EL

CABALLITO TRISTE

Había una vez una niña linda y pequeña que siempre había
soñado con tener un caballito de balancín. Así sucedió un día que
su papá le compró el caballito para su cumpleaños.
Al recibirlo, ella se puso muy contenta y lo colocó junto a la
ventana para cabalgar viendo el paisaje. Pero luego de unas
semanas la niña se aburrió del caballo y dejó de jugar con él.
Pasó el tiempo y la niña volvió a subir al caballo, pero no lo pudo
mover. Por más que trataba, el caballo se quedaba quieto. La
niña se bajó y lo revisó de cerca para ver si estaba roto. En esta
tarea vio que en la cara del caballo había unas lagrimitas. Así la
niña comprendió que el caballo estaba triste porque ella no
quería jugar con él.
 

Dominio Lector
2° básico – texto 1 Estudiante
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