estudiantes universitarios necesitan una forma de alimentarse
saludablemente porque la publicidad y la cultura “fast food” hace que opten por alimentos no balanceados que afectan su rendimiento académico, estado de ánimo y salud.
El estudiante es consciente que debe alimentarse sano, porque redundará
positivamente en su salud, estado de ánimo y por ende en su rendimiento académico, se esfuerza para ello, pero el trajín de los horarios de clases, la excesiva publicidad y el sin número de ofertas de comida rápida no saludable, que observa en el trayecto y dentro de su universidad, sumado a la influencias de su entorno, sobre todo amigos y compañeros de clases, hace que no pueda seguir una dieta sana y termine por alimentarse mal, contribuye también, la falta de establecimientos que expendan comida sana y lo complejo que es prepararse una comida de este tipo.
Los resultados del estudio resultan que el 80 % de los estudiantes toman su
desayuno en casa y considera que es saludable y el resto de alimentos lo consumen fuera de casa y estos no son saludables; pero existe la posibilidad de mejorar, buscar o elegir mejores opciones, sobre está variable debemos plantear las soluciones al problema “mejorar la alimentación saludable”, idear e innovar la presentación de comida saludable para este segmento de clientes y/o usuarios potenciales.