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Conceptos y Fundamentos de La Epistemologã - A
Conceptos y Fundamentos de La Epistemologã - A
EPISTEMOLOGÍA
1
Ver: GADAMER, Hans. “Conceptos Básicos del Humanismo: Formación”. En: Verdad y Método I.
Salamanca: Sígueme. 1997. Páginas 38 a 48.
2
Lo real lo vamos a entender como lo que existe, tanto material como idealmente.
3
La realidad la vamos a entender como el constructo mental de cada ser humano que le permite
objetivar lo real.
4
CAZAU, Pablo. Epistemología y Pedagogía. Buenos Aires. 1995.
Es el saber que “usamos todos los días” los seres humanos, más allá de poseer o
no una determinada edad, formación, ocupación o profesión. También se le ha
llamado el sentido común, el saber vulgar o el saber precientífico. E. Nagel indica,
acertadamente, que "la adquisición de un conocimiento confiable acerca de
muchos aspectos del mundo ciertamente no comenzó con el advenimiento de la
ciencia moderna y el uso consciente de sus métodos. En realidad muchos
hombres, en cada generación, repiten durante sus vidas la historia de la especie:
Se las ingenian para asegurarse habilidades y una información adecuada, sin el
beneficio de la educación científica y sin adoptar premeditadamente modos
científicos de proceder"5.
El saber cotidiano lo hemos incorporado por la vía del desarrollo del pensamiento
y del lenguaje y por referencia a una autoridad en la que confiamos. Este modo de
incorporación da cuenta del modo de obtenerlo ya sea por experiencia propia o
ajena. De hecho, en la vida diaria aprendemos muchas cosas útiles tanto si
provienen de comunidades científicas como si provienen de nuestros abuelos.
Práctico, porque su finalidad es obtener información para producir algún resultado útil, y poder
movernos así en el mundo de todos los días. Por este motivo, el saber cotidiano es universal, es
decir patrimonio de todas las personas, más allá de su grado de instrucción e incluso de sus
predilecciones vocacionales. Detrás del saber cotidiano se da un afán por dominar nuestro entorno,
por ejercer un poder que nos permite sobrevivir, o al menos vivir mejor; pero no se da un afán
especulativo por conocer.
Experiencial, porque lo que saben las personas lo saben por ellas mismas y lo han
comprobado por sus propios medios, o porque “lo dijo alguien que tiene autoridad para decirlo”,
que a la vez lo sabe porque él mismo lo ha comprobado por experiencia propia. Es decir que el
saber cotidiano se transmite de generación en generación, y que los primeros que lo adquirieron lo
hicieron por experiencias propias. En última instancia se trata de un saber aprendido por lo que se
ha denominado “método de ensayo y error”, lo que significa que las personas aprenden ciertas
conductas, e incorporan ciertos conocimientos, porque efectivamente éstos les han dado resultado,
han sido exitosos, y eso es más que suficiente para moverse en la vida diaria.
5
NAGEL, Ernest, La estructura de la ciencia: problemas de la lógica de la investigación científica,
Buenos Aires: Paidós, 1968, página 15.
Explicativo, porque no interesa el por qué ocurre algo, él por qué actúan las
personas con base en lo que saben. Es decir que el saber cotidiano sirve para la
vida práctica, en la cual el sujeto utiliza el saber que posee pero no intenta
reflexionar ni buscar explicaciones sobre el mismo. El interés del saber cotidiano
se agota a lo sumo en una explicación superficial, y a veces ni siquiera en ello,
sino solamente en percatarse de una simple correlación. No busca explicaciones
profundas porque el saber diario es efectivo, práctico y útil.
Este tipo de saber da cuenta de diversas inquietudes humanas que van desde las
supersticiones hasta las religiones, las cuales si bien son diferentes entre sí
comparten el hecho de constituir una forma de conocimiento distinta al saber
cotidiano. Las características del saber mítico son:
Explicativo, porque para dar cuenta de lo que sucede en la vida “real” los seres
humanos presentan razones o explicaciones referidas a cuestiones que están más
allá de sus posibilidades demostrativas, ya que no pueden recurrir al saber
acumulado producto de la experiencia propia o ajena. El hombre decide entonces
“inventar una causa” para actuar sobre ella y producir el efecto deseado. Por
ejemplo, tal vez se pueda hacer llover si en las noches de luna llena duermo con
un sapo muerto debajo de la cama (solución supersticiosa), o si invoco la
clemencia o los favores del Dios de la lluvia (solución religiosa). Como vemos, el
hecho de inventar una causa para la lluvia es ya plantearse una explicación para
la misma: llovió porque dormí con el sapo debajo de la cama o porque Dios tuvo
clemencia de mi pueblo. No se trata ya, como vemos, de una explicación
demostrable por la experiencia sino de una explicación más inverosímil, fundada
en vínculos mágicos de causa-efecto. Dotado de esta nueva herramienta
explicativa, y tal vez motivado por su afán y curiosidad, el ser humano se lanzó a
construir explicaciones más vastas, como las de dar cuenta de los orígenes del
universo, del ser humano o de los animales, naciendo así los diversos mitos de la
humanidad.
El paso del saber cotidiano al mítico representa, por un lado, un retroceso, porque
se pasa de un conocimiento fundado en la experiencia a un conocimiento mágico,
pero, por otro lado, representa un avance, por ser el primer saber que se propone
dar explicaciones, es decir, responder a un por qué ahondar en él, como
comprensión y explicación de lo real y más allá de la experiencia inmediata.
6
FREUD, Sigmund. El Porvenir de una Ilusión. S.Ed. 1926.
7
Entendiendo “realidad objetiva” como acuerdo de intersubjetividades humanas acerca de un objeto de
estudio en cuestión.
salvarse, y la segunda una filosofía de la reflexión, comprensión y explicación
racional de lo real. Las características del saber científico occidental son:
Explicativo, porque se intentan dar explicaciones del mundo, del hombre, del
conocimiento, de la vida, de la muerte,…Pero a diferencia de las explicaciones
mítico-religiosas, que apelan a entidades sobrenaturales como los dioses, la
explicación filosófica apela a entidades naturales (el agua, el aire, la tierra, el
fuego,…) o a entidades abstractas e impersonales (arjé, nous, …), con las cuales
se liberan de explicar el fundamento y origen de las cosas a partir de
supersticiones o entidades religiosas que pueden decidir sobre el destino de los
acontecimientos.
Racional, porque se funda en una relación lógica: los hechos ocurren de tal o
cual manera porque son una consecuencia lógica de ciertos principios
considerados verdaderos. Esto significa que la racionalidad del saber la
entendemos como la posibilidad de organizarlos en un sistema deductivo en el
que unos se pueden inferir a partir de otros en forma necesaria. El prototipo de
este saber podemos encontrarlo en la metafísica aristotélica. El conocimiento está
así jerarquizado: unos son más generales que otros, existiendo entre ellos
relaciones de deducibilidad (unos de deducen de otros), de manera tal que un
juicio es verdadero no en virtud de una correspondencia con la realidad (saber
experiencial o mítico) sino simplemente porque se infiere deductivamente de otro
juicio considerado verdadero por su simplicidad y su autoevidencia.
En síntesis, el saber filosófico deja de ser mágico y comienza a ser racional, deja de ser dogmático
para ser crítico, y empieza a perder practicidad para adquirir un sesgo especulativo, ya aquí
empezamos a reconocer la posibilidad de convertir el saber filosófico en saberes que se pueden
validar socialmente a partir de la racionalidad, es decir, a ser conocimientos.
8
COHEM, Morris y NAGUEL, Ernest. Introducción a la lógica y al método científico", Volumen II,
Buenos Aires: Amorrortu. 1979, páginas 8-9.
El conocimiento científico tiene su propia identidad que lo distingue de otros
saberes, pero las diferencias con éstos a veces no son tan fáciles de explicar por
las múltiples razones que presentan las comunidades para defender ciertos
saberes como conocimientos científicos.
GRÁFICA
SABER COTIDIANO
Práctico
Dogmático
Experiencial
No explicativo
SABER MÍTICO
Práctico
TIPOS DE SABER Dogmático
Mágico
Explicativo
SABER FILOSÓFICO
Especulativo
Crítico
Racional
Explicativo
SABER CIENTÍFICO
Especulativo y práctico
Crítico
Racional y experiencial
Explicativo
Presentados los distintos tipos de saber con sus características y las posibilidades
de ser considerados conocimientos “científicos”, pasemos ahora a establecer lo
que vamos a entender por los conceptos de episteme, epistemia, epistemología y
lógica.
3. EPISTEMOLOGÍA Y GNOSEOLOGÍA
9
Los enfoques sobre la epistemología se presentan con base en el texto de: GIANELLA, Alicia E.
“La relación de la Epistemología con la Ciencia”. En: Revista de Filosofía y Teoría Política No
26,27. Buenos Aires: U.N. Plata. 1986.
criterios de validez del conocimiento pedagógico y de las reglas de rigurosidad
empleadas para la construcción del conocimiento pedagógico.
A éste enfoque de la epistemología, ligado a la filosofía de la ciencia, se le han
hecho múltiples críticas, una de ellas en referencia con la consideración del sujeto.
La epistemología clásica ha pretendido eliminar de su campo de estudio al sujeto
de la ciencia. De esa manea se eliminan también las cuestiones que son al mismo
tiempo abordadas por las ciencias sociales. Podemos preguntarnos si es posible
teorizar acerca del conocimiento científico sin incluir consideraciones acerca del
sujeto.
Alicia Gianella expresa que “una de las formas más difundidas de eliminar la
consideración del sujeto del campo de la epistemología ha sido a través de la
división de los contextos de descubrimiento y el de justificación presentada por
Reichenbach en su obra Experiencie and Predictión, para él el conocimiento
científico es en primera instancia una realidad sociológica que comprende el modo
en que distintas generaciones de investigadores construyen el conocimiento de
manera racional, excluyendo aspectos sicológicos, sociales, culturales e
históricos”10. Pero estas cuestiones pertenecen a las relaciones externas del
conocimiento, y quedan fuera de la epistemología, ya que ella se ocupa solamente
de las relaciones internas del conocimiento, en particular de lo que Carnap
denominó reconstrucción racional del conocimiento. Es decir, aquello que resulta
de haber excluido de las relaciones internas todos los aspectos sicológicos
involucrados: los modos efectivos mediante los cuales los científicos llegan a una
idea científica. Todo aquello que tiene que ver con la ciencia entendida como
proceso, sean aspectos sicológicos, sociales o históricos, pertenecen al contexto
de descubrimiento y son excluidos de la epistemología. Sólo le será de interés la
ciencia entendida como producto, separada del proceso que le dio origen.
Son conocidas las críticas que ha recibido esta división. Por un lado se ha
señalado que ella nos permite analizar los modos reales mediante los cuales se
evalúa una teoría, que exceden en general los criterios planteados desde el
contexto de justificación. Por otro lado se ha señalado que, aún aceptando la
división, no está claro por qué deba excluirse de la reflexión epistemológica todo
aquello que pertenece al contexto de descubrimiento.
Una versión posterior que pretende también eliminar del campo específico de la
epistemología las consideraciones acerca del sujeto es la teoría de los tres
mundos de Popper11. Existe un primer mundo que es el de los objetos físicos, un
segundo mundo que corresponde a los fenómenos mentales, subjetivos, y el
tercer mundo que es el de las realizaciones humanas tal como se objetivan en
sistemas teóricos, argumentos y situaciones problemáticas. Son los contenidos de
libros, artículos y revistas. El tema de estudio de la epistemología, según esta
versión es el tercer mundo. Lakatos12 coincide con esta consideración y sostiene
10
Ibid, pag 3.
11
POPPER, K. POPPER, K. Conocimiento Objetivo. Madrid: Tecnos. 1972, Cap. 3.
12
LAKATOS, I. “Falsification and the Metodology of Scientific Research Programmes”. En: Criticism
and the Growth of Knowledge. Ed. Lakatos, I. Y Musgrave. Pág. 179 y sigs.
que hay dos formas de sicologismo: el que reduce el análisis de la actividad
científica a los estados mentales de los sujetos reales (el segundo mundo de
Popper) y el de los que como Kuhn piensan en términos de una mente “normal” o
mente científica ideal, que es una entidad ubicada en el limbo entre el segundo y
el tercer mundo. Lakatos comparte con Popper la idea de que el mundo articulado
de los conocimientos es independiente de los sujetos cognoscentes, que tomados
en forma de individuos o en la mente del científico “normal” es una caricatura del
original del tercer mundo. Pero termina reconociendo que no puede entenderse la
historia de la ciencia sin tomar en cuenta la interacción de los tres mundos.
4. 2 EPISTEMOLOGÍA CIENTÍFICA
13
VARGAS GUILLEN, Germán. “La epistemología como función científica”. En: Investigaciones
Epistemológicas. Santa Fe de Bogotá: Colecciones Tecné. 1997.Pág. 72.
Esta manera de encuadrar la cuestión del conocimiento ha permitido
conceptualizar y analizar la producción científica de una manera muy distinta a los
análisis característicos de la epistemología enraizada en las cuestiones filosóficas.
Sin embargo este enfoque exige la existencia de comunidades científicas que den
cuenta de las problemáticas que estudian, del objeto de conocimiento que
trabajan, los métodos más adecuados que utilizan y la pertinencia de sus
resultados. Con respecto a la consideración de la epistemología de la pedagogía
este enfoque exige dar cuenta de dichos aspectos.
Piaget va en otra dirección, aunque tiene en común con las posiciones que
acabamos de mencionar la intención de construir una epistemología desde la
ciencia, sostiene que la epistemología debe dejar de ser una disciplina filosófica y
constituirse como disciplina científica, como ha ocurrido en muchos casos y en
épocas recientes con la lógica.
Afirma que las herramientas que deberá tener esta nueva ciencia son, por un lado
la lógica y, por otro lado, la teoría sicogenética y sociogenética, es decir, su teoría
acerca de la génesis y desarrollo de la inteligencia a través de una sucesión de
estructuras. En su obra Psicología y Epistemología 16 sostiene que: “Toda las
ciencias humanas y sociales poseen en sí mismas su propia epistemología,... y si
bien la matemática y la física no corresponden a las ciencias humanas, su
epistemología y toda epistemología científica entra en el dominio de las ciencias
sociales, puesto que la formación, el desarrollo y el alcance epistémico de toda
ciencia constituyen manifestaciones esenciales de la actividad del hombre y
mantienen de hecho muchas relaciones con otras ciencias sociales particulares”.
La epistemología pasa a constituirse, según esta versión, en una ciencia cognitiva.
Estas incursiones han generado una serie de interrogantes: ¿Sé transgreden los
niveles teórico y metateórico antes señalados?, y sí la respuesta fuera afirmativa,
¿qué consecuencias acarrea esta situación?, ¿Se produce circularidad?, ¿La
autoreferencia genera paradoja?..., ¿No se establece una subordinación de la
15
MILLER, J. A. Recorrido de Lacan, Buenos Aires: Manantial. Págs. 41 y sigs.
16
PIAGET, J. Psicología y Epistemología. Buenos Aires: Ernecé, pág. 136.
epistemología respecto de una teoría determinada?, ¿No se cae en ese caso en
un reduccionismo?.
Sin embargo, no hay que confundir el interés que persiguen las distintas
comunidades científicas al estructurar una ciencia y el interés que persigue el
epistemólogo de una determinada ciencia. Las comunidades científicas también
pueden, después de estructurar la ciencia, analizar y evaluar críticamente los
productos de su propia actividad científica, es decir, revisar la estructura de su
propia ciencia para dar cuenta de la naturaleza, recorrido histórico y desarrollo de
sus estructuras conceptuales.
Del mismo modo, puede reprochársele a Kuhn el no haber dado una explicación
bien fundada del papel que juega la percepción dentro de un paradigma y en
relación con el reconocimiento de las anomalías. Asimismo Feyerabend omite la
utilización de teorías acerca del lenguaje para fundamentar su afirmación del
carácter intrateórico de los significados de los términos teóricos.
Este enfoque da cuenta de las cuestiones que pueden ser aportes valiosos para
la epistemología científica.
Primero, una teoría lógica desde la cual analizar los distintos aspectos formales
que interesa distinguir en el análisis del conocimiento científico. Hay sin duda
consenso respecto de que todo discurso racional requiere de la lógica, pero no es
tan evidente cuál es la lógica que presta mejores servicios a la epistemología. H.
Brown ha señalado que ciertos supuestos lógicos han influido marcadamente en
las discusiones filosóficas: por ejemplo, la discusión en torno de la caracterización
de las leyes científicas y las dificultades que presentaban las definiciones de los
18
NUDLER, O. “Epistemología, Psicología y Cambio y Científico”. En: Revista Crítica. Vol. VIII, Nº
24, Méjico, Dic. 1976.
términos disposicionales. En tiempos más recientes, la concepción estructuralista
de Sneedy Stegmüller propone el reemplazo de las herramientas formales
convencionales por la teoría de conjuntos.
Segundo, una teoría del lenguaje que permita, entre otras cosas, un análisis
adecuado del problema de los significados de los términos teóricos. H. Putnam
puede considerarse un epistemólogo que trabaja en esa dirección.
Quinto, una teoría social que permita encuadrar en ella a las instituciones
científicas y su relación con los cambios sociales.
Desde el punto de vista de la pedagogía estos enfoques hay que asumirlos con
mucho cuidado, primero, por la relación entre la filosofía y la pedagogía, segundo,
por la multiplicidad de concepciones sobre la educación y los procesos educativos
que han determinado diversos objetos para la pedagogía, tercero, por las
relaciones entre la pedagogía y las otras ciencias de la educación y, cuarto, por la
escasa dedicación que históricamente han tenido las instituciones dedicadas a la
formación de educadores y los mismos educadores, a la reflexión crítica y
sistemática sobre el saber fundante de su profesión y sus propias prácticas.
19
Op cit. GIANELLA, Alicia E. Página 3.