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r Bee Oe ee n poder del. que ya'56 C8 as peaati viet cierto 3 ve decsiones orales de gracias (cf. c. 59 § ae ciertas limitaciones) y 5. CONTENIDO PROPIO DE LOS RESCRIPTOS: a) La administracion de gracias en el dmbito canénico B El rescripto es el vehiculo formal del que normalmente s¢ sirye o autoridad eclesidstica para conceder gracias. Y decimos normalmente privi Porque no se excluye la utilizacién de otros medios, como la si road] concesién de viva voz cuando las circunstancias asf lo aconsejen, p ‘didi Para este supuesto, ha de tenerse presente que aunque gdot b Puede usar en el fuero intemo una gracia que le ha sido concedida d u bra, tiene obligacién de probarla para el fuero externo cuantas El exija esto legitimamente> (c. 74), ’ natorio y loque Gracia, en el ambito de gobierno, es algo que no se debe en Rice's Justicia, y que repercute favorablemente en la esfera juridica del ytende clario; p. ej, ampliando Sus posibilidades de actuacién o sus trata, e) eximiéndole de obligaciones. Por su cardcter racioso, la aut conced 138 ACTOS 1URIDICOS competente puede o no concederla, de acuerdo con su prudente juicio de Sportunidad, tras ponderar si supondré verdaderamente un bien para cl sHieto y sies compatible con el bien piblico o el interés general, Esta actuacién diserecional es bien distinta de la arbitrariedad. La dis: crecionalidad, rectamente entendida, ademds de respetar los aspectos re- ‘lads por las normas (condiciones, garantfas, plazos, ec.) y de ajustarse {Tconjunto del ordenamiento,esté al servicio de la equidad (de lo que es justo en el caso concreto), y se ordena a la consecuciGn det bien comén, Tanto la discrecionalidad de la autoridad como el propio hecho de admi- nistrar gracias no se oponen al trafo igual que se debe a los sujetos: ya que {a igualdad, en Derecho, tiene en cuenta la proporcién, «es decir, no signi- fica dar a todos lo mismo, sino dar a todos lo que les corresponde, de ‘modo que a igual situacién el trato debe ser igual y a distinta situacién el trato debe ser distinto, pero proporcional» (Hervada). La concesién de gracias puede justificarse por la intrinseca limita- de las normas para prever con cardcter general todas las circu tancias, y armonizar el bien comin y el bien particular en cada una de las situaciones. Raz6n a la que se afiade en la Iglesia la gratuidad mis- ma de la Redencién y las exigencias de flexibilidad de su ordenamien- to (vide II, 5), que busca primordialmente la salvacién de las almas (ef. c. 1752). No €s extrafio, por eso, que la concesién de gracias tenga una tradicién tan larga y cierto cardcter de ordinaria administracion en el Derecho candnico (Canosa). Entre las gracias que puede conceder la autoridad eclesisstica, se cuentan dos tipos regulados de modo especffico, como institutos candni- os: el privilegio y la dispensa, a los que el Lib. I, Tit. IV del Cédigo dedi- ccasus caps. IV y V. b) Elprivilegio Privilegio es «la gracia otorgada por acto peculiar en favor de de- erminadas personas, tanto fisicas como aaa que puede ser concedida por el legislador o por la autoridad ejecutiva a la sates sislador haya otorgado esa potestad (cf. ¢. 76 § 1). El privilegio es un instrumento de lo justo, no un benefici natorio. Su definicién clisica como «lex privata favorabilis» Jo que tiene de caracteristico: poseer el valor imperativo de ‘aunque esté dirigido solo a algunos (: Spore agers mac cANowteO ects vr (derechos. pote, sco lc. aang tivo de tipo con paves cone ey re id ‘en la doctrind EF“, (Labandeira); 0 si el e. 76 § | sete a ees se ei wueden Ser slador haya otOrgado esta pene. ead onbardl a roridad ejecutly mesons saat Bind: femamente 5° én, los privile su drain los ries ” eee «, si bien se presum ep Tingue entre privilegios per te en peace dt ns Pep i alas person“ijos personales) lo hacen directamente, ni i a cpl eee inmediato (cf. c. 78). : Los privilegios pueden extinguirse por diferentes casas, Prevists en os ce. 78-84, ©) Ladispensa tro de los medios que confieren flexibilidad al ordenamiento ex ‘nénico es a dispensa, que consiste en la «relajacién de una ley mera- mente eclesidstca en un caso particular» (e. 85), n no innova el ordenamiento, y es la propia: tra ius; pues su conces formaliza esta institucién, normativa canénica la q u_peReCHO CANONICO ypucct NA , , cies porn oti se ed , ser er dome , st cited Be iirc epee Spiny a ca Se Agonahi 2 hid tas demés eyes ina a ea cannon ryt aspera a ec pelos parcuaresgdegtbes N / aa piteles, de las procedentes cncies pastel ¥! erect par, ne Ps srt me yo ae Sen cel pela er rales de dispensa (0 as que puede sad ‘is Saige toe ee 1047 § 4, 1078-1080, 1127 § 2, 1245), pueden. cee o los ps, My ie hae nos nae ee * pte oie an respecto asi mismo» (c. 9). Para dispensar de una ley eclesidstica debe haber una «causa jus, ¥ razonable,teniendo en cuenta las circunstancias del cao y la graye dad de la ley dispensada: de otro modo, la dispensa es ilfeita,y sino hg sido concedida por el mismo legislador o por su superior, e§ tambigy invilida» (c. 90 § 1). En efecto, asf como toda norma debe. Ser racional, la 4¥.no fruto exclusivo de la voluntad de su autor (vide VI, 1), la dispensa ‘ debe estar motivada por una causa justa y razonable, y no depender del uy 4 arbitrio de quien la concede. sna lalacin de una ley (dirjgida al bien comdin) en principio supone pordao socal que debe estar excusado por las eircunsteatae del caso ACTOS 1uRto1C08 66. ACTOS JURIDICOS DE LA AUTONOMIA PRIVADA, Al gual que I ediicacion del Iglesia no ex trea solo de a erat Sucrrecén jrdlen deponde ano dei somacion de a auiseded ‘Siosies comma de In vareda actividad que coneapends los aan fron del Pucblo de Dios en vid ds su dignady thered (LO. Es imposible establecer una distncin perfect entre lo publica to privado dentro de la Iglesia, porque hay muchos ambitog interme. {ie doode no excl determina gus cortaponde en mtsatsd ye ‘Tee niciativa persona, y porgue euler actuaion de los Files Gabe ovdenarse, en timo terol find a Ile ques salvae Gita dc las almas. Pero eso no imple que haya enpucia de activin pets ee pence ds ncuron rade, cc de a Meio gnc se roconoce a porsona pars que recat te laciones juridicas que corresponden a su esfera de libertad ¢ iniciativa personal» (Molano). Manifestaci6n tipica de esta autonomia privada son wna serie de figu- ras contractuales, cuyo objeto puede ser variadisimo: constitucién de aso- ciaciones © fundaciones privadas, negocios de tipo patrimonial, etc. El Derecho canénico, en orden a encauzar la autonomfa privada en la Iglesia segiin el Derecho divino y lo que dicta la prudencia humana, ofrece algunas normas en esta materia. Entre ellas destacan las que for- ‘malizan los derechos fundamentales relativos a la condicin de libertad de los fieles (como los cc. 211, 214, 215, 219 6 227), y que se desarro- lian en otras disposiciones: a) para facilitar su ejercicio, o excluir algu- nas actividades reservadas a la Jerarqufa (p.¢j.. ec. 300, 301) 0 que son inconvenientes para ciertos fieles (p. e). c. 285); y b) para determinar mejor los requisitos esenciales y formales de ciertos actos. 7. LA PRESCRIPCION La prescripcién es un modo de adquitir 0 de perder derechos, ast como de librarse de obligaciones, por el transcurso del tiempo con ciertas condiciones. ‘Aungue este insttuto juridico, regulado desde el Derecho romano liso, se base en un hecho juridico, més que en un acto juridico, teresa ‘al menos mencionarlo por su aplicacidn en diversos &mbitos del Derecho cean6nico (patrimonial, penal, procesal ec.) RODUCCION AL DERECHO CANONICO wn El legislador eclesidstico remite en esta materia a 10 dispuesto por el Derecho civil de cada lugar, salvo en aquello que determina el CIc (ce. 197-199), donde se recuerda que una de las exigencias de la pres- cripcién es «la buena fe» (p. ej., utilizar de buena fe un bien, como si fuera propio), y se detallan algunos derechos y obligaciones que no es- tan sujetos a prescripcién (Ios que son de ley divina natural 0 positiva, Jos que se refieren directamente a la vida espiritual, etc.).

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