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Josué había mostrado ser justo y fiel asistente de Moisés (Ex 17:8–10, 13, 14; 24:13; 32:17; 33:11;

Nm 14:6–10). pon tu
mano sobre él. La imposición de manos era símbolo de transferencia de autoridad y liderato. Se usaba también para
bendecir (Gn 48:18) y en otras ocasiones para transferir simbólicamente el pecado al animal de sacrificio (Lv 1:4). La
designación de Josué como sucesor de Moisés fue confirmada por una columna de nube (Dt 31:14, 15, 23), ratificada
posteriormente a Josué (Jos 1:1–9; 5:13–15), y reconocida también por el pueblo al cruzar el Jordán (Jos 4:14). Véase el
nombramiento público de Josué en los vers. Número 27:22-23.

Números 8:10 pondrán sus manos. La imposición de las manos simbolizaba que los levitas servían como sustitutos para
los primogénitos de los israelitas (vers. 14–18).

Hechos 6:6 pusieron sus manos sobre ellos. La imposición de las manos se usaba en el A.T. para el sacrificio (Lv 3:1–2, 8,
13), la bendición (Gn 48:14), el juicio (Lv 24:14) y la consagración (Lv 8:14; Nm 8:12). Aquí la imposición de manos
significa comisionar para el servicio y dar autoridad (13:3; v. coment. en 1 Ti 4:14).

1Timoteo 4:14 con la imposición de manos. Esto significa impartir autoridad, identificación y aprobación como líder
(Nm 27:18–23; Hch 13:2, 3). Aquí Pablo se refiere al tiempo cuando él (2 Ti 1:6) y los ancianos (gr. presbı ́teros) de la
iglesia de Listra ordenaron a Timoteo (5:22; cp. Hch 6:6).

Números 8:9 toda la congregación. Por cuanto los levitas habían tomado el puesto de los primogénitos, que habían
actuado como sacerdotes de familia en el pueblo de Israel (vea los vv. 16–18), toda la congregación de Israel mostró su
identificación con los levitas mediante la imposición de las manos.

Números 27:18 pondrás tu mano sobre él. Josué ya poseía el don interno para actuar como guía. Había recibido poder
del Espíritu Santo. Este don interior debía ser reconocido por una ceremonia externa. Moisés impuso públicamente las
manos sobre Josué. Este acto significaba la transferencia del caudillaje de Moisés a Josué. La imposición de manos puede
acompañar una dedicación a un oficio (vea Nm. 8:10).

Números 27:20 pondrás de tu dignidad sobre él. Moisés debía pasar algo de su “honor” o “majestad” a Josué. Vea Josué
3:7.

Deuteronomio 34:9 espíritu de sabiduría… puesto sus manos. Josué recibió 1) confirmación de la capacidad militar y
administrativa necesaria para la tarea que el Señor le había dado, como también, 2) la sabiduría espiritual para apoyarse
en y ser encomendado al Señor a través de la imposición de las manos de Moisés.

1Timoteo 4:14 el don. Aquella gracia dada a Timoteo y a todos los creyentes en el momento de la salvación que consiste
en una capacidad espiritual diseñada por Dios e investida de poder por su Espíritu, con el propósito de ser usada en el
ministerio (vea las notas sobre Ro. 12:4–8; 1 Co. 12:4–12; 1 P. 4:10, 11). El don de Timoteo (cp. 2 Ti. 1:6) era el liderazgo
combinado con la función específica de predicar (2 Ti. 4:2) y enseñar (vv. 6, 11, 13; 6:2). mediante profecía. El don de
Timoteo fue identificado por revelación de Dios (vea la nota sobre 1:18) confirmación apostólica (2 Ti. 1:6), quizás al
asociarse con Pablo en el segundo viaje misionero del apóstol (Hch. 16:1–3). la imposición de las manos del presbiterio.
Vea la nota sobre 5:22. Aquí “presbiterio” es la palabra que alude a “los ancianos”. Es probable que esta afirmación
pública del llamado de Timoteo al ministerio tuviera lugar al mismo tiempo que la profecía (cp. 2 Ti. 1:6). Su llamado al
ministerio quedó confirmado en sentido subjetivo (por medio de su don espiritual), en sentido objetivo (mediante la
profecía que se pronunció acerca de él), y en sentido colectivo (por la afirmación de los apóstoles y la iglesia,
representada por los ancianos).

la imposición de manos. Bajo el antiguo pacto, la persona que traía un sacrificio ponía sus manos sobre él para
simbolizar su identificación como beneficiario de la sustitución por su pecado (Lv. 1:4; 3:8, 13; 16:21). También podría
ser una referencia a las bendiciones sacerdotales solemnes (cp. Mt. 19:13).

El liderazgo espiritual es un negocio muy serio y no debe tomarse a la ligera, ya sea por la iglesia o por sus líderes. En la
iglesia primitiva, los apóstoles ordenaron o comisionaron (separados en oración y con imposición de manos) a los
escogidos. Imponer las manos sobre alguien, en la práctica judía antigua, simbolizaba apartar a una persona para que
cumpliera un servicio especial (véanse Números 27.23; Deuteronomio 34.9).
Éxodo 29.10-14 Es ofrenda por el pecado: También llamada ofrenda por la culpa, era presentada por los pecados
cometidos sin intención o intencionalmente para los cuales no había restitución posible. La culpa del pecado era
simbólicamente transferida de quien presentaba la ofrenda al animal a través de la imposición de manos. Entonces se
sacrificaba al animal, y la culpa quedaba saldada.

Números 8.10, 11 La imposición de manos significa que aquel que presenta la ofrenda se identifica con ella. La función
de los levitas como ofrenda a Jehová (véanse vv. 16–18, donde se les presenta como el sacrificio de los primogénitos de
Israel a Jehová). La ofrenda de los hijos de Israel es la porción del sacrificio que pertenece a los sacerdotes que ofician en
el tabernáculo (véase la nota a 6.20). De la misma manera, Jehová le entregó los levitas a Aarón y sus hijos (véase v. 19).

(v) A Timoteo se le advierte que no se precipite «en imponerle las manos a ninguno». Eso puede querer decir una de dos
cosas.

(a) Puede que quiera decir que no ha de ser demasiado rápido en imponerle las manos a nadie para ordenarle para una
responsabilidad en la iglesia. Antes de conseguir un ascenso en los negocios, o en la enseñanza, o en el ejército, la
marina o las fuerzas aéreas, uno tiene que demostrar que lo merece. Nadie debería nunca empezar en la cima. Esto es
doblemente importante en la Iglesia; porque el que ocupa un lugar importante y fracasa, desacredita, no solo a sí
mismo, sino también a la Iglesia. En un mundo crítico, la Iglesia no puede pasarse en relación con la clase de personas
que elige como sus dirigentes.

(b) En la Iglesia Primitiva había la costumbre de imponerle las manos a un pecador penitente que había dado pruebas de
la sinceridad de su arrepentimiento y había vuelto al rebaño de la iglesia. Se establece: «Cuando un pecador se
arrepiente, y muestra frutos de arrepentimiento, impónle las manos mientras todos oran por él». Eusebio nos dice que
era la costumbre antigua el que los pecadores arrepentidos fueran recibidos otra vez mediante la imposición de manos y
la oración. Si ése es el sentido aquí, se trataría de una advertencia a Timoteo para que no se precipitara en recibir otra
vez a uno que hubiera traído descrédito a la iglesia; el esperar hasta que mostrara que su penitencia era genuina, y que
estaba decidido a remodelar su vida de acuerdo con su profesión de arrepentimiento. Eso no quiere decir ni un
momento que tal persona había de mantenerse a cierta distancia y tratarse con suspicacia; tenía que tratarse con toda
simpatía y con toda ayuda y dirección en este período de prueba. Pero sí es decir que la membresía de la iglesia no se ha
de tratar nunca con ligereza y que una persona debe dar muestras de su arrepentimiento por el pasado y de su
determinación para el futuro antes de ser recibida, no en la compañía de la iglesia, sino en su membresía. La compañía
de la iglesia existe para ayudar a tales personas a redimirse, pero su membresía es para las que han comprometido sus
vidas de veras a Cristo.

La “imposición de manos” es una acción bíblica; sin embargo, no hay ningún mandato bíblico que requiera la imposición
física de las manos para un ministerio espiritual en particular. Jesucristo ciertamente puso sus manos sobre muchos de
los que Él sanó; sin embargo, él también sanó sin poner Sus manos sobre la gente. De hecho, hubo momentos cuando Él
no estaba cerca de los que sanó. Mateo 8:8 describe a Jesucristo sanando el siervo del centurión sin acercarse a la casa
del centurión.

A continuación, se presentan dos casos a considerar: en un caso el Espíritu Santo concede el don de hablar en lenguas
con el acto de la imposición de manos del apóstol, y en el otro caso lo hace sin la imposición de manos, sino
simplemente a través de la predicación del apóstol.

"Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría
después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y
habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban"
(Hechos 19:4-6).
"Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la
circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don
del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios" (Hechos 10:44-46).

En 1ª Timoteo 5:22, el propósito no es tanto en la acción física de la imposición de manos, como en la idea de que
confiriendo la responsabilidad del liderazgo espiritual (no importa cómo se hace) debe hacerse con cuidado. No debe
hacerse “de repente” o sin la debida consideración: "No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en
pecados ajenos. Consérvate puro".

Sin duda, la imposición de manos en la iglesia primitiva era un medio de conectar el mensaje con el mensajero, o el don
espiritual con el dador de dones. Proporcionó una “señal” autenticando aquel a través del cual se otorgó la
manifestación física de un don espiritual. Tenemos que entender que no hay fórmulas mágicas bíblicas para el ministerio
de la iglesia. La imposición de manos no tiene poder en sí misma. La imposición de manos es utilizada sólo por Dios
cuando se hace de acuerdo con la palabra de Dios.

Notemos lo que dice cuando Jesús visitó la ciudad de Nazaret "Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a
unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos" Marcos 6:5. Obviamente el Señor Jesús sintió necesario imponer
las manos para estimular la fe de los necesitados, puesto que estaba muy bajo.

Jesús no solo imponía las manos en casos de sanidad, sino que también bendecía a los niños así: "y tomándolos en los
brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía" Marcos 10:16. Mateo 19:13 nos dice que las personas le pidieron
a Jesús que les impusiera las manos a sus niños. ¿Por qué? Ellos notaron que Jesús lo hacía frecuentemente y que había
bendición cuando Él imponía las manos sobre alguien. Este ejemplo es muy importante porque nos señala que Jesús
imponía las manos, no solo para sanidad, sino también para impartir alguna bendición.

Ahora, notamos que Jesús no solamente practicaba mucho la imposición de manos, sino que antes de ascender le
ordenó a la Iglesia que lo practicara: "tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño...
sobre los enfermos pondrán las manos y sanarán" Marcos 16,18. ¡Ese es un mandato de Jesucristo a su Iglesia! Ese
mandato no es solo para Ministros sino para "todo aquel que cree"

Nos sorprendería si no halláramos a los discípulos practicando lo que vieron hacer a Jesús. Sin embargo, ellos no solo
imponían las manos para orar por los enfermos, sino que también lo hicieron: (1) para los que necesitaban recibir el
Espíritu Santo; y (2) para comisionar personas al Ministerio.

En el libro de Génesis 48:14-22 encontramos como Israel extendió sus manos sobre Efraín y Manasés y mediante la
imposición de manos los bendijo, tomando aquí un papel importante la fe de quien imponía las manos.

La fe es un elemento indispensable para la imposición de manos. En Hebreos 11:20-21 se nos dice: "Por la fe bendijo
Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras. Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y
adoró apoyado sobre el extremo de su bordón"

Hay que hacer uso de la imposición de manos con fe, de esta forma, Dios actuará en la persona conforme a la voluntad
de Dios.

"Por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo" Hechos 5:12; (también en Hechos 14:3
y 19:11)
Recordemos que la imposición de manos trae bendición cuando viene de alguien que tiene una posición de autoridad
dentro de la iglesia; además, la imposición de manos, trae dirección y liderazgo y autoridad en las vidas de quienes se
están iniciando en una posición de líder dentro de la iglesia.

Algunos ejemplos de la imposición de manos para puestos de liderazgo y autoridad son los siguientes:

1) Al ser enviados Pablo y Bernabé a su viaje misionero, se hizo uso de la imposición de manos (Hechos 13:1-4)

2) El pueblo de Israel puso sus manos sobre los levitas para que ellos realizaran su ministerio (Números 8;1-22)

3) Cuando Moisés fue sustituido por Josué, hubo imposición de manos sobre Josué para asumir el liderazgo que había
dejado Moisés con su muerte (Deuteronomio 34:9; Números 27:18-23)

4) Cuando se escogió a los siete diáconos para servir en las mesas hubo imposición de manos sobre ellos para ejercer
este servicio (Hechos 6:1-7)

Los diáconos eran comisionados con la imposición de manos "A los cuales presentaban ante los apóstoles, quienes,
orando, les impusieron las manos" Hechos 6:6. Saulo y Bernabé también fueron comisionados al Ministerio por la
imposición de las manos. (Hechos 13:3).

A Timoteo se le impartió un Don (Ministerial) por la imposición de las manos (1 Timoteo 4:14). Esta era una doctrina
conocida en la Iglesia Primitiva (Hebreos 6:1,2).

En Hechos 8:14-17 nos encontramos con el relato de como los Samaritanos recibieron la palabra de Dios, creyeron, se
arrepintieron e incluso se bautizaron en el nombre precioso de Jesucristo; sin embargo, aún no habían recibido el
Espíritu Santo, por lo que Pedro y Juan vinieron a ellos e impusieron las manos para que recibiesen el Espíritu Santo.

De Pedro y Juan en Samaria dice: "Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo" Hechos 8:17. Esto
asombró tanto a Simón, el mago, que él también quiso esa capacidad (Hechos 8:19). Los discípulos en Éfeso también
recibieron el Espíritu Santo con la imposición de manos de Pablo "Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre
ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban" Hechos 19:6. Es evidente que esa era una práctica común.

En cuanto a ungir con aceite, es solamente reservado para los ministros y no para todos los creyentes, pues Santiago
5:14 dice "...llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor"

IMPOSICIÓN DE MANOS EN EL MINISTERIO

A Timoteo se le había impuesto las manos para ordenarlo en el ministerio según 1 Timoteo 4:14. De igual forma al
apóstol Pablo y Bernabé se les impuso las manos antes de que fueran enviados para la obra misionera. Esto nos enseña
que se debe tener la aprobación tanto de Dios como de los hombres para iniciar el ministerio.

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La imposición de manos conlleva una responsabilidad, por lo que es necesario tener en mente ciertos aspectos antes de
hacer uso de la imposición de manos. Sea un ministro de Dios o un santo, es necesario tener en cuenta la
responsabilidad de la imposición de manos y estar consciente de que implica que nos fijemos un compromiso personal.

1) Vivir en rectitud es importante para imponer manos

Es necesario vivir en santidad, en rectitud y tener un buen testimonio, tanto dentro como fuera de la congregación.
Recordemos ejemplos de la escritura que nos hablan de personas que no estaban viviendo en santidad ni conforme a la
voluntad de Dios. Algunos ejemplos son:

Los hijos de Esceva quisieron echar fuera a Satanás pero no estaban preparados para hacerlo (Hechos 19:11-17). Algo
parecido sucedió con Simón, quien quería el privilegio de la imposición de manos para que la gente recibiera el Espíritu
Santo en Hechos 8:14-23.

2) Imposición de manos por motivos correctos

Esto es de gran importancia, la imposición de manos debe ser por motivos correctos, que estén de acuerdo con la
palabra de Dios y la voluntad de Dios, además la gloria debe ser para Dios y no para nosotros los hombres.

3) La fe en la imposición de manos

Como se mencionaba al inicio, la fe es esencial en la imposición de manos. Recuerde que la Biblia dice que la oración de
fe es la que salva al enfermo, por lo tanto, la imposición de manos debe ser pidiendo a Dios con fe.

4) No imponer manos con ligereza

Pero viendo todos estos pasajes, ¿A qué se refería Pablo en 1 Timoteo 5:22? "No impongas con ligereza los manos a
ninguno". No puede ser que Pablo estaba refiriéndose al tipo de imposición de manos del que hemos visto tantos
ejemplos, puesto que él mismo lo practicaba. Tampoco creemos que Pablo hubiera dado una instrucción que estaría en
directa oposición a lo que Jesús había mandado en Marcos 17:18.

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Creer que Pablo estaba diciendo que no impusieron las manos, basándose solo en un pasaje después de ver todo la
evidencia bíblica, es imprudente e improcedente.
Al leer el contexto, notamos que Pablo está refiriéndose o que no debe comisionar rápidamente para el Ministerio a
cualquier persona. Note que del versículo 17 en adelante está hablando acerca de los ancianos (no tanto en vejez, sino
en capacidad y responsabilidad en la Obra del Señor).

En versículo 17 menciona que hay que honrar a los ancianos (ministros); versículo 18 habla de que no se debe detener el
sostén de los ancianos (ministros); versículo 19 que no hay que permitir acusaciones así no más contra los ancianos
(ministros); versículo 20 que si un anciano (ministro) falla, entonces hay que reprenderlo públicamente; versículo 21
Pablo juramenta a Timoteo a que haga todas las cosas que le está instruyendo; versículo 22 que no comisione ancianos o
Ministros demasiado rápidamente. La misma expresión "con ligereza" debe señalar que no está hablando de la
imposición de manos normal sobre enfermos y necesitados. No cabe en ese contexto.

En el capítulo anterior (4:14) es dónde Pablo le recuerda a Timoteo que había recibido un Don Ministerial con la
imposición de manos del presbiterio (los ancianos).

Lo que aquí le está instruyendo Pablo a Timoteo es qué no debemos comisionar personas livianamente o demasiado
rápido al Ministerio. Es algo que requiere seriedad y un análisis adecuado de la persona. Pero sí debemos cumplir con lo
que mandó.

Pablo le dijo a Timoteo no impongas manos con ligereza

Esto es de gran importancia, tanto que el apóstol Pablo le aconseja a Timoteo "no impongas con ligereza las manos a
ninguno..." (1 Timoteo 5:22). Esto aplica tanto la imposición de manos para poner a otros en lugares de autoridad y
liderazgo, tal como ya se explicó anteriormente; sin embargo, es bueno considerar esto también al momento de orar e
imponer manos por otros motivos.

Debemos tener cuidado de que la imposición de manos sea en santidad, en obediencia a Dios, en la voluntad de Dios.
No podemos permitir que alguien que no anda bien espiritualmente, o peor aún en pecado, imponga manos sobre otro.

En fin, la imposición de manos es uno de los rudimentos de la doctrina de Cristo y es una práctica que tuvo la iglesia
primitiva y que se aplica todavía en la iglesia del Señor. Espero que este artículo sobre la imposición de manos y los
diferentes puntos tratados sirvan de utilidad para que amplíe más el tema de la doctrina de la imposición de manos y lo
pueda aplicar tanto a su vida como en la enseñanza para la iglesia.

https://altar7.com/aprende-5-propositos-de-la-imposicion-de-manos/

https://bibliareinavalera1960.com/imposicion-manos/

https://www.bibliatodo.com/Diccionario-biblico/imposicion-de-manos

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