porque queda
poco tiempo para el cambio de estación”. Pero el Buey, decidió hacerse el enfermo y el granjero le trajo
paja fresca y maíz para que estuviera cómodo. Cuando la mula regresó de arar el campo el buey le preguntó
cómo había estado el trabajo a lo que la mula respondió: “Pues no hicimos mucho, pero creo que estuvo
bien”. El buey le preguntó: “¿Qué dijo el viejo de mí?”, a lo que la mula respondió: “Nada”. Al día siguiente
el buey pensaba que debía aprovechar la situación y nuevamente se hizo el enfermo. Cuando llegó la mula
muy cansada el buey le preguntó nuevamente cómo les había ido a lo que la mula respondió: “Pues no
hicimos mucho”. El buey volvió a preguntar qué había dicho el granjero de él a lo que la mula respondió:
“A mí no me dijo nada, pero lo vi platicando con el carnicero”.

Perezoso significa: “Negligente, descuidado, flojo, persona ociosa” La biblia dice acerca de la pereza:

“Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio; la cual, no teniendo capitán, ni gobernador, ni
señor, prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. Perezoso,
¿hasta cuándo has de dormir? ¿cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar,
y cruzar por un poco las manos para reposo; así vendrá tu necesidad como caminante,” (pr. 6:6-11)
La palabra de Dios pone como ejemplo a uno de los animales más pequeños que Él creó. Esta es una
advertencia para que no cedamos a la pereza y por eso en este texto vemos el resultado de la pereza que
es la pobreza.

“No hay manera en que una persona perezosa logre resultados positivos.”
Con un poco que crucemos nuestras manos podemos perder las oportunidades que Dios nos da día a día.
La pereza siempre traerá un resultado negativo, no hay manera en que una persona perezosa logre
resultados positivos. Y todo comienza desde nuestro hogar porque no solamente hablamos de trabajar en
una empresa o negocio. Estamos hablando del trabajo en general, aún en nuestra propia casa. Si no
hacemos lo correcto vamos a afectar a los que están a nuestro alrededor.

Hay personas que creen que todo lo harán por ellos, y es normal que se les cargue la mano a las personas
más comprometidas, pero en el perezoso no se puede confiar por que las personas a su alrededor saben
que no va a lograr nada. Dios quiere enseñarnos a través de su palabra lo que es trabajar y dejar la pereza
a un lado.

Dios quiere que nos alegremos en todo aquello en lo que trabajamos, la Biblia dice: “Así, pues, he visto que
no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo
llevará para que vea lo que ha de ser después de él?” (Ec. 3:22) Es muy triste ver que hay personas que no
están contentas o alegres con lo que hacen, pero esta no debe de ser nuestra actitud. Dios nos quiere
bendecir, pero debemos esforzarnos y trabajar para alcanzar las metas que tenemos por delante.

Dios ha encomendado a cada uno de nosotros un trabajo o ministerio, y aquí también hablamos de nuestro
servicio a Dios. Jesús dijo: “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.” (Jn.
4:34). No hablamos únicamente de predicar el evangelio, sino que también de dar fruto en el lugar que Dios
nos ha puesto. Debemos producir dentro del cuerpo de Cristo usando los talentos y dones que Dios nos ha
dado.
¿Qué fruto estamos dando en otras personas?
No debemos limitarnos solo a recibir, sino que también debemos de preguntarle a Dios por aquello que
debemos hacer en su obra. No podemos conformarnos con lo que hacemos y tenemos, ya que
comenzaremos a acomodarnos y ya no habrá esfuerzo ni sacrificio. Dios no quiere que estemos cómodos,
Él quiere que aprendamos a servir y trabajar para su obra. La actitud, el ánimo y la entrega con la que
hacemos las cosas en su obra, son muy importantes para Dios. El Apóstol Pablo escribió: “Pero os
ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande
desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros. Porque vosotros mismos sabéis de
qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, ni comimos
de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno
de vosotros; no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos
imitaseis. Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere
trabajar, tampoco coma.” (2 Te. 3:6-10).

En este fragmento de las escrituras Pablo estaba hablando a personas cristianas, él está ordenando que nos
separemos de las personas que son perezosas e irresponsables, porque son mala influencia y mal ejemplo.
Son personas que se aprovechan de los demás y que quieren obtener las cosas fácilmente. Ser perezoso no
es correcto y no es lo que la palabra de Dios nos enseña.

Debemos usar al máximo nuestro talento y tiempo.


Esto también habla de una diferencia entre el trabajo y la ociosidad. El relajarse y recrearse provee un
balance necesario para nuestra vida, pero cuando es tiempo de trabajar los cristianos debemos ser
diligentes en hacerlo. Debemos usar al máximo nuestro talento y tiempo, y hacer todo lo necesario para
buscar nuestro sustento y el de los que dependen de nosotros. Debemos de ser jóvenes productivos que
den el ejemplo a las personas que están a nuestro alrededor en nuestra casa, trabajo, amigos e iglesia.
Cuando nos encontramos desanimados debemos buscar a Dios para que nos ayude a salir de ese estado de
ánimo y con su dirección no caer en la pereza para lograr ser hombres y mujeres responsables dedicados y
obedientes al Señor.

No dejes que el cansancio se acumule


La palabra de Dios dice “Para mí el vivir es Cristo” y en relación al trabajo así debe de ser. Cada día en la
mañana al levantarnos debemos pensar que lo que haremos es para Cristo. Es natural sentirnos cansados
o desanimados, pero no debemos de dejar que esto se acumule. Es hermoso vivir y debemos valorar cada
día y vivirlo al máximo. Con la ayuda del Señor debemos intentar ser y hacer lo mejor que está en nuestras
manos. Es momento de escuchar a Dios y preguntarle si estamos haciendo bien nuestro trabajo. Es
momento de ser esa luz que no se puede esconder y brillar como Dios quiere que lo hagamos.
Autora: Pastora Gloria Chapa
EVALUACIÓN (Establecer criterios de evaluación, fecha y criterios de entrega de las actividades)
ACTIVIDAD 1: (Se sacará una nota)
a. Representa con un dibujo (con colores) el trabajo que Dios concedió a Adán.
b. Representa en una historieta de mínimo 5 viñetas (con colores) la historia de la mula y el buey.

ACTIVIDAD 2: (Se sacará una nota)


a. ¿Cómo el trabajo que sueñas desempeñar a futuro podría agradar a Dios? (Responde en un párrafo de mínimo
8 renglones)
B. Explica lo que quiere decir “Ver el trabajo como alabanza a Dios cambia nuestra perspectiva”. (Responde en un
párrafo de mínimo 8 renglones)
c. ¿Por qué una persona perezosa no podrá alcanzar sus metas? (Responde en un párrafo de mínimo 8 renglones)
d. ¿Cómo el trabajo que sueñas desempeñar a futuro puede ser de ayuda a tu familia y a la sociedad? (Responde
en un párrafo de mínimo 8 renglones)
e. ¿Por qué debemos usar al máximo nuestro talento y tiempo? (Responde en un párrafo de mínimo 8 renglones)
F. ¿Por qué no debemos dejar que el cansancio se acumule? (Responde en un párrafo de mínimo 8 renglones)
BIBLIOGRAFIA – WEB GRAFÍA
http://www.jovenesdebrisas.com/que-dice-dios-sobre-el-trabajo/

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