Ese afán de colonizar nuevas tierras por parte de la corona española género un
proceso de división de los sectores sociales, los indios fueron llamados naturales y
los conquistadores eran gente de razón, nobles y ricos, desde ya se evidenciaba el acceso al conocimiento que dicho sector tenía y lo aplicaban en el proceso de colonización sobre los que desconocían de la nueva cultura, generando una influencia directa de la iglesia sobre la cotidianidad, situación que se mantiene en la actualidad en varios sectores de la educación. Para los siglos XV al XIII, durante
el periodo del mercantilismo, se observa la aparición de tres clases sociales los
obreros, capitalistas y terratenientes, es decir, que «el mundo se va volviendo cada vez más desigual» , pues la distribución de la riqueza no se hacía de forma equitativa, según lo planteado por Piketty quien comparó el porqué de la distribución de la riqueza frente a las teorías de Simón Kusnest y Carl Marx, concluyendo que el capitalismo a medida que avanza afianza la desigualdad social, es decir que siempre se marca los sectores que pueden y los que no, acceder al conocimiento. Carlos Marx, determina que la mala distribución de la riqueza no iba a favorecer a los terratenientes sino a la burguesía industrial, afectando siempre a las clases sociales más bajas incrementando la desigualdad social, es decir que dichos pensadores no estaban lejos de determinar las causas y las consecuencias de una mala distribución de la riqueza y de cómo cada vez ésta permitía que unos pocos se apoderaran de ciertos sectores sociales entre los que se encuentra la educación, no solo por el poder adquisitivo que tienen para acceder a ella, sino por que quienes la dirigen y planifican son quienes desean monopolizarla.
Teniendo como base lo mencionado anteriormente, es preciso decir que el
proceso de desigualdad social se ha dado de manera histórica en todos los sectores, pero de manera especial se ha utilizado la limitación de acceso a los derechos fundamentales y principalmente en la educación para arraigar la brecha que separa aquellos que detentan el poder y los sectores más pobres.