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Isabela Polanco 2019-5226

Reflexión ‘’El Roble Invernal’’

Muchos de nosotros no nos percatamos del daño que provoca proyectar nuestras creencias o lo

que pensamos hacia otra persona sin detenernos a ver su realidad. Es muy fácil querer suponer

por lo que la otra persona está pasando pero cuando lo que vemos es totalmente distinto a lo que

pensábamos, eso debería motivarnos a reflexionar. Esta situación pasa mucho en las aulas con

los profesores, debido a que no toman en cuenta la heterogeneidad de los estudiantes y solo se

enfocan en impartir un contenido; pero no pueden realmente transmitir conocimiento si hay algo

sucediendo a nivel socio-afectivo en el estudiante. Es importante entender que no solo son los

estudiantes que aprenden de los profesores; estos últimos pueden aprender mucho de sus

alumnos si tienen mentalidad abierta y para tenerla hay que tener disposición. La maestra del

Roble Invernal no tuvo disposición de comprender la realidad de su alumno hasta que este la

motivó a hacerlo, para luego darse cuenta de que aunque ese niño por fuera se viera maltratado,

por dentro era una joya con mucho que dar pero ella por su negación, reprimía su verdadero

potencial.

Entiendo que hay mucha influencia por parte del contexto en el cual se desarrolla el docente,

tanto en su ámbito personal (incluyendo la infancia) como el profesional. No le podemos pedir a

alguien que fue criado de una manera específica o que tiene una formación en particular a que

cambie de la noche a la mañana y por eso para mí es importante que haya un trabajo colaborativo

en donde varios profesionales puedan trabajar en conjunto para que no solo haya un aprendizaje

efectivo, pero para que los estudiantes se sientan incluidos y aceptados. Que se pueda inculcar la

inteligencia emocional en los salones de clase a través de conscious discipline, tomando en


cuenta los aspectos sociales, emocionales, físicos, cognitivos y culturales para tener un abordaje

más integral en la enseñanza.

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