Está en la página 1de 6

El desarrollar nuestros dones, talentos o potencialidades es todo un arte.

Encontrar cómo hacerlo, es como estar educándonos cada día a nosotros mismos.
Cada vez que nos proponemos realizar algún proyecto personal, alcanzar una
meta o un nuevo objetivo, es muy importante ser intencional e inyectarle a lo que
hagamos un alto grado de esfuerzo, compromiso, dedicación y propósito para
poder alcanzar el buen desarrollo y cumplimiento de esos proyectos o metas.

Nuestras vidas y todo lo que hacemos, nos lleva a estar planteándonos


pequeñas y grandes metas a un corto o lago plazo. Muchas veces esas metas
quedan en el baúl de los recuerdos, porque como seres humanos, no nos
conocemos, ni conocemos los factores que podemos desarrollar o mejorar para
alcanzar el máximo de nuestro potencial.

Comprometernos con todo lo que hagamos en nuestra vida es fundamental y la


falta de compromiso es un factor determinante que afecta nuestro desarrollo y
puede ser un detonante de futuras frustraciones, depresiones, sensación de
estancamiento, falta de ánimo, confianza, señalamientos, etiquetas, ansiedad,
estrés, impacto negativo en nosotros y en otras personas.

Sin duda la falta de compromiso trae caos y por donde se mire es desventajoso
para nuestras vidas. Una vez que identificamos que la falta de compromiso es un
factor que afecta nuestro desarrollo, lo único que queda es preguntarnos ¿Cómo
hacer para que la falta de compromiso no afecte mi desarrollo? Si esto está
afectando mi crecimiento ¿Cómo cambiarlo y solucionarlo? En este trabajo
aprenderemos algunas soluciones para que la falta de compromiso ya no sea un
problema.
Cuando somos niños no entendemos mucho el valor del compromiso. Siempre
todas nuestras necesidades y deseos están cubiertos por nuestros padres o por
alguien más. No sabemos el valor del esfuerzo, el valor real de comprometernos
con algo, ni la satisfacción que ello puede llegar a darnos.

A medida que vamos creciendo, la vida y la madurez nos lleva a otras escenas
en la película de nuestras vidas; donde nos vemos obligados a tomar decisiones,
como comprometernos o no, con alguna meta o responsabilidad.

Una vez que nos enfrentamos a esta realidad y asumimos la responsabilidad


de alcanzar nuevas metas y cumplir con nuevos desafíos, el compromiso debiese
convertirse en nuestra tarea principal; el punto central en nuestro tablero de
dardos; (así me lo imaginé). Ya que va a entrar en juego todo eso que nos rodea,
nuestro sentido de responsabilidad y el uso de nuestros dones y talentos que nos
permiten llegar al punto central del tablero y así poder desarrollarnos al máximo.

¿Qué es el compromiso y por qué consideramos a la falta de compromiso


como un factor que afecta el desarrollo humano?

Según S. Lehman

“el compromiso es lo que transforma una promesa en realidad, es la palabra que habla
con valentía de nuestras intenciones, es la acción que habla más alto que las palabras, es
hacerse al tiempo cuando no lo hay, es cumplir con lo prometido cuando las
circunstancias se ponen adversas, es el material con el que se forja el carácter para
poder cambiar las cosas, es el triunfo diario de la integridad sobre el escepticismo.
Comprometerse y mantener los compromisos, son la esencia de la proactividad”

De todas las definiciones que leí, esta se convirtió en mi favorita; ya que nos
podemos dar cuenta que el compromiso no es cualquier cosa. Ser comprometidos
o comprometernos necesita del máximo de todas nuestras capacidades y
responsabilidades. El compromiso es un gran valor; hasta podría decir que un
gran don y una virtud que no todos tenemos desarrollada, pero que podemos
intencionalmente tomar la decisión de desarrollar.

Comprometernos con algo es aceptar las obligaciones que esto conlleva. Ser
consecuentes o no con los compromisos que asumimos puede llevarnos a un
futuro de plenitud o a uno de caos e insatisfacción.

Miremos algunas consecuencias que puede traer la falta de compromiso en


nuestras vidas:
Sensación de insatisfacción o entusiasmo, falta de crecimiento, ser relegado,
visto o etiquetado como una persona irresponsable, floja o con poca integridad,
relaciones rotas, metas truncas, decepción, critica, comparación, falta de
confianza entre otras.

Muchas veces no nos comprometemos: por baja autoestima, miedo, porque


buscamos la aprobación de alguien más, por evitar responsabilidades, por falta de
toma de decisiones, falta de tiempo y esfuerzo; hasta por perfección. Si no lo
tenemos todo, el ideal y la seguridad no tomamos acciones y cuando queremos
hacerlo ya es demasiado tarde.

Las siguientes acciones pueden ayudarnos y fortalecernos para que la falta de


compromiso no sea un factor que impida nuestro desarrollo
-Comenzar a creer en nosotros mismos, darle valor al “sí se puede” y encarar los
desafíos.
-Establecernos metas.
-Ser disciplinados: Enfocarnos en el objetivo, una persona disciplinada se hace
hábitos para no desistir en el proceso. Si nos sorprendemos queriendo abandonar
un esfuerzo, debemos obligarnos a mantenernos.
-Tomar responsabilidad: Tomar responsabilidad es adquirir conciencia de quiénes
somos, del lugar en donde estamos y de la necesidad de tomar el control de
nuestros propios actos. El verdadero compromiso comienza siempre con nosotros;
por tanto, para ser mejores, debemos comenzar trabajando en nosotros.
-Dar el esfuerzo extra: Esforzarnos un poco más e ir más allá de lo que tenemos
planteado. Todos tenemos la capacidad de dar mucho más y a veces es mucho
más grande de la que imaginamos. Podemos: prepararnos, estudiar y expandir
nuestras habilidades en lo que sea que tengamos que hacer.
-Distribuir inteligentemente nuestras actividades: Aprender a organizar nuestro
tiempo y aprender a decir no.
Conclusión

Es necesario que nos alejemos de la falta de compromiso que nada bueno trae
a nuestras vidas. Aprender a manejarlo nos hará llevar una vida más plena. El
compromiso le da sentido y significado a nuestras vidas por eso debemos de estar
consientes con lo que deseamos comprometernos.

Comprometerse significa entregarse totalmente, para lograr las metas que nos
hemos propuesto.

Podemos comprometernos con personas, con una causa o con nosotros


mismos y alcanzaremos nuestro pleno desarrollo cuando comprendamos que el
compromiso es vital para nuestra realización y desarrollo y que la falta de
compromiso puede afectar muchos ámbitos en nuestras vidas. Cuando sintamos
que esa falta de compromiso quiera apoderarse de nosotros, busquemos esa
fuerza interna que nos motiva y nos ayuda a actuar a pesar de los obstáculos.

También podría gustarte