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LA LITERATURA MODERNISTA
ÁREA DE COMUNICACIÓN
APELLIDOS Y NOMBRES
Debido a diversos factores derivados de las trasformaciones sociales, políticas, filosóficas e incluso
científicas, la sociedad occidental desde finales del siglo XIX hasta los primeros años del siglo XX
sufre un período de crisis durante el que se cuestionan principios y valores que hasta ese momento
habían permanecido intactos. De esta crisis nace un sentimiento de malestar, heredero del
movimiento romántico. En la Europa occidental entran en crisis los valores de la sociedad burguesa
decimonónica. Por una parte, se quiebra la fe en el progreso al comprobar los desequilibrios
sociales, por ejemplo, en el hacinamiento del proletariado industrial en zonas urbanas o el
urbanismo descontrolado. Surgen conflictos entre el poder establecido y movimientos marxistas o
anarquistas. Por otra, se cuestionan los principios filosóficos, morales y religiosos por la sensación
de que el mundo es un caos regido por una voluntad ciega que deja indefenso al ser humano. Se
desarrollan corrientes de pensamiento como el existencialismo o el irracionalismo de Nietzsche. En
España, además, esta crisis se ve agudizada por diversos motivos. Uno es el agotamiento de la
Monarquía parlamentaria fruto de la Restauración con su sistema de alternancia en el poder entre
conservadores y liberales. A eso se suma la denuncia de la oligarquía y el caciquismo como formas
corruptas de gobierno por parte de los Regeneracionistas de Joaquín Costa. Por último, y a raíz del
Desastre del 98 (pérdida de colonias tras una absurda guerra con los Estados Unidos), los
intelectuales plantean el problema del atraso económico, cultural y social de España, aunque con
escaso eco popular.
II. CONTEXTO ARTÍSTICO DEL MODERNISMO
Ante esta conciencia de crisis, los artistas en general adoptan algunos rasgos comunes, entre los
que sobresalen la misma actitud de insatisfacción ante la realidad y una misma actitud ante el arte
literario: rechazo del prosaísmo y renovación del lenguaje de tendencia simbolista. Los jóvenes
artistas de toda Europa se rebelan contra los valores que han sustentado esta situación, como el
positivismo o el utilitarismo, los valores más representativos de la burguesía; así como contra el arte
que lo había reflejado, el Realismo. Frente a estos valores tan materialistas y a esta estética tan
ramplona, se buscan otros caminos en una actitud de rebeldía de clara raíz romántica, que se
caracteriza por su exaltación del irracionalismo o del esoterismo; la preferencia por formas de vida
antisocial: la vida bohemia, las drogas, el alcohol, etc.; y la defensa de la creación artística como
una actividad despreocupada y sin sentido utilitario, que persigue la belleza en sí misma. En este
contexto surgen o se desarrollan una serie de movimientos artísticos que conectan con esta actitud
de rechazo y que influirán de una u otra manera en la literatura española de principios de siglo:
a) Parnasianismo: Los parnasianos buscarán por encima de todas las cosas la perfección formal
de la obra literaria. Representa un intento de alejarse de la realidad de su época por medio de
Docente: Carol Judith Goicochea Melgarejo de Terrones
Quinto Grado de secundaria - Área: Comunicación
la creación de otra realidad artificial en la que sólo importa la belleza. El esteticismo y el deseo
de evasión o escapismo serán las notas distintivas del Parnasianismo. Los parnasianos
seleccionan y describe obras de arte, objetos, personajes o escenas históricas... por su belleza
externa sin entrar en la intimidad. Se trata del «arte por el arte».
b) El Decadentismo, que exalta lo que hay en la sociedad de perverso e irracional de manera que
el artista adopta una aristocrática actitud de desdén al mismo tiempo que bucea en los placeres
socialmente prohibidos como la sexualidad depravada o las drogas.
c) El Simbolismo, la corriente literaria más importante. Para los simbolistas las palabras encierran
una serie de connotaciones y sugerencias que van más allá de su significado lógico. Estas
resonancias permiten establecer asociaciones irracionales (esto es, correspondencias) entre
los distintos campos de la realidad. El poema no vale por lo que dice sino por lo que sugiere.
Los simbolistas también reaccionan contra un arte que se limita a representar la realidad. Ellos
se proponen ir más allá de lo que se puede percibir por los sentidos. La misión del artista será
la de descubrir esas “otras realidades” que existen tras la realidad aparente y luchar con el
lenguaje para intentar sugerirlas al lector.
d) El Impresionismo: en este caso se trata de una técnica pictórica que consiste en la eliminación
de las líneas, en sustentar la pintura en manchas de colores y en la influencia de la luz. Estas
manchas, al tomar distancia, van conformando una imagen (es decir, producen una
determinada impresión) en el ojo del que mira la pintura. Del impresionismo la literatura toma la
tendencia a no ofrecer un retrato completo y detallado de la realidad sino a presentar
elementos inconexos con los que la mente del lector conforma una imagen o una escena.
El modernismo es un movimiento literario que surge en Hispanoamérica a finales del siglo XIX.
Muchos escritores hispanoamericanos habían dejado de interesarse por el estilo y la tradición
literaria española, buscando la inspiración en la literatura francesa. Precisamente, la poesía
francesa del siglo XIX había vivido una renovación del lenguaje a partir de dos movimientos
literarios: el parnasianismo y el simbolismo. Ambos movimientos se basan en la búsqueda de una
belleza artística absoluta. La poesía parnasiana y simbolista utilizaba un lenguaje sumamente
artificial y musical. El modernismo hispanoamericano y español trasladó a la poesía en castellano
ese mismo lenguaje. Ese nuevo lenguaje llegó a España traído por un escritor genial, el
nicaragüense Rubén Darío. Debido a su trabajo como periodista, fue destinado en el año 1892
como corresponsal en Madrid. Junto a él, traía su primer libro, un libro de poemas y cuentos con el
título de Azul (1888). La novedad de su estilo fue tal que dio lugar a una auténtica revolución entre
los poetas españoles, deseosos de imitar aquella poesía nueva. La preocupación fundamental del
estilo modernista es la búsqueda de una belleza ideal y la importancia que sus cultivadores dan a la
forma en el poema. El lenguaje literario debe tener un sonido musical y sugerente, alejado del
lenguaje cotidiano y de los tópicos de la poesía anterior. El arte no debe ser útil, debe ser arte, su
sentido es su belleza y armonía (doctrina del “arte por el arte”)
Ruptura de reglas anteriores: El modernismo literario vino a romper con los estereotipos de rima
y métrica que habían predominado durante tanto tiempo, después de la colonización española.
Esto da aires de libertad y emancipación a las letras, permitiendo una mayor expresividad y
dando pie a lo que luego se conocería como “anti poesía”.
Aboga por la independencia poética del individuo: Cada poeta tiene su estilo único, al tratarse
de un lenguaje propio del alma humana. Cada individuo tiene su oportuno sonido, su letra
adecuada.
Si hay algo que une a los representantes de este movimiento literario, es la pasión con la que
abordan sus temáticas: o se es muy pesimista (el caso claro de Rubén Darío), o se es muy
alegre (como Martí), y así. No hay términos medios, sino una entrega rotunda al sentir.
Introducir musicalidad en los poemas y otros escritos: La estética modernista se caracterizó por
sus frases musicales; los escritores conseguían este efecto a partir de ritmos muy marcados y
de otros recursos tales como la aliteración (repetición de sonidos) y la sinestesia (unir dos
sensaciones o imágenes procedentes de significados muy diferentes. Por ejemplo: “Sonora
soledad”).
Emplear lugares e imágenes exóticas: Los textos modernistas están inspirados principalmente
en lugares exóticos y en culturas milenarias; por ello es común encontrar paisajes que
describen regiones de Oriente (como por ejemplo la India), selvas llenas de una naturaleza
exuberante, lugares mitológicos, entre otros.
Compite con el Romanticismo: Los representantes del modernismo manifestaban una continua
competencia con el Romanticismo. Consideraban a la poesía romántica como una
manifestación sobrecargada de lógica y razón, aspectos que encarcelaban a la imaginación y al
poeta en sí. El Romanticismo era considerado una atadura para el sentir verdadero del poeta.
Sincretización religiosa: Los poetas modernistas tomaban lo que consideraban lo mejor de cada
religión del mundo: hinduismo, cristianismo, budismo, y lo unían en una especie de tratado
perfecto de convivencia de los seres.
El modernismo literario buscaba hermanar a los hombres por medio de las letras, se enfocaba
en aquellas cosas comunes y afines. Pretendía unificar los criterios y dar pie a la convivencia
verdadera.
Los temas más recurrentes dentro de la estética modernistas fueron los siguientes:
Soledad y melancolía: La búsqueda por la belleza y por la evasión no evitaron que los escritores
modernistas les añadieran un matiz triste, melancólico y solitario a sus obras. Esto demostraba
el desengaño de estos artistas ante la realidad y la sociedad de su época.
Así se aprecia en el siguiente poema de Amado Nervo:
“Mira la luna: desgarrando el velo
de las tinieblas, a brillar empieza.
Así se levantó sobre mi cielo
el astro funeral de la tristeza.” (Perlas negras V)
Amor y erotismo: El amor y el erotismo fueron temas recurrentes en los textos modernistas.
Estos elementos se manifestaban, por lo general, a través de la imagen de la mujer.
Lugares exóticos y lejanos: La naturaleza y los lugares extraños también fueron elementos
recurrentes para los escritores modernistas. Por lo tanto, es usual encontrar referencias a
civilizaciones orientales, lujosos palacios, princesas, sultanes, entre otros.
Los castillos, palacios y princesas eran recurrentes en los textos modernistas. Pintura de
Andreas Leonhard.
Entre los géneros del modernismo se encuentran la poesía, la prosa, y la dramática. Cada uno de
los géneros incluye diferentes subcategorías de expresiones literarias. De esta manera la poesía
incluye las líricas y odas; la prosa puede incluir a los cuentos y novelas; la dramática por su parte
incluye al teatro.
Todos los géneros del modernismo son géneros literarios. Los géneros literarios son técnicas
expresivas. Estos se encargan de clasificar todas las obras literarias dentro de categorías
definidas. Cada género literario cuenta con unas leyes tanto de contenido como de forma que los
autores deben respetar.
En el caso del modernismo, los géneros literarios se enfocan principalmente en buscar la belleza
estética y posicionar obras atemporales, es decir, que carecen de una noción del tiempo y el
espacio.
Docente: Carol Judith Goicochea Melgarejo de Terrones
Quinto Grado de secundaria - Área: Comunicación
El modernismo nace en Hispanoamérica entre el siglo XIX y el siglo XX como crítica a la crisis
espiritual vivida en la época. Su principal exponente es Rubén Darío, quien a través de su
producción se opone al realismo.
Sin embargo, existieron múltiples escuelas durante el modernismo. Cada una de ellas responsable
por la producción de obras dentro de los diferentes géneros literarios, valiéndose de un lenguaje
renovado, musical y refinado.
6.1) Géneros del modernismo y sus características
Los géneros del modernismo son la poesía, la prosa y la dramática. Dentro de estos géneros se
pueden evidenciar dos temáticas principales.
La primera es la sensorial, relacionada con el culto por los sentidos y la belleza. La segunda es
intimista, con un tono más melancólico, sensual y triste.
Todos los autores modernistas tienden a tomar una postura o la otra en sus obras literarias.
A) Poesía:
La poesía modernista rompe con el tono clásico literario empleado hasta el momento. Se
presenta de manera innovadora y original, velando por la belleza sobre todas las cosas.
Las reglas tradicionales de la poesía clásica pierden importancia y son modificadas de tal
forma que toda producción literaria fuese más sublime y menos rebuscada
Entre los máximos representantes de este movimiento se encuentran autores como Juan
Ramón Jiménez, Antonio Machado, Salvador Rueda, Manuel Machado y Rubén Darío, siendo
este último el más representativo del modernismo.
El escritor nicaragüense Rubén Darío escribió varios cuentos, entre los que destaca Los
motivos del lobo.
Rubén Darío se destacó por ser el máximo representante de la lírica modernista. Juan Ramón
Jiménez por su parte es considerado como el responsable por renovar la poesía
contemporánea. Antonio Machado es reconocido por presentar una obra poética en la que se
evidencia la evolución del movimiento modernista.
Entre los subgéneros de la poesía modernista se encuentran principalmente la lírica y la oda.
Sin embargo, dentro del género literario de la poesía también pueden ser encontrados el
himno, la elegía y la didáctica.
B) Prosa:
La prosa como género literario del modernismo se encuentra vinculado al Romanticismo, como
una extensión del mismo. Busca exaltar el trabajo del autor como creador de la obra literaria,
oponiéndose al olvido del trabajo creador de cada autor.
La prosa modernista fue tan impecablemente desarrollada. De este modo, las obras del
modernismo se convirtieron en verdaderas y prestigiosas obras de arte, reconocidas hasta la
actualidad.
C) Dramática:
El género literario de la dramática o teatro durante el modernismo se valió del uso de nuevas
técnicas que desencadenaron una inevitable transformación del arte teatral.
La dramática modernista fue libre en sus planteamientos, sosteniendo siempre un diálogo entre
las formas tradicionales del teatro y nuevas técnicas literarias. Por otro lado, el diseño y
desarrollo arquitectónico de la escenografía fue mejorado gracias al uso de nuevas tecnologías
y maquinarias.
Es así como la iluminación juega un papel fundamental para darle un mayor movimiento a las
puestas en escena. La idea tradicional que indicaba la forma cómo debía ser dispuesto un
escenario también sufrió cambios. De este modo, un escenario podía tomar cualquier forma,
ser efímero, móvil o transformable.
La dramática modernista liberó al teatro de su apariencia tradicional. La estructura del arco
proscenio y la disposición de los elementos en escena fue completamente afectada.
Entre los representantes más importantes de la dramática modernista se encuentra Jacinto
Benavente. Este propuso un nuevo tipo de comedia, cargada de diálogos más realistas.
Jacinto Benavente
El modernismo dio paso a la crítica de la sociedad a través de las artes escénicas y la
comedia.
Otro representante fundamental de este género literario durante el modernismo fue Ramón
María del Valle-Inclán, quien se encargó de desarrollar la técnica del esperpento y de renovar
la escena teatral española.
Tanto la poesía como la prosa y la dramática modernista se caracterizaron por compartir los
siguientes rasgos comunes:
Amor por la elegancia: los géneros del modernismo contaban con una fascinación particular por la
elegancia. Esto se evidencia en el uso repetitivo de piedras preciosas y la constante apreciación
por la mitología. La literatura modernista busca exaltar los valores estéticos.
Erotismo y espiritismo: en la prosa y la poesía modernista se aprecia una notable fijación por el
misterio. El erotismo por su parte es resaltado a través del placer y el carácter efímero el mismo.
Fue un escritor venezolano, quien simpatizó de forma notoria con el estilo modernista. Esto se
puede apreciar en su obra Ídolos Rotos (1901) donde el autor plantea el problema al que se
enfrentan los intelectuales y artistas de la época frente a una sociedad cada vez más capitalista y
superficial.
Fue un poeta colombiano, recordado por haber sido precursor del movimiento modernista. De
hecho, formó parte de la primera generación de poetas que se dedicaron a esta corriente literaria.
Su texto más famoso es El libro de los versos, de carácter preciosista pero melancólico y lúgubre.
Así se aprecia en los versos:
“en una angosta sepultura fría,
Lejos del mundo y de la vida loca,
En un negro ataúd de cuatro planchas
Con un montón de tierra entre la boca”
Fue un periodista, poeta y pensador cubano, también considerado por la crítica como uno de los
precursores del modernismo. Uno de sus textos más aclamados es el ensayo titulado Nuestra
américa (1891), en el cual el autor reflexiona sobre los problemas del continente.
Si bien Martí no practicó la evasión de la realidad en este ensayo, la manera en la que usó el
lenguaje y las imágenes tiene un matiz modernista.
7) Julián del Casal (1863-1893):
Fue un poeta de nacionalidad cubana, recordado por ser una de las figuras más emblemáticas del
modernismo. De hecho, mantuvo una amistad cercana con Rubén Darío. Una de sus obras más